Al escuchar hablar sobre la ciudad de Nápoles, inmediatamente se viene a la mente una de las comidas más famosas del mundo: la pizza. Y es lo más lógico, por cuanto es en este importante puerto italiano que nació la pizza, tal como la conocemos hoy, en el siglo XVI. Pero la ciudad que tiene como ídolo a Diego Armando Maradona es apreciada gastronómicamente no solo por la pizza, sino por contar con una gastronomía variada, elaborada con materias primas de primerísimo nivel producidas en la fértil región de Campania. Y dentro de esa variedad, que hace a Nápoles un destino obligado para los amantes del buen comer y del Bueno, Bonito y Barato, destaca también su pastelería. Como otros países europeos, Italia también destaca por contar con una pastelería de muy buen nivel, y Nápoles no se queda atrás. Hay un sinnúmero de pastelerías en cada barrio (incluso hay muchas cadenas de pastelerías tradicionales), para deleitar con sus productos a locales y turistas. La oferta de estas es amplia: puedes encontrar desde el tan italiano cornetto; pasteles propios de la pastelería francesa o suiza, como el pain au chocolat o el pain suisse; o una variedad considerable de pastelitos y dulces napolitanos (de nacimiento o adaptados). A continuación, les hablaremos de algunos de ellos. Uno de los dulces más típicos de Nápoles es la sfogliatella, una masa horneada rellena de ricota dulce, sémola, canela, vainilla y trocitos de naranjas confitadas. Originalmente la masa es de hojaldre, de suaves y delgadas hojas (de ahí su nombre), también conocida como sfogliatella riccia. Se dice que la característica crujiente de este pastel llevó a crear una versión más blanda (en especial para las personas que habían perdido sus dientes), naciendo así la sfogliatella frolla: mismo relleno, pero esta vez envuelto en una masa quebrada. Ambas versiones, la riccia y la frolla, son imperdibles si vas a la capital de Campania…pero no es lo único. Otro dulce que no puedes dejar de probar es el babá. Originario de Polonia y adaptado en Francia, llegó a Nápoles en el siglo XIX, donde se adapta definitivamente como napolitano. Es un bizcocho muy suave y esponjoso, remojado de un almíbar de ron. Hoy se puede encontrar con cremas o chocolate encima, pero te animo a probar el original, donde si bien el sabor del ron es intenso, no es altamente alcohólico. Por último, quisiéramos destacar un dulce moderno, en el sentido de que fue creado sólo en 2015: el fiocco di neve (copo de nieve). Su inventor fue Ciro Poppella, de la pasticceria del mismo nombre, y consiste en una especie de bollo de una masa extremadamente suave y delgada, de forma esférica, y rellena de una crema también suave a base de ricota y leche. También existen variedades con rellenos de chocolate y pistacho. El éxito de esta propuesta pastelera ha llevado al fiocco di neve de Poppella a ser otro de los imperdibles si visitas la ciudad. Hay muchos más dulces para probar en Nápoles, como la zeppola di San Giuseppe o la pastiera, por ejemplo. Si eres un amante de los dulces, te invitamos a ver el siguiente video donde te mostramos lo mejor de la pastelería tradicional napolitana. Para conocer más, revisa el nuevo episodio de En Palco Condimenta:
El concepto de foodporn, o comida pornográfica en español, nos lleva a aquellas preparaciones gastronómicas que visualmente nos llaman la atención y que, con alta probabilidad, nos hagan salivar. En términos generales, un producto foodporn está elaborado con la debida atención para que a la vista del comensal sea llamativo y que provoquen en él ganas de comerlo. Esta nueva tendencia gastronómica va muy de la mano de la explosión que han tenido estos últimos años las redes sociales, medios por los cuales promueven cada vez más lugares en los cuales encontrar buena y vistosa comida. La ciudad siciliana de Catania, la segunda más grande de la isla italiana del sur, es conocida como una de las localidades donde la oferta de comida “apetitosa” es amplia. Por ello, en nuestra visita, pasamos a conocer in situ algunos de estos lugares, y a disfrutar de comida de muy buen nivel, salada y dulce, y con un aspecto seductor. Partimos muy temprano a una pastelería que, a pesar de estar lejos del centro de la ciudad, cuenta con dulces muy vistosos. Nos referimos al Panificio La Farina (Via S. Filippo Neri, n°s 34/36). Cuenta con una amplísima oferta de pasteles salados y dulces, especiales para un desayuno, snacks o un almuerzo a la rápida. En el caso de los dulces, se pueden encontrar desde los muy sicilianos cannoli hasta el infaltable de cada desayuno italiano: el cornetto. Todos ellos con espectaculares diseños y muchas alternativas en cuanto a sus rellenos. Para el almuerzo optamos por un sándwich más internacional: la hamburguesa. Para ello fuimos a MeCavaddu (Via Antonino di Sangiuliano, n° 261), en el centro de Catania. La novedad es que todas las hamburguesas ofrecidas pueden ser con carne de caballo, una carne muy popular en esta ciudad. Precios muy buenos, sándwiches con mucha carne y la novedad de probar algo no generalizado en nuestro país. Para tomar nuestra tradicional “once” optamos por Chocofusión (Viale Vittorio Veneto, n° 52). Ubicado cerca de las calles más centrales de Catania, y a pocos metros de la estación del metro “Italia”, Chocofusión es el paraíso de lo dulce: chocolates, tortas, milkshakes, copas de helados monumentales y un largo etc., es la oferta de este lugar. Finalmente, para la cena optamos por Le Tre Farine (Via Gulli, n°4) a pocos pasos de las calles más centrales. Este es un restaurante muy bonito, moderno, y con una oferta gastronómica enfocada a las pastas, las pizzas y las hamburguesas. Probamos uno de sus productos estrella: la pizzaburguer; un monstruo que une carne con cebollas entre dos pizzas enteras. Además de la buena atención, todos sus platos tienen una presentación espectacular, foodporn puro. Y si después de leer, tienes curiosidad de como se ven estos sensacionales productos, te invitamos a ver el siguiente capítulo completo de En Palco Condimenta.
Catania, puerto y ciudad de las más importantes de la isla de Sicilia, no sólo es un destino turístico relevante por su exquisita arquitectura barroca, su cercanía a balnearios de ensueño y al amado/temido volcán Etna, sino también por tener una oferta gastronómica amplia y de las mejores de Italia. Y sí, es posible que lo que acabo de señalar pueda sonar a exageración, ya que, en general, el país europeo cuenta con una gastronomía espectacular conocida en el mundo entero…Pero no, Catania destaca por una grandísima cantidad de restaurantes, trattorias, pizzerías, rosticerías, pastelerías y un largo etc. de locales comerciales donde podrás elegir: carnes, donde destacan los pescados y mariscos y la carne de caballo; ricos pasteles de tradición centenaria; por supuesto pizzas y mucho más. Todo esto en el mejor de los ambientes, entre edificios antiguos y hermosos, en terrazas con mucha buena onda y con la calidez de los sicilianos. Por supuesto, la comida callejera, la también conocida como street food, tiene un lugar relevante en la oferta catanesa. Desde el desayuno hasta la cena existen diversas opciones de pasteles, dulces y salados, que te pueden sacar del apuro con poco presupuesto. Si eres un viajero low cost, tienes poco tiempo y quieres conocer mucho, o simplemente eres un adicto a la comida rápida, a continuación te hablaremos de algunas de las opciones que podrás encontrar en esta entretenida ciudad. Las pastelerías en Catania, generalmente llamados bar o café, las encuentras por todos lados. En la calle principal, la via Etnea, se encuentran las más conocidas. En ellas tendrás la oportunidad de probar dulces sicilianos tradicionales como cannoli y la versión catanese de la cassata siciliana: le Minne di Sant’Agata, en honor al martirio de la santa de la ciudad, a quien en vida le fueron cortados sus pechos (minne). Para el calor, aunque también lo encuentras en invierno, recomendamos la granita siciliana: una bebida helada, más o menos cremosa, con un hielo mucho más fino del granizado que conocemos. En general no se le añade azúcar, por lo cual es tan sano como un jugo natural, en el caso de las frutas, o tomar un rico café italiano sin azúcar. Los más tradicionales son los de almendra y pistachos, ambos productos tradicionales de la isla. Si lo tuyo es lo salado, no solo las pastelerías cuentan con un regimiento de pasteles con carne, quesos, jamón y cuanto relleno existe. También existe muchos locales con productos fritos, ya sea iris (un berlín frito con relleno salado o dulce), empanadas o productos del mar (generalmente vendidos en conos). También negocios especializados en la carne de caballo, la cual es muy típica (y muy consumida) de Catania, con sus tradicionales parrillas. En síntesis, Catania es una ciudad con una oferta gastronómica tan amplia como la de ciudades como Nápoles, Roma o la también siciliana Palermo. Pero si hay algo que la distingue, es su ambiente elegante y a la vez tranquilo, a pesar de ser una gran urbe. No por nada es cada vez más uno de los destinos más visitados por turistas italianos y de todo el mundo. Si quieres conocer más sobre el Street food catanese, te invitamos a ver el siguiente video:
Nápoles es mundialmente conocida por sus exquisitas pizzas (allí fue donde se creó) y por el fanatismo por Diego Armando Maradona. Pero esta ciudad puerto al sur de Roma, capital de la región de Campania, es mucho más que esas referencias a la cultura pop contemporánea. Es un sitio que cuenta con un patrimonio artístico y cultural riquísimo, que da cuenta de siglos de historia que han visto pasar por sus calles a diferentes culturas, gobernantes e inmigrantes de todas las latitudes. Hoy cuenta con el casco histórico más grande del país y uno de los más grandes de toda Europa. Sus calles son únicas, muy características tanto en su urbanismo, su belleza y, también hay que decirlo, su falta de limpieza. El conjunto de todo ello, junto a su gente, por cierto, hace a Nápoles un lugar del cual te enamoras, o no, pero no te dejará indiferente. La comercial via Toledo, en conjunto con el popular barrio Quartieri Spagnoli; Spaccanapoli (la calle que divide en dos el centro de la ciudad); la via dei Tribunali o la via San Gregorio Armeno son imperdibles en una visita a Nápoles. Además de encontrar ahí los mejores lugares para comer, podemos encontrar en ellas y sus alrededores los edificios y curiosidades más simbólicas del Nápoles de ayer y hoy. Al norte de via Toledo se encuentra un barrio que ha renacido en los últimos años y que hoy es extremadamente turístico: Quatieri Spagnoli. Sus calles antiguas, sus tradicionales pizzerías y trattorias, además de personas pasando en moto a velocidades impactantes considerando la cantidad de personas que por ahí transitan, nos muestran un mundo aparte. En este barrio se encuentra otro imperdible, el santuario de Diego Armando Maradona, visitado hoy no sólo por los fanáticos del fútbol, sino por todos quienes arriban a la ciudad. La idolatría por el ex jugador del equipo local, el Napoli FC, trascendió los límites del deporte, siendo considerado hoy un ídolo a la altura del santo patrono de la ciudad, San Gennaro. De hecho ambos comparten múltiples murales que puedes ir descubriendo. Si de San Gennaro se trata, sus reliquias se encuentran en la Catedral de la ciudad (via Duomo n° 147). Pero no es el único edificio religioso que te recomendamos visitar. También en el casco histórico te sugiero visitar las siguientes iglesias que, además de ser muestras de diversos estilos arquitectónicos, contienen en su interior bellísimas obras de arte de incalculable valor (y que puedes apreciar sin pagar nada): la iglesia del Gesú Nuovo (Piazza del Gesù Nuovo n° 2), con sus característicos picos renacentistas en su frontis; la iglesia de Santa Chiara (Via Santa Chiara n° 49), una exquisita muestra de románico y gótico; y la iglesia de San Lorenzo Maggiore (Piazza San Gaetano), a través de la cual puedes acceder a un subterráneo y conocer parte del pasado de la ciudad). Finalmente, hay dos visitas que recomiendo mucho. La primera, ir a la via San Gregorio Armeno, perpendicular a Spaccanapoli y via dei Tribunali. Esta es conocida como la calle de los pesebres, ya que en ella se ubican los talleres de los artesanos que, de manera muy talentosa, producen tanto el pesebre como sus figuritas características. Tras siglos ubicados en el lugar, y habiéndose ganado fama mundial (sus productos son demandados en todo el mundo), es el lugar ideal para comprar un recuerdito, ya que junto con los motivos religiosos, también venden figuritas de personajes de la cultura pop. La segunda visita que recomiendo es el Palacio Real de Nápoles, ubicado en la plaza del Plebiscito (quizás la imagen más característica de la ciudad). Es un edificio que data del siglo XVII, y que hoy es un museo (de pago), que bien vale la pena. Está muy bien conservado (y reconstruido en alguno de sus espacios, ya que sufrió daños en la Segunda Guerra Mundial) y es una excelente muestra del mobiliario y la forma de vida de los monarcas de la época. Si quieres ver imágenes de esta hermosa ciudad y los lugares que te recomendamos, no dudes en ver el nuevo episodio de En Palco Condimenta:
Cefalú es un pequeño municipio al norte de la isla italiana de Sicilia (a sólo un poco más de 1 hora de su capital, Palermo) de apenas unos 15.000 habitantes. Sin embargo, es muy visitado por turistas de todo el mundo y, por cierto, por los mismos sicilianos. Es que Cefalú combina unas playas maravillosas con un casco histórico pequeño, pero hermoso: calles estrechas de piedra, adornadas por pintorescos maceteros coloridos, con el sello de la artesanía siciliana; edificios medievales muy bien conservados son el telón de fondo de centenas de quitasoles de quienes van en familia o en solitario a disfrutar de la cálida arena y el refrescante mar Tirreno. Su casco antiguo se encuentra a un costado de la “rocca”, un imponente cerro que alguna vez albergó un templo antiguo dedicado a la diosa Diana y que posteriormente se transformó en una fortaleza medieval. Ya en época normanda, donde se consolidó su ubicación actual, es decir, a la vera de la “rocca”, se construyó el edificio más importante de la ciudad: su catedral. Ordenada su construcción el año 1131 d. C. por el rey Ruggero II de Sicilia, esta iglesia con aspecto de fortaleza fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco el año 2015. En ella se puede disfrutar de la arquitectura arabo-normanda, característica de esta zona de la isla (al igual que el palacio real de los normandos en Palermo y la famosísima catedral de Monreale), además de exquisitos mosaicos de artesanos bizantinos. Como buen balneario, Cefalú cuenta con una amplia oferta de restaurantes y locales de comida, donde se puede disfrutar de la gastronomía de la región palermitana. Productos típicos como la arancina (con A), el canolo, el sfincione, además de pescados y mariscos, son algunas de las comidas que más fácilmente encontrarás. Para llegar a Cefalú, por supuesto que te sirve el auto, pero te advierto que, en especial en época de verano y los fines de semana, sólo podrás encontrar estacionamiento bien lejos del casco histórico (el cual, por cierto, es peatonal). La otra alternativa es viajar desde Palermo en tren, opción que he utilizado. La estación queda a solo 10 minutos del centro caminando. Ahora bien, recomiendo calzado cómodo para sobrevivir a sus calles empedradas y, en especial, a su calles con pendiente pronunciada. Si te interesa conocer algo más de esta hermosa ciudad, te invito a ver el nuevo capítulo de En Palco Condimenta:
Al escuchar hablar sobre la ciudad de Nápoles, inmediatamente se viene a la mente una de las comidas más famosas del mundo: la pizza. Y es lo más lógico, por cuanto es en este importante puerto italiano que nació la pizza, tal como la conocemos hoy, en el siglo XVI. Pero la ciudad que tiene como ídolo a Diego Armando Maradona es apreciada gastronómicamente no solo por la pizza, sino por contar con una gastronomía variada, elaborada con materias primas de primerísimo nivel producidas en la fértil región de Campania. Y dentro de esa variedad, que hace a Nápoles un destino obligado para los amantes del buen comer y del Bueno, Bonito y Barato, destaca también su pastelería. Como otros países europeos, Italia también destaca por contar con una pastelería de muy buen nivel, y Nápoles no se queda atrás. Hay un sinnúmero de pastelerías en cada barrio (incluso hay muchas cadenas de pastelerías tradicionales), para deleitar con sus productos a locales y turistas. La oferta de estas es amplia: puedes encontrar desde el tan italiano cornetto; pasteles propios de la pastelería francesa o suiza, como el pain au chocolat o el pain suisse; o una variedad considerable de pastelitos y dulces napolitanos (de nacimiento o adaptados). A continuación, les hablaremos de algunos de ellos. Uno de los dulces más típicos de Nápoles es la sfogliatella, una masa horneada rellena de ricota dulce, sémola, canela, vainilla y trocitos de naranjas confitadas. Originalmente la masa es de hojaldre, de suaves y delgadas hojas (de ahí su nombre), también conocida como sfogliatella riccia. Se dice que la característica crujiente de este pastel llevó a crear una versión más blanda (en especial para las personas que habían perdido sus dientes), naciendo así la sfogliatella frolla: mismo relleno, pero esta vez envuelto en una masa quebrada. Ambas versiones, la riccia y la frolla, son imperdibles si vas a la capital de Campania…pero no es lo único. Otro dulce que no puedes dejar de probar es el babá. Originario de Polonia y adaptado en Francia, llegó a Nápoles en el siglo XIX, donde se adapta definitivamente como napolitano. Es un bizcocho muy suave y esponjoso, remojado de un almíbar de ron. Hoy se puede encontrar con cremas o chocolate encima, pero te animo a probar el original, donde si bien el sabor del ron es intenso, no es altamente alcohólico. Por último, quisiéramos destacar un dulce moderno, en el sentido de que fue creado sólo en 2015: el fiocco di neve (copo de nieve). Su inventor fue Ciro Poppella, de la pasticceria del mismo nombre, y consiste en una especie de bollo de una masa extremadamente suave y delgada, de forma esférica, y rellena de una crema también suave a base de ricota y leche. También existen variedades con rellenos de chocolate y pistacho. El éxito de esta propuesta pastelera ha llevado al fiocco di neve de Poppella a ser otro de los imperdibles si visitas la ciudad. Hay muchos más dulces para probar en Nápoles, como la zeppola di San Giuseppe o la pastiera, por ejemplo. Si eres un amante de los dulces, te invitamos a ver el siguiente video donde te mostramos lo mejor de la pastelería tradicional napolitana. Para conocer más, revisa el nuevo episodio de En Palco Condimenta:
El concepto de foodporn, o comida pornográfica en español, nos lleva a aquellas preparaciones gastronómicas que visualmente nos llaman la atención y que, con alta probabilidad, nos hagan salivar. En términos generales, un producto foodporn está elaborado con la debida atención para que a la vista del comensal sea llamativo y que provoquen en él ganas de comerlo. Esta nueva tendencia gastronómica va muy de la mano de la explosión que han tenido estos últimos años las redes sociales, medios por los cuales promueven cada vez más lugares en los cuales encontrar buena y vistosa comida. La ciudad siciliana de Catania, la segunda más grande de la isla italiana del sur, es conocida como una de las localidades donde la oferta de comida “apetitosa” es amplia. Por ello, en nuestra visita, pasamos a conocer in situ algunos de estos lugares, y a disfrutar de comida de muy buen nivel, salada y dulce, y con un aspecto seductor. Partimos muy temprano a una pastelería que, a pesar de estar lejos del centro de la ciudad, cuenta con dulces muy vistosos. Nos referimos al Panificio La Farina (Via S. Filippo Neri, n°s 34/36). Cuenta con una amplísima oferta de pasteles salados y dulces, especiales para un desayuno, snacks o un almuerzo a la rápida. En el caso de los dulces, se pueden encontrar desde los muy sicilianos cannoli hasta el infaltable de cada desayuno italiano: el cornetto. Todos ellos con espectaculares diseños y muchas alternativas en cuanto a sus rellenos. Para el almuerzo optamos por un sándwich más internacional: la hamburguesa. Para ello fuimos a MeCavaddu (Via Antonino di Sangiuliano, n° 261), en el centro de Catania. La novedad es que todas las hamburguesas ofrecidas pueden ser con carne de caballo, una carne muy popular en esta ciudad. Precios muy buenos, sándwiches con mucha carne y la novedad de probar algo no generalizado en nuestro país. Para tomar nuestra tradicional “once” optamos por Chocofusión (Viale Vittorio Veneto, n° 52). Ubicado cerca de las calles más centrales de Catania, y a pocos metros de la estación del metro “Italia”, Chocofusión es el paraíso de lo dulce: chocolates, tortas, milkshakes, copas de helados monumentales y un largo etc., es la oferta de este lugar. Finalmente, para la cena optamos por Le Tre Farine (Via Gulli, n°4) a pocos pasos de las calles más centrales. Este es un restaurante muy bonito, moderno, y con una oferta gastronómica enfocada a las pastas, las pizzas y las hamburguesas. Probamos uno de sus productos estrella: la pizzaburguer; un monstruo que une carne con cebollas entre dos pizzas enteras. Además de la buena atención, todos sus platos tienen una presentación espectacular, foodporn puro. Y si después de leer, tienes curiosidad de como se ven estos sensacionales productos, te invitamos a ver el siguiente capítulo completo de En Palco Condimenta.
Catania, puerto y ciudad de las más importantes de la isla de Sicilia, no sólo es un destino turístico relevante por su exquisita arquitectura barroca, su cercanía a balnearios de ensueño y al amado/temido volcán Etna, sino también por tener una oferta gastronómica amplia y de las mejores de Italia. Y sí, es posible que lo que acabo de señalar pueda sonar a exageración, ya que, en general, el país europeo cuenta con una gastronomía espectacular conocida en el mundo entero…Pero no, Catania destaca por una grandísima cantidad de restaurantes, trattorias, pizzerías, rosticerías, pastelerías y un largo etc. de locales comerciales donde podrás elegir: carnes, donde destacan los pescados y mariscos y la carne de caballo; ricos pasteles de tradición centenaria; por supuesto pizzas y mucho más. Todo esto en el mejor de los ambientes, entre edificios antiguos y hermosos, en terrazas con mucha buena onda y con la calidez de los sicilianos. Por supuesto, la comida callejera, la también conocida como street food, tiene un lugar relevante en la oferta catanesa. Desde el desayuno hasta la cena existen diversas opciones de pasteles, dulces y salados, que te pueden sacar del apuro con poco presupuesto. Si eres un viajero low cost, tienes poco tiempo y quieres conocer mucho, o simplemente eres un adicto a la comida rápida, a continuación te hablaremos de algunas de las opciones que podrás encontrar en esta entretenida ciudad. Las pastelerías en Catania, generalmente llamados bar o café, las encuentras por todos lados. En la calle principal, la via Etnea, se encuentran las más conocidas. En ellas tendrás la oportunidad de probar dulces sicilianos tradicionales como cannoli y la versión catanese de la cassata siciliana: le Minne di Sant’Agata, en honor al martirio de la santa de la ciudad, a quien en vida le fueron cortados sus pechos (minne). Para el calor, aunque también lo encuentras en invierno, recomendamos la granita siciliana: una bebida helada, más o menos cremosa, con un hielo mucho más fino del granizado que conocemos. En general no se le añade azúcar, por lo cual es tan sano como un jugo natural, en el caso de las frutas, o tomar un rico café italiano sin azúcar. Los más tradicionales son los de almendra y pistachos, ambos productos tradicionales de la isla. Si lo tuyo es lo salado, no solo las pastelerías cuentan con un regimiento de pasteles con carne, quesos, jamón y cuanto relleno existe. También existe muchos locales con productos fritos, ya sea iris (un berlín frito con relleno salado o dulce), empanadas o productos del mar (generalmente vendidos en conos). También negocios especializados en la carne de caballo, la cual es muy típica (y muy consumida) de Catania, con sus tradicionales parrillas. En síntesis, Catania es una ciudad con una oferta gastronómica tan amplia como la de ciudades como Nápoles, Roma o la también siciliana Palermo. Pero si hay algo que la distingue, es su ambiente elegante y a la vez tranquilo, a pesar de ser una gran urbe. No por nada es cada vez más uno de los destinos más visitados por turistas italianos y de todo el mundo. Si quieres conocer más sobre el Street food catanese, te invitamos a ver el siguiente video:
Nápoles es mundialmente conocida por sus exquisitas pizzas (allí fue donde se creó) y por el fanatismo por Diego Armando Maradona. Pero esta ciudad puerto al sur de Roma, capital de la región de Campania, es mucho más que esas referencias a la cultura pop contemporánea. Es un sitio que cuenta con un patrimonio artístico y cultural riquísimo, que da cuenta de siglos de historia que han visto pasar por sus calles a diferentes culturas, gobernantes e inmigrantes de todas las latitudes. Hoy cuenta con el casco histórico más grande del país y uno de los más grandes de toda Europa. Sus calles son únicas, muy características tanto en su urbanismo, su belleza y, también hay que decirlo, su falta de limpieza. El conjunto de todo ello, junto a su gente, por cierto, hace a Nápoles un lugar del cual te enamoras, o no, pero no te dejará indiferente. La comercial via Toledo, en conjunto con el popular barrio Quartieri Spagnoli; Spaccanapoli (la calle que divide en dos el centro de la ciudad); la via dei Tribunali o la via San Gregorio Armeno son imperdibles en una visita a Nápoles. Además de encontrar ahí los mejores lugares para comer, podemos encontrar en ellas y sus alrededores los edificios y curiosidades más simbólicas del Nápoles de ayer y hoy. Al norte de via Toledo se encuentra un barrio que ha renacido en los últimos años y que hoy es extremadamente turístico: Quatieri Spagnoli. Sus calles antiguas, sus tradicionales pizzerías y trattorias, además de personas pasando en moto a velocidades impactantes considerando la cantidad de personas que por ahí transitan, nos muestran un mundo aparte. En este barrio se encuentra otro imperdible, el santuario de Diego Armando Maradona, visitado hoy no sólo por los fanáticos del fútbol, sino por todos quienes arriban a la ciudad. La idolatría por el ex jugador del equipo local, el Napoli FC, trascendió los límites del deporte, siendo considerado hoy un ídolo a la altura del santo patrono de la ciudad, San Gennaro. De hecho ambos comparten múltiples murales que puedes ir descubriendo. Si de San Gennaro se trata, sus reliquias se encuentran en la Catedral de la ciudad (via Duomo n° 147). Pero no es el único edificio religioso que te recomendamos visitar. También en el casco histórico te sugiero visitar las siguientes iglesias que, además de ser muestras de diversos estilos arquitectónicos, contienen en su interior bellísimas obras de arte de incalculable valor (y que puedes apreciar sin pagar nada): la iglesia del Gesú Nuovo (Piazza del Gesù Nuovo n° 2), con sus característicos picos renacentistas en su frontis; la iglesia de Santa Chiara (Via Santa Chiara n° 49), una exquisita muestra de románico y gótico; y la iglesia de San Lorenzo Maggiore (Piazza San Gaetano), a través de la cual puedes acceder a un subterráneo y conocer parte del pasado de la ciudad). Finalmente, hay dos visitas que recomiendo mucho. La primera, ir a la via San Gregorio Armeno, perpendicular a Spaccanapoli y via dei Tribunali. Esta es conocida como la calle de los pesebres, ya que en ella se ubican los talleres de los artesanos que, de manera muy talentosa, producen tanto el pesebre como sus figuritas características. Tras siglos ubicados en el lugar, y habiéndose ganado fama mundial (sus productos son demandados en todo el mundo), es el lugar ideal para comprar un recuerdito, ya que junto con los motivos religiosos, también venden figuritas de personajes de la cultura pop. La segunda visita que recomiendo es el Palacio Real de Nápoles, ubicado en la plaza del Plebiscito (quizás la imagen más característica de la ciudad). Es un edificio que data del siglo XVII, y que hoy es un museo (de pago), que bien vale la pena. Está muy bien conservado (y reconstruido en alguno de sus espacios, ya que sufrió daños en la Segunda Guerra Mundial) y es una excelente muestra del mobiliario y la forma de vida de los monarcas de la época. Si quieres ver imágenes de esta hermosa ciudad y los lugares que te recomendamos, no dudes en ver el nuevo episodio de En Palco Condimenta:
Cefalú es un pequeño municipio al norte de la isla italiana de Sicilia (a sólo un poco más de 1 hora de su capital, Palermo) de apenas unos 15.000 habitantes. Sin embargo, es muy visitado por turistas de todo el mundo y, por cierto, por los mismos sicilianos. Es que Cefalú combina unas playas maravillosas con un casco histórico pequeño, pero hermoso: calles estrechas de piedra, adornadas por pintorescos maceteros coloridos, con el sello de la artesanía siciliana; edificios medievales muy bien conservados son el telón de fondo de centenas de quitasoles de quienes van en familia o en solitario a disfrutar de la cálida arena y el refrescante mar Tirreno. Su casco antiguo se encuentra a un costado de la “rocca”, un imponente cerro que alguna vez albergó un templo antiguo dedicado a la diosa Diana y que posteriormente se transformó en una fortaleza medieval. Ya en época normanda, donde se consolidó su ubicación actual, es decir, a la vera de la “rocca”, se construyó el edificio más importante de la ciudad: su catedral. Ordenada su construcción el año 1131 d. C. por el rey Ruggero II de Sicilia, esta iglesia con aspecto de fortaleza fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco el año 2015. En ella se puede disfrutar de la arquitectura arabo-normanda, característica de esta zona de la isla (al igual que el palacio real de los normandos en Palermo y la famosísima catedral de Monreale), además de exquisitos mosaicos de artesanos bizantinos. Como buen balneario, Cefalú cuenta con una amplia oferta de restaurantes y locales de comida, donde se puede disfrutar de la gastronomía de la región palermitana. Productos típicos como la arancina (con A), el canolo, el sfincione, además de pescados y mariscos, son algunas de las comidas que más fácilmente encontrarás. Para llegar a Cefalú, por supuesto que te sirve el auto, pero te advierto que, en especial en época de verano y los fines de semana, sólo podrás encontrar estacionamiento bien lejos del casco histórico (el cual, por cierto, es peatonal). La otra alternativa es viajar desde Palermo en tren, opción que he utilizado. La estación queda a solo 10 minutos del centro caminando. Ahora bien, recomiendo calzado cómodo para sobrevivir a sus calles empedradas y, en especial, a su calles con pendiente pronunciada. Si te interesa conocer algo más de esta hermosa ciudad, te invito a ver el nuevo capítulo de En Palco Condimenta: