En palco 2

2 de octubre de 2021

“CULPABLE”: EL CAMINO A LA REDENCIÓN

La cinta protagonizada por Jake Gyllenhaal, está disponible en Netflix a partir de este mes.

Por Marcela Yianatos.

No hay nada mayormente novedoso en la nueva película de Netflix, que acaba de estrenar este 1 de octubre, “Culpable”. Es un remake de la exitosa cinta danesa de 2018, “Den Skyldige”, estrenada en el discreto circuito de cine arte de este lado del mundo. Para quienes ya la vieron, esta nueva versión carece de mayor efecto, a menos que seas gran fan del trabajo de Jake Gyllenhaal, su protagonista.


Joe (Gyllenhaal) es un policía degradado por una razón desconocida para el público, lo sacaron de su trabajo en terreno para trabajar en el call center del 911, labor en la que se le ve incómodo. Esta permanentemente agobiado tanto profesional, como personalmente, queda en claro que tiene problemas familiares. 


En un turno, recibe un llamado de una mujer, Emily, que aparentemente está secuestrada por su ex marido. A partir de ese momento, Joe se involucra emocionalmente en la historia y hace todo por salvarla, es su pasaje a entender mejor lo que le ocurre a él, su catarsis y camino a la redención.


Un mix de emociones se irán mezclando en el protagonista, entre su carrera por salvar a Emily y devolverla a su pequeña hija Abby, con quien también se comunica, además de lidiar con problemas propios, los que iremos deduciendo en el camino. Todo esto, también, en el contexto de un Los Ángeles, asediado por incendios.


“Culpable” (The guilty) es una película claustrofóbica, que mira al interior, más del 90% del film ocurre en el puesto de trabajo del protagonista, quien lleva todo el peso dramático. 


Es un show de unipersonal. Aparece uno que otro figurante, y escuchamos a varios de sus interlocutores sólo a través del teléfono (Riley Keough, Peter Sarsgaard, Ethan Hawke, Paul Dano).


Jake Gyllenhaal se ve agónico en muchas de sus escenas, su cara es su gran implemento de actuación, aunque hay momentos que bordea la sobreactuación.


Dirigida por Antoine Fuqua (Día de entrenamiento, Lágrimas del sol), guion de Nic Pizzolatto (True detective), basado en el trabajo de Emil Nygaard Albertsen y Gustav Möller. Producida por el mismo Gyllenhaal.