“Amores Compartidos” es una comedia adulta –y a ratos absurda– sobre la poligamia, el amor y la rutina familiar. Escrita y protagonizada por Michael Angelo Covino (también director) y Kyle Marvin, la película se siente hecha a su medida: la complicidad entre ambos y sus interpretaciones sostienen gran parte de la historia. A ellos se suman dos actrices carismáticas y reconocidas: Dakota Johnson y Adria Arjona. Carey (Marvin) es un profesor de educación física, sensible y enamorado de su insaciable esposa Ashley (Arjona), con quien lleva poco tiempo casado. Camino a una escapada romántica, ella le confiesa que lo ha engañado y que quiere separarse para vivir nuevas experiencias. La revelación desarma a Carey, quien reacciona con una rabieta casi infantil. Sin rumbo, termina en la casa de su mejor amigo, Paul (Covino), un empresario seductor y enigmático. Con él conviven su hijo peculiar y su esposa Julie (Johnson), siempre amable y comprensiva. Cuando Carey busca consejos para salvar su matrimonio, Paul y Julie le confiesan que llevan una relación abierta porque creen que la monogamia no es natural. Desde entonces, nada volverá a ser igual para ninguna de las parejas. Una temática seria y adulta contada con gracia y -a ratos- casi de manera infantil, adentrándose más en la psicología masculina y en las carencias que los hombres enfrentan de cara a una relación. Con diálogos agudos y una mezcla de comedia física y reflexión emocional, esta película independiente es una grata sorpresa que divierte de principio a fin, recordándonos que muchas veces las parejas fracasan por la falta de comunicación y por intentar llenar las expectativas del otro desde una mirada egoísta. En cines chilenos desde el 18 de septiembre.
A simple vista, “Amores Materialistas” (“Materialists”) podría parecer la típica comedia romántica: un reparto atractivo, una trama que orbita el amor moderno y cierto aire de superficialidad. Pero basta avanzar unos minutos para descubrir que estamos ante algo mucho más complejo. La nueva película de Celine Song, quien deslumbró con Vidas Pasadas en 2023, es -en realidad- un inteligente drama disfrazado de comedia ligera, lleno de sensibilidad, diálogos agudos y emociones contenidas. Protagonizada por Dakota Johnson, Chris Evans y Pedro Pascal, la película saca lo mejor de tres actores conocidos por sus papeles en grandes producciones, pero pocas veces reconocidos por su profundidad interpretativa. Aquí, bajo la dirección de Song, entregan interpretaciones frágiles, honestas y sorprendentemente contenidas, alejadas del artificio del blockbuster. En “Amores Materialistas” seguimos a Lucy (Johnson), una casamentera de Nueva York que ha hecho carrera uniendo parejas según parámetros como el estatus, los ingresos y la apariencia. Su trabajo es exitoso, pero su vida amorosa es un desastre. Todo se complica cuando conoce a Harry (Pascal), un millonario encantador que parece el candidato perfecto según su propio sistema, y al mismo tiempo reaparece John (Evans), su ex, un actor en decadencia con quien aún mantiene una conexión emocional real. Lo que parte como una clásica historia de triángulo amoroso, pronto se convierte en un retrato mucho más honesto y complejo sobre cómo amamos, por qué elegimos a ciertas personas y cuánto de eso tiene que ver con lo que esperamos recibir a cambio. A medida que la protagonista ve desmoronarse su lógica transaccional del amor, empieza a entender que quizás la verdadera conexión no se puede calcular. La fotografía, nuevamente a cargo de Shabier Kirchner, aporta una calidez envolvente, con una iluminación tenue, naturalista y una cámara que privilegia los planos cerrados y las miradas antes que la grandilocuencia. Como en Vidas Pasadas, Song se apoya en la contención visual para dejar que las emociones fluyan sin necesidad de subrayados. Por momentos, la película evoca al mejor Woody Allen -el de Annie Hall o Husbands and Wives- con ese humor fino que nace de las tensiones personales y no de los gags, y con diálogos que suenan tan cotidianos como demoledores. También lanza una mirada crítica sobre el fenómeno de las matchmakers y las plataformas de citas, cuestionando el riesgo de armar parejas en función de compatibilidades aparentes más que de vínculos genuinos. “Amores Materialistas” es, en definitiva, una comedia romántica sólo en apariencia. En el fondo, es un drama sobre los vacíos que buscamos llenar en otros y sobre cómo, cuando el amor es real, no responde a condiciones ni algoritmos: simplemente aparece, y se queda. Ya está en cines chilenos.
“Amores Compartidos” es una comedia adulta –y a ratos absurda– sobre la poligamia, el amor y la rutina familiar. Escrita y protagonizada por Michael Angelo Covino (también director) y Kyle Marvin, la película se siente hecha a su medida: la complicidad entre ambos y sus interpretaciones sostienen gran parte de la historia. A ellos se suman dos actrices carismáticas y reconocidas: Dakota Johnson y Adria Arjona. Carey (Marvin) es un profesor de educación física, sensible y enamorado de su insaciable esposa Ashley (Arjona), con quien lleva poco tiempo casado. Camino a una escapada romántica, ella le confiesa que lo ha engañado y que quiere separarse para vivir nuevas experiencias. La revelación desarma a Carey, quien reacciona con una rabieta casi infantil. Sin rumbo, termina en la casa de su mejor amigo, Paul (Covino), un empresario seductor y enigmático. Con él conviven su hijo peculiar y su esposa Julie (Johnson), siempre amable y comprensiva. Cuando Carey busca consejos para salvar su matrimonio, Paul y Julie le confiesan que llevan una relación abierta porque creen que la monogamia no es natural. Desde entonces, nada volverá a ser igual para ninguna de las parejas. Una temática seria y adulta contada con gracia y -a ratos- casi de manera infantil, adentrándose más en la psicología masculina y en las carencias que los hombres enfrentan de cara a una relación. Con diálogos agudos y una mezcla de comedia física y reflexión emocional, esta película independiente es una grata sorpresa que divierte de principio a fin, recordándonos que muchas veces las parejas fracasan por la falta de comunicación y por intentar llenar las expectativas del otro desde una mirada egoísta. En cines chilenos desde el 18 de septiembre.
A simple vista, “Amores Materialistas” (“Materialists”) podría parecer la típica comedia romántica: un reparto atractivo, una trama que orbita el amor moderno y cierto aire de superficialidad. Pero basta avanzar unos minutos para descubrir que estamos ante algo mucho más complejo. La nueva película de Celine Song, quien deslumbró con Vidas Pasadas en 2023, es -en realidad- un inteligente drama disfrazado de comedia ligera, lleno de sensibilidad, diálogos agudos y emociones contenidas. Protagonizada por Dakota Johnson, Chris Evans y Pedro Pascal, la película saca lo mejor de tres actores conocidos por sus papeles en grandes producciones, pero pocas veces reconocidos por su profundidad interpretativa. Aquí, bajo la dirección de Song, entregan interpretaciones frágiles, honestas y sorprendentemente contenidas, alejadas del artificio del blockbuster. En “Amores Materialistas” seguimos a Lucy (Johnson), una casamentera de Nueva York que ha hecho carrera uniendo parejas según parámetros como el estatus, los ingresos y la apariencia. Su trabajo es exitoso, pero su vida amorosa es un desastre. Todo se complica cuando conoce a Harry (Pascal), un millonario encantador que parece el candidato perfecto según su propio sistema, y al mismo tiempo reaparece John (Evans), su ex, un actor en decadencia con quien aún mantiene una conexión emocional real. Lo que parte como una clásica historia de triángulo amoroso, pronto se convierte en un retrato mucho más honesto y complejo sobre cómo amamos, por qué elegimos a ciertas personas y cuánto de eso tiene que ver con lo que esperamos recibir a cambio. A medida que la protagonista ve desmoronarse su lógica transaccional del amor, empieza a entender que quizás la verdadera conexión no se puede calcular. La fotografía, nuevamente a cargo de Shabier Kirchner, aporta una calidez envolvente, con una iluminación tenue, naturalista y una cámara que privilegia los planos cerrados y las miradas antes que la grandilocuencia. Como en Vidas Pasadas, Song se apoya en la contención visual para dejar que las emociones fluyan sin necesidad de subrayados. Por momentos, la película evoca al mejor Woody Allen -el de Annie Hall o Husbands and Wives- con ese humor fino que nace de las tensiones personales y no de los gags, y con diálogos que suenan tan cotidianos como demoledores. También lanza una mirada crítica sobre el fenómeno de las matchmakers y las plataformas de citas, cuestionando el riesgo de armar parejas en función de compatibilidades aparentes más que de vínculos genuinos. “Amores Materialistas” es, en definitiva, una comedia romántica sólo en apariencia. En el fondo, es un drama sobre los vacíos que buscamos llenar en otros y sobre cómo, cuando el amor es real, no responde a condiciones ni algoritmos: simplemente aparece, y se queda. Ya está en cines chilenos.