Cuando hablamos de una isla, inmediatamente pensamos en playa, arena, una que otra palmera y un mar hermoso y cristalino donde pasar unas vacaciones de ensueño. Si hablamos de una isla griega, agregamos a ese imaginario unas casitas blancas con techo celeste, mismo color de una pequeña iglesia que destaca por la cruz en su cúpula. Kefalonia (con una superficie de 904 kms cuadrados) es la isla más grande de las siete que tiene Grecia en el mar Jónico tiene todo lo anterior y mucho más. Además de contar con playas reconocidas como Myrtos, Antisamos o la tranquila Trapezaki, Kefalonia destaca por ofrecer al visitante un sinnúmero de lugares hermosos, conectados con la más bella naturaleza y que permiten una desconexión total a todos los que merecen un merecido descanso. La isla tiene espacios protegidos, que cuentan con muchas especies de plantas, árboles y flores endémicas; mamíferos, aves, reptiles y peces también tienen su espacio en lagunas como Koútavos y Karavómilos. Koútavos es una laguna con un largo de 6,5 kms separada del mar por un puente de piedra que data de inicios del siglo XIX. Ubicada en la capital Argostoli, este humedal destaca no solo por su biodiversidad y por estar rodeado de cerros, también por contar con un paseo hermoseado por árboles y flores. Además de peces, patos y cisnes, destaca la presencia de varias tortugas bobas, también conocidas como caretta- caretta. Por su parte, la laguna de Karavómilos, ubicada en el pueblo del mismo nombre, es de carácter artificial. Alberga numerosas especies endémicas y está rodeada, por un lado del mar, ya que se encuentra a escasos metros de este, y por el otro de una frondosa vegetación autóctona. Kefalonia da la opción de adentrarte a las profundidades de la tierra, ya sea en Drogarati, una cueva de 150 millones de años ubicada a 60 metros de profundidad; o en la cueva/laguna de Melissani, una caverna que tiene una abertura en la parte superior que deja entrar la luz del sol y que tiene una laguna en su interior. Dar un paseo en bote en esta verdadera maravilla te da la oportunidad de atesorar imágenes únicas. Más información sobre ambas cuevas, en uno de nuestros artículos anteriores. En el centro de la isla, alejado de la costa, entre bellas montañas se encuentra el valle de Omalá. En este valle se produce el famoso vino Robola, con DOP (Denominación de origen protegido). Existe una cooperativa, fundada en 1982, que reúne a cerca de 300 miniproductores, encargada de la producción, distribución y venta de este vino blanco, ácido y cítrico, excelente acompañante para pescados y mariscos. Para los amantes del vino o interesados en conocer este producto, existen tours de los viñedos, como también una importante sala de ventas en el corazón del valle. Se trata de Bazigos Wines, lugar ubicado a la salida del pueblo de Valsamata, en el camino hacia el monasterio de San Gerásimos. En Bazigos Wines no solo encontrarás toda la gama de vinos que se producen en Kefalonia, sino también otros productos típicos de la isla, como son aceite de oliva, aceitunas, miel y distintos dulces típicos locales, entre los cuales destaca la tradicional Mandola: almendras confitadas, con azúcar o miel. Si quieres conocer más sobre la isla de Kefalonia y sus lugares paradisiacos, te invito a ver nuestros especiales de En Palco Condimenta.
El rol de las mujeres en la sociedad es un tema que hace un tiempo a esta parte está en boga. Si bien la posición de las mujeres en las cuestiones públicas ha evolucionado favorablemente en Occidente en los últimos 70 años, ampliándose los espacios de tal manera en que hoy casi no existen actividades en donde estas no participen, esto no ha ido de la mano con un conocimiento cabal de todas aquellas que destacaron, para bien o para mal, en el pasado. Y sí, la historia en general se ha centrado en destacar los acontecimientos en donde los hombres son los protagonistas, siendo el rol de la mujer relegado sólo a contadas excepciones. Para contar una historia más completa es necesario incorporar en los relatos las acciones de muchas mujeres notables, y es eso precisamente lo que intenta, con éxito, el libro “Mujeres en la historia de Chile”, de la académica María Gabriela Huidobro Salazar. Esta rigurosa investigación histórica nos presenta numerosísimas historias de mujeres que, de una u otra manera, fueron relevantes para la historia de Chile y/o dan cuenta de los diversos roles que las mujeres desarrollaron en las sociedades del pasado. De esta forma se van derribando estereotipos y, lo más destacable, conocer a muchas mujeres que en los relatos históricos normales están ausentes. Con una pluma amena, la autora nos va conduciendo a estas múltiples historias femeninas que transcurrieron entre el descubrimiento/conquista de Chile hasta las primeras décadas del siglo XX, abarcando los diversos roles que estas mujeres cumplieron y, también muy valorable, abarcando no solamente a aquellas que pertenecían a las elites de su época, sino también incorporando a mujeres del mundo popular e incluso a las esclavas. Huidobro nos señala que si bien “este no es el primer libro de historia de las mujeres en Chile, hay un esfuerzo para recoger todo lo que ya se ha investigado y se ha escrito; ponerlo en un lenguaje fácil, ojalá dinámico; que incorpore anécdotas; que nos cuente, en el fondo, acerca de estas mujeres invitando al lector a ponerse en el lugar de ellas”. Agregó que uno de los objetivos de este trabajo de investigación es “demostrar que una historia sin mujeres es una historia incompleta, hemos construido una memoria de la historia de Chile sustentada en los protagonismos masculinos, que por supuesto son muy relevantes, pero que no se entienden en su totalidad si uno no atiende al otro 50% de la humanidad, a esas mujeres que desde distintos roles han contribuido a la construcción de la sociedad”. Puedes ver completa la interesante conversación que tuvimos con María Gabriela Huidobro en el siguiente video de nuestro canal de Youtube.
Fue en el siglo XVIII cuando en los hornos a leña de la ciudad de Nápoles se creó lo que hoy conocemos como pizza. Una masa delgada compuesta de harina, levadura y agua a la cual se le agregan diversos ingredientes que solo tras la Segunda Guerra Mundial se propagó por el mundo. Por cierto, en cada país se le ha hecho diversas modificaciones, por lo cual hoy contamos con muchísimas versiones de este popular plato. Pero es solo en Nápoles donde se esmeran en conservar la receta original, tanto en ingredientes como en la forma de hornear, más allá que la llamada “pizza napolitana” puedes probarla en cualquier parte del mundo…siempre y cuando se respeten esas reglas básicas. Uno de los más importantes atractivos (no el único por cierto) de la ciudad de Nápoles es su pizza. Incontables pizzerías ofrecen este producto reconocido desde el año 2017 por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Es que en Nápoles se toman en serio esto de la pizza, la cual tiene como características una base muy delgada, suave; borde (conocido como cornicione) blando de entre 1 y 2 cm., pero que a la vez es crujiente. Sin duda, probar una pizza napolitana “verace”, la original, es una particular experiencia para todos aquellos que nos hemos criado comiendo otras de sus versiones. Para darles una muestra, visitamos 3 pizzerías en nuestra visita al puerto de Nápoles, las cuales relataremos a continuación (desde ya adelanto que las 3 son altamente recomendables): - Pizzería Fortuna (Via Pasquale Stanislao Mancini n°8): esta tradicional pizzería es una excelente manera de vivir y sentir Nápoles a través de su ambiente y, por supuesto, sus pizzas. Pizzas 100% napolitanas, con ingredientes de la región de Campania (el tomate San Marsano es una experiencia única, desplazando a cualquier tomate que hayas probado en una pizza). Es un local pequeño, pocas mesas, decorado como las pizzerías de antaño con imágenes del equipo local de fútbol, el Napoli, y el infaltable rincón (casi altar) a Diego Armando Maradona. - Pizzería Vincenzo Capuano (Piazza Trieste y Trento n°8): Vincenzo Capuano, nieto e hijo de pizzaiolo, es casi una celebridad en Nápoles (y en el resto de Italia); ha sabido llevar el arte de la pizza por redes sociales, televisión y, junto a un socio con capital, ya lleva más de 20 locales en toda la península. Su carisma y talento lo ha volcado en una propuesta novedosa de pizza napolitana, la llamada pizza contemporánea, creada en los inicios de los años 2000 por una serie de pizzaiolos jóvenes que, experimentando en la elaboración de la masa de la pizza, fueron llegando a un resultado que consiste en una masa más liviana y digerible, con un característico borde más grande que el de una pizza napolitana tradicional, pero a la vez más suave (con alveolos). Probar esta pizza es toda una experiencia, y más en el local de Capuano: moderno, bien atendido, con propuestas novedosas e ingredientes de primerísima calidad; tuvimos la suerte de probar su pizza campeona del mundo año 2022. - Pizzería O Scugnizzo (Corso Novara n°s 15-17-19): esta tradicional pizzería (también es trattoria y sirven pastas) ubicada muy cerca de la estación central de la ciudad, es muy popular entre los napolitanos, ya que además de contar con el ambiente propio de una pizzería napolitana, destaca por sus buenos precios y excelente calidad. Probamos en este local una tradicional pizza margherita y no nos defraudó. Comer en un local lleno de napolitanos disfrutando de pizzas y platos de pastas, rodeados de camisetas del Napoli, de fotos de Maradona y de imágenes del popular personaje Polichinela te lleva a sentir, respirar y disfrutar de la Nápoles popular y auténtica. Si te interesa conocer nuestra experiencia en este tour de pizzas napolitanas, te invitamos a ver el siguiente video:
Este 6 de junio se conmemorarán los 80 años del llamado Día D, uno de los hitos más conocidos del conflicto mundial que se llevó a cabo entre 1939 y 1945, que terminó con la victoria de los Aliados frente a las potencias del Eje. Es que esa mañana del 6 de junio de 1944 partieron al combate más de 150.000 hombres en 5.000 buques y 11.000 aviones en la llamada operación Overlord, con el fin de entrar a la Europa occidental que hasta ese momento estaba controlada por las fuerzas del nacional socialista Adolfo Hitler. En un esfuerzo humano y material sin precedentes, un día que pudo perfectamente fracasar terminó siendo la punta de lanza para la liberación de Europa y el triunfo del mundo libre. Por supuesto que un día con tales características ha sido recogido múltiples veces por producciones tanto de cine como de televisión, mostrándonos con distintos enfoques las innumerables historias que se dieron en tan memorable empresa bélica. Acá te hablamos de cuatro que creemos indispensables para conocer mejor lo que fue el Desembarco de Normandía, cada una de ellas, por supuesto, con un enfoque particular, y con más o menos elementos de ficción. El día más largo (1962): Dirigida por Ken Annakin, Andrew Marton y Bernhard Wicki, esta película estadounidense, basada en una novela homónima, nos sitúa en el día del desembarco desde distintos ángulos, de manera minuciosa y detallada de los distintos frentes que abrieron los Aliados ese día para penetrar en el llamado Muro Atlántico, es decir, la defensa nacionalsocialista en la costa norte de Francia. Con las actuaciones de numerosas estrellas del cine de todos los tiempos, como por ejemplo, John Wayne, Henry Fonda, Robert Mitchum, Sean Connery, Richard Burton y Clint Eastwood, entre otros, El día más largo es quizás la producción más completa sobre los acontecimientos del 6 de junio de 1944, y por lo tanto un imperdible para adentrarse en el tema. Rescatando al soldado Ryan (1998): Esta película estadounidense dirigida por Steven Spielberg protagonizada por Tom Hanks, se convirtió en una de las películas ícono del desembarco. Si bien el desarrollo de la película trata de una misión de una escuadra de soldados para rescatar tras las líneas enemigas al soldado James Francis Ryan (Matt Damon), sobre el cual se había dado orden de retirar del combate por haber muerto todos sus hermanos en la guerra, esta producción marcó un antes y un después en las películas histórico-bélicas por su calidad técnica. Es que la escena del desembarco de las tropas estadounidenses en la llamada playa de Omaha en la localidad de Coleville su mer en Normandía, es una de las más crudas y realistas que se ha hecho de ese sangriento hecho, donde murieron en cuestión de horas alrededor de 7.000 personas. La historia es entretenida, pero solo por esa joya que es el desembarco vale la pena absolutamente ver esta película. Ike. Cuenta regresiva al día D (2004): Esta película hecha para la televisión y dirigida por Robert Harmon, nos cuenta todos los preparativos para el desembarco desde la perspectiva de la persona que está a cargo de este: el general Dwight Eisenhower, protagonizado magistralmente por Tom Selleck (el popular Magnum). Además de aportar una visión interesante de los días previos, en donde sobraron problemas de todos tipo, desde el tiempo atmosférico y los conflictos con el jefe francés De Gaulle, podemos apreciar en esta producción de la mano de la actuación de Selleck, la soledad y el peso de la responsabilidad con la que tuvo que lidiar Ike en los días previos al Día D. Sin duda una óptica distinta, pero necesaria para dimensionar finalmente el logro que se acometió, a pesar de que todas las predicciones daban por lejos un número de bajar muy superior al que finalmente acaeció. Band of brothers (2001): Esta miniserie de HBO es, en mi opinión, lo mejor que se ha hecho en el cine bélico. No solamente por su excelente calidad técnica, sino sobre todo por las historias de sus personajes, que desde ya aviso, fueron personas de carne y hueso. Coproducida por Tom Hanks y Steven Spielberg, Band of Brothers se basa en una novela homónima que relata las historias de los miembros de la Compañía Easy del 506 regimiento de infantería de paracaidistas de la 101 división aerotransportada. Protagonizada por actores de la talla de David Schwimmer, Ron Livingston, Damian Lewis o el NKOTB Donnie Wahlberg, entre otros, esta miniserie aborda la participación de la compañía Easy durante toda la guerra, y por ello, también su participación en el Día D. Interesante perspectiva de lo que tuvieron que pasar aquellos soldados que lograron llegar a tierra en sus paracaídas, tras haberse lanzado en una noche iluminada por las balas trazadoras enemigas y las explosiones de los aviones alcanzados por estas. Si te gustan las producciones sobre la Segunda Guerra Mundial, esta miniserie es un imperativo.
Hay muchos tipos de pizzas en el mundo, pero solo una que puede decirse con certeza que es la original. Nos referimos a la pizza napolitana, ya que fue en la capital de la región de Campania, en el sur de Italia, donde en el siglo XVIII nació la, hasta entonces, local pizza. Solamente tras la Segunda Guerra Mundial se popularizó en toda Italia y en el resto del mundo. Hoy la pizza napolitana es reconocida como un producto agroalimentario tradicional italiano, y en 1984 se creó la Associazione Verace Pizza Napoletana, que ha dictado ciertas reglas para conservar la forma de cocinar esta popular comida. Estas normas dicen relación con la fermentación, la hidratación de la masa, el tiempo en el horno, la temperatura de este último, etc. Pero lo más importante, en resumen, es como se hace la masa (más allá de lo que se echa encima) la que determina si es una pizza napolitana o no. Para suerte de los que vivimos en Viña del Mar, y para todos aquellos que pretendan visitarla pronto, encontramos una local que ofrece la verdadera pizza napolitana. Se trata de Niemma Pizzería, ubicada en 1 Norte con 1 Poniente, local 621-D. Se ofrecen pizzas que son hechas siguiendo los parámetros exigidos por la Asociación antes citada y se utiliza harina napolitana marca Caputo (la misma que usan los mejores pizzaiolos napolitanos como el popular Vincenzo Capuano). El resultado: un producto liviano, con una masa delgada y muy rico que dista de las pizzas que generalmente ofrece el mercado chileno. Otra novedad que ofrece Niemma Pizzería, es la reina del Street food napolitano: la pizza a portafoglio. Esta consiste en una pizza margarita normal, pero que se dobla en cuatro partes en un papel, con lo cual puede ser comida en la calle, paseando, como si comiéramos un tradicional cucurucho de papas fritas. La probamos, y es una experiencia culinaria excelente. El local también ofrece el tradicional panuozzo napolitano, un sándwich hecho con masa de pizza (napolitana, por cierto), además de pastas, salsas, ensaladas y postres (donde destacan los Angioletti Fritti). Nuestras impresiones sobre esta sabrosa experiencia con la pizza napolitana las puedes ver en el video que está a continuación, pero desde ya te cuento que desde el punto de vista culinario, fue excelente; por supuesto, recomiendo visitar esta pizzería (o pedir por delivery) para que te des cuenta de la particularidad de esta, la pizza original.
Cuando hablamos de una isla, inmediatamente pensamos en playa, arena, una que otra palmera y un mar hermoso y cristalino donde pasar unas vacaciones de ensueño. Si hablamos de una isla griega, agregamos a ese imaginario unas casitas blancas con techo celeste, mismo color de una pequeña iglesia que destaca por la cruz en su cúpula. Kefalonia (con una superficie de 904 kms cuadrados) es la isla más grande de las siete que tiene Grecia en el mar Jónico tiene todo lo anterior y mucho más. Además de contar con playas reconocidas como Myrtos, Antisamos o la tranquila Trapezaki, Kefalonia destaca por ofrecer al visitante un sinnúmero de lugares hermosos, conectados con la más bella naturaleza y que permiten una desconexión total a todos los que merecen un merecido descanso. La isla tiene espacios protegidos, que cuentan con muchas especies de plantas, árboles y flores endémicas; mamíferos, aves, reptiles y peces también tienen su espacio en lagunas como Koútavos y Karavómilos. Koútavos es una laguna con un largo de 6,5 kms separada del mar por un puente de piedra que data de inicios del siglo XIX. Ubicada en la capital Argostoli, este humedal destaca no solo por su biodiversidad y por estar rodeado de cerros, también por contar con un paseo hermoseado por árboles y flores. Además de peces, patos y cisnes, destaca la presencia de varias tortugas bobas, también conocidas como caretta- caretta. Por su parte, la laguna de Karavómilos, ubicada en el pueblo del mismo nombre, es de carácter artificial. Alberga numerosas especies endémicas y está rodeada, por un lado del mar, ya que se encuentra a escasos metros de este, y por el otro de una frondosa vegetación autóctona. Kefalonia da la opción de adentrarte a las profundidades de la tierra, ya sea en Drogarati, una cueva de 150 millones de años ubicada a 60 metros de profundidad; o en la cueva/laguna de Melissani, una caverna que tiene una abertura en la parte superior que deja entrar la luz del sol y que tiene una laguna en su interior. Dar un paseo en bote en esta verdadera maravilla te da la oportunidad de atesorar imágenes únicas. Más información sobre ambas cuevas, en uno de nuestros artículos anteriores. En el centro de la isla, alejado de la costa, entre bellas montañas se encuentra el valle de Omalá. En este valle se produce el famoso vino Robola, con DOP (Denominación de origen protegido). Existe una cooperativa, fundada en 1982, que reúne a cerca de 300 miniproductores, encargada de la producción, distribución y venta de este vino blanco, ácido y cítrico, excelente acompañante para pescados y mariscos. Para los amantes del vino o interesados en conocer este producto, existen tours de los viñedos, como también una importante sala de ventas en el corazón del valle. Se trata de Bazigos Wines, lugar ubicado a la salida del pueblo de Valsamata, en el camino hacia el monasterio de San Gerásimos. En Bazigos Wines no solo encontrarás toda la gama de vinos que se producen en Kefalonia, sino también otros productos típicos de la isla, como son aceite de oliva, aceitunas, miel y distintos dulces típicos locales, entre los cuales destaca la tradicional Mandola: almendras confitadas, con azúcar o miel. Si quieres conocer más sobre la isla de Kefalonia y sus lugares paradisiacos, te invito a ver nuestros especiales de En Palco Condimenta.
El rol de las mujeres en la sociedad es un tema que hace un tiempo a esta parte está en boga. Si bien la posición de las mujeres en las cuestiones públicas ha evolucionado favorablemente en Occidente en los últimos 70 años, ampliándose los espacios de tal manera en que hoy casi no existen actividades en donde estas no participen, esto no ha ido de la mano con un conocimiento cabal de todas aquellas que destacaron, para bien o para mal, en el pasado. Y sí, la historia en general se ha centrado en destacar los acontecimientos en donde los hombres son los protagonistas, siendo el rol de la mujer relegado sólo a contadas excepciones. Para contar una historia más completa es necesario incorporar en los relatos las acciones de muchas mujeres notables, y es eso precisamente lo que intenta, con éxito, el libro “Mujeres en la historia de Chile”, de la académica María Gabriela Huidobro Salazar. Esta rigurosa investigación histórica nos presenta numerosísimas historias de mujeres que, de una u otra manera, fueron relevantes para la historia de Chile y/o dan cuenta de los diversos roles que las mujeres desarrollaron en las sociedades del pasado. De esta forma se van derribando estereotipos y, lo más destacable, conocer a muchas mujeres que en los relatos históricos normales están ausentes. Con una pluma amena, la autora nos va conduciendo a estas múltiples historias femeninas que transcurrieron entre el descubrimiento/conquista de Chile hasta las primeras décadas del siglo XX, abarcando los diversos roles que estas mujeres cumplieron y, también muy valorable, abarcando no solamente a aquellas que pertenecían a las elites de su época, sino también incorporando a mujeres del mundo popular e incluso a las esclavas. Huidobro nos señala que si bien “este no es el primer libro de historia de las mujeres en Chile, hay un esfuerzo para recoger todo lo que ya se ha investigado y se ha escrito; ponerlo en un lenguaje fácil, ojalá dinámico; que incorpore anécdotas; que nos cuente, en el fondo, acerca de estas mujeres invitando al lector a ponerse en el lugar de ellas”. Agregó que uno de los objetivos de este trabajo de investigación es “demostrar que una historia sin mujeres es una historia incompleta, hemos construido una memoria de la historia de Chile sustentada en los protagonismos masculinos, que por supuesto son muy relevantes, pero que no se entienden en su totalidad si uno no atiende al otro 50% de la humanidad, a esas mujeres que desde distintos roles han contribuido a la construcción de la sociedad”. Puedes ver completa la interesante conversación que tuvimos con María Gabriela Huidobro en el siguiente video de nuestro canal de Youtube.
Fue en el siglo XVIII cuando en los hornos a leña de la ciudad de Nápoles se creó lo que hoy conocemos como pizza. Una masa delgada compuesta de harina, levadura y agua a la cual se le agregan diversos ingredientes que solo tras la Segunda Guerra Mundial se propagó por el mundo. Por cierto, en cada país se le ha hecho diversas modificaciones, por lo cual hoy contamos con muchísimas versiones de este popular plato. Pero es solo en Nápoles donde se esmeran en conservar la receta original, tanto en ingredientes como en la forma de hornear, más allá que la llamada “pizza napolitana” puedes probarla en cualquier parte del mundo…siempre y cuando se respeten esas reglas básicas. Uno de los más importantes atractivos (no el único por cierto) de la ciudad de Nápoles es su pizza. Incontables pizzerías ofrecen este producto reconocido desde el año 2017 por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Es que en Nápoles se toman en serio esto de la pizza, la cual tiene como características una base muy delgada, suave; borde (conocido como cornicione) blando de entre 1 y 2 cm., pero que a la vez es crujiente. Sin duda, probar una pizza napolitana “verace”, la original, es una particular experiencia para todos aquellos que nos hemos criado comiendo otras de sus versiones. Para darles una muestra, visitamos 3 pizzerías en nuestra visita al puerto de Nápoles, las cuales relataremos a continuación (desde ya adelanto que las 3 son altamente recomendables): - Pizzería Fortuna (Via Pasquale Stanislao Mancini n°8): esta tradicional pizzería es una excelente manera de vivir y sentir Nápoles a través de su ambiente y, por supuesto, sus pizzas. Pizzas 100% napolitanas, con ingredientes de la región de Campania (el tomate San Marsano es una experiencia única, desplazando a cualquier tomate que hayas probado en una pizza). Es un local pequeño, pocas mesas, decorado como las pizzerías de antaño con imágenes del equipo local de fútbol, el Napoli, y el infaltable rincón (casi altar) a Diego Armando Maradona. - Pizzería Vincenzo Capuano (Piazza Trieste y Trento n°8): Vincenzo Capuano, nieto e hijo de pizzaiolo, es casi una celebridad en Nápoles (y en el resto de Italia); ha sabido llevar el arte de la pizza por redes sociales, televisión y, junto a un socio con capital, ya lleva más de 20 locales en toda la península. Su carisma y talento lo ha volcado en una propuesta novedosa de pizza napolitana, la llamada pizza contemporánea, creada en los inicios de los años 2000 por una serie de pizzaiolos jóvenes que, experimentando en la elaboración de la masa de la pizza, fueron llegando a un resultado que consiste en una masa más liviana y digerible, con un característico borde más grande que el de una pizza napolitana tradicional, pero a la vez más suave (con alveolos). Probar esta pizza es toda una experiencia, y más en el local de Capuano: moderno, bien atendido, con propuestas novedosas e ingredientes de primerísima calidad; tuvimos la suerte de probar su pizza campeona del mundo año 2022. - Pizzería O Scugnizzo (Corso Novara n°s 15-17-19): esta tradicional pizzería (también es trattoria y sirven pastas) ubicada muy cerca de la estación central de la ciudad, es muy popular entre los napolitanos, ya que además de contar con el ambiente propio de una pizzería napolitana, destaca por sus buenos precios y excelente calidad. Probamos en este local una tradicional pizza margherita y no nos defraudó. Comer en un local lleno de napolitanos disfrutando de pizzas y platos de pastas, rodeados de camisetas del Napoli, de fotos de Maradona y de imágenes del popular personaje Polichinela te lleva a sentir, respirar y disfrutar de la Nápoles popular y auténtica. Si te interesa conocer nuestra experiencia en este tour de pizzas napolitanas, te invitamos a ver el siguiente video:
Este 6 de junio se conmemorarán los 80 años del llamado Día D, uno de los hitos más conocidos del conflicto mundial que se llevó a cabo entre 1939 y 1945, que terminó con la victoria de los Aliados frente a las potencias del Eje. Es que esa mañana del 6 de junio de 1944 partieron al combate más de 150.000 hombres en 5.000 buques y 11.000 aviones en la llamada operación Overlord, con el fin de entrar a la Europa occidental que hasta ese momento estaba controlada por las fuerzas del nacional socialista Adolfo Hitler. En un esfuerzo humano y material sin precedentes, un día que pudo perfectamente fracasar terminó siendo la punta de lanza para la liberación de Europa y el triunfo del mundo libre. Por supuesto que un día con tales características ha sido recogido múltiples veces por producciones tanto de cine como de televisión, mostrándonos con distintos enfoques las innumerables historias que se dieron en tan memorable empresa bélica. Acá te hablamos de cuatro que creemos indispensables para conocer mejor lo que fue el Desembarco de Normandía, cada una de ellas, por supuesto, con un enfoque particular, y con más o menos elementos de ficción. El día más largo (1962): Dirigida por Ken Annakin, Andrew Marton y Bernhard Wicki, esta película estadounidense, basada en una novela homónima, nos sitúa en el día del desembarco desde distintos ángulos, de manera minuciosa y detallada de los distintos frentes que abrieron los Aliados ese día para penetrar en el llamado Muro Atlántico, es decir, la defensa nacionalsocialista en la costa norte de Francia. Con las actuaciones de numerosas estrellas del cine de todos los tiempos, como por ejemplo, John Wayne, Henry Fonda, Robert Mitchum, Sean Connery, Richard Burton y Clint Eastwood, entre otros, El día más largo es quizás la producción más completa sobre los acontecimientos del 6 de junio de 1944, y por lo tanto un imperdible para adentrarse en el tema. Rescatando al soldado Ryan (1998): Esta película estadounidense dirigida por Steven Spielberg protagonizada por Tom Hanks, se convirtió en una de las películas ícono del desembarco. Si bien el desarrollo de la película trata de una misión de una escuadra de soldados para rescatar tras las líneas enemigas al soldado James Francis Ryan (Matt Damon), sobre el cual se había dado orden de retirar del combate por haber muerto todos sus hermanos en la guerra, esta producción marcó un antes y un después en las películas histórico-bélicas por su calidad técnica. Es que la escena del desembarco de las tropas estadounidenses en la llamada playa de Omaha en la localidad de Coleville su mer en Normandía, es una de las más crudas y realistas que se ha hecho de ese sangriento hecho, donde murieron en cuestión de horas alrededor de 7.000 personas. La historia es entretenida, pero solo por esa joya que es el desembarco vale la pena absolutamente ver esta película. Ike. Cuenta regresiva al día D (2004): Esta película hecha para la televisión y dirigida por Robert Harmon, nos cuenta todos los preparativos para el desembarco desde la perspectiva de la persona que está a cargo de este: el general Dwight Eisenhower, protagonizado magistralmente por Tom Selleck (el popular Magnum). Además de aportar una visión interesante de los días previos, en donde sobraron problemas de todos tipo, desde el tiempo atmosférico y los conflictos con el jefe francés De Gaulle, podemos apreciar en esta producción de la mano de la actuación de Selleck, la soledad y el peso de la responsabilidad con la que tuvo que lidiar Ike en los días previos al Día D. Sin duda una óptica distinta, pero necesaria para dimensionar finalmente el logro que se acometió, a pesar de que todas las predicciones daban por lejos un número de bajar muy superior al que finalmente acaeció. Band of brothers (2001): Esta miniserie de HBO es, en mi opinión, lo mejor que se ha hecho en el cine bélico. No solamente por su excelente calidad técnica, sino sobre todo por las historias de sus personajes, que desde ya aviso, fueron personas de carne y hueso. Coproducida por Tom Hanks y Steven Spielberg, Band of Brothers se basa en una novela homónima que relata las historias de los miembros de la Compañía Easy del 506 regimiento de infantería de paracaidistas de la 101 división aerotransportada. Protagonizada por actores de la talla de David Schwimmer, Ron Livingston, Damian Lewis o el NKOTB Donnie Wahlberg, entre otros, esta miniserie aborda la participación de la compañía Easy durante toda la guerra, y por ello, también su participación en el Día D. Interesante perspectiva de lo que tuvieron que pasar aquellos soldados que lograron llegar a tierra en sus paracaídas, tras haberse lanzado en una noche iluminada por las balas trazadoras enemigas y las explosiones de los aviones alcanzados por estas. Si te gustan las producciones sobre la Segunda Guerra Mundial, esta miniserie es un imperativo.
Hay muchos tipos de pizzas en el mundo, pero solo una que puede decirse con certeza que es la original. Nos referimos a la pizza napolitana, ya que fue en la capital de la región de Campania, en el sur de Italia, donde en el siglo XVIII nació la, hasta entonces, local pizza. Solamente tras la Segunda Guerra Mundial se popularizó en toda Italia y en el resto del mundo. Hoy la pizza napolitana es reconocida como un producto agroalimentario tradicional italiano, y en 1984 se creó la Associazione Verace Pizza Napoletana, que ha dictado ciertas reglas para conservar la forma de cocinar esta popular comida. Estas normas dicen relación con la fermentación, la hidratación de la masa, el tiempo en el horno, la temperatura de este último, etc. Pero lo más importante, en resumen, es como se hace la masa (más allá de lo que se echa encima) la que determina si es una pizza napolitana o no. Para suerte de los que vivimos en Viña del Mar, y para todos aquellos que pretendan visitarla pronto, encontramos una local que ofrece la verdadera pizza napolitana. Se trata de Niemma Pizzería, ubicada en 1 Norte con 1 Poniente, local 621-D. Se ofrecen pizzas que son hechas siguiendo los parámetros exigidos por la Asociación antes citada y se utiliza harina napolitana marca Caputo (la misma que usan los mejores pizzaiolos napolitanos como el popular Vincenzo Capuano). El resultado: un producto liviano, con una masa delgada y muy rico que dista de las pizzas que generalmente ofrece el mercado chileno. Otra novedad que ofrece Niemma Pizzería, es la reina del Street food napolitano: la pizza a portafoglio. Esta consiste en una pizza margarita normal, pero que se dobla en cuatro partes en un papel, con lo cual puede ser comida en la calle, paseando, como si comiéramos un tradicional cucurucho de papas fritas. La probamos, y es una experiencia culinaria excelente. El local también ofrece el tradicional panuozzo napolitano, un sándwich hecho con masa de pizza (napolitana, por cierto), además de pastas, salsas, ensaladas y postres (donde destacan los Angioletti Fritti). Nuestras impresiones sobre esta sabrosa experiencia con la pizza napolitana las puedes ver en el video que está a continuación, pero desde ya te cuento que desde el punto de vista culinario, fue excelente; por supuesto, recomiendo visitar esta pizzería (o pedir por delivery) para que te des cuenta de la particularidad de esta, la pizza original.