Inspirada en la cinta 'home invasion' de 2008 del mismo nombre, protagonizada por Liv Tyler y Scott Speedman, esta nueva trilogía de terror llegará a los cines de la mano del director Renny Harlin, a cargo de la floja El Exorcista: El Origen, y de las populares cintas de acción Duro de Matar 2, Cliffhanger y Driven. “Los Extraños: Capítulo I” se centra en una pareja joven que viaja para comenzar de nuevo. Desafortunadamente, cuando su vehículo se daña en el camino, se ven obligados a pasar la noche en un Airbnb alejado de la civilización, en el que serán acechados hasta el amanecer por tres extraños enmascarados sin motivo alguno. En cines a partir del 16 de mayo de 2024, sus dos secuelas se filmaron de manera simultánea, y ya se encuentran en etapa de post-producción. Protagonizada por Madelaine Petsch, Froy Gutiérrez, Gabriel Basso y Richard Blake.
En el año en que surgieron importantes cintas como Terminator, Duna de David Lynch, Orwell 1984, Érase una vez en América, Footloose, La Historia sin Fin y Karate Kid, también estrenaron un grupo de filmes de terror que hasta el día de hoy son reconocidas por los fanáticos, y que han resistido el paso del tiempo. A continuación, repasamos películas de miedo que cumplirán cuatro décadas este 2024. A Nightmare on Elm Street (Pesadilla): Con esta película del gran Wes Craven inició una de las más grandes sagas de villanos del terror. Freddy Krueger, interpretado por Robert Englund, es un personaje que con su cuerpo quemado y un guante de navajas por mano, de seguro causó más de un mal sueño a los niños y jóvenes de la época, y probablemente de quienes lo han ido descubriendo con los años. En la pequeña localidad de Springwood, este desfigurado, sarcástico y despiadado espíritu asesino persigue adolescentes en sus sueños hasta acabar -de las formas más sangrientas e ingeniosas- con ellos. La muerte producida en la pesadilla resultará en el inexplicable deceso real de los muchachos. Los jóvenes están por su cuenta, los adultos no son capaces de ver lo que pasa. Nancy Thompson (Heather Langenkamp) será su gran víctima a lo largo de esta película, pero también será quien le dará lucha al asesino. Luego de la muerte de su mejor amiga, ella irá descubriendo la historia de Krueger y aprendiendo a como combatirlo. Después del estreno de “Pesadilla” en noviembre de 1984, le siguieron cinco secuelas, algunas mejores que otras; un penoso remake en 2010; un spin off de culto junto al protagonista de otra franquicia de terror, Jason Vorhees; y una extraña serie de TV que es independiente a las películas, que se llamó “Las Pesadillas de Freddy”. La película está disponible ahora en la plataforma de HBO Max. Gremlins: Este cuento navideño es una comedia de terror, que se ha convertido en un clásico de fin de año. Dirigida por Joe Dante y escrita por Chris Columbus, nos presenta a un padre que vive de viaje, quien le lleva de regalo a su hijo un mogwai, una extraña, tierna y simpática criatura mitológica con la que hay que cumplir tres simples reglas para cuidarlo: no alimentarlo pasada la medianoche, no mojarlo y que no reciba la luz del sol. Cuando una de las reglas se rompe sin querer, Gizmo (nombre que recibe el pequeño ser), tendrá descendencia, lo que convertirá al vecindario en un verdadero caos a medida de que el resto de estas normas también se pasen alto. Una cinta que marcó a los niños que crecieron durante la segunda mitad de los ochenta, que dio paso a otras producciones similares, pero de menor factura, como los Critters y los Ghoulies, aunque estos son más terroríficos. “Gremlins” cuenta con una exitosa secuela, y próximamente, se espera su regreso a la gran pantalla con una tercera parte. Disponible en la plataforma de HBO Max. Children of the Corn (Los Hijos del Maíz): Basada en un relato de Stephen King, y protagonizada por Linda Hamilton y Peter Horton, la historia nos presenta a un matrimonio que llega a un extraño y solitario pueblo de Nebraska -Gatlin- en el que sólo hay niños y adolescentes, los cuales veneran a una extraña deidad en unos maizales, comandados por un siniestro chico llamado Malachai (Courtney Gains). Pronto, la pareja descubrirá que sus vidas peligran en aquel sitio en donde los adultos no son bienvenidos. La película si bien tuvo una pésima recepción por parte de la crítica, de todas formas se ha convertido en una producción de culto que cuenta con una gran cantidad de pésimas secuelas y remakes. Estrenada en marzo de 1984, “Los Hijos del Maíz” es difícil de encontrar, además de que rara vez la pasan por el cable. The Initiation (La Iniciación): Una muy joven Daphne Zuniga, junto a Vera Miles y Clu Gulager, protagonizan este slasher B que explora el tema de los traumas de infancia y de las sororidades. Kelly es una novata universitaria que sufre una pesadilla constante sobre un hombre que se quema en su casa, hecho que parece estar relacionado con su niñez. Paralelamente a eso, un psicópata la acecha a ella y sus compañeras de estudios, especialmente cuando se le pide realizar una prueba para ingresar a una fraternidad, en la que ella y sus amigas deben ingresar al centro comercial de sus padres, de noche, y robar un uniforme del guardia de seguridad. ¿Será que el secreto que le esconden a la chica sobre su infancia tendrá que ver con los asesinatos? Algunas personas consideran a esta película como simplona e inconexa, pero para otros es un buen slasher con las virtudes y defectos del género, que además posee un giro de tuerca final inesperado. Estrenada en diciembre del 84, este filme es seguramente el menos popular de este grupo, y el más difícil de encontrar, aunque cuenta con un buen grupo de fanáticos que la considera una obra de culto. Firestarter (Llamadas de Venganza/Ojos de Fuego): Dirigida por Mark L. Lester, basada en la muy recomendable novela de Stephen King del mismo nombre, es una obra bastante superior al remake que pudimos ver de esta historia hace un par de años atrás. La que en un inicio iba a ser una película de John Carpenter, nos presenta a la pequeña Charlie (Drew Barrymore), quien junto a su amoroso padre Andy (David Keith) se encuentran escapando de una entidad gubernamental llamada The Shop. El motivo: Charlie tiene una poderosa mente, capaz de prender fuego a todo si no controla su miedo o ira, esto porque su padre y fallecida madre (Heather Locklear) fueron parte de un experimento secreto que The Shop realizó años atrás, el que dotó a ambos de poderes mentales y una potente genética que dio como resultado a Charlie, a quien ahora quieren utilizar como arma mortal. Una trama de llena intrigas, drama y terror, en la que también actúan otros grandes del cine como George C. Scott, Louise Fletcher y Martin Sheen. Y, a pesar de contar con un gran elenco y una excelente historia de base, técnicamente la película queda un tanto al debe, pero se le perdona por lograr un conjunto que logra cautivar al espectador.
En 2017 el argentino Demián Rugna estrenó “Aterrados” , una cinta de horror sobrenatural con la que consiguió cierto renombre dentro del panorama cinematográfico trasandino y mundial. Considerada como uno de los mejores exponentes del terror argentino, la cinta rápidamente se convirtió en un clásico moderno. Tuvieron que pasar cinco años para que el director presentara su nuevo proyecto, “Cuando Acecha la Maldad” que sigue por la misma línea, pero mucho más brutal, violenta y desesperanzadora. Ganadora del Premio a Mejor Película en Sitges el año 2023, Rugna en su nueva cinta coge elementos del cine de Lucio Fulci y de John Carpenter, los funde en un atractivo escenario rural argentino, le agrega un imaginativo folclore siniestro, varias escenas de impacto y el resultado final es un fascinante y despiadado cuento de horror repleto de muerte y vísceras. La historia está ambientada en un pueblo olvidado de Argentina, dónde nunca pasa nada, sin embargo, dos hermanos, Pedro ( Ezequiel Rodríguez) y Jimmy ( Demian Salomon), descubren a un hombre “ encarnado ”, es decir, poseído por un demonio y a punto de dar a luz a una especie de Anticristo. Pero cuando intentan deshacerse de él moviéndolo a un lugar alejado del pueblo, sólo consiguen acelerar el proceso, desatan una ola de horror y violencia que podría convertir la tierra en un verdadero infierno. Una de las principales cualidades de “Cuando Acecha la Maldad” es su mitología inventada, que se da por sobreentendida al espectador, aunque se va explicando de a poco a lo largo del metraje. Rugna abraza el género y construye una original propuesta que bebe de los mejores del cine fantástico, principalmente el italiano. El guión -incluso- crea una lista de 7 reglas que deben seguir las personas para evitar ser afectados por los “embichados”. Además, lejos de ceder a los tópicos tradicionales y al terror facilón, el director demuestra sus agallas y elabora un montón de escenas impactantes en las que no se salvan niños, animales, ni embarazadas, que se ven potenciadas por un virtuoso trabajo de efectos especiales digitales y tradicionales. Momentos que dejarán a más de uno con la boca abierta. Aunque lo paranormal no es lo único que aborda la cinta, porque también es una intensa mirada hacia la maldad pura, y en cómo puede afectar a las personas. Todos, desde un niño a una anciana podemos llegar a ser un monstruo. Por otro lado, el escenario rural toma principal relevancia a la hora de contar la historia, al aislar a los protagonistas en un rincón “olvidado por Dios”, y que gracias a sus cualidades naturales, permite crear cuadros pictóricos que parecen sacados de cualquier western moderno. Lamentablemente, debido a un potente inicio y a que las escenas más brutales ocurren al comienzo del filme, la película sufre de una reducción de revoluciones en la segunda mitad, que se dedica más a explicar lo que está pasando y a darle un sentido religioso al incidente. Pero, de todas maneras, en general se trata de un filme completo y redondo, con grandes interpretaciones de todo el elenco. Su protagonista Ezequiel Rodríguez recuerda a los típicos líderes de cintas de zombies de culto como Al Cliver ( “Zombie 2” ) o el mexicano Hugo Stiglitz ( “Cementerio del terror” ). A lo largo de la historia del cine fantástico cineastas como Romero, Raimi, Carpenter o Lucio Fulci han reflejado su propio infierno en la tierra, ahora por primera vez hay que sumar a la lista a un argentino, con una película descarnada y repugnante pero brillante al fin y al cabo. “Cuando Acecha la Maldad” ya está disponible en salas nacionales.
El año 2007 Quentin Tarantino y Robert Rodriguez se unieron para lanzar Grindhouse, una doble función inspirada en las películas exploitation de los años 70, que por lo general se exhibían a la medianoche y en cines drive in. El proyecto incluía “Death Proof”, dirigida por Tarantino y “Planet Terror” de Rodriguez, pero además presentaba “trailers falsos” de películas de horror y de bajo presupuesto, dirigidos por diferentes autores del género como Eli Roth, Rob Zombie o Jason Eisener, por ejemplo. Muchos de esos falsos avances con el paso de los años se convirtieron en verdaderos largometrajes, como “Machete” (2010) y su secuela “Machete Kills” (2013) del propio Rodriguez; la fascinante locura protagonizada por Rutger Hauer, “Hobo with a Shotgun” (2010) y, finalmente este año llegó “Thanksgiving” o “Viernes Negro”, un fantástico slasher a cargo de Eli Roth, que lucha por convertirse en el mejor trailer falso en ser llevado a la pantalla grande e -incluso- por ser la mejor película de su director hasta la fecha. Homenajeando a las brutales y osadas películas ochenteras de asesinos en serie ambientadas en días festivos como “Halloween”, “My Bloody Valentine” o “Happy Birthday to Me”, el nuevo filme de Roth decide llevar la masacre a una fecha que estaba al debe: “Thanksgiving” o “Día de Acción de Gracias”, sin embargo, lo hace desde una mirada contemporánea, mezclando lo clásico con lo moderno. La película está ambientada en Plymouth, Massachusetts (cuna de la festividad y también del propio director), y el prólogo comienza en plena víspera del evento comercial “Black Friday”. El dueño del gran almacén del pueblo -una especie de WalMart- decide abrir la tienda durante medianoche para satisfacer las ansias consumistas de los vecinos. Pero la tensión e histeria del público culmina en una mortal estampida que terminará con muertos y heridos (algo no muy alejado de la realidad). Un año después, con el pueblo intentando superar la tragedia, un asesino vestido del peregrino John Carver comenzará a masacrar a todos los que participaron de una manera u otra en la estampida del centro comercial. Un grupo de adolescentes tendrán que tratar de sobrevivir a la oleada de muerte e intentar averiguar la identidad del psicópata. A pesar de ser un slasher tradicional con evidentes homenajes y referencias que los más avezados del género sabrán apreciar, la gran virtud de “Viernes Negro” además de su impactante inicio e intrigante premisa, es la gran cantidad de “crítica” que contiene su libreto. La película no tiene miedo de burlarse de la estupidez humana, especialmente de la juventud y su dependencia a las redes sociales, la frivolidad, el consumismo, el modo de vida norteamericano y mucho más. Al mismo tiempo, Roth sabe que un slasher que se precie debe tener una gran cantidad de muertes para el goce de los fanáticos, por lo que a medida que la historia avanza los personajes van muriendo de las maneras más alocadas y originales, con altas dosis de gore y efectos prácticos, como si de una cinta ochentera se tratase. Mención especial a los bien logrados “jumpscares” que -muchas veces- no se pueden anticipar. Quienes tuvieron la oportunidad de ver el trailer lanzado en 2007, notarán que varias de las escenas emblemáticas fueron recreadas, eso sí mucho más espectaculares y sin la sordidez o perversión que emitía la producción original. Los fans de Eli Roth o del slasher en general disfrutarán de esta nueva y divertida propuesta, especialmente en una época en que el “horror” se ha vuelto demasiado pretencioso. Y absolutamente disfrutarán las andanzas del peregrino John Carver, quien espera convertirse en un nuevo ícono del género, como lo hiciese en su época Voorhees, Myers o Krueger. “Viernes Negro” (Thanksgiving) ya está disponible en salas nacionales.
A cargo de Gary Shore, director de la sumamente infravalorada “Drácula, la leyenda jamás contada” (2014), llega una interesante historia de horror basada en la popular leyenda urbana que rodea al RMS Queen Mary, un enorme trasatlántico que data de la década de los treinta, pero que actualmente permanece atracado y olvidado en el puerto de Long Beach, California. Un lugar que en el pasado estaba repleto de luces, opulencia y glamour, pero que ahora -supuestamente- está repleto de fantasmas y solamente sirve como atractivo turístico. El filme está narrado a través de dos espacios temporales que ocurren simultáneamente. En la primera de las historias, ambientada en la noche de Halloween de 1938, conocemos a una extraña familia integrada por una madre (Nell Hudson), un padre (Will Coban) y una hija pequeña (Florrie Wilkinson), que subieron al barco en tercera clase disfrazados, pero lograron colarse hasta una fiesta en primera clase. Sin embargo, un problema en las calderas del barco y una horrible masacre a cargo de un asesino complicará las cosas para todos los invitados. Mientras, en la segunda historia, situada en el presente, presenciamos a la pareja de fotógrafos Anne y Patrick (Alice Eve y Joel Fry), quienes junto a su hijo pequeño (Lenny Rush), realizan una visita al barco para hacer un libro de fotos. Poco a poco, los horribles sucesos que ocurren en el pasado, se verán reflejados en el presente, afectando especialmente a los más chicos de cada historia. ¿A qué se debe la maldad que acecha en el Queen Mary? A pesar de ser más bien una cinta modesta, lo primero que llama la atención es el fantástico trabajo de vestuario, producción, ambientación, fotografía y montaje que tiene la película, especialmente en las escenas ambientadas en el pasado. En ese aspecto, el filme es sumamente fiel para representar la exclusividad y los lujos que representaba el trasatlántico en 1938 y al viejo Hollywood de antaño. Por su parte, las actuaciones cumplen todas, especialmente la del hijo pequeño, interpretado por Lenny Rush, actor británico de 14 años que ha recibido varios galardones por su trabajo; y la de Dorian Lough, quien hace el papel del enigmático Capitán Bittner. También, Shore filma varias escenas con buen ojo, que resultan notables y nos deja ver su mirada autoral con mayor claridad. Especialmente las escenas donde la violencia es protagonista. La cinta posee escenas que pueden ser sensibles, aunque no se abusa del gore. Los placement de Starbucks (que hay un montón si se tiene buen ojo) también están bien situados dentro del conjunto. Sin embargo, no todo es color de rosa, porque donde la película falla rotundamente es en su libreto, que trata de ser demasiado complejo y enrevesado, pero termina por confundir al espectador y dejarlo con más dudas que certezas, por culpa de varias incoherencias argumentales. Muchas veces no sabemos por qué están pasando las cosas, las escenas se alargan de más y dejan de tener sentido alguno. Por momentos la película se vuelve repetitiva y densa, haciendo que las casi dos horas de duración se sientan bastante pesadas, y al final, solo queremos que termine para salir de la sala. Esto hace que “La Maldición del Queen Mary” sea una fantástica oportunidad completamente desaprovechada, pero ojo que no es un desperdicio total. Quienes disfruten de las historias de casas encantadas, especialmente de “El Resplandor” de Stanley Kubrick (porque tiene mucho de ella), deberían darle una oportunidad.
Inspirada en la cinta 'home invasion' de 2008 del mismo nombre, protagonizada por Liv Tyler y Scott Speedman, esta nueva trilogía de terror llegará a los cines de la mano del director Renny Harlin, a cargo de la floja El Exorcista: El Origen, y de las populares cintas de acción Duro de Matar 2, Cliffhanger y Driven. “Los Extraños: Capítulo I” se centra en una pareja joven que viaja para comenzar de nuevo. Desafortunadamente, cuando su vehículo se daña en el camino, se ven obligados a pasar la noche en un Airbnb alejado de la civilización, en el que serán acechados hasta el amanecer por tres extraños enmascarados sin motivo alguno. En cines a partir del 16 de mayo de 2024, sus dos secuelas se filmaron de manera simultánea, y ya se encuentran en etapa de post-producción. Protagonizada por Madelaine Petsch, Froy Gutiérrez, Gabriel Basso y Richard Blake.
En el año en que surgieron importantes cintas como Terminator, Duna de David Lynch, Orwell 1984, Érase una vez en América, Footloose, La Historia sin Fin y Karate Kid, también estrenaron un grupo de filmes de terror que hasta el día de hoy son reconocidas por los fanáticos, y que han resistido el paso del tiempo. A continuación, repasamos películas de miedo que cumplirán cuatro décadas este 2024. A Nightmare on Elm Street (Pesadilla): Con esta película del gran Wes Craven inició una de las más grandes sagas de villanos del terror. Freddy Krueger, interpretado por Robert Englund, es un personaje que con su cuerpo quemado y un guante de navajas por mano, de seguro causó más de un mal sueño a los niños y jóvenes de la época, y probablemente de quienes lo han ido descubriendo con los años. En la pequeña localidad de Springwood, este desfigurado, sarcástico y despiadado espíritu asesino persigue adolescentes en sus sueños hasta acabar -de las formas más sangrientas e ingeniosas- con ellos. La muerte producida en la pesadilla resultará en el inexplicable deceso real de los muchachos. Los jóvenes están por su cuenta, los adultos no son capaces de ver lo que pasa. Nancy Thompson (Heather Langenkamp) será su gran víctima a lo largo de esta película, pero también será quien le dará lucha al asesino. Luego de la muerte de su mejor amiga, ella irá descubriendo la historia de Krueger y aprendiendo a como combatirlo. Después del estreno de “Pesadilla” en noviembre de 1984, le siguieron cinco secuelas, algunas mejores que otras; un penoso remake en 2010; un spin off de culto junto al protagonista de otra franquicia de terror, Jason Vorhees; y una extraña serie de TV que es independiente a las películas, que se llamó “Las Pesadillas de Freddy”. La película está disponible ahora en la plataforma de HBO Max. Gremlins: Este cuento navideño es una comedia de terror, que se ha convertido en un clásico de fin de año. Dirigida por Joe Dante y escrita por Chris Columbus, nos presenta a un padre que vive de viaje, quien le lleva de regalo a su hijo un mogwai, una extraña, tierna y simpática criatura mitológica con la que hay que cumplir tres simples reglas para cuidarlo: no alimentarlo pasada la medianoche, no mojarlo y que no reciba la luz del sol. Cuando una de las reglas se rompe sin querer, Gizmo (nombre que recibe el pequeño ser), tendrá descendencia, lo que convertirá al vecindario en un verdadero caos a medida de que el resto de estas normas también se pasen alto. Una cinta que marcó a los niños que crecieron durante la segunda mitad de los ochenta, que dio paso a otras producciones similares, pero de menor factura, como los Critters y los Ghoulies, aunque estos son más terroríficos. “Gremlins” cuenta con una exitosa secuela, y próximamente, se espera su regreso a la gran pantalla con una tercera parte. Disponible en la plataforma de HBO Max. Children of the Corn (Los Hijos del Maíz): Basada en un relato de Stephen King, y protagonizada por Linda Hamilton y Peter Horton, la historia nos presenta a un matrimonio que llega a un extraño y solitario pueblo de Nebraska -Gatlin- en el que sólo hay niños y adolescentes, los cuales veneran a una extraña deidad en unos maizales, comandados por un siniestro chico llamado Malachai (Courtney Gains). Pronto, la pareja descubrirá que sus vidas peligran en aquel sitio en donde los adultos no son bienvenidos. La película si bien tuvo una pésima recepción por parte de la crítica, de todas formas se ha convertido en una producción de culto que cuenta con una gran cantidad de pésimas secuelas y remakes. Estrenada en marzo de 1984, “Los Hijos del Maíz” es difícil de encontrar, además de que rara vez la pasan por el cable. The Initiation (La Iniciación): Una muy joven Daphne Zuniga, junto a Vera Miles y Clu Gulager, protagonizan este slasher B que explora el tema de los traumas de infancia y de las sororidades. Kelly es una novata universitaria que sufre una pesadilla constante sobre un hombre que se quema en su casa, hecho que parece estar relacionado con su niñez. Paralelamente a eso, un psicópata la acecha a ella y sus compañeras de estudios, especialmente cuando se le pide realizar una prueba para ingresar a una fraternidad, en la que ella y sus amigas deben ingresar al centro comercial de sus padres, de noche, y robar un uniforme del guardia de seguridad. ¿Será que el secreto que le esconden a la chica sobre su infancia tendrá que ver con los asesinatos? Algunas personas consideran a esta película como simplona e inconexa, pero para otros es un buen slasher con las virtudes y defectos del género, que además posee un giro de tuerca final inesperado. Estrenada en diciembre del 84, este filme es seguramente el menos popular de este grupo, y el más difícil de encontrar, aunque cuenta con un buen grupo de fanáticos que la considera una obra de culto. Firestarter (Llamadas de Venganza/Ojos de Fuego): Dirigida por Mark L. Lester, basada en la muy recomendable novela de Stephen King del mismo nombre, es una obra bastante superior al remake que pudimos ver de esta historia hace un par de años atrás. La que en un inicio iba a ser una película de John Carpenter, nos presenta a la pequeña Charlie (Drew Barrymore), quien junto a su amoroso padre Andy (David Keith) se encuentran escapando de una entidad gubernamental llamada The Shop. El motivo: Charlie tiene una poderosa mente, capaz de prender fuego a todo si no controla su miedo o ira, esto porque su padre y fallecida madre (Heather Locklear) fueron parte de un experimento secreto que The Shop realizó años atrás, el que dotó a ambos de poderes mentales y una potente genética que dio como resultado a Charlie, a quien ahora quieren utilizar como arma mortal. Una trama de llena intrigas, drama y terror, en la que también actúan otros grandes del cine como George C. Scott, Louise Fletcher y Martin Sheen. Y, a pesar de contar con un gran elenco y una excelente historia de base, técnicamente la película queda un tanto al debe, pero se le perdona por lograr un conjunto que logra cautivar al espectador.
En 2017 el argentino Demián Rugna estrenó “Aterrados” , una cinta de horror sobrenatural con la que consiguió cierto renombre dentro del panorama cinematográfico trasandino y mundial. Considerada como uno de los mejores exponentes del terror argentino, la cinta rápidamente se convirtió en un clásico moderno. Tuvieron que pasar cinco años para que el director presentara su nuevo proyecto, “Cuando Acecha la Maldad” que sigue por la misma línea, pero mucho más brutal, violenta y desesperanzadora. Ganadora del Premio a Mejor Película en Sitges el año 2023, Rugna en su nueva cinta coge elementos del cine de Lucio Fulci y de John Carpenter, los funde en un atractivo escenario rural argentino, le agrega un imaginativo folclore siniestro, varias escenas de impacto y el resultado final es un fascinante y despiadado cuento de horror repleto de muerte y vísceras. La historia está ambientada en un pueblo olvidado de Argentina, dónde nunca pasa nada, sin embargo, dos hermanos, Pedro ( Ezequiel Rodríguez) y Jimmy ( Demian Salomon), descubren a un hombre “ encarnado ”, es decir, poseído por un demonio y a punto de dar a luz a una especie de Anticristo. Pero cuando intentan deshacerse de él moviéndolo a un lugar alejado del pueblo, sólo consiguen acelerar el proceso, desatan una ola de horror y violencia que podría convertir la tierra en un verdadero infierno. Una de las principales cualidades de “Cuando Acecha la Maldad” es su mitología inventada, que se da por sobreentendida al espectador, aunque se va explicando de a poco a lo largo del metraje. Rugna abraza el género y construye una original propuesta que bebe de los mejores del cine fantástico, principalmente el italiano. El guión -incluso- crea una lista de 7 reglas que deben seguir las personas para evitar ser afectados por los “embichados”. Además, lejos de ceder a los tópicos tradicionales y al terror facilón, el director demuestra sus agallas y elabora un montón de escenas impactantes en las que no se salvan niños, animales, ni embarazadas, que se ven potenciadas por un virtuoso trabajo de efectos especiales digitales y tradicionales. Momentos que dejarán a más de uno con la boca abierta. Aunque lo paranormal no es lo único que aborda la cinta, porque también es una intensa mirada hacia la maldad pura, y en cómo puede afectar a las personas. Todos, desde un niño a una anciana podemos llegar a ser un monstruo. Por otro lado, el escenario rural toma principal relevancia a la hora de contar la historia, al aislar a los protagonistas en un rincón “olvidado por Dios”, y que gracias a sus cualidades naturales, permite crear cuadros pictóricos que parecen sacados de cualquier western moderno. Lamentablemente, debido a un potente inicio y a que las escenas más brutales ocurren al comienzo del filme, la película sufre de una reducción de revoluciones en la segunda mitad, que se dedica más a explicar lo que está pasando y a darle un sentido religioso al incidente. Pero, de todas maneras, en general se trata de un filme completo y redondo, con grandes interpretaciones de todo el elenco. Su protagonista Ezequiel Rodríguez recuerda a los típicos líderes de cintas de zombies de culto como Al Cliver ( “Zombie 2” ) o el mexicano Hugo Stiglitz ( “Cementerio del terror” ). A lo largo de la historia del cine fantástico cineastas como Romero, Raimi, Carpenter o Lucio Fulci han reflejado su propio infierno en la tierra, ahora por primera vez hay que sumar a la lista a un argentino, con una película descarnada y repugnante pero brillante al fin y al cabo. “Cuando Acecha la Maldad” ya está disponible en salas nacionales.
El año 2007 Quentin Tarantino y Robert Rodriguez se unieron para lanzar Grindhouse, una doble función inspirada en las películas exploitation de los años 70, que por lo general se exhibían a la medianoche y en cines drive in. El proyecto incluía “Death Proof”, dirigida por Tarantino y “Planet Terror” de Rodriguez, pero además presentaba “trailers falsos” de películas de horror y de bajo presupuesto, dirigidos por diferentes autores del género como Eli Roth, Rob Zombie o Jason Eisener, por ejemplo. Muchos de esos falsos avances con el paso de los años se convirtieron en verdaderos largometrajes, como “Machete” (2010) y su secuela “Machete Kills” (2013) del propio Rodriguez; la fascinante locura protagonizada por Rutger Hauer, “Hobo with a Shotgun” (2010) y, finalmente este año llegó “Thanksgiving” o “Viernes Negro”, un fantástico slasher a cargo de Eli Roth, que lucha por convertirse en el mejor trailer falso en ser llevado a la pantalla grande e -incluso- por ser la mejor película de su director hasta la fecha. Homenajeando a las brutales y osadas películas ochenteras de asesinos en serie ambientadas en días festivos como “Halloween”, “My Bloody Valentine” o “Happy Birthday to Me”, el nuevo filme de Roth decide llevar la masacre a una fecha que estaba al debe: “Thanksgiving” o “Día de Acción de Gracias”, sin embargo, lo hace desde una mirada contemporánea, mezclando lo clásico con lo moderno. La película está ambientada en Plymouth, Massachusetts (cuna de la festividad y también del propio director), y el prólogo comienza en plena víspera del evento comercial “Black Friday”. El dueño del gran almacén del pueblo -una especie de WalMart- decide abrir la tienda durante medianoche para satisfacer las ansias consumistas de los vecinos. Pero la tensión e histeria del público culmina en una mortal estampida que terminará con muertos y heridos (algo no muy alejado de la realidad). Un año después, con el pueblo intentando superar la tragedia, un asesino vestido del peregrino John Carver comenzará a masacrar a todos los que participaron de una manera u otra en la estampida del centro comercial. Un grupo de adolescentes tendrán que tratar de sobrevivir a la oleada de muerte e intentar averiguar la identidad del psicópata. A pesar de ser un slasher tradicional con evidentes homenajes y referencias que los más avezados del género sabrán apreciar, la gran virtud de “Viernes Negro” además de su impactante inicio e intrigante premisa, es la gran cantidad de “crítica” que contiene su libreto. La película no tiene miedo de burlarse de la estupidez humana, especialmente de la juventud y su dependencia a las redes sociales, la frivolidad, el consumismo, el modo de vida norteamericano y mucho más. Al mismo tiempo, Roth sabe que un slasher que se precie debe tener una gran cantidad de muertes para el goce de los fanáticos, por lo que a medida que la historia avanza los personajes van muriendo de las maneras más alocadas y originales, con altas dosis de gore y efectos prácticos, como si de una cinta ochentera se tratase. Mención especial a los bien logrados “jumpscares” que -muchas veces- no se pueden anticipar. Quienes tuvieron la oportunidad de ver el trailer lanzado en 2007, notarán que varias de las escenas emblemáticas fueron recreadas, eso sí mucho más espectaculares y sin la sordidez o perversión que emitía la producción original. Los fans de Eli Roth o del slasher en general disfrutarán de esta nueva y divertida propuesta, especialmente en una época en que el “horror” se ha vuelto demasiado pretencioso. Y absolutamente disfrutarán las andanzas del peregrino John Carver, quien espera convertirse en un nuevo ícono del género, como lo hiciese en su época Voorhees, Myers o Krueger. “Viernes Negro” (Thanksgiving) ya está disponible en salas nacionales.
A cargo de Gary Shore, director de la sumamente infravalorada “Drácula, la leyenda jamás contada” (2014), llega una interesante historia de horror basada en la popular leyenda urbana que rodea al RMS Queen Mary, un enorme trasatlántico que data de la década de los treinta, pero que actualmente permanece atracado y olvidado en el puerto de Long Beach, California. Un lugar que en el pasado estaba repleto de luces, opulencia y glamour, pero que ahora -supuestamente- está repleto de fantasmas y solamente sirve como atractivo turístico. El filme está narrado a través de dos espacios temporales que ocurren simultáneamente. En la primera de las historias, ambientada en la noche de Halloween de 1938, conocemos a una extraña familia integrada por una madre (Nell Hudson), un padre (Will Coban) y una hija pequeña (Florrie Wilkinson), que subieron al barco en tercera clase disfrazados, pero lograron colarse hasta una fiesta en primera clase. Sin embargo, un problema en las calderas del barco y una horrible masacre a cargo de un asesino complicará las cosas para todos los invitados. Mientras, en la segunda historia, situada en el presente, presenciamos a la pareja de fotógrafos Anne y Patrick (Alice Eve y Joel Fry), quienes junto a su hijo pequeño (Lenny Rush), realizan una visita al barco para hacer un libro de fotos. Poco a poco, los horribles sucesos que ocurren en el pasado, se verán reflejados en el presente, afectando especialmente a los más chicos de cada historia. ¿A qué se debe la maldad que acecha en el Queen Mary? A pesar de ser más bien una cinta modesta, lo primero que llama la atención es el fantástico trabajo de vestuario, producción, ambientación, fotografía y montaje que tiene la película, especialmente en las escenas ambientadas en el pasado. En ese aspecto, el filme es sumamente fiel para representar la exclusividad y los lujos que representaba el trasatlántico en 1938 y al viejo Hollywood de antaño. Por su parte, las actuaciones cumplen todas, especialmente la del hijo pequeño, interpretado por Lenny Rush, actor británico de 14 años que ha recibido varios galardones por su trabajo; y la de Dorian Lough, quien hace el papel del enigmático Capitán Bittner. También, Shore filma varias escenas con buen ojo, que resultan notables y nos deja ver su mirada autoral con mayor claridad. Especialmente las escenas donde la violencia es protagonista. La cinta posee escenas que pueden ser sensibles, aunque no se abusa del gore. Los placement de Starbucks (que hay un montón si se tiene buen ojo) también están bien situados dentro del conjunto. Sin embargo, no todo es color de rosa, porque donde la película falla rotundamente es en su libreto, que trata de ser demasiado complejo y enrevesado, pero termina por confundir al espectador y dejarlo con más dudas que certezas, por culpa de varias incoherencias argumentales. Muchas veces no sabemos por qué están pasando las cosas, las escenas se alargan de más y dejan de tener sentido alguno. Por momentos la película se vuelve repetitiva y densa, haciendo que las casi dos horas de duración se sientan bastante pesadas, y al final, solo queremos que termine para salir de la sala. Esto hace que “La Maldición del Queen Mary” sea una fantástica oportunidad completamente desaprovechada, pero ojo que no es un desperdicio total. Quienes disfruten de las historias de casas encantadas, especialmente de “El Resplandor” de Stanley Kubrick (porque tiene mucho de ella), deberían darle una oportunidad.