No hay nada más rico que un buen pan, qué duda cabe. Este alimento fundamental, cuyo origen se remonta a la prehistoria en la cuenca del Mediterráneo, sigue siendo, en pleno siglo XXI, un infaltable en las mesas de miles de millones de personas en el mundo entero. Si bien ciudades y regiones se destacan, desde un punto de vista culinario, por platos o sándwich típicos elaborados con ingredientes locales, existe una ciudad en el sur de Italia que es reconocido simplemente por su pan. Se trata de Altamura, ubicada en la zona de la Alta Murgia (administrativamente hoy pertenece a la región de Apulia). Con una rica cultura campesina, y con el pan como el sustento básico desde que el ser humano habita el área, Altamura marcó una tradición panadera en la Baja Edad Media que continua hasta hoy. En aquellos siglos, eran las mujeres las que en su casa amasaban el pan, para luego llevarlo a hornos públicos donde, tras ser marcados con un sello de hierro que los identificaba, eran cocidos bajo la intensidad del fuego proporcionado por la leña de roble. La identidad de este noble pan está sentenciada por sus ingredientes, por supuesto, todos típicos de la región: una masa que resulta de la mezcla de sémola molida de grano duro, masa madre, sal y agua. Es tal su importancia que en la actualidad se le ha otorgado la denominación de origen protegido (DOP), sello de autenticidad que sólo podrás encontrar en los panes que ofrecen las múltiples panaderías de la ciudad. Estas panaderías también ofrecen una multiplicidad de productos como galletas y pasteles, como también la famosa focaccia de Altamura. Este exquisito producto, muchas veces confundido con la pizza, está hecho con una base de masa de pan de Altamura, con tomates, orégano y aceite de oliva (la región de Apulia se destaca en Italia por la calidad de su aceite de oliva). Frente a todo lo anterior, visitar esta ciudad, más allá de su rica arquitectura e historia, conlleva necesariamente a probar estos productos típicos. En nuestro caso visitamos tres: el Forno Antico Santa Chiara que data del año 1423, un viaje al pasado y a la tradición, que destaca no sólo por sus productos, sino por el edificio histórico que lo cobija; el Panificio di Gesu, que continua un legado antiguo desde el año 1968; y el Panificio del Duomo, ubicado a pocos metros de la hermosa catedral de la ciudad, donde ofrecen degustaciones de sus productos, todos ellos hechos bajo las estrictas reglas de las recetas de antaño. Si quieres conocer esta exquisita y simple comida, y los lugares que visitamos, te invitamos a ver el siguiente video.
Una de las paradas imprescindibles si viajas a la ciudad de Nápoles debe ser una de sus 8.200 pizzerías. Como no debería ser así, si estamos hablando de la cuna de la pizza. La pregunta por resolver es: ¿A cuál de todas ir? En general, la calidad es altísima, y dentro de ese altísimo nivel hay unas mejores que otras, como en todo orden de cosas. Ahora bien, si te contamos que una ha sobresalido al resto, tanto en la cantidad de visitas, número de pizzas vendidas al día, de videos de Youtube y fama mundial, surge otra pregunta: ¿Por qué? Este es el caso de la pizzería Da Michele, que desde el año 1870 deleita con sus pizzas, primero a los napolitanos, y desde unos años a esta parte a cientos de miles de turistas que son capaces de esperar hasta 2 horas para probar una pizza, que, en el papel, pueden comer en otra de las tantas pizzerías de la ciudad. Hoy por hoy, la pizzería Da Michele es una de las tantas atracciones consideradas como imperdibles si visitas la capital de la región de Campania, a la altura de la Catedral de San Gennaro, la piazza del Plebiscito o el santuario ubicado en el Largo Diego Armando Maradona donde se venera al 10 de la selección argentina y del Napoli, el equipo local. Su salto al estrellato, y que la diferencia de tantas buenas pizzerías fue el estreno, en el año 2010, de la película Comer, Rezar, Amar, protagonizada por Julia Roberts, cuyo personaje aparece una escena comiendo una pizza en Da Michele. Teniendo estos antecedentes, me surgió el legítimo cuestionamiento de si esta pizzería era ultra visitada solo por turistas ávidos por una foto o video que fuera prueba de que “estuvieron ahí”, pero no por la calidad de su pizza. En otros términos, otra de las tantas trampas para turistas que abundan en las ciudades italianas. Pero tras visitarla, para salir de la duda, puedo afirmar que, si bien es cierto que se llena de extranjeros buscando su foto con la pizza, es una pizzería que ofrece un producto tradicional, con excelentes productos, y a la cual volvería con los ojos cerrados. La tradición se respira en un local ambientado con fotos con la historia de esta pizzería, que ya va en la quinta generación, y de famosos que han ido a probar una de las 4 pizzas que tiene su menú. La más legendaria de estas visitas, por cierto, fue la de Julia Roberts, pero también destaca la del ídolo máximo de la ciudad de Nápoles, Diego Armando Maradona. En nuestro caso, probamos una excelente pizza margarita de grandes dimensiones (la llamada ruota de carro), en donde destacamos la mozzarella y, sobre todo, la masa…estaba incluso para comérsela sola de lo buena que estaba. En resumen, logramos despejar nuestras dudas iniciales: la pizzería Da Michele es un lugar que hay que visitar si vas a Nápoles por su excelente ambiente, pero lo principal es, ya sin duda a error, por su excelente pizza. Si quieres conocer nuestra experiencia y ver por ti mismo la pizza de Da Michele, te invitamos a ver el siguiente capítulo de En Palco Condimenta.
Asís no sólo es un lugar de peregrinación para los que profesan la fe cristiana católica, sino también una de las ciudades medievales mejor conservadas de toda Italia. Para muchos, este enclave erigido en el monte Subasio, el cual forma parte de los Apeninos, en la actual región de Umbría, es también una de las más bellas ciudades que mantienen calles, edificios y plazas diseñados durante la Edad Media. Mas no puede dejarse de lado la importancia espiritual de la ciudad, con independencia de la creencia o no de quien la visita; Asís es la cuna del movimiento franciscano que tomó fuerza a inicios del siglo XIII y que derivó en la Orden de Frailes Menores y la Orden de las Hermanas Pobres de Santa Clara. Además de la importancia desde un sentido religioso, que marcó un cambio en la Iglesia Católica de la época, también este movimiento fue relevante para cambios sociales que marcaron el destino de Occidente, todo esto en un contexto de cambios relacionados con un renacimiento de la importancia de la ciudad y la creación de universidades, entre otros fenómenos sociales. Por tanto, viajar a Asís no es sólo un viaje de espiritualidad y/o de belleza artística y arquitectónica, también es un viaje por la Historia. Los lugares de interés son variados. Desde la Rocca Maggiore, fortaleza medieval que vigila desde lo alto la ciudad, pasando por una de las plazas medievales mejor conservadas de Italia, la piazza del comune. Esta, la principal plaza de la ciudad fue proyectada en el lugar donde alguna vez estuvo el foro romano, existiendo hoy un vestigio de aquella época en las columnas corintias de la fachada de la iglesia de Santa María Sopra Minerva, edificio barroco que fue construido precisamente sobre el templo de la diosa romana de la sabiduría. Pero, sin duda, lo más atractivo, tanto para peregrinos o simples turistas, es la gran cantidad de iglesias que cobijan una serie de obras con un altísimo significado espiritual y también artístico. Sólo como ejemplo, la cruz bizantina del siglo XI que le habló a San Francisco, hoy en la basílica de Santa Clara; los frescos de Cimabue y Giotto en la basílica de San Francisco; la pila bautismal en la catedral de San Rufino, en la cual recibieron el primer sacramento tanto San Francisco como Santa Clara; la hermosura del barroco de la Chiesa Nuova. Además, en Asís se encuentran, en sus respectivas basílicas, las tumbas de San Francisco y de Santa Clara; en San Damiano el lugar donde vivió y murió la santa; la porciúncula, una pequeña capilla dentro de una iglesia (Santa Maria degli Angeli), considerado el lugar más sagrado por los franciscanos; y la iglesia de Santa Maria Maggiore, que hoy tiene un atractivo especial, ya que en su nave derecha se encuentra el cuerpo del beato Carlo Acutis, también conocido como el influencer de Dios. Carlo falleció el año 2006, con tan solo 15 años de una leucemia y su cercanía espiritual con Dios y la Iglesia la manifestó en la internet. Iba a ser canonizado por el Papa Francisco este 27 de abril, pero esto se suspendió por la muerte del pontífice. El casco histórico de la ciudad no es muy grande, fácilmente puede ser recorrido con calma, y visitando todos los edificios de interés en un solo día. Por esta razón, Asís puede ser considerada como una escapada por el día desde Roma. Está muy bien conectada con la capital por trenes, en un viaje que puede durar 2 horas y media. Ahora bien, mi recomendación es quedarse al menos un día, para disfrutar no solo del paisaje y sus manifestaciones culturales, sino también de la paz y tranquilidad que se respira en sus rincones. Te invitamos a ver el siguiente video, donde podrás apreciar con más detalles de los principales lugares que Asís tiene para ofrecer.
A muchos les ha sorprendido que el Papa Francisco haya elegido un lugar distinto a las Grutas Vaticanas, ubicadas bajo la basílica de San Pedro en el Vaticano, para ser enterrado. Y si bien es cierto que los restos mortales de los últimos pontífices se encuentran en esta cripta o en la misma basílica (en el caso de ser beatificados o canonizados, como ocurrió con San Juan XXIII o San Juan Pablo II), la historia de la Iglesia Católica nos muestra que los papas han sido enterrados no solo en otros templos romanos o de otras ciudades de Italia, sino también fuera de sus fronteras. Antes de Francisco, ocho papas eligieron a Santa María Mayor como el templo donde debían descansar sus restos. Santa Maria Maggiore es una de las cuatro iglesias más importantes de la ciudad de Roma, consideradas como las Basílicas Mayores de la ciudad eterna. Las otras son la basílica de San Pedro, la basílica de San Juan de Letrán y la basílica de San Pablo Extramuros. Santa María la Mayor es el templo más antiguo edificado en Occidente para venerar a la Virgen María. Una primera iglesia fue mandada a construir por el papa Liberio (352-366), pero el primer edificio en su ubicación actual data de la primera mitad del siglo V. Por supuesto, la basílica que podemos visitar hoy es distinta a esa construcción. En el siglo XVII, se le incorporó un campanario de 75 metros de altura, capillas y su característica fachada barroca. Sus impresionantes columnas, la belleza de sus mosaicos, y, en particular, su impresionante techo de madera revestido en oro en época del papa Alejandro VI son motivos más que suficientes para visitarla. La devoción de los romanos por la Virgen hizo que se esmeraran para su principal iglesia fuera especialmente bella. La hermosura de sus naves se traslada, por cierto, a sus capillas. Y entre ellas destaca la Capilla Paulina, el lugar elegido por el Papa Francisco para alojar sus restos mortales. Se ubica en el fondo de la nave izquierda, es de planta de cruz griega y destaca su hermosa cúpula. Pero la razón que tuvo el recién fallecido pontífice para que su tumba se ubicara en esta capilla es un ícono de la Virgen, al cual él le rezaba conocido como Salus populi romani, ubicado en el altar, antes y después de cada viaje apostólico. Esta imagen, que se relaciona con la “Salvación del pueblo romano”, según la tradición fue una de las pinturas del apóstol Lucas. Y si bien históricamente esto no es cierto, ya que la pintura es de época medieval, la importancia de esta en la relación entre los fieles y la Madre de Dios ha sido siempre muy potente. Santa Maria Maggiore es uno de los grandes puntos de atracción de Roma, por su belleza arquitectónica y artística, y por su importancia histórica, que hoy suma una nueva razón para visitarla si andas por Roma. Está a pocos metros de la Estación de trenes de Termini, la más importante de la capital de Italia. A continuación, te ofrecemos un video con imágenes de este templo.
Italia es famosa por sus pizzas y pastas…no hay duda de que esto es así. Pero al visitar la península, o sus islas, no apreciamos que la oferta gastronómica es muchísimo más amplia y generalmente pasamos por alto otras opciones de calidad. Este es el caso de un tipo de sándwich llamado panino alla brace (sándwich a las brasas o a la parrilla) que se popularizó con fuerza en los años setenta del siglo pasado en la región de Campania, más específicamente a las faldas del volcán Vesubio. Y si bien puede parecer un poco paradójico que este sándwich se popularizara en la zona en la que alguna vez, en el siglo I d.C., el Vesubio arrasara con las ciudades de Pompeya y Herculano, termina este siendo uno de los preferidos para el “bajón después del carrete nocturno”. Desde hace una década, ahora ya en el siglo XXI, y tras unos años de “apagón”, el panino alla brace ha renacido de las cenizas y ha vuelto a popularizarse ya no solo en su zona de origen, sino en el resto de Italia. ¿Qué tiene de particular este panino? El pan es uno alargado, con la forma de nuestro completo, el cual puede ser relleno con un sinnúmero de ingredientes: distintos tipos de carnes (cerdo, salsiccia italiana, vacuno, tocino, pollo, etc.), verduras (la más utilizada es la berenjena), variedades de quesos, y las llamadas “papate alla piastra” (papas fritas que se lanzan a una plancha y que se revuelven con distintos tipos de quesos). Una de las características principales de este sándwich es la gran cantidad de ingredientes que lleva en su interior, provocando, por cierto, una mezcla de sabores pocas veces encontrada en un solo bocado. La otra característica principal, y del cual deriva su nombre, es que todo lo que es carne, queso y papas, pasa por una plancha o parrilla, para luego armado el sándwich, calentarse bajo el calor intenso de las brasas de la parrilla. En nuestro caso, probamos este panino en Milazzo, en la isla de Sicilia, en una panineria llamada Barbekiu (via Vittorio Veneto, n°6), en donde no solo probamos dos de sus opciones, Barbekiu y Alessandra, sino también, y cómo no si estábamos en Sicilia, un panino con carne de caballo. Nuestra experiencia, dividida en dos días por cuanto estos panini son de un tamaño considerable, fue muy positiva. El pan a la parrilla adquiere un gusto especial y los ingredientes utilizados eran todos de muy buena calidad. Te invitamos a ver nuestra visita a Barbekiu y conocer el panino alla brace en el siguiente video.
No hay nada más rico que un buen pan, qué duda cabe. Este alimento fundamental, cuyo origen se remonta a la prehistoria en la cuenca del Mediterráneo, sigue siendo, en pleno siglo XXI, un infaltable en las mesas de miles de millones de personas en el mundo entero. Si bien ciudades y regiones se destacan, desde un punto de vista culinario, por platos o sándwich típicos elaborados con ingredientes locales, existe una ciudad en el sur de Italia que es reconocido simplemente por su pan. Se trata de Altamura, ubicada en la zona de la Alta Murgia (administrativamente hoy pertenece a la región de Apulia). Con una rica cultura campesina, y con el pan como el sustento básico desde que el ser humano habita el área, Altamura marcó una tradición panadera en la Baja Edad Media que continua hasta hoy. En aquellos siglos, eran las mujeres las que en su casa amasaban el pan, para luego llevarlo a hornos públicos donde, tras ser marcados con un sello de hierro que los identificaba, eran cocidos bajo la intensidad del fuego proporcionado por la leña de roble. La identidad de este noble pan está sentenciada por sus ingredientes, por supuesto, todos típicos de la región: una masa que resulta de la mezcla de sémola molida de grano duro, masa madre, sal y agua. Es tal su importancia que en la actualidad se le ha otorgado la denominación de origen protegido (DOP), sello de autenticidad que sólo podrás encontrar en los panes que ofrecen las múltiples panaderías de la ciudad. Estas panaderías también ofrecen una multiplicidad de productos como galletas y pasteles, como también la famosa focaccia de Altamura. Este exquisito producto, muchas veces confundido con la pizza, está hecho con una base de masa de pan de Altamura, con tomates, orégano y aceite de oliva (la región de Apulia se destaca en Italia por la calidad de su aceite de oliva). Frente a todo lo anterior, visitar esta ciudad, más allá de su rica arquitectura e historia, conlleva necesariamente a probar estos productos típicos. En nuestro caso visitamos tres: el Forno Antico Santa Chiara que data del año 1423, un viaje al pasado y a la tradición, que destaca no sólo por sus productos, sino por el edificio histórico que lo cobija; el Panificio di Gesu, que continua un legado antiguo desde el año 1968; y el Panificio del Duomo, ubicado a pocos metros de la hermosa catedral de la ciudad, donde ofrecen degustaciones de sus productos, todos ellos hechos bajo las estrictas reglas de las recetas de antaño. Si quieres conocer esta exquisita y simple comida, y los lugares que visitamos, te invitamos a ver el siguiente video.
Una de las paradas imprescindibles si viajas a la ciudad de Nápoles debe ser una de sus 8.200 pizzerías. Como no debería ser así, si estamos hablando de la cuna de la pizza. La pregunta por resolver es: ¿A cuál de todas ir? En general, la calidad es altísima, y dentro de ese altísimo nivel hay unas mejores que otras, como en todo orden de cosas. Ahora bien, si te contamos que una ha sobresalido al resto, tanto en la cantidad de visitas, número de pizzas vendidas al día, de videos de Youtube y fama mundial, surge otra pregunta: ¿Por qué? Este es el caso de la pizzería Da Michele, que desde el año 1870 deleita con sus pizzas, primero a los napolitanos, y desde unos años a esta parte a cientos de miles de turistas que son capaces de esperar hasta 2 horas para probar una pizza, que, en el papel, pueden comer en otra de las tantas pizzerías de la ciudad. Hoy por hoy, la pizzería Da Michele es una de las tantas atracciones consideradas como imperdibles si visitas la capital de la región de Campania, a la altura de la Catedral de San Gennaro, la piazza del Plebiscito o el santuario ubicado en el Largo Diego Armando Maradona donde se venera al 10 de la selección argentina y del Napoli, el equipo local. Su salto al estrellato, y que la diferencia de tantas buenas pizzerías fue el estreno, en el año 2010, de la película Comer, Rezar, Amar, protagonizada por Julia Roberts, cuyo personaje aparece una escena comiendo una pizza en Da Michele. Teniendo estos antecedentes, me surgió el legítimo cuestionamiento de si esta pizzería era ultra visitada solo por turistas ávidos por una foto o video que fuera prueba de que “estuvieron ahí”, pero no por la calidad de su pizza. En otros términos, otra de las tantas trampas para turistas que abundan en las ciudades italianas. Pero tras visitarla, para salir de la duda, puedo afirmar que, si bien es cierto que se llena de extranjeros buscando su foto con la pizza, es una pizzería que ofrece un producto tradicional, con excelentes productos, y a la cual volvería con los ojos cerrados. La tradición se respira en un local ambientado con fotos con la historia de esta pizzería, que ya va en la quinta generación, y de famosos que han ido a probar una de las 4 pizzas que tiene su menú. La más legendaria de estas visitas, por cierto, fue la de Julia Roberts, pero también destaca la del ídolo máximo de la ciudad de Nápoles, Diego Armando Maradona. En nuestro caso, probamos una excelente pizza margarita de grandes dimensiones (la llamada ruota de carro), en donde destacamos la mozzarella y, sobre todo, la masa…estaba incluso para comérsela sola de lo buena que estaba. En resumen, logramos despejar nuestras dudas iniciales: la pizzería Da Michele es un lugar que hay que visitar si vas a Nápoles por su excelente ambiente, pero lo principal es, ya sin duda a error, por su excelente pizza. Si quieres conocer nuestra experiencia y ver por ti mismo la pizza de Da Michele, te invitamos a ver el siguiente capítulo de En Palco Condimenta.
Asís no sólo es un lugar de peregrinación para los que profesan la fe cristiana católica, sino también una de las ciudades medievales mejor conservadas de toda Italia. Para muchos, este enclave erigido en el monte Subasio, el cual forma parte de los Apeninos, en la actual región de Umbría, es también una de las más bellas ciudades que mantienen calles, edificios y plazas diseñados durante la Edad Media. Mas no puede dejarse de lado la importancia espiritual de la ciudad, con independencia de la creencia o no de quien la visita; Asís es la cuna del movimiento franciscano que tomó fuerza a inicios del siglo XIII y que derivó en la Orden de Frailes Menores y la Orden de las Hermanas Pobres de Santa Clara. Además de la importancia desde un sentido religioso, que marcó un cambio en la Iglesia Católica de la época, también este movimiento fue relevante para cambios sociales que marcaron el destino de Occidente, todo esto en un contexto de cambios relacionados con un renacimiento de la importancia de la ciudad y la creación de universidades, entre otros fenómenos sociales. Por tanto, viajar a Asís no es sólo un viaje de espiritualidad y/o de belleza artística y arquitectónica, también es un viaje por la Historia. Los lugares de interés son variados. Desde la Rocca Maggiore, fortaleza medieval que vigila desde lo alto la ciudad, pasando por una de las plazas medievales mejor conservadas de Italia, la piazza del comune. Esta, la principal plaza de la ciudad fue proyectada en el lugar donde alguna vez estuvo el foro romano, existiendo hoy un vestigio de aquella época en las columnas corintias de la fachada de la iglesia de Santa María Sopra Minerva, edificio barroco que fue construido precisamente sobre el templo de la diosa romana de la sabiduría. Pero, sin duda, lo más atractivo, tanto para peregrinos o simples turistas, es la gran cantidad de iglesias que cobijan una serie de obras con un altísimo significado espiritual y también artístico. Sólo como ejemplo, la cruz bizantina del siglo XI que le habló a San Francisco, hoy en la basílica de Santa Clara; los frescos de Cimabue y Giotto en la basílica de San Francisco; la pila bautismal en la catedral de San Rufino, en la cual recibieron el primer sacramento tanto San Francisco como Santa Clara; la hermosura del barroco de la Chiesa Nuova. Además, en Asís se encuentran, en sus respectivas basílicas, las tumbas de San Francisco y de Santa Clara; en San Damiano el lugar donde vivió y murió la santa; la porciúncula, una pequeña capilla dentro de una iglesia (Santa Maria degli Angeli), considerado el lugar más sagrado por los franciscanos; y la iglesia de Santa Maria Maggiore, que hoy tiene un atractivo especial, ya que en su nave derecha se encuentra el cuerpo del beato Carlo Acutis, también conocido como el influencer de Dios. Carlo falleció el año 2006, con tan solo 15 años de una leucemia y su cercanía espiritual con Dios y la Iglesia la manifestó en la internet. Iba a ser canonizado por el Papa Francisco este 27 de abril, pero esto se suspendió por la muerte del pontífice. El casco histórico de la ciudad no es muy grande, fácilmente puede ser recorrido con calma, y visitando todos los edificios de interés en un solo día. Por esta razón, Asís puede ser considerada como una escapada por el día desde Roma. Está muy bien conectada con la capital por trenes, en un viaje que puede durar 2 horas y media. Ahora bien, mi recomendación es quedarse al menos un día, para disfrutar no solo del paisaje y sus manifestaciones culturales, sino también de la paz y tranquilidad que se respira en sus rincones. Te invitamos a ver el siguiente video, donde podrás apreciar con más detalles de los principales lugares que Asís tiene para ofrecer.
A muchos les ha sorprendido que el Papa Francisco haya elegido un lugar distinto a las Grutas Vaticanas, ubicadas bajo la basílica de San Pedro en el Vaticano, para ser enterrado. Y si bien es cierto que los restos mortales de los últimos pontífices se encuentran en esta cripta o en la misma basílica (en el caso de ser beatificados o canonizados, como ocurrió con San Juan XXIII o San Juan Pablo II), la historia de la Iglesia Católica nos muestra que los papas han sido enterrados no solo en otros templos romanos o de otras ciudades de Italia, sino también fuera de sus fronteras. Antes de Francisco, ocho papas eligieron a Santa María Mayor como el templo donde debían descansar sus restos. Santa Maria Maggiore es una de las cuatro iglesias más importantes de la ciudad de Roma, consideradas como las Basílicas Mayores de la ciudad eterna. Las otras son la basílica de San Pedro, la basílica de San Juan de Letrán y la basílica de San Pablo Extramuros. Santa María la Mayor es el templo más antiguo edificado en Occidente para venerar a la Virgen María. Una primera iglesia fue mandada a construir por el papa Liberio (352-366), pero el primer edificio en su ubicación actual data de la primera mitad del siglo V. Por supuesto, la basílica que podemos visitar hoy es distinta a esa construcción. En el siglo XVII, se le incorporó un campanario de 75 metros de altura, capillas y su característica fachada barroca. Sus impresionantes columnas, la belleza de sus mosaicos, y, en particular, su impresionante techo de madera revestido en oro en época del papa Alejandro VI son motivos más que suficientes para visitarla. La devoción de los romanos por la Virgen hizo que se esmeraran para su principal iglesia fuera especialmente bella. La hermosura de sus naves se traslada, por cierto, a sus capillas. Y entre ellas destaca la Capilla Paulina, el lugar elegido por el Papa Francisco para alojar sus restos mortales. Se ubica en el fondo de la nave izquierda, es de planta de cruz griega y destaca su hermosa cúpula. Pero la razón que tuvo el recién fallecido pontífice para que su tumba se ubicara en esta capilla es un ícono de la Virgen, al cual él le rezaba conocido como Salus populi romani, ubicado en el altar, antes y después de cada viaje apostólico. Esta imagen, que se relaciona con la “Salvación del pueblo romano”, según la tradición fue una de las pinturas del apóstol Lucas. Y si bien históricamente esto no es cierto, ya que la pintura es de época medieval, la importancia de esta en la relación entre los fieles y la Madre de Dios ha sido siempre muy potente. Santa Maria Maggiore es uno de los grandes puntos de atracción de Roma, por su belleza arquitectónica y artística, y por su importancia histórica, que hoy suma una nueva razón para visitarla si andas por Roma. Está a pocos metros de la Estación de trenes de Termini, la más importante de la capital de Italia. A continuación, te ofrecemos un video con imágenes de este templo.
Italia es famosa por sus pizzas y pastas…no hay duda de que esto es así. Pero al visitar la península, o sus islas, no apreciamos que la oferta gastronómica es muchísimo más amplia y generalmente pasamos por alto otras opciones de calidad. Este es el caso de un tipo de sándwich llamado panino alla brace (sándwich a las brasas o a la parrilla) que se popularizó con fuerza en los años setenta del siglo pasado en la región de Campania, más específicamente a las faldas del volcán Vesubio. Y si bien puede parecer un poco paradójico que este sándwich se popularizara en la zona en la que alguna vez, en el siglo I d.C., el Vesubio arrasara con las ciudades de Pompeya y Herculano, termina este siendo uno de los preferidos para el “bajón después del carrete nocturno”. Desde hace una década, ahora ya en el siglo XXI, y tras unos años de “apagón”, el panino alla brace ha renacido de las cenizas y ha vuelto a popularizarse ya no solo en su zona de origen, sino en el resto de Italia. ¿Qué tiene de particular este panino? El pan es uno alargado, con la forma de nuestro completo, el cual puede ser relleno con un sinnúmero de ingredientes: distintos tipos de carnes (cerdo, salsiccia italiana, vacuno, tocino, pollo, etc.), verduras (la más utilizada es la berenjena), variedades de quesos, y las llamadas “papate alla piastra” (papas fritas que se lanzan a una plancha y que se revuelven con distintos tipos de quesos). Una de las características principales de este sándwich es la gran cantidad de ingredientes que lleva en su interior, provocando, por cierto, una mezcla de sabores pocas veces encontrada en un solo bocado. La otra característica principal, y del cual deriva su nombre, es que todo lo que es carne, queso y papas, pasa por una plancha o parrilla, para luego armado el sándwich, calentarse bajo el calor intenso de las brasas de la parrilla. En nuestro caso, probamos este panino en Milazzo, en la isla de Sicilia, en una panineria llamada Barbekiu (via Vittorio Veneto, n°6), en donde no solo probamos dos de sus opciones, Barbekiu y Alessandra, sino también, y cómo no si estábamos en Sicilia, un panino con carne de caballo. Nuestra experiencia, dividida en dos días por cuanto estos panini son de un tamaño considerable, fue muy positiva. El pan a la parrilla adquiere un gusto especial y los ingredientes utilizados eran todos de muy buena calidad. Te invitamos a ver nuestra visita a Barbekiu y conocer el panino alla brace en el siguiente video.