No hay nada más rico que un buen pan, qué duda cabe. Este alimento fundamental, cuyo origen se remonta a la prehistoria en la cuenca del Mediterráneo, sigue siendo, en pleno siglo XXI, un infaltable en las mesas de miles de millones de personas en el mundo entero. Si bien ciudades y regiones se destacan, desde un punto de vista culinario, por platos o sándwich típicos elaborados con ingredientes locales, existe una ciudad en el sur de Italia que es reconocido simplemente por su pan. Se trata de Altamura, ubicada en la zona de la Alta Murgia (administrativamente hoy pertenece a la región de Apulia). Con una rica cultura campesina, y con el pan como el sustento básico desde que el ser humano habita el área, Altamura marcó una tradición panadera en la Baja Edad Media que continua hasta hoy. En aquellos siglos, eran las mujeres las que en su casa amasaban el pan, para luego llevarlo a hornos públicos donde, tras ser marcados con un sello de hierro que los identificaba, eran cocidos bajo la intensidad del fuego proporcionado por la leña de roble. La identidad de este noble pan está sentenciada por sus ingredientes, por supuesto, todos típicos de la región: una masa que resulta de la mezcla de sémola molida de grano duro, masa madre, sal y agua. Es tal su importancia que en la actualidad se le ha otorgado la denominación de origen protegido (DOP), sello de autenticidad que sólo podrás encontrar en los panes que ofrecen las múltiples panaderías de la ciudad. Estas panaderías también ofrecen una multiplicidad de productos como galletas y pasteles, como también la famosa focaccia de Altamura. Este exquisito producto, muchas veces confundido con la pizza, está hecho con una base de masa de pan de Altamura, con tomates, orégano y aceite de oliva (la región de Apulia se destaca en Italia por la calidad de su aceite de oliva). Frente a todo lo anterior, visitar esta ciudad, más allá de su rica arquitectura e historia, conlleva necesariamente a probar estos productos típicos. En nuestro caso visitamos tres: el Forno Antico Santa Chiara que data del año 1423, un viaje al pasado y a la tradición, que destaca no sólo por sus productos, sino por el edificio histórico que lo cobija; el Panificio di Gesu, que continua un legado antiguo desde el año 1968; y el Panificio del Duomo, ubicado a pocos metros de la hermosa catedral de la ciudad, donde ofrecen degustaciones de sus productos, todos ellos hechos bajo las estrictas reglas de las recetas de antaño. Si quieres conocer esta exquisita y simple comida, y los lugares que visitamos, te invitamos a ver el siguiente video.
La repostería griega es otra más, de las tantas atracciones, que el país heleno ofrece a todos aquellos que visitan su territorio. Con el sello propio de la cocina mediterránea oriental, los dulces griegos se caracterizan por el uso de cítricos, frutos secos, miel, canela, especias y su producto estrella: el yogurt griego. Definitivamente la posición de Grecia, tanto geográfica como histórica, no sólo ha permitido exportar su cultura al cercano Oriente, en especial en tiempos del Imperio Bizantino; la cocina griega, y por cierto su pastelería, también ha recibido a través del tiempo diversas influencias desde el este, enriqueciendo así su galería de pasteles y dulces que, sin embargo, están impregnados de un particular estilo griego. Es común hablar de postres como el Baklavá o el Kataifi como si fueran de Oriente, específicamente como turcos, y si bien es verdad que son postres típicos del país de las teleseries eternas, ambos (y otros más) también se encuentran masivamente en todas las pastelerías griegas. La autoría puede disputarse, pero la permanente conexión entre Grecia y el mundo del Próximo Oriente llevó a una circulación y transmisión de elementos culturales, entre la que se encuentra la cocina. El ejemplo más cercano desde el punto de vista temporal fue la masiva llegada de griegos que habitaban tierras que pertenecen a la actual Turquía y que fueron desplazados tras las persecuciones de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Por ejemplo, los griegos de la región del Ponto, o de Esmirna, se reubicaron en el novel estado griego moderno (que se creó en el primer cuarto del siglo XIX tras independizarse del imperio turco otomano) e introdujeron su cocina (y su pastelería) a la que hoy se conocemos como cocina griega. Actualmente, en toda Grecia encuentras los dulces y postres más tradicionales, con variaciones regionales. Atenas, la capital, ofrece lugares especializados con postres hechos a la antigua usanza, con una calidad altísima, y utilizando productos típicos que marcan un sello particular. Así, por ejemplo, un imperdible es el yogurt de oveja de Stani (Marikas Kotopouli, n°10), ubicado en pleno centro de la ciudad; la bougatsa del Bougatsadiko Thessaloniki en el popular barrio de Psirri (Plaza Iroon, n°1); o el baklavá de Ta Serbetia stou Psirri (Eschilou, n°3) un local que recomiendo mucho por la calidad de sus productos y porque, además de los postre tradicionales, también ofrece pastelería internacional de muy buen nivel. Si quieres conocer estos lugares y, por supuesto, más postres y dulces griegos, te invitamos a ver el siguiente video en la que mostramos nuestra “dulce” experiencia.
El 30 de abril de 1915 se creó el primer Museo Naval en la Armada de Chile. El museo pasó, desde entonces, por varias dependencias para recalar, finalmente, en el antiguo edificio que albergó a la Escuela Naval, en el año 1988. La también conocida como “Blanca Casona” es un edificio de fines del siglo XIX ubicado en el Cerro Artillería, Valparaíso, que es considerado Monumento Histórico desde el año 2012, lo cual ya es motivo para ser visitado. Pero el Museo Marítimo Nacional ofrece, por cierto, mucho más: 17 salas de exhibición y casi 5.000 objetos que dan cuenta no sólo de la historia naval y marítima de Chile, sino también de la importancia del presente y la necesaria mirada hacia el futuro de un país con proyección hacia el mar. Una parte importante del lugar nos lleva navegando por la historia naval desde la época de la Independencia de Chile hasta el último conflicto bélico que enfrentó nuestro país, la Guerra del Pacífico. Acciones y personajes son representados en pinturas, objetos personales, armas, maquetas de buques, destacando, sin duda, la sala Prat, dedicada el héroe máximo nacional, Arturo Prat Chacón. Su sala está llena de imágenes y objetos que nos pasean por lo que fue su vida y su legado, el que marcó la identidad de la Armada de Chile y de un país entero que lo recuerda cada 21 de mayo. Además, el museo cuenta con exposiciones temporales sobre temas relacionados al ámbito actual marítimo, y salas permanentes con temáticas tan relevantes para el país como el de su territorio antártico, entre otros. En esta entretenida y educativa visita, ¿qué nos encontramos? Con un museo moderno, didáctico, que no solo conserva de buena manera parte de nuestro patrimonio material, sino que la expone con un sentido pedagógico. Es por ello, que creemos que visitar este museo no sólo es recomendable para aquellos que están turisteando por la ciudad puerto, sino casi un imperativo para colegios e instituciones educativas en general. Además, cuenta con salas con código QR para audioguías y explicaciones para lectura braille. En el ámbito de la inclusión, también destacamos la existencia de copias hechas con impresoras 3D de algunos de los objetos expuestos, con el fin de que las personas ciegas puedan conocer lo expuesto. El museo se encuentra en el tradicional Paseo 21 de Mayo #45, del Cerro Artillería. Está abierto todos los días de 10:00 a 17:30 horas. El equipo de En Palco tuvo la fortuna de hacer esta visita acompañados por el ex conservador del museo y destacado profesor de historia, Francisco Astudillo, quién nos guio y enseñó cada rincón de las diversas colecciones. Te invitamos a ver este verdadero paseo por la historia naval de Chile de la mano de los conocimientos del profesor, en el siguiente video.
Una de las paradas imprescindibles si viajas a la ciudad de Nápoles debe ser una de sus 8.200 pizzerías. Como no debería ser así, si estamos hablando de la cuna de la pizza. La pregunta por resolver es: ¿A cuál de todas ir? En general, la calidad es altísima, y dentro de ese altísimo nivel hay unas mejores que otras, como en todo orden de cosas. Ahora bien, si te contamos que una ha sobresalido al resto, tanto en la cantidad de visitas, número de pizzas vendidas al día, de videos de Youtube y fama mundial, surge otra pregunta: ¿Por qué? Este es el caso de la pizzería Da Michele, que desde el año 1870 deleita con sus pizzas, primero a los napolitanos, y desde unos años a esta parte a cientos de miles de turistas que son capaces de esperar hasta 2 horas para probar una pizza, que, en el papel, pueden comer en otra de las tantas pizzerías de la ciudad. Hoy por hoy, la pizzería Da Michele es una de las tantas atracciones consideradas como imperdibles si visitas la capital de la región de Campania, a la altura de la Catedral de San Gennaro, la piazza del Plebiscito o el santuario ubicado en el Largo Diego Armando Maradona donde se venera al 10 de la selección argentina y del Napoli, el equipo local. Su salto al estrellato, y que la diferencia de tantas buenas pizzerías fue el estreno, en el año 2010, de la película Comer, Rezar, Amar, protagonizada por Julia Roberts, cuyo personaje aparece una escena comiendo una pizza en Da Michele. Teniendo estos antecedentes, me surgió el legítimo cuestionamiento de si esta pizzería era ultra visitada solo por turistas ávidos por una foto o video que fuera prueba de que “estuvieron ahí”, pero no por la calidad de su pizza. En otros términos, otra de las tantas trampas para turistas que abundan en las ciudades italianas. Pero tras visitarla, para salir de la duda, puedo afirmar que, si bien es cierto que se llena de extranjeros buscando su foto con la pizza, es una pizzería que ofrece un producto tradicional, con excelentes productos, y a la cual volvería con los ojos cerrados. La tradición se respira en un local ambientado con fotos con la historia de esta pizzería, que ya va en la quinta generación, y de famosos que han ido a probar una de las 4 pizzas que tiene su menú. La más legendaria de estas visitas, por cierto, fue la de Julia Roberts, pero también destaca la del ídolo máximo de la ciudad de Nápoles, Diego Armando Maradona. En nuestro caso, probamos una excelente pizza margarita de grandes dimensiones (la llamada ruota de carro), en donde destacamos la mozzarella y, sobre todo, la masa…estaba incluso para comérsela sola de lo buena que estaba. En resumen, logramos despejar nuestras dudas iniciales: la pizzería Da Michele es un lugar que hay que visitar si vas a Nápoles por su excelente ambiente, pero lo principal es, ya sin duda a error, por su excelente pizza. Si quieres conocer nuestra experiencia y ver por ti mismo la pizza de Da Michele, te invitamos a ver el siguiente capítulo de En Palco Condimenta.
Asís no sólo es un lugar de peregrinación para los que profesan la fe cristiana católica, sino también una de las ciudades medievales mejor conservadas de toda Italia. Para muchos, este enclave erigido en el monte Subasio, el cual forma parte de los Apeninos, en la actual región de Umbría, es también una de las más bellas ciudades que mantienen calles, edificios y plazas diseñados durante la Edad Media. Mas no puede dejarse de lado la importancia espiritual de la ciudad, con independencia de la creencia o no de quien la visita; Asís es la cuna del movimiento franciscano que tomó fuerza a inicios del siglo XIII y que derivó en la Orden de Frailes Menores y la Orden de las Hermanas Pobres de Santa Clara. Además de la importancia desde un sentido religioso, que marcó un cambio en la Iglesia Católica de la época, también este movimiento fue relevante para cambios sociales que marcaron el destino de Occidente, todo esto en un contexto de cambios relacionados con un renacimiento de la importancia de la ciudad y la creación de universidades, entre otros fenómenos sociales. Por tanto, viajar a Asís no es sólo un viaje de espiritualidad y/o de belleza artística y arquitectónica, también es un viaje por la Historia. Los lugares de interés son variados. Desde la Rocca Maggiore, fortaleza medieval que vigila desde lo alto la ciudad, pasando por una de las plazas medievales mejor conservadas de Italia, la piazza del comune. Esta, la principal plaza de la ciudad fue proyectada en el lugar donde alguna vez estuvo el foro romano, existiendo hoy un vestigio de aquella época en las columnas corintias de la fachada de la iglesia de Santa María Sopra Minerva, edificio barroco que fue construido precisamente sobre el templo de la diosa romana de la sabiduría. Pero, sin duda, lo más atractivo, tanto para peregrinos o simples turistas, es la gran cantidad de iglesias que cobijan una serie de obras con un altísimo significado espiritual y también artístico. Sólo como ejemplo, la cruz bizantina del siglo XI que le habló a San Francisco, hoy en la basílica de Santa Clara; los frescos de Cimabue y Giotto en la basílica de San Francisco; la pila bautismal en la catedral de San Rufino, en la cual recibieron el primer sacramento tanto San Francisco como Santa Clara; la hermosura del barroco de la Chiesa Nuova. Además, en Asís se encuentran, en sus respectivas basílicas, las tumbas de San Francisco y de Santa Clara; en San Damiano el lugar donde vivió y murió la santa; la porciúncula, una pequeña capilla dentro de una iglesia (Santa Maria degli Angeli), considerado el lugar más sagrado por los franciscanos; y la iglesia de Santa Maria Maggiore, que hoy tiene un atractivo especial, ya que en su nave derecha se encuentra el cuerpo del beato Carlo Acutis, también conocido como el influencer de Dios. Carlo falleció el año 2006, con tan solo 15 años de una leucemia y su cercanía espiritual con Dios y la Iglesia la manifestó en la internet. Iba a ser canonizado por el Papa Francisco este 27 de abril, pero esto se suspendió por la muerte del pontífice. El casco histórico de la ciudad no es muy grande, fácilmente puede ser recorrido con calma, y visitando todos los edificios de interés en un solo día. Por esta razón, Asís puede ser considerada como una escapada por el día desde Roma. Está muy bien conectada con la capital por trenes, en un viaje que puede durar 2 horas y media. Ahora bien, mi recomendación es quedarse al menos un día, para disfrutar no solo del paisaje y sus manifestaciones culturales, sino también de la paz y tranquilidad que se respira en sus rincones. Te invitamos a ver el siguiente video, donde podrás apreciar con más detalles de los principales lugares que Asís tiene para ofrecer.
No hay nada más rico que un buen pan, qué duda cabe. Este alimento fundamental, cuyo origen se remonta a la prehistoria en la cuenca del Mediterráneo, sigue siendo, en pleno siglo XXI, un infaltable en las mesas de miles de millones de personas en el mundo entero. Si bien ciudades y regiones se destacan, desde un punto de vista culinario, por platos o sándwich típicos elaborados con ingredientes locales, existe una ciudad en el sur de Italia que es reconocido simplemente por su pan. Se trata de Altamura, ubicada en la zona de la Alta Murgia (administrativamente hoy pertenece a la región de Apulia). Con una rica cultura campesina, y con el pan como el sustento básico desde que el ser humano habita el área, Altamura marcó una tradición panadera en la Baja Edad Media que continua hasta hoy. En aquellos siglos, eran las mujeres las que en su casa amasaban el pan, para luego llevarlo a hornos públicos donde, tras ser marcados con un sello de hierro que los identificaba, eran cocidos bajo la intensidad del fuego proporcionado por la leña de roble. La identidad de este noble pan está sentenciada por sus ingredientes, por supuesto, todos típicos de la región: una masa que resulta de la mezcla de sémola molida de grano duro, masa madre, sal y agua. Es tal su importancia que en la actualidad se le ha otorgado la denominación de origen protegido (DOP), sello de autenticidad que sólo podrás encontrar en los panes que ofrecen las múltiples panaderías de la ciudad. Estas panaderías también ofrecen una multiplicidad de productos como galletas y pasteles, como también la famosa focaccia de Altamura. Este exquisito producto, muchas veces confundido con la pizza, está hecho con una base de masa de pan de Altamura, con tomates, orégano y aceite de oliva (la región de Apulia se destaca en Italia por la calidad de su aceite de oliva). Frente a todo lo anterior, visitar esta ciudad, más allá de su rica arquitectura e historia, conlleva necesariamente a probar estos productos típicos. En nuestro caso visitamos tres: el Forno Antico Santa Chiara que data del año 1423, un viaje al pasado y a la tradición, que destaca no sólo por sus productos, sino por el edificio histórico que lo cobija; el Panificio di Gesu, que continua un legado antiguo desde el año 1968; y el Panificio del Duomo, ubicado a pocos metros de la hermosa catedral de la ciudad, donde ofrecen degustaciones de sus productos, todos ellos hechos bajo las estrictas reglas de las recetas de antaño. Si quieres conocer esta exquisita y simple comida, y los lugares que visitamos, te invitamos a ver el siguiente video.
La repostería griega es otra más, de las tantas atracciones, que el país heleno ofrece a todos aquellos que visitan su territorio. Con el sello propio de la cocina mediterránea oriental, los dulces griegos se caracterizan por el uso de cítricos, frutos secos, miel, canela, especias y su producto estrella: el yogurt griego. Definitivamente la posición de Grecia, tanto geográfica como histórica, no sólo ha permitido exportar su cultura al cercano Oriente, en especial en tiempos del Imperio Bizantino; la cocina griega, y por cierto su pastelería, también ha recibido a través del tiempo diversas influencias desde el este, enriqueciendo así su galería de pasteles y dulces que, sin embargo, están impregnados de un particular estilo griego. Es común hablar de postres como el Baklavá o el Kataifi como si fueran de Oriente, específicamente como turcos, y si bien es verdad que son postres típicos del país de las teleseries eternas, ambos (y otros más) también se encuentran masivamente en todas las pastelerías griegas. La autoría puede disputarse, pero la permanente conexión entre Grecia y el mundo del Próximo Oriente llevó a una circulación y transmisión de elementos culturales, entre la que se encuentra la cocina. El ejemplo más cercano desde el punto de vista temporal fue la masiva llegada de griegos que habitaban tierras que pertenecen a la actual Turquía y que fueron desplazados tras las persecuciones de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Por ejemplo, los griegos de la región del Ponto, o de Esmirna, se reubicaron en el novel estado griego moderno (que se creó en el primer cuarto del siglo XIX tras independizarse del imperio turco otomano) e introdujeron su cocina (y su pastelería) a la que hoy se conocemos como cocina griega. Actualmente, en toda Grecia encuentras los dulces y postres más tradicionales, con variaciones regionales. Atenas, la capital, ofrece lugares especializados con postres hechos a la antigua usanza, con una calidad altísima, y utilizando productos típicos que marcan un sello particular. Así, por ejemplo, un imperdible es el yogurt de oveja de Stani (Marikas Kotopouli, n°10), ubicado en pleno centro de la ciudad; la bougatsa del Bougatsadiko Thessaloniki en el popular barrio de Psirri (Plaza Iroon, n°1); o el baklavá de Ta Serbetia stou Psirri (Eschilou, n°3) un local que recomiendo mucho por la calidad de sus productos y porque, además de los postre tradicionales, también ofrece pastelería internacional de muy buen nivel. Si quieres conocer estos lugares y, por supuesto, más postres y dulces griegos, te invitamos a ver el siguiente video en la que mostramos nuestra “dulce” experiencia.
El 30 de abril de 1915 se creó el primer Museo Naval en la Armada de Chile. El museo pasó, desde entonces, por varias dependencias para recalar, finalmente, en el antiguo edificio que albergó a la Escuela Naval, en el año 1988. La también conocida como “Blanca Casona” es un edificio de fines del siglo XIX ubicado en el Cerro Artillería, Valparaíso, que es considerado Monumento Histórico desde el año 2012, lo cual ya es motivo para ser visitado. Pero el Museo Marítimo Nacional ofrece, por cierto, mucho más: 17 salas de exhibición y casi 5.000 objetos que dan cuenta no sólo de la historia naval y marítima de Chile, sino también de la importancia del presente y la necesaria mirada hacia el futuro de un país con proyección hacia el mar. Una parte importante del lugar nos lleva navegando por la historia naval desde la época de la Independencia de Chile hasta el último conflicto bélico que enfrentó nuestro país, la Guerra del Pacífico. Acciones y personajes son representados en pinturas, objetos personales, armas, maquetas de buques, destacando, sin duda, la sala Prat, dedicada el héroe máximo nacional, Arturo Prat Chacón. Su sala está llena de imágenes y objetos que nos pasean por lo que fue su vida y su legado, el que marcó la identidad de la Armada de Chile y de un país entero que lo recuerda cada 21 de mayo. Además, el museo cuenta con exposiciones temporales sobre temas relacionados al ámbito actual marítimo, y salas permanentes con temáticas tan relevantes para el país como el de su territorio antártico, entre otros. En esta entretenida y educativa visita, ¿qué nos encontramos? Con un museo moderno, didáctico, que no solo conserva de buena manera parte de nuestro patrimonio material, sino que la expone con un sentido pedagógico. Es por ello, que creemos que visitar este museo no sólo es recomendable para aquellos que están turisteando por la ciudad puerto, sino casi un imperativo para colegios e instituciones educativas en general. Además, cuenta con salas con código QR para audioguías y explicaciones para lectura braille. En el ámbito de la inclusión, también destacamos la existencia de copias hechas con impresoras 3D de algunos de los objetos expuestos, con el fin de que las personas ciegas puedan conocer lo expuesto. El museo se encuentra en el tradicional Paseo 21 de Mayo #45, del Cerro Artillería. Está abierto todos los días de 10:00 a 17:30 horas. El equipo de En Palco tuvo la fortuna de hacer esta visita acompañados por el ex conservador del museo y destacado profesor de historia, Francisco Astudillo, quién nos guio y enseñó cada rincón de las diversas colecciones. Te invitamos a ver este verdadero paseo por la historia naval de Chile de la mano de los conocimientos del profesor, en el siguiente video.
Una de las paradas imprescindibles si viajas a la ciudad de Nápoles debe ser una de sus 8.200 pizzerías. Como no debería ser así, si estamos hablando de la cuna de la pizza. La pregunta por resolver es: ¿A cuál de todas ir? En general, la calidad es altísima, y dentro de ese altísimo nivel hay unas mejores que otras, como en todo orden de cosas. Ahora bien, si te contamos que una ha sobresalido al resto, tanto en la cantidad de visitas, número de pizzas vendidas al día, de videos de Youtube y fama mundial, surge otra pregunta: ¿Por qué? Este es el caso de la pizzería Da Michele, que desde el año 1870 deleita con sus pizzas, primero a los napolitanos, y desde unos años a esta parte a cientos de miles de turistas que son capaces de esperar hasta 2 horas para probar una pizza, que, en el papel, pueden comer en otra de las tantas pizzerías de la ciudad. Hoy por hoy, la pizzería Da Michele es una de las tantas atracciones consideradas como imperdibles si visitas la capital de la región de Campania, a la altura de la Catedral de San Gennaro, la piazza del Plebiscito o el santuario ubicado en el Largo Diego Armando Maradona donde se venera al 10 de la selección argentina y del Napoli, el equipo local. Su salto al estrellato, y que la diferencia de tantas buenas pizzerías fue el estreno, en el año 2010, de la película Comer, Rezar, Amar, protagonizada por Julia Roberts, cuyo personaje aparece una escena comiendo una pizza en Da Michele. Teniendo estos antecedentes, me surgió el legítimo cuestionamiento de si esta pizzería era ultra visitada solo por turistas ávidos por una foto o video que fuera prueba de que “estuvieron ahí”, pero no por la calidad de su pizza. En otros términos, otra de las tantas trampas para turistas que abundan en las ciudades italianas. Pero tras visitarla, para salir de la duda, puedo afirmar que, si bien es cierto que se llena de extranjeros buscando su foto con la pizza, es una pizzería que ofrece un producto tradicional, con excelentes productos, y a la cual volvería con los ojos cerrados. La tradición se respira en un local ambientado con fotos con la historia de esta pizzería, que ya va en la quinta generación, y de famosos que han ido a probar una de las 4 pizzas que tiene su menú. La más legendaria de estas visitas, por cierto, fue la de Julia Roberts, pero también destaca la del ídolo máximo de la ciudad de Nápoles, Diego Armando Maradona. En nuestro caso, probamos una excelente pizza margarita de grandes dimensiones (la llamada ruota de carro), en donde destacamos la mozzarella y, sobre todo, la masa…estaba incluso para comérsela sola de lo buena que estaba. En resumen, logramos despejar nuestras dudas iniciales: la pizzería Da Michele es un lugar que hay que visitar si vas a Nápoles por su excelente ambiente, pero lo principal es, ya sin duda a error, por su excelente pizza. Si quieres conocer nuestra experiencia y ver por ti mismo la pizza de Da Michele, te invitamos a ver el siguiente capítulo de En Palco Condimenta.
Asís no sólo es un lugar de peregrinación para los que profesan la fe cristiana católica, sino también una de las ciudades medievales mejor conservadas de toda Italia. Para muchos, este enclave erigido en el monte Subasio, el cual forma parte de los Apeninos, en la actual región de Umbría, es también una de las más bellas ciudades que mantienen calles, edificios y plazas diseñados durante la Edad Media. Mas no puede dejarse de lado la importancia espiritual de la ciudad, con independencia de la creencia o no de quien la visita; Asís es la cuna del movimiento franciscano que tomó fuerza a inicios del siglo XIII y que derivó en la Orden de Frailes Menores y la Orden de las Hermanas Pobres de Santa Clara. Además de la importancia desde un sentido religioso, que marcó un cambio en la Iglesia Católica de la época, también este movimiento fue relevante para cambios sociales que marcaron el destino de Occidente, todo esto en un contexto de cambios relacionados con un renacimiento de la importancia de la ciudad y la creación de universidades, entre otros fenómenos sociales. Por tanto, viajar a Asís no es sólo un viaje de espiritualidad y/o de belleza artística y arquitectónica, también es un viaje por la Historia. Los lugares de interés son variados. Desde la Rocca Maggiore, fortaleza medieval que vigila desde lo alto la ciudad, pasando por una de las plazas medievales mejor conservadas de Italia, la piazza del comune. Esta, la principal plaza de la ciudad fue proyectada en el lugar donde alguna vez estuvo el foro romano, existiendo hoy un vestigio de aquella época en las columnas corintias de la fachada de la iglesia de Santa María Sopra Minerva, edificio barroco que fue construido precisamente sobre el templo de la diosa romana de la sabiduría. Pero, sin duda, lo más atractivo, tanto para peregrinos o simples turistas, es la gran cantidad de iglesias que cobijan una serie de obras con un altísimo significado espiritual y también artístico. Sólo como ejemplo, la cruz bizantina del siglo XI que le habló a San Francisco, hoy en la basílica de Santa Clara; los frescos de Cimabue y Giotto en la basílica de San Francisco; la pila bautismal en la catedral de San Rufino, en la cual recibieron el primer sacramento tanto San Francisco como Santa Clara; la hermosura del barroco de la Chiesa Nuova. Además, en Asís se encuentran, en sus respectivas basílicas, las tumbas de San Francisco y de Santa Clara; en San Damiano el lugar donde vivió y murió la santa; la porciúncula, una pequeña capilla dentro de una iglesia (Santa Maria degli Angeli), considerado el lugar más sagrado por los franciscanos; y la iglesia de Santa Maria Maggiore, que hoy tiene un atractivo especial, ya que en su nave derecha se encuentra el cuerpo del beato Carlo Acutis, también conocido como el influencer de Dios. Carlo falleció el año 2006, con tan solo 15 años de una leucemia y su cercanía espiritual con Dios y la Iglesia la manifestó en la internet. Iba a ser canonizado por el Papa Francisco este 27 de abril, pero esto se suspendió por la muerte del pontífice. El casco histórico de la ciudad no es muy grande, fácilmente puede ser recorrido con calma, y visitando todos los edificios de interés en un solo día. Por esta razón, Asís puede ser considerada como una escapada por el día desde Roma. Está muy bien conectada con la capital por trenes, en un viaje que puede durar 2 horas y media. Ahora bien, mi recomendación es quedarse al menos un día, para disfrutar no solo del paisaje y sus manifestaciones culturales, sino también de la paz y tranquilidad que se respira en sus rincones. Te invitamos a ver el siguiente video, donde podrás apreciar con más detalles de los principales lugares que Asís tiene para ofrecer.