La isla de Creta es la ínsula más grande de toda Grecia. Cierra la concentración de islas griegas del mar Egeo por su costa norte, y por el sur, se abre hacia el norte de África, más precisamente a las costas de Libia y Egipto. Cuna de la civilización minoica, aquella del mítico Minotauro y el palacio de Knossos (del cual hablaremos en otra oportunidad), Creta fue ocupada por muchos pueblos tras la caída de esta rica civilización: entre ellos se encuentran los antiguos griegos, romanos, bizantinos, árabes, venecianos y turcos. Hoy se puede conocer bastante de su historia, tanto la más antigua, como la del estado griego moderno, al cual se incorporó en 1913, y cuya capital Heraclión, antiguamente llamada Candia, pasa a tener su nombre actual en 1898. Esta ciudad puerto es la quinta ciudad griega con más habitantes (aprox. 170.000) y si bien su mayor atractivo turístico es el palacio de Knossos, que se encuentra a sólo media hora hacia el sur del centro de la ciudad, ésta, de por sí, es una escapada que bien vale la pena hacer. Cuenta con un casco histórico rico en arquitectura, en donde sobresalen edificios y fuentes de la época veneciana (por ejemplo el edificio de la Logia); muchas calles peatonales atestadas de locales para comer la rica y particular gastronomía que ofrece Creta, comercio y un ambiente relajado y seguro; las infaltables y monumentales iglesias ortodoxas griegas que impactan por su solemnidad y su arte bizantino y neobizantino; y su cercanía a la costa, donde se puede pasear por su hermosa marina y visitar su imponente fortaleza veneciana llamada Castello a Mare, y que los griegos llaman Κούλες. Como se darán cuenta, Heraclión es una mezcla perfecta de una atractiva costa, mucha historia y buenísima oferta gastronómica, todo ideal para el turista que puede encontrar todos estos elementos en un solo lugar. ¿Quieres conocer un poco más de esta hermosa ciudad? Te invitamos a ver el nuevo episodio de En Palco Condimenta, en el cual no sólo te mostramos la belleza de sus calles, sino también un par de lugares donde se come bastante bien.
Dentro del tradicional mundo de la pizza, hay cada vez más propuestas innovadoras que buscan traspasar los límites mismos de la oferta gastronómica, pero, al mismo tiempo, sin desvirtuar la esencia misma de esta comida tan apetecida en todo el mundo. En ese espíritu, nació en diciembre del 2021 una pizzería distinta a las típicas en la ciudad de Fiumicino (¿te parece conocido el nombre? Sí, es la localidad en donde se encuentra el aeropuerto de Roma). Pizzería Clementina, creada por el pizzero y experto en los procesos de fermentación de la masa, Luca Pezzetta, ofrece una diversidad de pizzas de estilo tonda romana, además de una variedad de antipastos (entrantes) basados en frituras y en masas de hojaldre con rellenos salados. Además, la carta ofrece originales postres y vinos para acompañar la experiencia. La calidad de los productos ofrecidos la ha llevado ha obtener numerosos premios en sus pocos años de existencia, así como también a encumbrarse en la parte alta del prestigioso ranking 50 Top Pizza (16° lugar en 2024 y 14° lugar en 2025). Ambientado en un moderno y bien diseñado local, Pizzería Clementina ofrece, en mi opinión, una experiencia culinaria única, debido a dos elementos: el primero, el tratamiento especial que se hace de las masas, tanto en pizzas como en los entrantes, en donde la mano experta de Pezzetta se nota. En el caso de las pizzas, crujiente y liviana a la vez; en los entrantes, la utilización de los finos productos del Micro Forno de Pezzetta (un local especializado en masas ubicado en el mismo Fiumicino), destacando el croissant y el pain suisse. El segundo elemento, tan importante como el primero, es la elección de los productos que acompañan a masas y pizzas. La mayoría son locales, por lo que hay muchas propuestas con productos del mar (Fiumicino se ubica en el delta del río Tíber), todos estos de altísima calidad. Si quieres saber más sobre nuestra particular experiencia en Pizzería Clementina, te invitamos a ver en Youtube un nuevo episodio de En Palco Condimenta.
John Michael “Ozzy” Osbourne, fue el vocalista de Black Sabbath, considerada la banda fundadora del género metal, marcando camino durante los 70. Tras su salida del grupo en 1979, continuó exitosamente en la música con su banda homónima, reuniéndose en varias ocasiones con Black Sabbath para tocar en vivo. A principio de los 2000, ganó aún más popularidad junto a su familia en el particular y entrañable reality show llamadoThe Osbournes de la cadena MTV. Tras diversas complicaciones en su salud (padecía la enfermedad de Parkinson), se organizó el pasado 5 de julio, en su natal Birmingham, un concierto de despedida, “Back to the Beginning” , en el cual le rindieron tributo bandas de la talla de Metallica, Anthrax y Slayer. Esta sería la última presentación de Ozzy con su agrupación y con sus compañeros de Black Sabbath, un justo homenaje en vida a quien con su voz y talento ayudó a formar un género musical que hoy tiene millones de seguidores en todo el mundo. Su familia a través de un comunicado anunció la muerte del músico la tarde de este 22 de julio: “Con más tristeza de la que las palabras pueden transmitir, tenemos que informar que nuestro amado Ozzy Osbourne falleció esta mañana… Estaba con su familia y rodeado de amor.”
Las dos principales ciudades de Sicilia, Palermo y Catania son, además de su atractivo cultural y arquitectónico, verdaderas capitales gastronómicas, ofreciendo a sus visitantes una amplia oferta de lo que se conoce como Street Food. Sin desmerecer la grandiosa calidad que se puede encontrar en ambas, creímos que sería interesante probar estas exquisiteces en un lugar destinado para los locales, en una localidad que, si bien igualmente recibe miles de turistas cada año, represente de mejor manera la autenticidad de ingredientes y productos que buscamos. De esta manera, y tras un viaje de un poco más de dos horas desde Catania, llegamos a Ragusa; una ciudad situada en una colina que sobresale entre dos profundos valles, con una arquitectura barroca propia de una zona que tuvo que ser reconstruida tras un feroz terremoto que acaeció en 1693. De esta manera, nos adentramos al interior de la isla, nos alejamos de la costa y encontramos un lugar que cumplió con todas nuestras exigencias: un local artesanal, con buenos productos hechos con productos de la isla y que tuviera una gran variedad de opciones para comer. Nos referimos a La Grotta, ubicada en Via Giovanni Cartia n°8, a pocos metros de la catedral de la ciudad. En este establecimiento familiar, con más de 40 años deleitando paladares, probamos sabores auténticos en preparaciones simples con un toque a tradición. Una propuesta sincera, con precios absolutamente honestos, que te llevan a un viaje del cual no quieres retornar. La Grotta ofrece, por supuesto, los clásicos sicilianos, destacando más de 10 tipos de arancino (arancina), incluyendo un arancino al horno (tradicionalmente son fritos); una gran variedad de rústicos, es decir, pasteles salados con masas diversas, cuyos componentes base son, generalmente, el tomate y el queso (Calzone, Cartocciata, Panzerotto, etc.), destacando la más ragusana de todas, la Scaccia; también hay pizzas al trozo y postres típicos como el infaltable cannolo. Pero lo que más destacamos en esta visita, fue, por lejos, sus exquisitos panini (sándwiches): hechos en un pan amasado que ellos mismos hornean, puedes armarlos tu con los ingredientes que tu desees, o bien, elegir alguna de las opciones propuestas por el chef. En nuestro caso probamos dos, el U Pitittu y el U Risiu Ri Melilli, ambos con carne de caballo (muy popular en la parte oriental de la isla) y distintos ingredientes auténticamente sicilianos. Sinceramente, ambos sánguches estaban en un nivel altísimo, una muestra genuina y pura de la excelente cocina siciliana. Por cierto, la gran cantidad de productos en el menú nos llevó a tener que decidir que probar, porque nos hubiera gustado degustar todo. Lo intentamos dos días consecutivos, experiencia que te invitamos a ver en un nuevo capítulo de En Palco Condimenta.
Italia es, sin duda, sinónimo de pizza. Y de la más que centenaria pizza napolitana, comenzaron a surgir derivadas no sólo en país del calcio, sino también en otras latitudes (un gran ejemplo, los diferentes estilos que se encuentran en EEUU). Pero en esta búsqueda por seguir innovando, hay un tipo de pizza que, para el viajero común y corriente, no está en el radar. Se trata de la pizza al padellino, la cual se originó en la década de los 60, y que sigue siendo muy popular, en Turín. ¿En qué consiste? Bueno, padellino significa sartén, es decir la masa, a diferencia de las pizzas más tradicionales, se hornea puesta en pequeñas sartenes de metal, provocando que su fondo se fría levemente. Pero esta no es la única diferencia con la típica pizza que conocemos masivamente; la masa es extremadamente trabajada para lograr una corteza dura de una miga gruesa y esponjosa, por lo cual su aspecto es diferente. ¿El resultado? Una base con una masa rica, con un sabor particular, especial para ser acompañada por los más diversos productos y lograr así una experiencia excepcional. En nuestro caso, encontramos esta pizza en la sureña Sicilia, más precisamente en la ciudad de Milazzo, en Levante (Riccardo D’Amico n°18). Este Bar muy bien ambientado, además de ofrecer una interesante barra de cocktails, con mención especial a los combinados sicilianos, tiene como punto fuerte una amplia variedad de pizzas al padellino. Su gran ventaja es que cuentan con los siempre bien cotizados productos sicilianos (quesos, productos del mar, charcutería, etc.), ofreciendo así versiones de esta comida que elevan la experiencia culinaria a niveles altísimos. Sin duda, un tipo de pizza que no ha llegado masivamente fuera de las fronteras de la península itálica, pero que es absolutamente recomendable para aquellos que la visiten. Si quieres conocer nuestra experiencia en Levante con su pizza al padellino, puedes ver el siguiente capítulo de En Palco Condimenta :
La isla de Creta es la ínsula más grande de toda Grecia. Cierra la concentración de islas griegas del mar Egeo por su costa norte, y por el sur, se abre hacia el norte de África, más precisamente a las costas de Libia y Egipto. Cuna de la civilización minoica, aquella del mítico Minotauro y el palacio de Knossos (del cual hablaremos en otra oportunidad), Creta fue ocupada por muchos pueblos tras la caída de esta rica civilización: entre ellos se encuentran los antiguos griegos, romanos, bizantinos, árabes, venecianos y turcos. Hoy se puede conocer bastante de su historia, tanto la más antigua, como la del estado griego moderno, al cual se incorporó en 1913, y cuya capital Heraclión, antiguamente llamada Candia, pasa a tener su nombre actual en 1898. Esta ciudad puerto es la quinta ciudad griega con más habitantes (aprox. 170.000) y si bien su mayor atractivo turístico es el palacio de Knossos, que se encuentra a sólo media hora hacia el sur del centro de la ciudad, ésta, de por sí, es una escapada que bien vale la pena hacer. Cuenta con un casco histórico rico en arquitectura, en donde sobresalen edificios y fuentes de la época veneciana (por ejemplo el edificio de la Logia); muchas calles peatonales atestadas de locales para comer la rica y particular gastronomía que ofrece Creta, comercio y un ambiente relajado y seguro; las infaltables y monumentales iglesias ortodoxas griegas que impactan por su solemnidad y su arte bizantino y neobizantino; y su cercanía a la costa, donde se puede pasear por su hermosa marina y visitar su imponente fortaleza veneciana llamada Castello a Mare, y que los griegos llaman Κούλες. Como se darán cuenta, Heraclión es una mezcla perfecta de una atractiva costa, mucha historia y buenísima oferta gastronómica, todo ideal para el turista que puede encontrar todos estos elementos en un solo lugar. ¿Quieres conocer un poco más de esta hermosa ciudad? Te invitamos a ver el nuevo episodio de En Palco Condimenta, en el cual no sólo te mostramos la belleza de sus calles, sino también un par de lugares donde se come bastante bien.
Dentro del tradicional mundo de la pizza, hay cada vez más propuestas innovadoras que buscan traspasar los límites mismos de la oferta gastronómica, pero, al mismo tiempo, sin desvirtuar la esencia misma de esta comida tan apetecida en todo el mundo. En ese espíritu, nació en diciembre del 2021 una pizzería distinta a las típicas en la ciudad de Fiumicino (¿te parece conocido el nombre? Sí, es la localidad en donde se encuentra el aeropuerto de Roma). Pizzería Clementina, creada por el pizzero y experto en los procesos de fermentación de la masa, Luca Pezzetta, ofrece una diversidad de pizzas de estilo tonda romana, además de una variedad de antipastos (entrantes) basados en frituras y en masas de hojaldre con rellenos salados. Además, la carta ofrece originales postres y vinos para acompañar la experiencia. La calidad de los productos ofrecidos la ha llevado ha obtener numerosos premios en sus pocos años de existencia, así como también a encumbrarse en la parte alta del prestigioso ranking 50 Top Pizza (16° lugar en 2024 y 14° lugar en 2025). Ambientado en un moderno y bien diseñado local, Pizzería Clementina ofrece, en mi opinión, una experiencia culinaria única, debido a dos elementos: el primero, el tratamiento especial que se hace de las masas, tanto en pizzas como en los entrantes, en donde la mano experta de Pezzetta se nota. En el caso de las pizzas, crujiente y liviana a la vez; en los entrantes, la utilización de los finos productos del Micro Forno de Pezzetta (un local especializado en masas ubicado en el mismo Fiumicino), destacando el croissant y el pain suisse. El segundo elemento, tan importante como el primero, es la elección de los productos que acompañan a masas y pizzas. La mayoría son locales, por lo que hay muchas propuestas con productos del mar (Fiumicino se ubica en el delta del río Tíber), todos estos de altísima calidad. Si quieres saber más sobre nuestra particular experiencia en Pizzería Clementina, te invitamos a ver en Youtube un nuevo episodio de En Palco Condimenta.
John Michael “Ozzy” Osbourne, fue el vocalista de Black Sabbath, considerada la banda fundadora del género metal, marcando camino durante los 70. Tras su salida del grupo en 1979, continuó exitosamente en la música con su banda homónima, reuniéndose en varias ocasiones con Black Sabbath para tocar en vivo. A principio de los 2000, ganó aún más popularidad junto a su familia en el particular y entrañable reality show llamadoThe Osbournes de la cadena MTV. Tras diversas complicaciones en su salud (padecía la enfermedad de Parkinson), se organizó el pasado 5 de julio, en su natal Birmingham, un concierto de despedida, “Back to the Beginning” , en el cual le rindieron tributo bandas de la talla de Metallica, Anthrax y Slayer. Esta sería la última presentación de Ozzy con su agrupación y con sus compañeros de Black Sabbath, un justo homenaje en vida a quien con su voz y talento ayudó a formar un género musical que hoy tiene millones de seguidores en todo el mundo. Su familia a través de un comunicado anunció la muerte del músico la tarde de este 22 de julio: “Con más tristeza de la que las palabras pueden transmitir, tenemos que informar que nuestro amado Ozzy Osbourne falleció esta mañana… Estaba con su familia y rodeado de amor.”
Las dos principales ciudades de Sicilia, Palermo y Catania son, además de su atractivo cultural y arquitectónico, verdaderas capitales gastronómicas, ofreciendo a sus visitantes una amplia oferta de lo que se conoce como Street Food. Sin desmerecer la grandiosa calidad que se puede encontrar en ambas, creímos que sería interesante probar estas exquisiteces en un lugar destinado para los locales, en una localidad que, si bien igualmente recibe miles de turistas cada año, represente de mejor manera la autenticidad de ingredientes y productos que buscamos. De esta manera, y tras un viaje de un poco más de dos horas desde Catania, llegamos a Ragusa; una ciudad situada en una colina que sobresale entre dos profundos valles, con una arquitectura barroca propia de una zona que tuvo que ser reconstruida tras un feroz terremoto que acaeció en 1693. De esta manera, nos adentramos al interior de la isla, nos alejamos de la costa y encontramos un lugar que cumplió con todas nuestras exigencias: un local artesanal, con buenos productos hechos con productos de la isla y que tuviera una gran variedad de opciones para comer. Nos referimos a La Grotta, ubicada en Via Giovanni Cartia n°8, a pocos metros de la catedral de la ciudad. En este establecimiento familiar, con más de 40 años deleitando paladares, probamos sabores auténticos en preparaciones simples con un toque a tradición. Una propuesta sincera, con precios absolutamente honestos, que te llevan a un viaje del cual no quieres retornar. La Grotta ofrece, por supuesto, los clásicos sicilianos, destacando más de 10 tipos de arancino (arancina), incluyendo un arancino al horno (tradicionalmente son fritos); una gran variedad de rústicos, es decir, pasteles salados con masas diversas, cuyos componentes base son, generalmente, el tomate y el queso (Calzone, Cartocciata, Panzerotto, etc.), destacando la más ragusana de todas, la Scaccia; también hay pizzas al trozo y postres típicos como el infaltable cannolo. Pero lo que más destacamos en esta visita, fue, por lejos, sus exquisitos panini (sándwiches): hechos en un pan amasado que ellos mismos hornean, puedes armarlos tu con los ingredientes que tu desees, o bien, elegir alguna de las opciones propuestas por el chef. En nuestro caso probamos dos, el U Pitittu y el U Risiu Ri Melilli, ambos con carne de caballo (muy popular en la parte oriental de la isla) y distintos ingredientes auténticamente sicilianos. Sinceramente, ambos sánguches estaban en un nivel altísimo, una muestra genuina y pura de la excelente cocina siciliana. Por cierto, la gran cantidad de productos en el menú nos llevó a tener que decidir que probar, porque nos hubiera gustado degustar todo. Lo intentamos dos días consecutivos, experiencia que te invitamos a ver en un nuevo capítulo de En Palco Condimenta.
Italia es, sin duda, sinónimo de pizza. Y de la más que centenaria pizza napolitana, comenzaron a surgir derivadas no sólo en país del calcio, sino también en otras latitudes (un gran ejemplo, los diferentes estilos que se encuentran en EEUU). Pero en esta búsqueda por seguir innovando, hay un tipo de pizza que, para el viajero común y corriente, no está en el radar. Se trata de la pizza al padellino, la cual se originó en la década de los 60, y que sigue siendo muy popular, en Turín. ¿En qué consiste? Bueno, padellino significa sartén, es decir la masa, a diferencia de las pizzas más tradicionales, se hornea puesta en pequeñas sartenes de metal, provocando que su fondo se fría levemente. Pero esta no es la única diferencia con la típica pizza que conocemos masivamente; la masa es extremadamente trabajada para lograr una corteza dura de una miga gruesa y esponjosa, por lo cual su aspecto es diferente. ¿El resultado? Una base con una masa rica, con un sabor particular, especial para ser acompañada por los más diversos productos y lograr así una experiencia excepcional. En nuestro caso, encontramos esta pizza en la sureña Sicilia, más precisamente en la ciudad de Milazzo, en Levante (Riccardo D’Amico n°18). Este Bar muy bien ambientado, además de ofrecer una interesante barra de cocktails, con mención especial a los combinados sicilianos, tiene como punto fuerte una amplia variedad de pizzas al padellino. Su gran ventaja es que cuentan con los siempre bien cotizados productos sicilianos (quesos, productos del mar, charcutería, etc.), ofreciendo así versiones de esta comida que elevan la experiencia culinaria a niveles altísimos. Sin duda, un tipo de pizza que no ha llegado masivamente fuera de las fronteras de la península itálica, pero que es absolutamente recomendable para aquellos que la visiten. Si quieres conocer nuestra experiencia en Levante con su pizza al padellino, puedes ver el siguiente capítulo de En Palco Condimenta :