Italia es famosa por sus pizzas y pastas…no hay duda de que esto es así. Pero al visitar la península, o sus islas, no apreciamos que la oferta gastronómica es muchísimo más amplia y generalmente pasamos por alto otras opciones de calidad. Este es el caso de un tipo de sándwich llamado panino alla brace (sándwich a las brasas o a la parrilla) que se popularizó con fuerza en los años setenta del siglo pasado en la región de Campania, más específicamente a las faldas del volcán Vesubio. Y si bien puede parecer un poco paradójico que este sándwich se popularizara en la zona en la que alguna vez, en el siglo I d.C., el Vesubio arrasara con las ciudades de Pompeya y Herculano, termina este siendo uno de los preferidos para el “bajón después del carrete nocturno”. Desde hace una década, ahora ya en el siglo XXI, y tras unos años de “apagón”, el panino alla brace ha renacido de las cenizas y ha vuelto a popularizarse ya no solo en su zona de origen, sino en el resto de Italia. ¿Qué tiene de particular este panino? El pan es uno alargado, con la forma de nuestro completo, el cual puede ser relleno con un sinnúmero de ingredientes: distintos tipos de carnes (cerdo, salsiccia italiana, vacuno, tocino, pollo, etc.), verduras (la más utilizada es la berenjena), variedades de quesos, y las llamadas “papate alla piastra” (papas fritas que se lanzan a una plancha y que se revuelven con distintos tipos de quesos). Una de las características principales de este sándwich es la gran cantidad de ingredientes que lleva en su interior, provocando, por cierto, una mezcla de sabores pocas veces encontrada en un solo bocado. La otra característica principal, y del cual deriva su nombre, es que todo lo que es carne, queso y papas, pasa por una plancha o parrilla, para luego armado el sándwich, calentarse bajo el calor intenso de las brasas de la parrilla. En nuestro caso, probamos este panino en Milazzo, en la isla de Sicilia, en una panineria llamada Barbekiu (via Vittorio Veneto, n°6), en donde no solo probamos dos de sus opciones, Barbekiu y Alessandra, sino también, y cómo no si estábamos en Sicilia, un panino con carne de caballo. Nuestra experiencia, dividida en dos días por cuanto estos panini son de un tamaño considerable, fue muy positiva. El pan a la parrilla adquiere un gusto especial y los ingredientes utilizados eran todos de muy buena calidad. Te invitamos a ver nuestra visita a Barbekiu y conocer el panino alla brace en el siguiente video.
El pita gyro es, sin duda, el sándwich más popular que tiene Grecia en la actualidad, siendo también el estandarte del Street Food helénico incluso fuera de las fronteras de la patria de Aristóteles y Platón. No hay ciudad o pueblo griego donde no encuentres un ψητοπολείο, lo que nosotros llamaríamos un asador, que venda carnes asadas de pollo, cerdo, cordero o vaca en diversas presentaciones. Entre ellas destaca el gyro, pariente directo del turco donner kebab nacido en Asia Menor, y que se caracteriza por ser carne asada de manera vertical en un aparato en la cual esta va girando para ser cortada por capas. Su versión griega llegó a la Grecia independiente de mano de los ciento de miles de helenos que habitaban esa zona y que fueron perseguidos y desplazados por las autoridades otomanas (turcas) durante el siglo XIX. Por cierto, en Grecia se le dio una identidad propia marcada por el tzatziki griego (a base del espectacular yogurt griego), abundantes papas fritas y por la inclusión en las opciones de la carne de cerdo. Si bien el gyro y sus acompañamientos se sirven en platos, se transformó en un sándwich al meter todos los ingredientes en un pan pita, que envuelve todo y, con la ayuda de generalmente un papel, termina haciendo el rol de un cucurucho. Su portabilidad también está condicionada por tener un tamaño no exagerado. Pero, así como existen los completos de un metro, o los chacareros XL, también puedes encontrar en Grecia los gyros XL. En nuestro caso, y aprovechando nuestra visita a Heraclión, capital de la isla de Creta (la más grande de Grecia), que tiene fama de ofrecer en sus asadores este sándwich en su versión gigante, asumimos el desafío de probarlo…y no nos arrepentimos. Carne espectacularmente sabrosa, bien asada, y papas fritas de las buenas, junto al tradicional tzatziki, tomates y cebolla morada, en una cantidad considerable; todo envuelto en una pita que era incapaz de contenerlo todo. Terminar con un sándwich tan grande no es para cualquiera, más si tras finalizarlo tienes que hacerte cargo de la gran cantidad de carne y de papas fritas que terminaron en el plato, transformándose en una segunda comida que no estaba contemplada. La experiencia, sin duda, fue satisfactoria y muy recomendable, en especial para aquellos que disfrutan de la comida rápida. ¿Dónde comimos? En Hovoli (Plaza Daskalogianni, en pleno centro de la histórica Heraclión). Buena atención, buen ambiente y, sobre todo, uno excelente pita gyro. Te invitamos a conocerlo en nuestro episodio de En Palco Condimenta, en el siguiente link.
Es conocido por todos que visitar Nápoles es sinónimo de ir a comer pizza. No por nada es la ciudad en la que nació una de las comidas más famosas del mundo. Por ello, también, que el número de pizzerías en este puerto del sur de Italia es tan gigantesco que probablemente ningún napolitano tenga vida suficiente para visitarlas en su totalidad. Pero entre este número casi infinito, destacan 13 de ellas que están agrupadas en un selecto grupo de pizzerías centenarias, es decir, que llevan una centena de años al menos en manos de la misma familia de pizzeros. Y dentro de ellas se encuentra la pizzería Carmnella, de la cual te hablaremos a continuación. Nacida en 1892 de la mano de doña Carmela Sorrentino (conocida como Carmnella), nació modestamente vendiendo pizzas fritas y platos tradicionales de la cocina napolitana. Con el paso de los años, se instaló como una pizzería formal y hoy está al mando de su bisnieto, Vincenzo Esposito. Esposito, un reconocido pizzaiolo en el ambiente napolitano, ha sabido combinar la innovación sin dejar de lado la tradición, creando pizzas que son de una calidad encomiable. Así nació, por ejemplo, la pizza Elena Ferrante (bautizada así en honor de la escritora de novelas napolitana) y tantas otras que forman parte de una abundante carta que combina las tradicionales pizzas (margarita, marinara), con las de la autoría de Esposito. Nuestra experiencia fue plenamente satisfactoria al visitar este histórico templo de la pizza napolitana, y te daré dos poderosas razones para que la incluyas en una futura visita a la ciudad más maradoniana del mundo. En primer lugar, la calidad de la pizza es de un nivel superior, con ingredientes regionales de primer nivel muy bien combinados. En esto, la mano y experiencia de Esposito, además del aprendizaje que recibió de su padre, son claves. No por nada, es una de las pizzerías favoritas para los napolitanos (y ellos si que son exigentes cuando de pizzas se trata). La segunda razón tiene relación con su ubicación. Está fuera de las zonas turísticas, aproximadamente a unos 600 metros de la Estación Central de trenes de la ciudad, y esto otorga una ventaja especial: no llegan las turistas en hordas, como en muchas pizzerías del casco histórico, y terminas comiendo al lado de napolitanos de tomo y lomo. Además, el local está hermosamente decorado con objetos antiguos y fotografías que dan cuenta de sus más de 100 años de historia. Toda una vivencia única que no podrás encontrar en las colapsadas pizzerías de moda siempre inundadas de gente. Pizzería Carmnela se encuentra en la via Marino Cristoforo número 22, y atiende en los horarios de almuerzo y cena. Si quieres conocer más de esta pizzería y su exquisita Elena Ferrante, te invitamos a ver el siguiente capítulo de En Palco Condimenta.
En el corazón de Providencia, específicamente en Marchant Pereira 433, se encuentra Haunted House, la primera cafetería temática de terror en Chile. Este lugar único se ha convertido en un destino imperdible para los fanáticos del cine de terror ochentero, los nostálgicos de los VHS y quienes añoran la magia de los videoclubs. Desde el momento en que cruzas la entrada, Haunted House te transporta a una época donde las películas slasher dominaban las estanterías y las salas de estar. Con una ambientación cuidadosamente diseñada, la cafetería está decorada con pósters clásicos, animatronics de personajes icónicos del género, como Freddy, Jason, Reagan, Leatherface y un gigantesco Jack Skellington; e incluso hay pantallas donde puedes ver películas o series míticas como “La Dimensión Desconocida”. Además, la cafetería cuenta con una fantástica tienda con vitrinas llenas de objetos de colección que cualquier amante del género soñaría tener: desde máscaras, pósters, figuras y películas en ediciones blu ray. El menú, diseñado con guiños al género, incluye desde hamburguesas smash y tablas para picar, hasta cafés (Iced Lattes) y Milkshakes temáticos, todo con nombres que rinden homenaje a los clásicos del terror. Cada rincón del lugar está pensado para brindar una experiencia inmersiva, ideal para disfrutar en solitario, con amigos o en pareja. Más que una cafetería, Haunted House es un espacio donde los recuerdos de los videoclubs y las noches de terror cobran vida. Si eres fanático de películas como “Halloween”, “Pesadilla en la Calle Elm” o “Viernes 13”, este lugar es tu nueva obsesión. Revisa nuestra visita a Haunted House, a continuación:
Al escuchar hablar sobre la ciudad de Nápoles, inmediatamente se viene a la mente una de las comidas más famosas del mundo: la pizza. Y es lo más lógico, por cuanto es en este importante puerto italiano que nació la pizza, tal como la conocemos hoy, en el siglo XVI. Pero la ciudad que tiene como ídolo a Diego Armando Maradona es apreciada gastronómicamente no solo por la pizza, sino por contar con una gastronomía variada, elaborada con materias primas de primerísimo nivel producidas en la fértil región de Campania. Y dentro de esa variedad, que hace a Nápoles un destino obligado para los amantes del buen comer y del Bueno, Bonito y Barato, destaca también su pastelería. Como otros países europeos, Italia también destaca por contar con una pastelería de muy buen nivel, y Nápoles no se queda atrás. Hay un sinnúmero de pastelerías en cada barrio (incluso hay muchas cadenas de pastelerías tradicionales), para deleitar con sus productos a locales y turistas. La oferta de estas es amplia: puedes encontrar desde el tan italiano cornetto; pasteles propios de la pastelería francesa o suiza, como el pain au chocolat o el pain suisse; o una variedad considerable de pastelitos y dulces napolitanos (de nacimiento o adaptados). A continuación, les hablaremos de algunos de ellos. Uno de los dulces más típicos de Nápoles es la sfogliatella, una masa horneada rellena de ricota dulce, sémola, canela, vainilla y trocitos de naranjas confitadas. Originalmente la masa es de hojaldre, de suaves y delgadas hojas (de ahí su nombre), también conocida como sfogliatella riccia. Se dice que la característica crujiente de este pastel llevó a crear una versión más blanda (en especial para las personas que habían perdido sus dientes), naciendo así la sfogliatella frolla: mismo relleno, pero esta vez envuelto en una masa quebrada. Ambas versiones, la riccia y la frolla, son imperdibles si vas a la capital de Campania…pero no es lo único. Otro dulce que no puedes dejar de probar es el babá. Originario de Polonia y adaptado en Francia, llegó a Nápoles en el siglo XIX, donde se adapta definitivamente como napolitano. Es un bizcocho muy suave y esponjoso, remojado de un almíbar de ron. Hoy se puede encontrar con cremas o chocolate encima, pero te animo a probar el original, donde si bien el sabor del ron es intenso, no es altamente alcohólico. Por último, quisiéramos destacar un dulce moderno, en el sentido de que fue creado sólo en 2015: el fiocco di neve (copo de nieve). Su inventor fue Ciro Poppella, de la pasticceria del mismo nombre, y consiste en una especie de bollo de una masa extremadamente suave y delgada, de forma esférica, y rellena de una crema también suave a base de ricota y leche. También existen variedades con rellenos de chocolate y pistacho. El éxito de esta propuesta pastelera ha llevado al fiocco di neve de Poppella a ser otro de los imperdibles si visitas la ciudad. Hay muchos más dulces para probar en Nápoles, como la zeppola di San Giuseppe o la pastiera, por ejemplo. Si eres un amante de los dulces, te invitamos a ver el siguiente video donde te mostramos lo mejor de la pastelería tradicional napolitana. Para conocer más, revisa el nuevo episodio de En Palco Condimenta:
Italia es famosa por sus pizzas y pastas…no hay duda de que esto es así. Pero al visitar la península, o sus islas, no apreciamos que la oferta gastronómica es muchísimo más amplia y generalmente pasamos por alto otras opciones de calidad. Este es el caso de un tipo de sándwich llamado panino alla brace (sándwich a las brasas o a la parrilla) que se popularizó con fuerza en los años setenta del siglo pasado en la región de Campania, más específicamente a las faldas del volcán Vesubio. Y si bien puede parecer un poco paradójico que este sándwich se popularizara en la zona en la que alguna vez, en el siglo I d.C., el Vesubio arrasara con las ciudades de Pompeya y Herculano, termina este siendo uno de los preferidos para el “bajón después del carrete nocturno”. Desde hace una década, ahora ya en el siglo XXI, y tras unos años de “apagón”, el panino alla brace ha renacido de las cenizas y ha vuelto a popularizarse ya no solo en su zona de origen, sino en el resto de Italia. ¿Qué tiene de particular este panino? El pan es uno alargado, con la forma de nuestro completo, el cual puede ser relleno con un sinnúmero de ingredientes: distintos tipos de carnes (cerdo, salsiccia italiana, vacuno, tocino, pollo, etc.), verduras (la más utilizada es la berenjena), variedades de quesos, y las llamadas “papate alla piastra” (papas fritas que se lanzan a una plancha y que se revuelven con distintos tipos de quesos). Una de las características principales de este sándwich es la gran cantidad de ingredientes que lleva en su interior, provocando, por cierto, una mezcla de sabores pocas veces encontrada en un solo bocado. La otra característica principal, y del cual deriva su nombre, es que todo lo que es carne, queso y papas, pasa por una plancha o parrilla, para luego armado el sándwich, calentarse bajo el calor intenso de las brasas de la parrilla. En nuestro caso, probamos este panino en Milazzo, en la isla de Sicilia, en una panineria llamada Barbekiu (via Vittorio Veneto, n°6), en donde no solo probamos dos de sus opciones, Barbekiu y Alessandra, sino también, y cómo no si estábamos en Sicilia, un panino con carne de caballo. Nuestra experiencia, dividida en dos días por cuanto estos panini son de un tamaño considerable, fue muy positiva. El pan a la parrilla adquiere un gusto especial y los ingredientes utilizados eran todos de muy buena calidad. Te invitamos a ver nuestra visita a Barbekiu y conocer el panino alla brace en el siguiente video.
El pita gyro es, sin duda, el sándwich más popular que tiene Grecia en la actualidad, siendo también el estandarte del Street Food helénico incluso fuera de las fronteras de la patria de Aristóteles y Platón. No hay ciudad o pueblo griego donde no encuentres un ψητοπολείο, lo que nosotros llamaríamos un asador, que venda carnes asadas de pollo, cerdo, cordero o vaca en diversas presentaciones. Entre ellas destaca el gyro, pariente directo del turco donner kebab nacido en Asia Menor, y que se caracteriza por ser carne asada de manera vertical en un aparato en la cual esta va girando para ser cortada por capas. Su versión griega llegó a la Grecia independiente de mano de los ciento de miles de helenos que habitaban esa zona y que fueron perseguidos y desplazados por las autoridades otomanas (turcas) durante el siglo XIX. Por cierto, en Grecia se le dio una identidad propia marcada por el tzatziki griego (a base del espectacular yogurt griego), abundantes papas fritas y por la inclusión en las opciones de la carne de cerdo. Si bien el gyro y sus acompañamientos se sirven en platos, se transformó en un sándwich al meter todos los ingredientes en un pan pita, que envuelve todo y, con la ayuda de generalmente un papel, termina haciendo el rol de un cucurucho. Su portabilidad también está condicionada por tener un tamaño no exagerado. Pero, así como existen los completos de un metro, o los chacareros XL, también puedes encontrar en Grecia los gyros XL. En nuestro caso, y aprovechando nuestra visita a Heraclión, capital de la isla de Creta (la más grande de Grecia), que tiene fama de ofrecer en sus asadores este sándwich en su versión gigante, asumimos el desafío de probarlo…y no nos arrepentimos. Carne espectacularmente sabrosa, bien asada, y papas fritas de las buenas, junto al tradicional tzatziki, tomates y cebolla morada, en una cantidad considerable; todo envuelto en una pita que era incapaz de contenerlo todo. Terminar con un sándwich tan grande no es para cualquiera, más si tras finalizarlo tienes que hacerte cargo de la gran cantidad de carne y de papas fritas que terminaron en el plato, transformándose en una segunda comida que no estaba contemplada. La experiencia, sin duda, fue satisfactoria y muy recomendable, en especial para aquellos que disfrutan de la comida rápida. ¿Dónde comimos? En Hovoli (Plaza Daskalogianni, en pleno centro de la histórica Heraclión). Buena atención, buen ambiente y, sobre todo, uno excelente pita gyro. Te invitamos a conocerlo en nuestro episodio de En Palco Condimenta, en el siguiente link.
Es conocido por todos que visitar Nápoles es sinónimo de ir a comer pizza. No por nada es la ciudad en la que nació una de las comidas más famosas del mundo. Por ello, también, que el número de pizzerías en este puerto del sur de Italia es tan gigantesco que probablemente ningún napolitano tenga vida suficiente para visitarlas en su totalidad. Pero entre este número casi infinito, destacan 13 de ellas que están agrupadas en un selecto grupo de pizzerías centenarias, es decir, que llevan una centena de años al menos en manos de la misma familia de pizzeros. Y dentro de ellas se encuentra la pizzería Carmnella, de la cual te hablaremos a continuación. Nacida en 1892 de la mano de doña Carmela Sorrentino (conocida como Carmnella), nació modestamente vendiendo pizzas fritas y platos tradicionales de la cocina napolitana. Con el paso de los años, se instaló como una pizzería formal y hoy está al mando de su bisnieto, Vincenzo Esposito. Esposito, un reconocido pizzaiolo en el ambiente napolitano, ha sabido combinar la innovación sin dejar de lado la tradición, creando pizzas que son de una calidad encomiable. Así nació, por ejemplo, la pizza Elena Ferrante (bautizada así en honor de la escritora de novelas napolitana) y tantas otras que forman parte de una abundante carta que combina las tradicionales pizzas (margarita, marinara), con las de la autoría de Esposito. Nuestra experiencia fue plenamente satisfactoria al visitar este histórico templo de la pizza napolitana, y te daré dos poderosas razones para que la incluyas en una futura visita a la ciudad más maradoniana del mundo. En primer lugar, la calidad de la pizza es de un nivel superior, con ingredientes regionales de primer nivel muy bien combinados. En esto, la mano y experiencia de Esposito, además del aprendizaje que recibió de su padre, son claves. No por nada, es una de las pizzerías favoritas para los napolitanos (y ellos si que son exigentes cuando de pizzas se trata). La segunda razón tiene relación con su ubicación. Está fuera de las zonas turísticas, aproximadamente a unos 600 metros de la Estación Central de trenes de la ciudad, y esto otorga una ventaja especial: no llegan las turistas en hordas, como en muchas pizzerías del casco histórico, y terminas comiendo al lado de napolitanos de tomo y lomo. Además, el local está hermosamente decorado con objetos antiguos y fotografías que dan cuenta de sus más de 100 años de historia. Toda una vivencia única que no podrás encontrar en las colapsadas pizzerías de moda siempre inundadas de gente. Pizzería Carmnela se encuentra en la via Marino Cristoforo número 22, y atiende en los horarios de almuerzo y cena. Si quieres conocer más de esta pizzería y su exquisita Elena Ferrante, te invitamos a ver el siguiente capítulo de En Palco Condimenta.
En el corazón de Providencia, específicamente en Marchant Pereira 433, se encuentra Haunted House, la primera cafetería temática de terror en Chile. Este lugar único se ha convertido en un destino imperdible para los fanáticos del cine de terror ochentero, los nostálgicos de los VHS y quienes añoran la magia de los videoclubs. Desde el momento en que cruzas la entrada, Haunted House te transporta a una época donde las películas slasher dominaban las estanterías y las salas de estar. Con una ambientación cuidadosamente diseñada, la cafetería está decorada con pósters clásicos, animatronics de personajes icónicos del género, como Freddy, Jason, Reagan, Leatherface y un gigantesco Jack Skellington; e incluso hay pantallas donde puedes ver películas o series míticas como “La Dimensión Desconocida”. Además, la cafetería cuenta con una fantástica tienda con vitrinas llenas de objetos de colección que cualquier amante del género soñaría tener: desde máscaras, pósters, figuras y películas en ediciones blu ray. El menú, diseñado con guiños al género, incluye desde hamburguesas smash y tablas para picar, hasta cafés (Iced Lattes) y Milkshakes temáticos, todo con nombres que rinden homenaje a los clásicos del terror. Cada rincón del lugar está pensado para brindar una experiencia inmersiva, ideal para disfrutar en solitario, con amigos o en pareja. Más que una cafetería, Haunted House es un espacio donde los recuerdos de los videoclubs y las noches de terror cobran vida. Si eres fanático de películas como “Halloween”, “Pesadilla en la Calle Elm” o “Viernes 13”, este lugar es tu nueva obsesión. Revisa nuestra visita a Haunted House, a continuación:
Al escuchar hablar sobre la ciudad de Nápoles, inmediatamente se viene a la mente una de las comidas más famosas del mundo: la pizza. Y es lo más lógico, por cuanto es en este importante puerto italiano que nació la pizza, tal como la conocemos hoy, en el siglo XVI. Pero la ciudad que tiene como ídolo a Diego Armando Maradona es apreciada gastronómicamente no solo por la pizza, sino por contar con una gastronomía variada, elaborada con materias primas de primerísimo nivel producidas en la fértil región de Campania. Y dentro de esa variedad, que hace a Nápoles un destino obligado para los amantes del buen comer y del Bueno, Bonito y Barato, destaca también su pastelería. Como otros países europeos, Italia también destaca por contar con una pastelería de muy buen nivel, y Nápoles no se queda atrás. Hay un sinnúmero de pastelerías en cada barrio (incluso hay muchas cadenas de pastelerías tradicionales), para deleitar con sus productos a locales y turistas. La oferta de estas es amplia: puedes encontrar desde el tan italiano cornetto; pasteles propios de la pastelería francesa o suiza, como el pain au chocolat o el pain suisse; o una variedad considerable de pastelitos y dulces napolitanos (de nacimiento o adaptados). A continuación, les hablaremos de algunos de ellos. Uno de los dulces más típicos de Nápoles es la sfogliatella, una masa horneada rellena de ricota dulce, sémola, canela, vainilla y trocitos de naranjas confitadas. Originalmente la masa es de hojaldre, de suaves y delgadas hojas (de ahí su nombre), también conocida como sfogliatella riccia. Se dice que la característica crujiente de este pastel llevó a crear una versión más blanda (en especial para las personas que habían perdido sus dientes), naciendo así la sfogliatella frolla: mismo relleno, pero esta vez envuelto en una masa quebrada. Ambas versiones, la riccia y la frolla, son imperdibles si vas a la capital de Campania…pero no es lo único. Otro dulce que no puedes dejar de probar es el babá. Originario de Polonia y adaptado en Francia, llegó a Nápoles en el siglo XIX, donde se adapta definitivamente como napolitano. Es un bizcocho muy suave y esponjoso, remojado de un almíbar de ron. Hoy se puede encontrar con cremas o chocolate encima, pero te animo a probar el original, donde si bien el sabor del ron es intenso, no es altamente alcohólico. Por último, quisiéramos destacar un dulce moderno, en el sentido de que fue creado sólo en 2015: el fiocco di neve (copo de nieve). Su inventor fue Ciro Poppella, de la pasticceria del mismo nombre, y consiste en una especie de bollo de una masa extremadamente suave y delgada, de forma esférica, y rellena de una crema también suave a base de ricota y leche. También existen variedades con rellenos de chocolate y pistacho. El éxito de esta propuesta pastelera ha llevado al fiocco di neve de Poppella a ser otro de los imperdibles si visitas la ciudad. Hay muchos más dulces para probar en Nápoles, como la zeppola di San Giuseppe o la pastiera, por ejemplo. Si eres un amante de los dulces, te invitamos a ver el siguiente video donde te mostramos lo mejor de la pastelería tradicional napolitana. Para conocer más, revisa el nuevo episodio de En Palco Condimenta: