¿Les ha pasado que han visto, en más de una oportunidad, un local de comida que permanentemente tiene mucha gente esperando por una mesa? Supongo que sí, como también supongo que les invade la curiosidad por saber que tan bueno es ese lugar, como para congregar a tantos interesados que tienen la paciencia para esperar. U na historia de esas es la que voy a compartir en esta nueva escapada por la ciudad siciliana de Milazzo. En esta ocasión, mi curiosidad fue mayor, ya que esta ciudad península/puerto/balneario cuenta con solo 30.000 habitantes aprox. y una oferta gastronómica amplísima en todos los sentidos: precios, calidad, comidas, servicio, etc. Pero el local del cual les hablaré, el ristorante DoppioZero, en las dos visitas anteriores que hice a esta localidad del sur de Italia, tenía esperando gente toda la noche. Investigué un poco más, tanto por internet como con gente de la ciudad, y comencé a comprender esta excesiva y permanente demanda: es uno ristorante catalogado como de los mejores no sólo en Milazzo, sino en la Provincia de Messina. La suerte estaba echada…tenía que comprobarlo personalmente. Y así fue como, reservando con un día de anterioridad, me presenté en DoppioZero. Muy amablemente, y entre decenas de personas que ya estaban esperando afuera de un local repleto de comensales, me dijeron que esperara 15 minutos…que se transformaron en 30. Finalmente terminé en una mesa y debo decir que, a pesar de lo lleno y ajetreado que estaba todo, me atendieron de muy buena manera y, tomando en cuenta las circunstancias, de manera rápida. Pero lo más importante, por supuesto, fue la comida. DoppioZero ofrece antipastos, ensaladas, pastas, carnes y pizzas. Pero mi objetivo fue probar la pizza, ya que me habían dado el dato que eran de las mejores (sino la mejor) de toda Milazzo. También apunté a dos antipastos (entrantes) que consistieron en un clásico de la región de Puglia (Apulia), el panzerotto, similar a nuestras empanadas fritas con queso y tomate; junto a los llamados Coppu Fritto “Ciccio”, un cono de masa frita con queso Grana Padano derretido y el famoso Prosciutto crudo di Parma. Tanto estos “entrantes” como la pizza (una llamada Sorrentina), estaban exquisitas. Se nota de inmediato la calidad tanto de ingredientes como de la preparación, ratificando todo lo que había escuchado y leído, y también explicando con nitidez el por qué de las decenas de personas que esperan un asiento teniendo tantos otros lugares donde ir a comer. Este dato, que hoy comparto contigo, no falla. Así que, si tienes la suerte de ir a Sicilia, y conocer la Provincia de Messina, no dudes en esperar en las afueras de DoppioZero. Vale la pena. Revisa más en nuestro nuevo episodio de En Palco Condimenta.
Entre mediados de los 80 y comienzos de los 90, Tampa (Florida, EE.UU.) se transformó en la capital mundial del death metal. Desde ahí surgieron bandas fundamentales como Death, Deicide, Monstrosity, Morbid Angel y, por supuesto, Obituary, uno de los nombres más influyentes y consistentes del género. Fundada por los hermanos John Tardy (voz) y Donald Tardy (batería), la banda irrumpió en 1989 con Slowly We Rot, pero su consagración llegó un año después con Cause of Death, un disco más oscuro, complejo y brutal, hoy considerado un clásico absoluto. Para celebrar los 35 años de este segundo álbum, Obituary iniciará un tour latinoamericano que incluirá tres fechas en Chile, marcando su esperado regreso y ofreciendo al público local una oportunidad única para escuchar este hito en vivo… por partida triple. Ya están confirmadas tres fechas: 13 de febrero – Valparaíso, Club Segundo Piso 14 de febrero – Santiago, Teatro Cariola 15 de febrero – Concepción, La Bodeguita de Nicanor Las entradas están disponibles a través de Ticketplus. Valores (sin cargo por servicio): Preventa 1 (cancha) : $35.000 Preventa 2 (cancha) : $38.000 Día del evento: $42.000 Palcos en Santiago: $48.000 La gira en Chile es producida por Chargola Pro & CK Concerts. Para la comunidad metalera, la invitación está hecha: tres noches para celebrar un álbum fundamental del death metal. Y 35 años de Cause of Death no se cumplen todos los días.
Todos hemos escuchado alguna vez, al menos, sobre la terrible erupción del volcán Vesubio, hecho acaecido en el año 79 d.C., y que arrasó con la ya famosa ciudad de Pompeya. Más de una película o serie de época han relatado las angustiosas horas en las que miles de personas murieron por una capa inmensa de cenizas y la lluvia de rocas piroclásticas. Pero en esta conmovedora historia sobre la fuerza y letalidad de la naturaleza hay una gran olvidada: la ciudad de Herculano. Ubicada al norte de Pompeya, bastante más cerca del imponente Vesubio, pasó ese primer día de erupción como una simple espectadora de la destrucción, puesto que el viento dirigió el desastre hacia, precisamente, Pompeya. Pero ya en la madrugada del día siguiente, una segunda y más potente erupción selló el destino de Herculano y de sus 4.000 habitantes; una masa de lava sepultó a la ciudad bajo una capa de 25 metros de altura. Y es así como la ciudad balneario, una de las preferidas de la elite romana de la época, desapareció de la faz de la tierra. Fortuitamente, y sólo en la segunda mitad del siglo XVIII, por unos trabajos ordenados por el rey Carlos III de España (VII de Nápoles), se encontraron los primeros vestigios de Herculano. Pero no será sino hasta 1927 que comenzaron las excavaciones científicas propiamente tales, y el descubrimiento de esta ciudad que maravilla por sus calles, edificios y objetos tan bien conservados. Efectivamente, el hecho de haber quedado cubierta por una profunda capa de 25 metros evitó que los restos quedaran expuestos al oxígeno (el promedio de profundidad de Pompeya, por ejemplo, es de sólo 2 metros y la ciudad quedó expuesta siglos antes que Herculano). Esta auténtica tumba profunda permitió que esculturas, pinturas, mosaicos e incluso cadáveres (se encontraron alrededor de 300 cadáveres de personas esperando huir por la costa) se encuentren en excelentes condiciones. Incluso, algo no muy habitual, se pueden encontrar edificaciones de 2 pisos, villas de gente adinerada y espacios públicos como la palestra, en excelentes condiciones de conservación. Todo esto cambia la perspectiva de una típica visita a un yacimiento arqueológico, en donde hay que tener mucha imaginación para dar vida a tanta ruina sin mucho sentido. En Herculano, no es necesaria la imaginación, sólo basta utilizar los sentidos y viajar por el tiempo. Quien tiene la suerte de visitar esta zona de Italia, y por cierto está interesado en la experiencia de caminar por una auténtica ciudad romana del siglo I, tendrá la disyuntiva: ¿Pompeya o Herculano? La primera respuesta es, obviamente, ojalá visitar ambas. Pero como los recursos temporales y financieros nunca son ilimitados, y eventualmente es más probable que tengamos que elegir (como fue nuestro caso), acá algunos argumentos en favor de Herculano: está un poco más cerca de Nápoles (generalmente se parte desde la ciudad de la pizza); el número de turistas es muchísimo más bajo, obteniendo una experiencia más relajada sin tener que lidiar con filas eternas y masas de seres humanos preocupados de una selfie; Herculano es más pequeña, un recorrido tranquilo y profundo puede hacerse perfectamente en 3 horas (especial si quieres abarcar la visita a otros lugares de la zona); y finalmente, el estado de conservación, como ya lo señalamos más arriba, de Herculano es superior al de Pompeya, la visita no es a un lugar llenos de restos amontonados, es una visita a una ciudad abandonada, semi intacta. ¿Aún no te convences? Te invitamos a ver nuestro episodio de En Palco Condimenta donde podrás ver las imágenes que captamos en este impresionante lugar.
El pistacho es un fruto seco originario del Oriente Medio que, como tantos alimentos nacidos de esas fértiles tierras, viajaron entre las mercaderías de comerciantes y aventureros por el Mediterráneo. Y, por cierto, prosperó su cultivo en lugares con climas cálidos, siendo Sicilia, la gran isla actualmente italiana, uno de los espacios propicios para su producción. Dentro de la isla de la Trinacria, hay un pueblo que destaca: su nombre, Bronte, cercano al impetuoso volcán Etna y perteneciente a la provincia de Catania. Este pistacho, también conocido como oro verde , tiene denominación de origen protegido (DOP), y si bien se comercializa en el resto de Italia y en otras latitudes en Europa, es en la cocina local de la isla donde más destaca su uso como ingrediente. Por su parte Catania, la capital provincial y ciudad reconocida por su excelente y nutrida oferta gastronómica, puede ser considerado el lugar ideal para encontrar, sin demasiado esfuerzo, muchas opciones que tengan al pistacho como su ingrediente estrella. En realidad, la característica de este saludable fruto seco de tener un sabor que combina lo dulce y lo salado, lo convierte en predilecto para postres dulces y para agregarlo a platos salados. Las opciones son muchas, y en Catania se pueden probar varias: en lo que a dulces se refiere, existe la crema de pistacho, la ricota dulce con pistacho, la granola de pistacho, etc.; en lo que ha salado se refiere, y que generalmente se combina bastante bien con carnes en sándwiches, encontramos el pesto de pistacho y la mayonesa con pistacho, entre otras. Por tanto, si tu destino es esta parte de Sicilia, es casi una obligación probar al menos algo que incorpore este fruto. En nuestro caso, en nuestra última visita a esta hermosa ciudad, logramos conocer un poco más sobre las formas con las cuales se ha incorporado el pistacho en la dieta. Acá algunos datos: Pasticceria Spinella (via Etnea 292/298), excelente lugar para probar todo tipo de dulces con crema de pistacho, recomendamos si vas en verano el semifreddo; Insigne Café (via Etnea 97), otro lugar para acompañar un rico café con algunas delicias típicas como el cannolo con pistacho o un rico gelato; N’acchianata (via Antonino di Sangiuliano 361), un clásico lugar de hamburguesas para llevar que cuenta con varias alternativas con pesto de pistacho (recomendamos la Pippo Viddi); y por último, Smashery Burgers (via Etnea 322), local que con su apuesta por las smash burgers (hamburguesas aplastadas) da rienda suelta a la innovación en sus sándwiches, y donde probamos una particular mayonesa con pistacho que estaba realmente deliciosa. ¿Quieres ver estas exquisiteces? Te invitamos entonces a ver el nuevo episodio de En Palco Condimenta disponible en el canal de Youtube, en el cual te mostramos nuestra aventura en busca del oro verde en Catania.
¿Te gustan esas historias de zombies con un trasfondo de crítica social que no olvidan una cuota importante de sangre y vísceras? Para los amantes de The Walking Dead o Resident Evil, tan populares en este siglo, tengo una invitación al pasado, a los orígenes de los zombies. Para ello, estimo que es fundamental conocer la obra de su padre creador, George Romero, el cineasta norteamericano fallecido hace algunos años, que logró, a través del apocalipsis provocado por muertos que vuelven a la vida, posicionar a estos seres hambrientos de carne humana como una de las “razas” favoritas de millones de personas en el mundo, y muy valorados por la industria cinematográfica (y también de los videojuegos). En esta ocasión, la invitación es a verDay of the Dead, la tercera película de Romero de este subgénero, que vio la luz en 1985, tras las exitosas (y también fundamentales) Night of the Living Dead (1968) y Dawn of the Dead (1978). En este día de los muertos, la situación está más definida que en las anteriores entregas: son los zombies los que dominan las calles, y sólo son grupos pequeños de sobrevivientes los que aún no han sido contaminados o comidos por los nuevos señores de la Tierra. La película se enfoca en uno de estos grupos, compuesto por científicos y militares que han encontrado refugio en una base militar subterránea. La trama se centra en, por un lado, los intentos de los científicos por resolver el problema, y por el otro, la falta de comprensión de un grupo de militares de bajo rango que proyectan una falsa seguridad y control por el solo hecho de portar un arma. Romero profundiza, en esta tercera película, aún más la dicotomía entre civilización barbarie, tema subyacente principal de una buena película o serie de zombies. La incapacidad del ser humano de dialogar y resolver problemas de manera lógica frente al miedo incontrolable en una situación extrema (en este caso, el apocalipsis zombie), lo lleva a actuar en un nivel básico de instinto de supervivencia que lo termina, finalmente, enfrentándose entre sí y no contra el enemigo común. Esto está muy bien reflejado en esta película, que por cierto es fuente de inspiración a tantas otras. En el momento que la facción de los científicos (civilización) parecen encontrar una forma de dominar a los zombies, quienes comienzan a recordar su pasado humano, la facción de los militares (barbarie) no lo comprende por miedo, y terminan, como siempre, propiciando el fracaso de todo. Day of the Dead es más que una simple película sobre zombies, sangre e intestinos, es un intento para mostrar la complejidad del ser humano frente a situaciones extremas. Sólo basta una pequeña chispa para encender la hoguera del salvajismo, del barbarismo basado en la ignorancia, y eso es lo que precisamente ocurre con el grupo de sobrevivientes en esta producción. ¿Vale la pena verla? Por supuesto.
¿Les ha pasado que han visto, en más de una oportunidad, un local de comida que permanentemente tiene mucha gente esperando por una mesa? Supongo que sí, como también supongo que les invade la curiosidad por saber que tan bueno es ese lugar, como para congregar a tantos interesados que tienen la paciencia para esperar. U na historia de esas es la que voy a compartir en esta nueva escapada por la ciudad siciliana de Milazzo. En esta ocasión, mi curiosidad fue mayor, ya que esta ciudad península/puerto/balneario cuenta con solo 30.000 habitantes aprox. y una oferta gastronómica amplísima en todos los sentidos: precios, calidad, comidas, servicio, etc. Pero el local del cual les hablaré, el ristorante DoppioZero, en las dos visitas anteriores que hice a esta localidad del sur de Italia, tenía esperando gente toda la noche. Investigué un poco más, tanto por internet como con gente de la ciudad, y comencé a comprender esta excesiva y permanente demanda: es uno ristorante catalogado como de los mejores no sólo en Milazzo, sino en la Provincia de Messina. La suerte estaba echada…tenía que comprobarlo personalmente. Y así fue como, reservando con un día de anterioridad, me presenté en DoppioZero. Muy amablemente, y entre decenas de personas que ya estaban esperando afuera de un local repleto de comensales, me dijeron que esperara 15 minutos…que se transformaron en 30. Finalmente terminé en una mesa y debo decir que, a pesar de lo lleno y ajetreado que estaba todo, me atendieron de muy buena manera y, tomando en cuenta las circunstancias, de manera rápida. Pero lo más importante, por supuesto, fue la comida. DoppioZero ofrece antipastos, ensaladas, pastas, carnes y pizzas. Pero mi objetivo fue probar la pizza, ya que me habían dado el dato que eran de las mejores (sino la mejor) de toda Milazzo. También apunté a dos antipastos (entrantes) que consistieron en un clásico de la región de Puglia (Apulia), el panzerotto, similar a nuestras empanadas fritas con queso y tomate; junto a los llamados Coppu Fritto “Ciccio”, un cono de masa frita con queso Grana Padano derretido y el famoso Prosciutto crudo di Parma. Tanto estos “entrantes” como la pizza (una llamada Sorrentina), estaban exquisitas. Se nota de inmediato la calidad tanto de ingredientes como de la preparación, ratificando todo lo que había escuchado y leído, y también explicando con nitidez el por qué de las decenas de personas que esperan un asiento teniendo tantos otros lugares donde ir a comer. Este dato, que hoy comparto contigo, no falla. Así que, si tienes la suerte de ir a Sicilia, y conocer la Provincia de Messina, no dudes en esperar en las afueras de DoppioZero. Vale la pena. Revisa más en nuestro nuevo episodio de En Palco Condimenta.
Entre mediados de los 80 y comienzos de los 90, Tampa (Florida, EE.UU.) se transformó en la capital mundial del death metal. Desde ahí surgieron bandas fundamentales como Death, Deicide, Monstrosity, Morbid Angel y, por supuesto, Obituary, uno de los nombres más influyentes y consistentes del género. Fundada por los hermanos John Tardy (voz) y Donald Tardy (batería), la banda irrumpió en 1989 con Slowly We Rot, pero su consagración llegó un año después con Cause of Death, un disco más oscuro, complejo y brutal, hoy considerado un clásico absoluto. Para celebrar los 35 años de este segundo álbum, Obituary iniciará un tour latinoamericano que incluirá tres fechas en Chile, marcando su esperado regreso y ofreciendo al público local una oportunidad única para escuchar este hito en vivo… por partida triple. Ya están confirmadas tres fechas: 13 de febrero – Valparaíso, Club Segundo Piso 14 de febrero – Santiago, Teatro Cariola 15 de febrero – Concepción, La Bodeguita de Nicanor Las entradas están disponibles a través de Ticketplus. Valores (sin cargo por servicio): Preventa 1 (cancha) : $35.000 Preventa 2 (cancha) : $38.000 Día del evento: $42.000 Palcos en Santiago: $48.000 La gira en Chile es producida por Chargola Pro & CK Concerts. Para la comunidad metalera, la invitación está hecha: tres noches para celebrar un álbum fundamental del death metal. Y 35 años de Cause of Death no se cumplen todos los días.
Todos hemos escuchado alguna vez, al menos, sobre la terrible erupción del volcán Vesubio, hecho acaecido en el año 79 d.C., y que arrasó con la ya famosa ciudad de Pompeya. Más de una película o serie de época han relatado las angustiosas horas en las que miles de personas murieron por una capa inmensa de cenizas y la lluvia de rocas piroclásticas. Pero en esta conmovedora historia sobre la fuerza y letalidad de la naturaleza hay una gran olvidada: la ciudad de Herculano. Ubicada al norte de Pompeya, bastante más cerca del imponente Vesubio, pasó ese primer día de erupción como una simple espectadora de la destrucción, puesto que el viento dirigió el desastre hacia, precisamente, Pompeya. Pero ya en la madrugada del día siguiente, una segunda y más potente erupción selló el destino de Herculano y de sus 4.000 habitantes; una masa de lava sepultó a la ciudad bajo una capa de 25 metros de altura. Y es así como la ciudad balneario, una de las preferidas de la elite romana de la época, desapareció de la faz de la tierra. Fortuitamente, y sólo en la segunda mitad del siglo XVIII, por unos trabajos ordenados por el rey Carlos III de España (VII de Nápoles), se encontraron los primeros vestigios de Herculano. Pero no será sino hasta 1927 que comenzaron las excavaciones científicas propiamente tales, y el descubrimiento de esta ciudad que maravilla por sus calles, edificios y objetos tan bien conservados. Efectivamente, el hecho de haber quedado cubierta por una profunda capa de 25 metros evitó que los restos quedaran expuestos al oxígeno (el promedio de profundidad de Pompeya, por ejemplo, es de sólo 2 metros y la ciudad quedó expuesta siglos antes que Herculano). Esta auténtica tumba profunda permitió que esculturas, pinturas, mosaicos e incluso cadáveres (se encontraron alrededor de 300 cadáveres de personas esperando huir por la costa) se encuentren en excelentes condiciones. Incluso, algo no muy habitual, se pueden encontrar edificaciones de 2 pisos, villas de gente adinerada y espacios públicos como la palestra, en excelentes condiciones de conservación. Todo esto cambia la perspectiva de una típica visita a un yacimiento arqueológico, en donde hay que tener mucha imaginación para dar vida a tanta ruina sin mucho sentido. En Herculano, no es necesaria la imaginación, sólo basta utilizar los sentidos y viajar por el tiempo. Quien tiene la suerte de visitar esta zona de Italia, y por cierto está interesado en la experiencia de caminar por una auténtica ciudad romana del siglo I, tendrá la disyuntiva: ¿Pompeya o Herculano? La primera respuesta es, obviamente, ojalá visitar ambas. Pero como los recursos temporales y financieros nunca son ilimitados, y eventualmente es más probable que tengamos que elegir (como fue nuestro caso), acá algunos argumentos en favor de Herculano: está un poco más cerca de Nápoles (generalmente se parte desde la ciudad de la pizza); el número de turistas es muchísimo más bajo, obteniendo una experiencia más relajada sin tener que lidiar con filas eternas y masas de seres humanos preocupados de una selfie; Herculano es más pequeña, un recorrido tranquilo y profundo puede hacerse perfectamente en 3 horas (especial si quieres abarcar la visita a otros lugares de la zona); y finalmente, el estado de conservación, como ya lo señalamos más arriba, de Herculano es superior al de Pompeya, la visita no es a un lugar llenos de restos amontonados, es una visita a una ciudad abandonada, semi intacta. ¿Aún no te convences? Te invitamos a ver nuestro episodio de En Palco Condimenta donde podrás ver las imágenes que captamos en este impresionante lugar.
El pistacho es un fruto seco originario del Oriente Medio que, como tantos alimentos nacidos de esas fértiles tierras, viajaron entre las mercaderías de comerciantes y aventureros por el Mediterráneo. Y, por cierto, prosperó su cultivo en lugares con climas cálidos, siendo Sicilia, la gran isla actualmente italiana, uno de los espacios propicios para su producción. Dentro de la isla de la Trinacria, hay un pueblo que destaca: su nombre, Bronte, cercano al impetuoso volcán Etna y perteneciente a la provincia de Catania. Este pistacho, también conocido como oro verde , tiene denominación de origen protegido (DOP), y si bien se comercializa en el resto de Italia y en otras latitudes en Europa, es en la cocina local de la isla donde más destaca su uso como ingrediente. Por su parte Catania, la capital provincial y ciudad reconocida por su excelente y nutrida oferta gastronómica, puede ser considerado el lugar ideal para encontrar, sin demasiado esfuerzo, muchas opciones que tengan al pistacho como su ingrediente estrella. En realidad, la característica de este saludable fruto seco de tener un sabor que combina lo dulce y lo salado, lo convierte en predilecto para postres dulces y para agregarlo a platos salados. Las opciones son muchas, y en Catania se pueden probar varias: en lo que a dulces se refiere, existe la crema de pistacho, la ricota dulce con pistacho, la granola de pistacho, etc.; en lo que ha salado se refiere, y que generalmente se combina bastante bien con carnes en sándwiches, encontramos el pesto de pistacho y la mayonesa con pistacho, entre otras. Por tanto, si tu destino es esta parte de Sicilia, es casi una obligación probar al menos algo que incorpore este fruto. En nuestro caso, en nuestra última visita a esta hermosa ciudad, logramos conocer un poco más sobre las formas con las cuales se ha incorporado el pistacho en la dieta. Acá algunos datos: Pasticceria Spinella (via Etnea 292/298), excelente lugar para probar todo tipo de dulces con crema de pistacho, recomendamos si vas en verano el semifreddo; Insigne Café (via Etnea 97), otro lugar para acompañar un rico café con algunas delicias típicas como el cannolo con pistacho o un rico gelato; N’acchianata (via Antonino di Sangiuliano 361), un clásico lugar de hamburguesas para llevar que cuenta con varias alternativas con pesto de pistacho (recomendamos la Pippo Viddi); y por último, Smashery Burgers (via Etnea 322), local que con su apuesta por las smash burgers (hamburguesas aplastadas) da rienda suelta a la innovación en sus sándwiches, y donde probamos una particular mayonesa con pistacho que estaba realmente deliciosa. ¿Quieres ver estas exquisiteces? Te invitamos entonces a ver el nuevo episodio de En Palco Condimenta disponible en el canal de Youtube, en el cual te mostramos nuestra aventura en busca del oro verde en Catania.
¿Te gustan esas historias de zombies con un trasfondo de crítica social que no olvidan una cuota importante de sangre y vísceras? Para los amantes de The Walking Dead o Resident Evil, tan populares en este siglo, tengo una invitación al pasado, a los orígenes de los zombies. Para ello, estimo que es fundamental conocer la obra de su padre creador, George Romero, el cineasta norteamericano fallecido hace algunos años, que logró, a través del apocalipsis provocado por muertos que vuelven a la vida, posicionar a estos seres hambrientos de carne humana como una de las “razas” favoritas de millones de personas en el mundo, y muy valorados por la industria cinematográfica (y también de los videojuegos). En esta ocasión, la invitación es a verDay of the Dead, la tercera película de Romero de este subgénero, que vio la luz en 1985, tras las exitosas (y también fundamentales) Night of the Living Dead (1968) y Dawn of the Dead (1978). En este día de los muertos, la situación está más definida que en las anteriores entregas: son los zombies los que dominan las calles, y sólo son grupos pequeños de sobrevivientes los que aún no han sido contaminados o comidos por los nuevos señores de la Tierra. La película se enfoca en uno de estos grupos, compuesto por científicos y militares que han encontrado refugio en una base militar subterránea. La trama se centra en, por un lado, los intentos de los científicos por resolver el problema, y por el otro, la falta de comprensión de un grupo de militares de bajo rango que proyectan una falsa seguridad y control por el solo hecho de portar un arma. Romero profundiza, en esta tercera película, aún más la dicotomía entre civilización barbarie, tema subyacente principal de una buena película o serie de zombies. La incapacidad del ser humano de dialogar y resolver problemas de manera lógica frente al miedo incontrolable en una situación extrema (en este caso, el apocalipsis zombie), lo lleva a actuar en un nivel básico de instinto de supervivencia que lo termina, finalmente, enfrentándose entre sí y no contra el enemigo común. Esto está muy bien reflejado en esta película, que por cierto es fuente de inspiración a tantas otras. En el momento que la facción de los científicos (civilización) parecen encontrar una forma de dominar a los zombies, quienes comienzan a recordar su pasado humano, la facción de los militares (barbarie) no lo comprende por miedo, y terminan, como siempre, propiciando el fracaso de todo. Day of the Dead es más que una simple película sobre zombies, sangre e intestinos, es un intento para mostrar la complejidad del ser humano frente a situaciones extremas. Sólo basta una pequeña chispa para encender la hoguera del salvajismo, del barbarismo basado en la ignorancia, y eso es lo que precisamente ocurre con el grupo de sobrevivientes en esta producción. ¿Vale la pena verla? Por supuesto.