La cinta noruega “La Hermanastra Fea” nos presenta una historia tan oscura como rosa, un cuento clásico visto desde otro punto de vista. Un relato de terror con abundante body horror, pero que también nos regala momentos de comedia negra. Elvira es una jovencita soñadora, poco agraciada físicamente y de buenos sentimientos, que llega a vivir al reino donde habita su amor platónico, el Príncipe Julian, cuyo poemario conoce de memoria. Ella, junto a su ambiciosa y libertina madre y su hermana menor Alma, se instala en la casa del nuevo esposo de su progenitora, un hombre de alcurnia venido a menos, que tiene una hija joven y bella: Agnes, quien no es tan cándida como aparenta. Repentinamente, muere el padrastro de Elvira y las mujeres descubren que están en la ruina. Julian invita a las jovencitas del reino a un baile para elegir esposa, lo que se transforma en una locura colectiva por alcanzar la perfección y conquistarlo. Por un lado, Agnes -que mantiene amoríos con un empleado- busca ese matrimonio por dinero y estatus. Por otro, Elvira desea cumplir su sueño romántico de casarse con el hombre ideal (está lejos de serlo), mientras su madre solo ansía que su hija se una al hombre más poderos, pero está consciente de que la chica parte con desventaja. La madre gasta lo último que tiene para someterla a una serie de procedimientos de belleza que son auténticas torturas, con tal de lograr la perfección. Ese proceso también modifica a Elvira por dentro, llevándola a la obsesión y la locura. Una reinterpretación de La Cenicienta interesante y perversa, que critica la obsesión por el cuerpo, una locura que traspasa épocas. La película expone cómo el deseo de ser aceptada y amada -por sobre el amor propio- puede llevar a la autodestrucción, y cómo la sociedad impulsa la competencia entre mujeres, aun cuando hay espacio para todas. La actuación de Lea Myren, quien interpreta a Elvira, es brillante. Su expresividad y la evolución de su personaje son notables. “La Hermanastra Fea” es un imperdible para los fanáticos del terror corporal, para quienes disfrutan de las cintas reflexivas y, en general, del buen cine nórdico. En cines desde el 9 de octubre.
La cinta noruega “La Hermanastra Fea” nos presenta una historia tan oscura como rosa, un cuento clásico visto desde otro punto de vista. Un relato de terror con abundante body horror, pero que también nos regala momentos de comedia negra. Elvira es una jovencita soñadora, poco agraciada físicamente y de buenos sentimientos, que llega a vivir al reino donde habita su amor platónico, el Príncipe Julian, cuyo poemario conoce de memoria. Ella, junto a su ambiciosa y libertina madre y su hermana menor Alma, se instala en la casa del nuevo esposo de su progenitora, un hombre de alcurnia venido a menos, que tiene una hija joven y bella: Agnes, quien no es tan cándida como aparenta. Repentinamente, muere el padrastro de Elvira y las mujeres descubren que están en la ruina. Julian invita a las jovencitas del reino a un baile para elegir esposa, lo que se transforma en una locura colectiva por alcanzar la perfección y conquistarlo. Por un lado, Agnes -que mantiene amoríos con un empleado- busca ese matrimonio por dinero y estatus. Por otro, Elvira desea cumplir su sueño romántico de casarse con el hombre ideal (está lejos de serlo), mientras su madre solo ansía que su hija se una al hombre más poderos, pero está consciente de que la chica parte con desventaja. La madre gasta lo último que tiene para someterla a una serie de procedimientos de belleza que son auténticas torturas, con tal de lograr la perfección. Ese proceso también modifica a Elvira por dentro, llevándola a la obsesión y la locura. Una reinterpretación de La Cenicienta interesante y perversa, que critica la obsesión por el cuerpo, una locura que traspasa épocas. La película expone cómo el deseo de ser aceptada y amada -por sobre el amor propio- puede llevar a la autodestrucción, y cómo la sociedad impulsa la competencia entre mujeres, aun cuando hay espacio para todas. La actuación de Lea Myren, quien interpreta a Elvira, es brillante. Su expresividad y la evolución de su personaje son notables. “La Hermanastra Fea” es un imperdible para los fanáticos del terror corporal, para quienes disfrutan de las cintas reflexivas y, en general, del buen cine nórdico. En cines desde el 9 de octubre.