La región de Umbría, ubicada al centro norte de Italia, no solamente destaca por ciudades históricas hermosas, como Orvieto o Spoleto; de peregrinación, como Asís o Cascia; o de estudio, como su capital Perugia. También es reconocida por su gastronomía, simple en términos generales, pero con productos de altísima calidad, en especial su charcutería de cerdo y sus trufas. Es por ello por lo que es altísimamente recomendable, si tienes la posibilidad, de conocer esta región de inmensa naturaleza a través de una perspectiva culinaria que pueda acercarte a su cultura. Y fue esta aproximación que logramos llevar a cabo en una zona importante de la no menos importante ciudad de Asís, llamada Santa Maria degli Angeli, marcada por la gigantesca basílica homónima, que a su vez guarda con celo en su interior a uno de los edificios más preciados y trascendentales del franciscanismo: la Porziuncola. Es en esta localidad donde nos aventuramos a probar distintos panini, de los cuales te daremos ahora algunos tips. El primero, no puedes dejar de probar la famosa porchetta, uno de los platos (también convertido en sándwich) más típico de esta región. Es carne de cerdo asada, de cortes excelentes como panceta y lomo, adobado con finas hierbas, sal, pimienta y ajo. Se caracteriza por su piel crocante y un sabor simple y rico. Otro producto típico que lo puedes encontrar incorporado como ingrediente en estos panini es el tartufo, es decir, la trufa. Este apreciado hongo subterráneo es uno de los ingredientes que acompaña a quesos y embutidos en varios sándwiches umbros. La pasta de trufa es toda una experiencia por su fuerza, intensidad y característico sabor. Este, y otros productos tradicionales también son usados en un sándwich cuya historia se remonta al medioevo, y que hasta hoy es muy popular en estar tierras. Me refiero a la llamada Torta al Testo, un pan simple, hecho con agua, harina, sal y bicarbonato, que se cocina sobre una plancha redonda, un disco de hierro fundido llamado testo. Una plataforma original para probar, sobre todo, la charcutería local. Finalmente, y a pesar de que es originaria de la región de Emilia Romagna, en Umbría puedes encontrar la famosa piadina, que no es más que nuestra famosa pita. Liviana y sabrosa, es también un excelente soporte para probar los exquisitos productos que esta tierra bendecida tiene para compartir. Si quieres ver nuestra experiencia en Santa Maria degli Angeli, te invitamos a ver el nuevo episodio de En Palco Condimenta, en nuestro canal de Youtube.
Carlo Acutis, el joven que falleció de una leucemia fulminante con tan solo 15 años (1991-2006), fue canonizado por el papa León XIV, como es habitual, en la plaza de San Pedro, Ciudad del Vaticano, el 7 de septiembre de 2025. Es conocido por ser el primer santo “ millenial ”, como también porque en su corta vida, además de su marcada espiritualidad y apego a la eucaristía, llevó a cabo varias iniciativas pro-católicas utilizando el medio por excelencia de estos tiempos: la internet. Desde su muerte, acaecida en la ciudad de Monza, cercana a Milán, donde vivía junto a sus padres, la comunidad católica manifestó, poco a poco, ánimo de veneración por este joven, debido a ejemplar vida. Es por ello que, tras verificarse los milagros exigidos por el derecho canónico, fue nombrado, primero, beato (2020) y santo (2025). Si bien fue enterrado en una primera instancia en el cementerio de Ternengo (ubicado en la región de Piamonte), ya en febrero del año 2007, es decir, un año tras su muerte, sus restos fueron llevados al cementerio municipal de Asís, ya que Carlo había manifestado su deseo de ser enterrado en la ciudad de San Francisco y de Santa Clara. Esto no fue un mero capricho, sino más bien fue congruente con la profunda admiración que Carlo, desde pequeño, tuvo por el Santo Patrono de Italia, fundador de uno de los movimientos religiosos más importantes en el mundo, el franciscanismo, basado, en términos simples, por una profunda espiritualidad, humildad y servicio por los más necesitados. Carlo Acutis, en su breve paso por esta tierra, fue un fervoroso seguidor de estos principios, por supuesto, dentro del contexto actual. Es por ello, que, durante el proceso de beatificación, es decir, el año 2019, se exhumaron nuevamente sus restos para hacer una vigilia en el principal edificio religioso de Asís, la catedral de San Rufino, donde alguna vez fueron bautizados los mismísimos San Francisco y Santa Clara. Todo esto para preparar su morada definitiva: la iglesia de Santa María Mayor de la ciudad umbra, que forma parte del Santuario de la expoliación, la cual también está fuertemente conectada con la historia misma de San Francisco y del franciscanismo. Fue en este lugar donde Francisco, en el año 1208, se despoja de sus bienes (provenía de una familia acaudalada) y comienza una vida de pobreza material. Hoy su cuerpo es exhibido en una urna de vidrio en este histórico templo, el cual puede ser visitado por todo el mundo. En la catedral de San Rufino, también hay un lugar para la veneración de Carlo Acutis, ya que en un hermoso relicario se conserva su corazón. Si quieres conocer un poco de la espiritual ciudad medieval de Asís, y las reliquias de San Carlo Acutis, te invitamos a ver nuestro video en el canal de YouTube de En Palco.
Italia es, sin duda, sinónimo de pizza. Y de la más que centenaria pizza napolitana, comenzaron a surgir derivadas no sólo en país del calcio, sino también en otras latitudes (un gran ejemplo, los diferentes estilos que se encuentran en EEUU). Pero en esta búsqueda por seguir innovando, hay un tipo de pizza que, para el viajero común y corriente, no está en el radar. Se trata de la pizza al padellino, la cual se originó en la década de los 60, y que sigue siendo muy popular, en Turín. ¿En qué consiste? Bueno, padellino significa sartén, es decir la masa, a diferencia de las pizzas más tradicionales, se hornea puesta en pequeñas sartenes de metal, provocando que su fondo se fría levemente. Pero esta no es la única diferencia con la típica pizza que conocemos masivamente; la masa es extremadamente trabajada para lograr una corteza dura de una miga gruesa y esponjosa, por lo cual su aspecto es diferente. ¿El resultado? Una base con una masa rica, con un sabor particular, especial para ser acompañada por los más diversos productos y lograr así una experiencia excepcional. En nuestro caso, encontramos esta pizza en la sureña Sicilia, más precisamente en la ciudad de Milazzo, en Levante (Riccardo D’Amico n°18). Este Bar muy bien ambientado, además de ofrecer una interesante barra de cocktails, con mención especial a los combinados sicilianos, tiene como punto fuerte una amplia variedad de pizzas al padellino. Su gran ventaja es que cuentan con los siempre bien cotizados productos sicilianos (quesos, productos del mar, charcutería, etc.), ofreciendo así versiones de esta comida que elevan la experiencia culinaria a niveles altísimos. Sin duda, un tipo de pizza que no ha llegado masivamente fuera de las fronteras de la península itálica, pero que es absolutamente recomendable para aquellos que la visiten. Si quieres conocer nuestra experiencia en Levante con su pizza al padellino, puedes ver el siguiente capítulo de En Palco Condimenta :
No hay nada más rico que un buen pan, qué duda cabe. Este alimento fundamental, cuyo origen se remonta a la prehistoria en la cuenca del Mediterráneo, sigue siendo, en pleno siglo XXI, un infaltable en las mesas de miles de millones de personas en el mundo entero. Si bien ciudades y regiones se destacan, desde un punto de vista culinario, por platos o sándwich típicos elaborados con ingredientes locales, existe una ciudad en el sur de Italia que es reconocido simplemente por su pan. Se trata de Altamura, ubicada en la zona de la Alta Murgia (administrativamente hoy pertenece a la región de Apulia). Con una rica cultura campesina, y con el pan como el sustento básico desde que el ser humano habita el área, Altamura marcó una tradición panadera en la Baja Edad Media que continua hasta hoy. En aquellos siglos, eran las mujeres las que en su casa amasaban el pan, para luego llevarlo a hornos públicos donde, tras ser marcados con un sello de hierro que los identificaba, eran cocidos bajo la intensidad del fuego proporcionado por la leña de roble. La identidad de este noble pan está sentenciada por sus ingredientes, por supuesto, todos típicos de la región: una masa que resulta de la mezcla de sémola molida de grano duro, masa madre, sal y agua. Es tal su importancia que en la actualidad se le ha otorgado la denominación de origen protegido (DOP), sello de autenticidad que sólo podrás encontrar en los panes que ofrecen las múltiples panaderías de la ciudad. Estas panaderías también ofrecen una multiplicidad de productos como galletas y pasteles, como también la famosa focaccia de Altamura. Este exquisito producto, muchas veces confundido con la pizza, está hecho con una base de masa de pan de Altamura, con tomates, orégano y aceite de oliva (la región de Apulia se destaca en Italia por la calidad de su aceite de oliva). Frente a todo lo anterior, visitar esta ciudad, más allá de su rica arquitectura e historia, conlleva necesariamente a probar estos productos típicos. En nuestro caso visitamos tres: el Forno Antico Santa Chiara que data del año 1423, un viaje al pasado y a la tradición, que destaca no sólo por sus productos, sino por el edificio histórico que lo cobija; el Panificio di Gesu, que continua un legado antiguo desde el año 1968; y el Panificio del Duomo, ubicado a pocos metros de la hermosa catedral de la ciudad, donde ofrecen degustaciones de sus productos, todos ellos hechos bajo las estrictas reglas de las recetas de antaño. Si quieres conocer esta exquisita y simple comida, y los lugares que visitamos, te invitamos a ver el siguiente video.
Una de las paradas imprescindibles si viajas a la ciudad de Nápoles debe ser una de sus 8.200 pizzerías. Como no debería ser así, si estamos hablando de la cuna de la pizza. La pregunta por resolver es: ¿A cuál de todas ir? En general, la calidad es altísima, y dentro de ese altísimo nivel hay unas mejores que otras, como en todo orden de cosas. Ahora bien, si te contamos que una ha sobresalido al resto, tanto en la cantidad de visitas, número de pizzas vendidas al día, de videos de Youtube y fama mundial, surge otra pregunta: ¿Por qué? Este es el caso de la pizzería Da Michele, que desde el año 1870 deleita con sus pizzas, primero a los napolitanos, y desde unos años a esta parte a cientos de miles de turistas que son capaces de esperar hasta 2 horas para probar una pizza, que, en el papel, pueden comer en otra de las tantas pizzerías de la ciudad. Hoy por hoy, la pizzería Da Michele es una de las tantas atracciones consideradas como imperdibles si visitas la capital de la región de Campania, a la altura de la Catedral de San Gennaro, la piazza del Plebiscito o el santuario ubicado en el Largo Diego Armando Maradona donde se venera al 10 de la selección argentina y del Napoli, el equipo local. Su salto al estrellato, y que la diferencia de tantas buenas pizzerías fue el estreno, en el año 2010, de la película Comer, Rezar, Amar, protagonizada por Julia Roberts, cuyo personaje aparece una escena comiendo una pizza en Da Michele. Teniendo estos antecedentes, me surgió el legítimo cuestionamiento de si esta pizzería era ultra visitada solo por turistas ávidos por una foto o video que fuera prueba de que “estuvieron ahí”, pero no por la calidad de su pizza. En otros términos, otra de las tantas trampas para turistas que abundan en las ciudades italianas. Pero tras visitarla, para salir de la duda, puedo afirmar que, si bien es cierto que se llena de extranjeros buscando su foto con la pizza, es una pizzería que ofrece un producto tradicional, con excelentes productos, y a la cual volvería con los ojos cerrados. La tradición se respira en un local ambientado con fotos con la historia de esta pizzería, que ya va en la quinta generación, y de famosos que han ido a probar una de las 4 pizzas que tiene su menú. La más legendaria de estas visitas, por cierto, fue la de Julia Roberts, pero también destaca la del ídolo máximo de la ciudad de Nápoles, Diego Armando Maradona. En nuestro caso, probamos una excelente pizza margarita de grandes dimensiones (la llamada ruota de carro), en donde destacamos la mozzarella y, sobre todo, la masa…estaba incluso para comérsela sola de lo buena que estaba. En resumen, logramos despejar nuestras dudas iniciales: la pizzería Da Michele es un lugar que hay que visitar si vas a Nápoles por su excelente ambiente, pero lo principal es, ya sin duda a error, por su excelente pizza. Si quieres conocer nuestra experiencia y ver por ti mismo la pizza de Da Michele, te invitamos a ver el siguiente capítulo de En Palco Condimenta.
La región de Umbría, ubicada al centro norte de Italia, no solamente destaca por ciudades históricas hermosas, como Orvieto o Spoleto; de peregrinación, como Asís o Cascia; o de estudio, como su capital Perugia. También es reconocida por su gastronomía, simple en términos generales, pero con productos de altísima calidad, en especial su charcutería de cerdo y sus trufas. Es por ello por lo que es altísimamente recomendable, si tienes la posibilidad, de conocer esta región de inmensa naturaleza a través de una perspectiva culinaria que pueda acercarte a su cultura. Y fue esta aproximación que logramos llevar a cabo en una zona importante de la no menos importante ciudad de Asís, llamada Santa Maria degli Angeli, marcada por la gigantesca basílica homónima, que a su vez guarda con celo en su interior a uno de los edificios más preciados y trascendentales del franciscanismo: la Porziuncola. Es en esta localidad donde nos aventuramos a probar distintos panini, de los cuales te daremos ahora algunos tips. El primero, no puedes dejar de probar la famosa porchetta, uno de los platos (también convertido en sándwich) más típico de esta región. Es carne de cerdo asada, de cortes excelentes como panceta y lomo, adobado con finas hierbas, sal, pimienta y ajo. Se caracteriza por su piel crocante y un sabor simple y rico. Otro producto típico que lo puedes encontrar incorporado como ingrediente en estos panini es el tartufo, es decir, la trufa. Este apreciado hongo subterráneo es uno de los ingredientes que acompaña a quesos y embutidos en varios sándwiches umbros. La pasta de trufa es toda una experiencia por su fuerza, intensidad y característico sabor. Este, y otros productos tradicionales también son usados en un sándwich cuya historia se remonta al medioevo, y que hasta hoy es muy popular en estar tierras. Me refiero a la llamada Torta al Testo, un pan simple, hecho con agua, harina, sal y bicarbonato, que se cocina sobre una plancha redonda, un disco de hierro fundido llamado testo. Una plataforma original para probar, sobre todo, la charcutería local. Finalmente, y a pesar de que es originaria de la región de Emilia Romagna, en Umbría puedes encontrar la famosa piadina, que no es más que nuestra famosa pita. Liviana y sabrosa, es también un excelente soporte para probar los exquisitos productos que esta tierra bendecida tiene para compartir. Si quieres ver nuestra experiencia en Santa Maria degli Angeli, te invitamos a ver el nuevo episodio de En Palco Condimenta, en nuestro canal de Youtube.
Carlo Acutis, el joven que falleció de una leucemia fulminante con tan solo 15 años (1991-2006), fue canonizado por el papa León XIV, como es habitual, en la plaza de San Pedro, Ciudad del Vaticano, el 7 de septiembre de 2025. Es conocido por ser el primer santo “ millenial ”, como también porque en su corta vida, además de su marcada espiritualidad y apego a la eucaristía, llevó a cabo varias iniciativas pro-católicas utilizando el medio por excelencia de estos tiempos: la internet. Desde su muerte, acaecida en la ciudad de Monza, cercana a Milán, donde vivía junto a sus padres, la comunidad católica manifestó, poco a poco, ánimo de veneración por este joven, debido a ejemplar vida. Es por ello que, tras verificarse los milagros exigidos por el derecho canónico, fue nombrado, primero, beato (2020) y santo (2025). Si bien fue enterrado en una primera instancia en el cementerio de Ternengo (ubicado en la región de Piamonte), ya en febrero del año 2007, es decir, un año tras su muerte, sus restos fueron llevados al cementerio municipal de Asís, ya que Carlo había manifestado su deseo de ser enterrado en la ciudad de San Francisco y de Santa Clara. Esto no fue un mero capricho, sino más bien fue congruente con la profunda admiración que Carlo, desde pequeño, tuvo por el Santo Patrono de Italia, fundador de uno de los movimientos religiosos más importantes en el mundo, el franciscanismo, basado, en términos simples, por una profunda espiritualidad, humildad y servicio por los más necesitados. Carlo Acutis, en su breve paso por esta tierra, fue un fervoroso seguidor de estos principios, por supuesto, dentro del contexto actual. Es por ello, que, durante el proceso de beatificación, es decir, el año 2019, se exhumaron nuevamente sus restos para hacer una vigilia en el principal edificio religioso de Asís, la catedral de San Rufino, donde alguna vez fueron bautizados los mismísimos San Francisco y Santa Clara. Todo esto para preparar su morada definitiva: la iglesia de Santa María Mayor de la ciudad umbra, que forma parte del Santuario de la expoliación, la cual también está fuertemente conectada con la historia misma de San Francisco y del franciscanismo. Fue en este lugar donde Francisco, en el año 1208, se despoja de sus bienes (provenía de una familia acaudalada) y comienza una vida de pobreza material. Hoy su cuerpo es exhibido en una urna de vidrio en este histórico templo, el cual puede ser visitado por todo el mundo. En la catedral de San Rufino, también hay un lugar para la veneración de Carlo Acutis, ya que en un hermoso relicario se conserva su corazón. Si quieres conocer un poco de la espiritual ciudad medieval de Asís, y las reliquias de San Carlo Acutis, te invitamos a ver nuestro video en el canal de YouTube de En Palco.
Italia es, sin duda, sinónimo de pizza. Y de la más que centenaria pizza napolitana, comenzaron a surgir derivadas no sólo en país del calcio, sino también en otras latitudes (un gran ejemplo, los diferentes estilos que se encuentran en EEUU). Pero en esta búsqueda por seguir innovando, hay un tipo de pizza que, para el viajero común y corriente, no está en el radar. Se trata de la pizza al padellino, la cual se originó en la década de los 60, y que sigue siendo muy popular, en Turín. ¿En qué consiste? Bueno, padellino significa sartén, es decir la masa, a diferencia de las pizzas más tradicionales, se hornea puesta en pequeñas sartenes de metal, provocando que su fondo se fría levemente. Pero esta no es la única diferencia con la típica pizza que conocemos masivamente; la masa es extremadamente trabajada para lograr una corteza dura de una miga gruesa y esponjosa, por lo cual su aspecto es diferente. ¿El resultado? Una base con una masa rica, con un sabor particular, especial para ser acompañada por los más diversos productos y lograr así una experiencia excepcional. En nuestro caso, encontramos esta pizza en la sureña Sicilia, más precisamente en la ciudad de Milazzo, en Levante (Riccardo D’Amico n°18). Este Bar muy bien ambientado, además de ofrecer una interesante barra de cocktails, con mención especial a los combinados sicilianos, tiene como punto fuerte una amplia variedad de pizzas al padellino. Su gran ventaja es que cuentan con los siempre bien cotizados productos sicilianos (quesos, productos del mar, charcutería, etc.), ofreciendo así versiones de esta comida que elevan la experiencia culinaria a niveles altísimos. Sin duda, un tipo de pizza que no ha llegado masivamente fuera de las fronteras de la península itálica, pero que es absolutamente recomendable para aquellos que la visiten. Si quieres conocer nuestra experiencia en Levante con su pizza al padellino, puedes ver el siguiente capítulo de En Palco Condimenta :
No hay nada más rico que un buen pan, qué duda cabe. Este alimento fundamental, cuyo origen se remonta a la prehistoria en la cuenca del Mediterráneo, sigue siendo, en pleno siglo XXI, un infaltable en las mesas de miles de millones de personas en el mundo entero. Si bien ciudades y regiones se destacan, desde un punto de vista culinario, por platos o sándwich típicos elaborados con ingredientes locales, existe una ciudad en el sur de Italia que es reconocido simplemente por su pan. Se trata de Altamura, ubicada en la zona de la Alta Murgia (administrativamente hoy pertenece a la región de Apulia). Con una rica cultura campesina, y con el pan como el sustento básico desde que el ser humano habita el área, Altamura marcó una tradición panadera en la Baja Edad Media que continua hasta hoy. En aquellos siglos, eran las mujeres las que en su casa amasaban el pan, para luego llevarlo a hornos públicos donde, tras ser marcados con un sello de hierro que los identificaba, eran cocidos bajo la intensidad del fuego proporcionado por la leña de roble. La identidad de este noble pan está sentenciada por sus ingredientes, por supuesto, todos típicos de la región: una masa que resulta de la mezcla de sémola molida de grano duro, masa madre, sal y agua. Es tal su importancia que en la actualidad se le ha otorgado la denominación de origen protegido (DOP), sello de autenticidad que sólo podrás encontrar en los panes que ofrecen las múltiples panaderías de la ciudad. Estas panaderías también ofrecen una multiplicidad de productos como galletas y pasteles, como también la famosa focaccia de Altamura. Este exquisito producto, muchas veces confundido con la pizza, está hecho con una base de masa de pan de Altamura, con tomates, orégano y aceite de oliva (la región de Apulia se destaca en Italia por la calidad de su aceite de oliva). Frente a todo lo anterior, visitar esta ciudad, más allá de su rica arquitectura e historia, conlleva necesariamente a probar estos productos típicos. En nuestro caso visitamos tres: el Forno Antico Santa Chiara que data del año 1423, un viaje al pasado y a la tradición, que destaca no sólo por sus productos, sino por el edificio histórico que lo cobija; el Panificio di Gesu, que continua un legado antiguo desde el año 1968; y el Panificio del Duomo, ubicado a pocos metros de la hermosa catedral de la ciudad, donde ofrecen degustaciones de sus productos, todos ellos hechos bajo las estrictas reglas de las recetas de antaño. Si quieres conocer esta exquisita y simple comida, y los lugares que visitamos, te invitamos a ver el siguiente video.
Una de las paradas imprescindibles si viajas a la ciudad de Nápoles debe ser una de sus 8.200 pizzerías. Como no debería ser así, si estamos hablando de la cuna de la pizza. La pregunta por resolver es: ¿A cuál de todas ir? En general, la calidad es altísima, y dentro de ese altísimo nivel hay unas mejores que otras, como en todo orden de cosas. Ahora bien, si te contamos que una ha sobresalido al resto, tanto en la cantidad de visitas, número de pizzas vendidas al día, de videos de Youtube y fama mundial, surge otra pregunta: ¿Por qué? Este es el caso de la pizzería Da Michele, que desde el año 1870 deleita con sus pizzas, primero a los napolitanos, y desde unos años a esta parte a cientos de miles de turistas que son capaces de esperar hasta 2 horas para probar una pizza, que, en el papel, pueden comer en otra de las tantas pizzerías de la ciudad. Hoy por hoy, la pizzería Da Michele es una de las tantas atracciones consideradas como imperdibles si visitas la capital de la región de Campania, a la altura de la Catedral de San Gennaro, la piazza del Plebiscito o el santuario ubicado en el Largo Diego Armando Maradona donde se venera al 10 de la selección argentina y del Napoli, el equipo local. Su salto al estrellato, y que la diferencia de tantas buenas pizzerías fue el estreno, en el año 2010, de la película Comer, Rezar, Amar, protagonizada por Julia Roberts, cuyo personaje aparece una escena comiendo una pizza en Da Michele. Teniendo estos antecedentes, me surgió el legítimo cuestionamiento de si esta pizzería era ultra visitada solo por turistas ávidos por una foto o video que fuera prueba de que “estuvieron ahí”, pero no por la calidad de su pizza. En otros términos, otra de las tantas trampas para turistas que abundan en las ciudades italianas. Pero tras visitarla, para salir de la duda, puedo afirmar que, si bien es cierto que se llena de extranjeros buscando su foto con la pizza, es una pizzería que ofrece un producto tradicional, con excelentes productos, y a la cual volvería con los ojos cerrados. La tradición se respira en un local ambientado con fotos con la historia de esta pizzería, que ya va en la quinta generación, y de famosos que han ido a probar una de las 4 pizzas que tiene su menú. La más legendaria de estas visitas, por cierto, fue la de Julia Roberts, pero también destaca la del ídolo máximo de la ciudad de Nápoles, Diego Armando Maradona. En nuestro caso, probamos una excelente pizza margarita de grandes dimensiones (la llamada ruota de carro), en donde destacamos la mozzarella y, sobre todo, la masa…estaba incluso para comérsela sola de lo buena que estaba. En resumen, logramos despejar nuestras dudas iniciales: la pizzería Da Michele es un lugar que hay que visitar si vas a Nápoles por su excelente ambiente, pero lo principal es, ya sin duda a error, por su excelente pizza. Si quieres conocer nuestra experiencia y ver por ti mismo la pizza de Da Michele, te invitamos a ver el siguiente capítulo de En Palco Condimenta.