A comienzos de esta semana, In-N-Out, la famosa cadena de hamburguesas originaria de la costa oeste de Estados Unidos, anunció por redes sociales que realizaría un evento exclusivo en Santiago de Chile organizado para el miércoles 10 de abril. En un primer lugar, la noticia parecía falsa por la falta de información, sin embargo, rápidamente el rumor se fue expandiendo por Facebook e Instagram, y para la sorpresa de muchos ¡resultó ser una realidad! El anuncio decía que se estarían sirviendo las famosas Double-Double Burgers, Animal Style Burgers y Protein Style Burgers (con envoltorio de lechuga, sin pan), por lo que asistimos al evento para ver si realmente cumplía con las grandes expectativas. El evento comenzó a las 11 de la mañana, se llevó a cabo en un pub llamado Arcano, ubicado en Gral. Salvo 88, y la asistencia de público fue masiva. La fila fuera del local rodeaba la manzana, por lo que hubo que esperar casi 2 horas para poder conseguir una hamburguesa. Lamentablemente, la cantidad de órdenes era limitada y sólo se podía comprar UN combo por persona. Debido a esto, hubo muchísimas personas que hicieron la fila, pero no alcanzaron a comprar, ya que sólo había 500 hamburguesas disponibles. También, muchos se fueron molestos, porque pensaban que estaban regalando comida o vendiéndose a precios ultra rebajados. Al entrar al local, todo el crew del local estaba vestido con la vestimenta de In-N-Out, para que la experiencia fuese completa. Además, pudimos conversar con uno de los chefs estadounidenses originales del local, que nos contó lo felices que estaban por la gran aceptación del público chileno, sin embargo, confirmó que este tipo de eventos se realizan para poder difundir la marca a nivel internacional, y no para buscar interesados en franquicias. Por lo tanto, malas noticias, In-N-Out no llegará a Chile en el corto plazo. Disponible sólo en algunos estados de Estados Unidos, como California, por ejemplo, cabe destacar que no es la primera vez que un evento de este tipo se realiza en nuestro país, la reconocida cadena estadounidense ya había incursionado en el mercado chileno antes, siendo la última de ellas en julio de 2014. Respecto a la comida, yo pedí un Double-Double Burger (una de las más famosas), con chips y una bebida. Todo el combo salió $10.500, lo que puede ser algo caro para una cadena de comida rápida, considerando que hay combos de Carls Jr., por ejemplo, que no salen más de 10 mil pesos. Por otro lado, las papas fritas no eran las tradicionales, sino simples chips, que definitivamente no valen $2.000. De todas maneras, la hamburguesa estaba deliciosa, con buen tamaño, productos frescos y gran calidad. Si no fuese por la eterna espera y los altos precios, quizás hubiese sido una experiencia mucho más memorable. Otro dato interesante es que en el local estaban vendiendo gorros y poleras de la franquicia.
Huyendo del calor de la capital, nos arrancamos un fin de semana hacia la Perla del Norte chileno, Antofagasta. Ubicada a menos de 2 horas de Santiago en avión, la ciudad cuenta con extensas playas, cielos privilegiados, recuerdos de un pasado salitrero, hermosos paisajes y exquisita gastronomía, lo que la convierte en una opción ideal para quienes buscan un lugar donde descansar, comer rico, conocer más sobre la historia chilena y -por supuesto- pasear. Nosotros llegamos muy temprano en la mañana al Aeropuerto Andrés Sabella, que está muy bien mantenido y se nota que ha sido modernizado con el tiempo. Desde allí tomamos un taxi que por -aproximadamente- $25 mil pesos nos dejó en nuestro hotel (aunque el Uber era un poco más barato, entre $17 y $19 mil pesos). La ruta desde el aeropuerto es bastante extensa, hay una enorme costanera que cruza prácticamente toda la ciudad y se puede ir viendo el mar. El lugar que seleccionamos para hospedarnos en esta oportunidad fue el Hotel NH Antofagasta. Un recinto de gran calidad y con excelente servicio, cuenta con desayuno, servicio a la habitación, piscina e -incluso- gimnasio para la comunidad. Respecto a la comida, el desayuno tiene una enorme variedad de productos, desde pasteles, postres, fruta, pan, huevo revuelto, café, té, jugos, etc. El edificio está ubicado en Av. Ejército 01151, no está muy cerca del centro, pero se trata de un barrio repleto de bares y restaurantes que comienzan a funcionar durante la tarde, además el balneario principal de Antofagasta está a 15 minutos caminando. A sólo algunos pasos desde nuestro lugar de descanso se encuentran las tradicionales Ruinas de Huanchaca, uno de los monumentos históricos más importantes de la ciudad y el país. Se trata de un museo construído en los vestigios de una antigua fundición de plata que data de 1873. Se puede caminar hasta las Ruinas y disfrutar de la vista para sacar geniales fotografías. También hay un Museo Interactivo en el que se puede profundizar sobre la historia del monumento. Cerca de las ruinas se encuentra la hermosa Capilla Militar Nuestra Señora del Carmen, conocida como “Casa de Piedra”, que formaba parte del conjunto industrial. Por supuesto, para quienes desean aprovechar el sol y darse un buen chapuzón, Antofagasta destaca por sus playas. El Balneario Municipal se encuentra en el sector centro-sur de la ciudad, es la primera playa artificial construida en la comuna y se caracteriza por la gran cantidad de servicios que dispone y por tener gran seguridad debido a su escaso oleaje. En su entorno los visitantes pueden disfrutar de restaurantes, canchas deportivas y un paseo peatonal. En antaño existía una balsa con capacidad para 50 bañistas en medio del mar, sin embargo, desgraciadamente ya no está disponible. Otras playas de la ciudad son el Balneario Trocadero, la hermosa Hornitos, Playa Las Almejas y la Playa Paraíso. Si lo tuyo es la historia y la arquitectura, la Plaza Colón y el centro histórico de Antofagasta son destinos imprescindibles. En medio de la plaza se encuentra el reloj donado por la Corona de Inglaterra, conocido como el Big Ben réplica, que suena cada hora. También alrededor hay monumentos de España, Inglaterra y América donados por sus colonias correspondientes. El kiosco croata también es parte del patrimonio nacional. Una tradición de los visitantes es tomarse una foto sobre la estatua del león. Este sector permite descansar bajo las sombrillas de los árboles durante todo el año, aunque hay muchas palomas que mantienen el sector algo sucio. Desde la plaza se puede visitar la Catedral, el Cuartel General de Bomberos y la Biblioteca Pública que quedan frente a ella. No olvidar pasar por debajo de la pérgola para cumplir la leyenda que dice que te permitirá volver a Antofagasta algún día. En el casco histórico se puede visitar también el Museo Regional, la Estación de Ferrocarril Antofagasta - Bolivia, la hermosa Casa Gibbs (con su fascinante mural) o la Primera Gobernación, cada uno de ellos instalados en edificios patrimoniales muy bien conservados. Pero eso no es todo, porque muy cerca del centro de la ciudad, en plena costanera se encuentra el hermoso Muelle Melbourne y Clarke, donde se pueden tomar hermosas fotografías con el cielo despejado y el cristalino mar. Lo mejor de todo es que muy cerca está el popular Terminal Pesquero, que cuenta con 28 locales comerciales dedicados a la venta de pescados y mariscos frescos, naturales y de excelente calidad. Allí se pueden encontrar exquisitos platos de comida como ceviches, empanadas de mariscos y pescados de todo tipo. Si te interesa saber más sobre la oferta culinaria de Antofagasta te invitamos a que veas nuestro En Palco Condimenta donde hacemos un pequeño repaso por algunas de las picadas que encontramos durante nuestro paseo. Obviamente Antofagasta es mucho más: está La Portada (se recomienda ir en vehículo, porque queda un poco alejada del centro), la Mano del Desierto, salares, observatorios astronómicos, entre otras actividades para los viajeros. Esperamos poder regresar a La Perla del Norte para seguir disfrutando de sus atractivos. A continuación, puedes revisar el nuevo capítulo de En Palco Condimenta realizado en la ciudad de Antofagasta.
Ubicada al interior de la región de Valparaíso y a casi dos horas de Santiago (y menos de una hora de Viña de Mar), Olmué es considerada capital folclórica del país, y es reconocida por sus restaurantes típicos, clima cálido, artesanía, cabañas y tranquilidad, además de parques y monumentos. Quizás sea una propuesta diferente a otras ciudades de la región que están ubicadas más cerca de la costa, sin embargo, allí radica su encanto: se trata de una opción ideal para descansar, pasar unas vacaciones en tranquilidad y recorrer las bellezas de la naturaleza. Además, como cada verano, la comuna se llena de visitantes y turistas que están interesados en celebrar una de las fiestas folclóricas más importantes del país, el Festival del Huaso de Olmué, por ello nos escapamos un fin de semana y recorrimos un poco la zona en busca de lugares para comer rico y a precios accesibles. Y aunque los restaurantes por allí no suelen ser muy baratos, siempre hay algunas “picadas” que sorprenden. CAFÉ DEL PATIO PATAGUAL Esta cafetería está ubicada en una especie de boulevard que queda entre la Plaza de Los Caballos y la Plaza de Armas. En ella se pueden encontrar pasteles, galletas, café, bebidas y -especialmente- helados. Son de muy buena calidad, con sabores naturales y a muy buen precio. Ideal para los amantes de los postres. Se puede comprar para llevar y también tienen una terraza donde los clientes se pueden sentar y compartir. JUGOS NATURALES Olmué es famosa por sus altas temperaturas en verano, así que seguramente estarás sediento en poco tiempo. Afortunadamente frente a la Plaza de Armas hay un carrito tradicional que vende jugos, granizados, mote con huesillo, smoothies y batidos preparados con fruta natural y en el momento. Tienen muy buen tamaño y un precio bastante accesible. DONDE PERTO Por supuesto, quienes viajan a Olmué buscan opciones “chilenas” y comida típica nacional, y uno de los locales más antiguos y reconocidos de la zona es “Donde Perto”. En pleno centro, este restaurante es bastante amplio y tiene varias mesas donde poder sentarse si vas acompañado. Tiene comida chilena de gran calidad como pernil, costillar, cazuela, carne al jugo, conejo, pastel de choclo y mucho más. Además, cuenta con una gran variedad de empanadas de horno, donde la “de pino” es la favorita, pero también hay opciones más gourmet, como le de tomate, albahaca y queso de cabra. Exquisita. Incluso es posible comprar pan amasado. EL ITALIANO Los amantes de las papas fritas, los completos, pizzas y sándwiches en general también podrán disfrutar de la comida frente a la Plaza de Armas, porque allí se encuentra “El Italiano”. Un foodtruck ubicado en una esquina que tiene gran variedad de opciones de comida rápida a buen precio. Hay papas pequeñas y grandes, salchipapas, completos, churrascos y lomitos para llevar o para comer en las pocas mesas que hay dispuestas a público. Si te interesa seguir profundizando en las exquisiteces y “picadas” de Olmué, te invitamos a revisar el video que preparamos en nuestro canal de YouTube. Velo a continuación:
Hace más de una década, la gran mayoría de los chilenos conocíamos poco de Venezuela. Si le preguntaban al ciudadano de a pie, seguramente hubiese nombrado sus clásicas teleseries, exitosos cantantes, las “misses” y la palabra “chévere”. También como olvidar la caída estrepitosa de 'Cheíto' (actor Manuel Carrillo) en el programa Siempre Lunes el año 1989… Pero de sus platos y sándwiches típicos poco sabíamos, hasta ahora. Para nadie es un misterio que desde un tiempo a esta parte se han multiplicado locales y restaurantes de comida venezolana en Chile. Y la verdad, la gastronomía del país del norte de nuestro subcontinente ofrece productos que se caracterizan por utilizar diversos ingredientes, todos ellos ofrecidos en un punto en que realzan sus sabores. Una especie de mestizaje culinario que abraza las costumbres de los nativos precoloniales, la conquista española y la inmigración en épocas más contemporáneas. Además hacer notar que, generalmente, son muy buenos para utilizar salsas preparadas con sabores fuertes (ajo, picante, ciboulette, entre otros), lo que lleva irremediablemente, al probar alguno de sus platos o sándwich tradicionales, a experimentar una auténtica explosión de sabor. Quizás una de los alimentos más reconocidos es la Arepa, hecha con masa de maíz y de aspecto redondo y plano, que también es muy consumida en la vecina Colombia. Por su parte, la Cachapa, que también es a base maíz (en este caso dulce) y de origen precolombino, es un plato típico venezolano muy reconocido que generalmente se presenta con una gran cantidad de queso (de mano y llanero) y, para hacerlo más contundente aún, con carne, ya sea mechada o de cochino (cerdo) frito. En materia de comida callejera cuentan con el Perro Caliente, el primo hermano de nuestro querido y siempre necesario completo, del panchito argentino y del hot dog típico de EE.UU. En el caso venezolano, la salchicha en un pan alargado puede llevar una infinidad de ingredientes, como queso, tocineta (tocino), maíz, cebolla, etc. Suelen comerlo con varios tipos de salsas a la vez y los venden mucho en carritos callejeros. El otro estandarte del Street Food venezolano es el Pepito, el cual también es un pan alargado, generalmente más duro que el del perro caliente, que alberga en su interior uno, dos o infinitos tipos de carne (pollo, res, cerdo, tocino), con queso llanero, verduras y la exquisita tajada (lámina de plátano frito), entre otros. El límite es lo que tengas a mano. Finalmente, el Pabellón Criollo es quizás, el plato más tradicional de la comida venezolana, el platillo nacional. Es una preparación que combina diversos ingredientes y que en su presentación se muestra con una variedad de colores: arroz blanco, carne mechada, caraotas (poroto negro), tajadas de plátano fritas. Por supuesto existen versiones que agregan otros ingredientes a este multiplato, como puede ser queso o huevo frito. Si quieres conocer un poco más sobre estas exquisiteces y cumplir así con la máxima de que “la comida entra por los ojos”, te invito a ver el siguiente video donde mostramos sabrosos ejemplos de la comida venezolana. No te pierdas un nuevo capítulo de En Palco Condimenta, en el que visitamos algunos locales en Viña del Mar y Valparaíso.
La Navidad es una celebración que ha trascendido al mundo cristiano y que hoy es motivo de reunión familiar independiente de las creencias personales. Por supuesto que las primeras manifestaciones y tradiciones se originaron en la Europa cristiana medieval, muchas de las cuales, con más o menos modificaciones, se practican hasta el día de hoy. Algunas de ellas, por cierto, tras el descubrimiento y conquista del Nuevo Mundo, se trasladaron a lo que hoy reconocemos como Latinoamérica, por lo que muchas de estas las podemos reconocer hoy como propias o, al menos, no muy lejanas. Queremos presentar una pequeña muestra de la tradición repostera de algunos países del Viejo Continente, primero para que aprendamos un poco más sobre la cultura navideña, pero también, y a modo de sugerencia, tener nuevas alternativas para endulzar nuestros hogares, a grandes y a chicos, con deliciosas recetas que si no las conoces aún, te las presentaremos a continuación. En España es tradicional comer Turrón en las fiestas de fin de año. Los hay duros, blandos, de mazapán, etc. Este dulce que llega desde Oriente con los árabes en el siglo VIII d. C. prontamente fue adoptado por los habitantes de la Península Ibérica, y en el siglo XVI comenzó a ser considerado una golosina que no podía faltar en época navideña. Los más tradicionales, a base de miel, clara de huevo y almendras también llegaron a nuestra Latinoamérica, por lo que hoy es un dulce muy en esta región. Por su parte, en Italia es costumbre comer en estas fechas el Panettone, un pan dulce con pasas y frutas confitadas con una masa similar al pan brioche, con forma cilíndrica. La leyenda indica que fue creado en la ciudad de Milán en el siglo XVI, tiempo desde el cual es una institución en las mesas en tiempos de Navidad. Con la inmigración italiana, hoy es conocido en buena parte del mundo; en el caso de Latinoamérica, es muy consumido en países como Brasil y Perú. Más al norte, y también con una rica tradición navideña, Alemania tiene un pan dulce para estas celebraciones. Hablamos del Stollen, también relleno con pasas, frutas confitadas, pero también con trozos de frutos secos. Con una masa más densa que el panettone (entre sus ingredientes incorpora levadura, leche y huevos), comparte con el dulce italiano el ser primo de nuestro pan de pascua. Su origen esta documentado en el siglo XIV, pero es solo 150 años después que toma su forma actual, la de representar al Niño Jesús en pañales, en la ciudad de Dresden. En la histórica Grecia, es común que en estas fechas las personas cocinen o compren dos tipos de galletas que no pueden faltar en las mesas en diciembre. Nos referimos a las Kourabiedes y a las Melomakáronas. Las kourabiedes son galletas de mantequilla y almendra, a las cuales se les espolvorea azúcar flor (glass). Se dice que se cocinaban en la Antigüedad en Persia, continuó su camino en Asia Menor y que tras las persecuciones del Imperio Otomano en contra de los griegos que habitaban esa región, estos llegaron a la actual Grecia con la receta. Por su parte, las melomakáronas son galletas de miel con canela, remojadas en sirope; también consumidas en estas fechas desde hace mucho tiempo. Finalmente presentamos los Fritule, unas masas fritas similar a los buñuelos, muy características de Croacia. En el país balcánico se pueden encontrar como postre todo el año, pero no pueden faltar en la Navidad. Se aromatizan con licor y/o con cítricos, y se presentan con azúcar flor. Es muy rico comerlas con mermelada, manjar o chocolate. Si quieres conocer más de estos dulces navideños, te dejamos el video en Youtube de nuestro portal con el especial navideño de En Palco Condimenta, donde podrás saber más sobre estas delicias. ¡¡¡Feliz Navidad!!!
A comienzos de esta semana, In-N-Out, la famosa cadena de hamburguesas originaria de la costa oeste de Estados Unidos, anunció por redes sociales que realizaría un evento exclusivo en Santiago de Chile organizado para el miércoles 10 de abril. En un primer lugar, la noticia parecía falsa por la falta de información, sin embargo, rápidamente el rumor se fue expandiendo por Facebook e Instagram, y para la sorpresa de muchos ¡resultó ser una realidad! El anuncio decía que se estarían sirviendo las famosas Double-Double Burgers, Animal Style Burgers y Protein Style Burgers (con envoltorio de lechuga, sin pan), por lo que asistimos al evento para ver si realmente cumplía con las grandes expectativas. El evento comenzó a las 11 de la mañana, se llevó a cabo en un pub llamado Arcano, ubicado en Gral. Salvo 88, y la asistencia de público fue masiva. La fila fuera del local rodeaba la manzana, por lo que hubo que esperar casi 2 horas para poder conseguir una hamburguesa. Lamentablemente, la cantidad de órdenes era limitada y sólo se podía comprar UN combo por persona. Debido a esto, hubo muchísimas personas que hicieron la fila, pero no alcanzaron a comprar, ya que sólo había 500 hamburguesas disponibles. También, muchos se fueron molestos, porque pensaban que estaban regalando comida o vendiéndose a precios ultra rebajados. Al entrar al local, todo el crew del local estaba vestido con la vestimenta de In-N-Out, para que la experiencia fuese completa. Además, pudimos conversar con uno de los chefs estadounidenses originales del local, que nos contó lo felices que estaban por la gran aceptación del público chileno, sin embargo, confirmó que este tipo de eventos se realizan para poder difundir la marca a nivel internacional, y no para buscar interesados en franquicias. Por lo tanto, malas noticias, In-N-Out no llegará a Chile en el corto plazo. Disponible sólo en algunos estados de Estados Unidos, como California, por ejemplo, cabe destacar que no es la primera vez que un evento de este tipo se realiza en nuestro país, la reconocida cadena estadounidense ya había incursionado en el mercado chileno antes, siendo la última de ellas en julio de 2014. Respecto a la comida, yo pedí un Double-Double Burger (una de las más famosas), con chips y una bebida. Todo el combo salió $10.500, lo que puede ser algo caro para una cadena de comida rápida, considerando que hay combos de Carls Jr., por ejemplo, que no salen más de 10 mil pesos. Por otro lado, las papas fritas no eran las tradicionales, sino simples chips, que definitivamente no valen $2.000. De todas maneras, la hamburguesa estaba deliciosa, con buen tamaño, productos frescos y gran calidad. Si no fuese por la eterna espera y los altos precios, quizás hubiese sido una experiencia mucho más memorable. Otro dato interesante es que en el local estaban vendiendo gorros y poleras de la franquicia.
Huyendo del calor de la capital, nos arrancamos un fin de semana hacia la Perla del Norte chileno, Antofagasta. Ubicada a menos de 2 horas de Santiago en avión, la ciudad cuenta con extensas playas, cielos privilegiados, recuerdos de un pasado salitrero, hermosos paisajes y exquisita gastronomía, lo que la convierte en una opción ideal para quienes buscan un lugar donde descansar, comer rico, conocer más sobre la historia chilena y -por supuesto- pasear. Nosotros llegamos muy temprano en la mañana al Aeropuerto Andrés Sabella, que está muy bien mantenido y se nota que ha sido modernizado con el tiempo. Desde allí tomamos un taxi que por -aproximadamente- $25 mil pesos nos dejó en nuestro hotel (aunque el Uber era un poco más barato, entre $17 y $19 mil pesos). La ruta desde el aeropuerto es bastante extensa, hay una enorme costanera que cruza prácticamente toda la ciudad y se puede ir viendo el mar. El lugar que seleccionamos para hospedarnos en esta oportunidad fue el Hotel NH Antofagasta. Un recinto de gran calidad y con excelente servicio, cuenta con desayuno, servicio a la habitación, piscina e -incluso- gimnasio para la comunidad. Respecto a la comida, el desayuno tiene una enorme variedad de productos, desde pasteles, postres, fruta, pan, huevo revuelto, café, té, jugos, etc. El edificio está ubicado en Av. Ejército 01151, no está muy cerca del centro, pero se trata de un barrio repleto de bares y restaurantes que comienzan a funcionar durante la tarde, además el balneario principal de Antofagasta está a 15 minutos caminando. A sólo algunos pasos desde nuestro lugar de descanso se encuentran las tradicionales Ruinas de Huanchaca, uno de los monumentos históricos más importantes de la ciudad y el país. Se trata de un museo construído en los vestigios de una antigua fundición de plata que data de 1873. Se puede caminar hasta las Ruinas y disfrutar de la vista para sacar geniales fotografías. También hay un Museo Interactivo en el que se puede profundizar sobre la historia del monumento. Cerca de las ruinas se encuentra la hermosa Capilla Militar Nuestra Señora del Carmen, conocida como “Casa de Piedra”, que formaba parte del conjunto industrial. Por supuesto, para quienes desean aprovechar el sol y darse un buen chapuzón, Antofagasta destaca por sus playas. El Balneario Municipal se encuentra en el sector centro-sur de la ciudad, es la primera playa artificial construida en la comuna y se caracteriza por la gran cantidad de servicios que dispone y por tener gran seguridad debido a su escaso oleaje. En su entorno los visitantes pueden disfrutar de restaurantes, canchas deportivas y un paseo peatonal. En antaño existía una balsa con capacidad para 50 bañistas en medio del mar, sin embargo, desgraciadamente ya no está disponible. Otras playas de la ciudad son el Balneario Trocadero, la hermosa Hornitos, Playa Las Almejas y la Playa Paraíso. Si lo tuyo es la historia y la arquitectura, la Plaza Colón y el centro histórico de Antofagasta son destinos imprescindibles. En medio de la plaza se encuentra el reloj donado por la Corona de Inglaterra, conocido como el Big Ben réplica, que suena cada hora. También alrededor hay monumentos de España, Inglaterra y América donados por sus colonias correspondientes. El kiosco croata también es parte del patrimonio nacional. Una tradición de los visitantes es tomarse una foto sobre la estatua del león. Este sector permite descansar bajo las sombrillas de los árboles durante todo el año, aunque hay muchas palomas que mantienen el sector algo sucio. Desde la plaza se puede visitar la Catedral, el Cuartel General de Bomberos y la Biblioteca Pública que quedan frente a ella. No olvidar pasar por debajo de la pérgola para cumplir la leyenda que dice que te permitirá volver a Antofagasta algún día. En el casco histórico se puede visitar también el Museo Regional, la Estación de Ferrocarril Antofagasta - Bolivia, la hermosa Casa Gibbs (con su fascinante mural) o la Primera Gobernación, cada uno de ellos instalados en edificios patrimoniales muy bien conservados. Pero eso no es todo, porque muy cerca del centro de la ciudad, en plena costanera se encuentra el hermoso Muelle Melbourne y Clarke, donde se pueden tomar hermosas fotografías con el cielo despejado y el cristalino mar. Lo mejor de todo es que muy cerca está el popular Terminal Pesquero, que cuenta con 28 locales comerciales dedicados a la venta de pescados y mariscos frescos, naturales y de excelente calidad. Allí se pueden encontrar exquisitos platos de comida como ceviches, empanadas de mariscos y pescados de todo tipo. Si te interesa saber más sobre la oferta culinaria de Antofagasta te invitamos a que veas nuestro En Palco Condimenta donde hacemos un pequeño repaso por algunas de las picadas que encontramos durante nuestro paseo. Obviamente Antofagasta es mucho más: está La Portada (se recomienda ir en vehículo, porque queda un poco alejada del centro), la Mano del Desierto, salares, observatorios astronómicos, entre otras actividades para los viajeros. Esperamos poder regresar a La Perla del Norte para seguir disfrutando de sus atractivos. A continuación, puedes revisar el nuevo capítulo de En Palco Condimenta realizado en la ciudad de Antofagasta.
Ubicada al interior de la región de Valparaíso y a casi dos horas de Santiago (y menos de una hora de Viña de Mar), Olmué es considerada capital folclórica del país, y es reconocida por sus restaurantes típicos, clima cálido, artesanía, cabañas y tranquilidad, además de parques y monumentos. Quizás sea una propuesta diferente a otras ciudades de la región que están ubicadas más cerca de la costa, sin embargo, allí radica su encanto: se trata de una opción ideal para descansar, pasar unas vacaciones en tranquilidad y recorrer las bellezas de la naturaleza. Además, como cada verano, la comuna se llena de visitantes y turistas que están interesados en celebrar una de las fiestas folclóricas más importantes del país, el Festival del Huaso de Olmué, por ello nos escapamos un fin de semana y recorrimos un poco la zona en busca de lugares para comer rico y a precios accesibles. Y aunque los restaurantes por allí no suelen ser muy baratos, siempre hay algunas “picadas” que sorprenden. CAFÉ DEL PATIO PATAGUAL Esta cafetería está ubicada en una especie de boulevard que queda entre la Plaza de Los Caballos y la Plaza de Armas. En ella se pueden encontrar pasteles, galletas, café, bebidas y -especialmente- helados. Son de muy buena calidad, con sabores naturales y a muy buen precio. Ideal para los amantes de los postres. Se puede comprar para llevar y también tienen una terraza donde los clientes se pueden sentar y compartir. JUGOS NATURALES Olmué es famosa por sus altas temperaturas en verano, así que seguramente estarás sediento en poco tiempo. Afortunadamente frente a la Plaza de Armas hay un carrito tradicional que vende jugos, granizados, mote con huesillo, smoothies y batidos preparados con fruta natural y en el momento. Tienen muy buen tamaño y un precio bastante accesible. DONDE PERTO Por supuesto, quienes viajan a Olmué buscan opciones “chilenas” y comida típica nacional, y uno de los locales más antiguos y reconocidos de la zona es “Donde Perto”. En pleno centro, este restaurante es bastante amplio y tiene varias mesas donde poder sentarse si vas acompañado. Tiene comida chilena de gran calidad como pernil, costillar, cazuela, carne al jugo, conejo, pastel de choclo y mucho más. Además, cuenta con una gran variedad de empanadas de horno, donde la “de pino” es la favorita, pero también hay opciones más gourmet, como le de tomate, albahaca y queso de cabra. Exquisita. Incluso es posible comprar pan amasado. EL ITALIANO Los amantes de las papas fritas, los completos, pizzas y sándwiches en general también podrán disfrutar de la comida frente a la Plaza de Armas, porque allí se encuentra “El Italiano”. Un foodtruck ubicado en una esquina que tiene gran variedad de opciones de comida rápida a buen precio. Hay papas pequeñas y grandes, salchipapas, completos, churrascos y lomitos para llevar o para comer en las pocas mesas que hay dispuestas a público. Si te interesa seguir profundizando en las exquisiteces y “picadas” de Olmué, te invitamos a revisar el video que preparamos en nuestro canal de YouTube. Velo a continuación:
Hace más de una década, la gran mayoría de los chilenos conocíamos poco de Venezuela. Si le preguntaban al ciudadano de a pie, seguramente hubiese nombrado sus clásicas teleseries, exitosos cantantes, las “misses” y la palabra “chévere”. También como olvidar la caída estrepitosa de 'Cheíto' (actor Manuel Carrillo) en el programa Siempre Lunes el año 1989… Pero de sus platos y sándwiches típicos poco sabíamos, hasta ahora. Para nadie es un misterio que desde un tiempo a esta parte se han multiplicado locales y restaurantes de comida venezolana en Chile. Y la verdad, la gastronomía del país del norte de nuestro subcontinente ofrece productos que se caracterizan por utilizar diversos ingredientes, todos ellos ofrecidos en un punto en que realzan sus sabores. Una especie de mestizaje culinario que abraza las costumbres de los nativos precoloniales, la conquista española y la inmigración en épocas más contemporáneas. Además hacer notar que, generalmente, son muy buenos para utilizar salsas preparadas con sabores fuertes (ajo, picante, ciboulette, entre otros), lo que lleva irremediablemente, al probar alguno de sus platos o sándwich tradicionales, a experimentar una auténtica explosión de sabor. Quizás una de los alimentos más reconocidos es la Arepa, hecha con masa de maíz y de aspecto redondo y plano, que también es muy consumida en la vecina Colombia. Por su parte, la Cachapa, que también es a base maíz (en este caso dulce) y de origen precolombino, es un plato típico venezolano muy reconocido que generalmente se presenta con una gran cantidad de queso (de mano y llanero) y, para hacerlo más contundente aún, con carne, ya sea mechada o de cochino (cerdo) frito. En materia de comida callejera cuentan con el Perro Caliente, el primo hermano de nuestro querido y siempre necesario completo, del panchito argentino y del hot dog típico de EE.UU. En el caso venezolano, la salchicha en un pan alargado puede llevar una infinidad de ingredientes, como queso, tocineta (tocino), maíz, cebolla, etc. Suelen comerlo con varios tipos de salsas a la vez y los venden mucho en carritos callejeros. El otro estandarte del Street Food venezolano es el Pepito, el cual también es un pan alargado, generalmente más duro que el del perro caliente, que alberga en su interior uno, dos o infinitos tipos de carne (pollo, res, cerdo, tocino), con queso llanero, verduras y la exquisita tajada (lámina de plátano frito), entre otros. El límite es lo que tengas a mano. Finalmente, el Pabellón Criollo es quizás, el plato más tradicional de la comida venezolana, el platillo nacional. Es una preparación que combina diversos ingredientes y que en su presentación se muestra con una variedad de colores: arroz blanco, carne mechada, caraotas (poroto negro), tajadas de plátano fritas. Por supuesto existen versiones que agregan otros ingredientes a este multiplato, como puede ser queso o huevo frito. Si quieres conocer un poco más sobre estas exquisiteces y cumplir así con la máxima de que “la comida entra por los ojos”, te invito a ver el siguiente video donde mostramos sabrosos ejemplos de la comida venezolana. No te pierdas un nuevo capítulo de En Palco Condimenta, en el que visitamos algunos locales en Viña del Mar y Valparaíso.
La Navidad es una celebración que ha trascendido al mundo cristiano y que hoy es motivo de reunión familiar independiente de las creencias personales. Por supuesto que las primeras manifestaciones y tradiciones se originaron en la Europa cristiana medieval, muchas de las cuales, con más o menos modificaciones, se practican hasta el día de hoy. Algunas de ellas, por cierto, tras el descubrimiento y conquista del Nuevo Mundo, se trasladaron a lo que hoy reconocemos como Latinoamérica, por lo que muchas de estas las podemos reconocer hoy como propias o, al menos, no muy lejanas. Queremos presentar una pequeña muestra de la tradición repostera de algunos países del Viejo Continente, primero para que aprendamos un poco más sobre la cultura navideña, pero también, y a modo de sugerencia, tener nuevas alternativas para endulzar nuestros hogares, a grandes y a chicos, con deliciosas recetas que si no las conoces aún, te las presentaremos a continuación. En España es tradicional comer Turrón en las fiestas de fin de año. Los hay duros, blandos, de mazapán, etc. Este dulce que llega desde Oriente con los árabes en el siglo VIII d. C. prontamente fue adoptado por los habitantes de la Península Ibérica, y en el siglo XVI comenzó a ser considerado una golosina que no podía faltar en época navideña. Los más tradicionales, a base de miel, clara de huevo y almendras también llegaron a nuestra Latinoamérica, por lo que hoy es un dulce muy en esta región. Por su parte, en Italia es costumbre comer en estas fechas el Panettone, un pan dulce con pasas y frutas confitadas con una masa similar al pan brioche, con forma cilíndrica. La leyenda indica que fue creado en la ciudad de Milán en el siglo XVI, tiempo desde el cual es una institución en las mesas en tiempos de Navidad. Con la inmigración italiana, hoy es conocido en buena parte del mundo; en el caso de Latinoamérica, es muy consumido en países como Brasil y Perú. Más al norte, y también con una rica tradición navideña, Alemania tiene un pan dulce para estas celebraciones. Hablamos del Stollen, también relleno con pasas, frutas confitadas, pero también con trozos de frutos secos. Con una masa más densa que el panettone (entre sus ingredientes incorpora levadura, leche y huevos), comparte con el dulce italiano el ser primo de nuestro pan de pascua. Su origen esta documentado en el siglo XIV, pero es solo 150 años después que toma su forma actual, la de representar al Niño Jesús en pañales, en la ciudad de Dresden. En la histórica Grecia, es común que en estas fechas las personas cocinen o compren dos tipos de galletas que no pueden faltar en las mesas en diciembre. Nos referimos a las Kourabiedes y a las Melomakáronas. Las kourabiedes son galletas de mantequilla y almendra, a las cuales se les espolvorea azúcar flor (glass). Se dice que se cocinaban en la Antigüedad en Persia, continuó su camino en Asia Menor y que tras las persecuciones del Imperio Otomano en contra de los griegos que habitaban esa región, estos llegaron a la actual Grecia con la receta. Por su parte, las melomakáronas son galletas de miel con canela, remojadas en sirope; también consumidas en estas fechas desde hace mucho tiempo. Finalmente presentamos los Fritule, unas masas fritas similar a los buñuelos, muy características de Croacia. En el país balcánico se pueden encontrar como postre todo el año, pero no pueden faltar en la Navidad. Se aromatizan con licor y/o con cítricos, y se presentan con azúcar flor. Es muy rico comerlas con mermelada, manjar o chocolate. Si quieres conocer más de estos dulces navideños, te dejamos el video en Youtube de nuestro portal con el especial navideño de En Palco Condimenta, donde podrás saber más sobre estas delicias. ¡¡¡Feliz Navidad!!!