La nueva cinta de Christopher Nolan no tiene desperdicio. Tres horas de brillante cine, con excelentes actuaciones y una historia real potente que cambió a la humanidad. La historia se centra -como ya es sabido- en el físico teórico estadounidense judío J. Robert Oppenheimer , uno de los más importantes en su área -junto a Einstein- del siglo XX, y en cómo se convirtió en el ‘padre de la bomba atómica’. Una biopic que se mueve entre un escalofriante thriller político y el drama profundo, con una mirada objetiva (blanco y negro) y subjetiva (a color) de los hechos. Basada en el libro “Prometeo Americano”, una minuciosa biografía sobre Oppenheimer escrita por Kai Bird y Martin J. Sherwin, ganadora del premio Pulitzer. Los primeros minutos de la película nos auguran que las próximas 3 horas serán un viaje, no sólo por presenciar un magnífico espectáculo cinematográfico, sino porque posee una trama llena de matices, egos, contradicciones y dilemas que enfrentan a la ciencia con la ética, ante los cuales es imposible mantenerse indiferente y no dejarse sorprender. Oppenheimer es un personaje visionario, complejo y reflexivo desde antes de unirse al Proyecto Manhattan, el que derivó en la creación de la bomba atómica. En la cinta se nos presentan muchas de sus facetas, además del antes, el durante y el después de esta tan importante y a la vez tan polémica y peligrosa creación, la que luego de haber sido lanzada en dos oportunidades en territorio japonés, para finalizar con la Segunda Guerra Mundial, genera en el físico sentimientos de culpa y de preocupación por lo que podría ocurrir en el futuro. El actor irlandés Cillian Murphy hace un trabajo soberbio como el protagonista de esta historia. Es impresionante lo mucho que puede transmitir con una mirada, con pequeños gestos. Nos hace empatizar con él a ratos, en otros es absolutamente insoportable, o simplemente se vuelve frío y distante. Seguramente va a ser el gran ganador en la próxima temporada de premios. Debería. El resto de sus compañeros de elenco parecen estar elegidos con pinzas, todos, hasta el actor con el papel más pequeño nos regala una sobresaliente actuación. Ellos están al servicio de la correcta entrega del relato, con la mayor veracidad. El regreso de Robert Downey Jr. a los papeles 'serios', representando al manipulador ex presidente de la Comisión de Energía Atómica, Lewis Strauss, está simplemente genial, en especial hacía el final del film. Podemos también deleitarnos con el trabajo de Emily Blunt como la pragmática esposa de Oppenheimer y bióloga, Kitty; Matt Damon en el papel del general Leslie Groves; Florence Pugh representando a una de las mujeres del físico, quizás la más importante en su vida, la partidaria comunista Jean Tatlock; Josh Harnett como el químico nuclear, Ernest Lawrence; Ben Safdie en el papel del polémico físico nuclear Edward Teller, férreo defensor de las armas nucleares; Kenneth Branagh representando al científico Niels Bohr, uno de los maestros de Oppenheimer. Además, el cast incluye a reconocidos actores como Matthew Modine, Rami Malek, Casey Affleck, Randy Quaid, Josh Peck, Alex Wolff, Gary Oldman, Scott Grimes, Gustaf Skarsgard y Dylan Arnold. La posibilidad de ver a tantas estrellas juntas derrochando talento, tiene que ver con que muchos de ellos bajaron sus honorarios para ser parte de este proyecto y poder trabajar bajo el mando de Nolan. “Oppenheimer” no es una producción masiva, a pesar de ser una de las grandes películas del último tiempo, pero todos quienes estén interesados en verla, la recomendación es hacerlo en salas de cine para no perder la oportunidad de vivir esta experiencia, y mejor aún si es en IMAX, pues fue filmada en formato Panavision 65 mm y IMAX 65 mm, según el mismo realizador confirma, para lograr sumergir al espectador en la historia.
Esta historia real sobre la gran apuesta de la división de basquetbol de la marca Nike en 1984 -cuando no eran nadie en el mercado- en la entonces emergente figura del baloncesto, Michael Jordan, nos habla de instinto, emoción y pasión. Sonny Vaccaro -representado por Matt Damon - tiene una última chance para convertir a Nike Basquetbol en una pieza líder en el mercado. Opacada siempre por Adidas y Converse, y mientras buscan a las posibles estrellas para promocionar el calzado deportivo, Vaccaro tiene la corazonada de que el joven Michael Jordan es la próxima gran estrella de este deporte, y que unirse a su imagen puede ser el golpe de suerte que necesitan. Todos en Nike piensan que la jugada de Vaccaro es una locura, más pensando que Jordan detesta la marca, pero la astucia y determinación de Sonny los contagia, entrando todos en este juego de todo o nada, que termina con una de las uniones más exitosas entre el deporte y la moda, algo sin precedentes. La cinta dirigida por Ben Affleck, quien también es productor y da vida al excéntrico CEO de Nike, Phil Knight, es una gran historia que el director sabe llevar de buena manera, manteniendo al espectador interesado, entretenido y -hacia el final- emocionado. Sin duda, Affleck es mejor realizador que actor, aunque su interpretación de Knight es bastante correcta. Damon, por su parte -también productor de la película- entrega una gran performance, demostrando su capacidad de imponente leading man. El resto del elenco no se queda atrás. Viola Davis como Deloris Jordan, la madre del basquetbolista, Chris Messina como el histérico manager, Chris Tucker y Jason Bateman, todos estupendos en sus roles. Por su parte, la reconocida figura de Michael Jordan, se mantiene en misterio a lo largo del filme. Una jugada interesante, que le da veracidad a la trama. Para disfrutar más esta cinta, es importante conocer algo del mundo de la NBA, de cultura estadounidense y, por supuesto, de los años ochenta. Desde su inicio, la película nos presenta muchos guiños de cultura pop de esa época y una banda sonora que te darán ganas de cantar, especial para nostálgicos.
Este drama con toques de thriller, no llegó el año pasado a los cines nacionales, pero sí desde hace unos días está disponible en la plataforma de HBO Max, y vale la pena darle una visita. La historia se centra en un rudo y solitario obrero de la localidad de Stillwater de Oklahoma, Bill Baker ( Matt Damon), el que tiene a su única hija -con quien lleva una relación tirante- presa en Marsella por haber asesinado a su pareja de origen árabe hace 5 años. Allison ( Abigail Breslin) vivía en Francia por estudios y allí conoció a Lina, su novia. Bill viaja a Europa para verla, y es ahí cuando la chica le pide insistentemente que le entregue una carta en francés sellada a su abogada, pues asegura tener una nueva pista para dar con el verdadero asesino de Lina, y así ella ser liberada. Desde ese momento, el padre comienza un camino complejo por intentar salvar a su hija y también redimirse por haber sido un padre ausente y alcohólico, pero no será fácil, por más que una actriz de teatro francesa, Virginie ( Camille Cottin) y su pequeña hija Maya (Lilou Siauvaud), traten de hacer su camino más fácil. Él se encontrará con importantes barreras que vencer de índole cultural, idiomática, religiosa, en un mundo lleno de prejuicios y racismo. Un drama humano lento, de larga duración, pero que no deja que el espectador pierda el interés. Además, “Stillwater” es probablemente una de las mejores actuaciones de Matt Damon, como nunca lo habíamos visto. Dirigida por Tom McCarthy (Spotlight) y producida por Amblin.
La nueva cinta de Christopher Nolan, que llegará a los cines el 20 de julio de 2023,Oppenheimer, se basa en el libro 'American Prometheus: The Triumph and Tragedy of J. Robert Oppenheimer', sobre el físico estadounidense conocido como uno de los 'padres de la bomba atómica'. Cilian Murphy (Inception, Peaky Blinders), Emily Blunt (A quiet place, Jungle Cruise), Matt Damon (Good Will Hunting, saga Bourne), Robert Downey Jr. (El Solista, Iron Man), Florence Pugh (Midsomar, Lady Macbeth), Rami Malek (Mr. Robot, Bohemian Rapsody), Josh Harnett (Pearl Harbor, La Facultad), Jack Quaid (The Boys), Matthew Modine (Full Metal Jacket, Stranger Things), Scott Grimes (Critters, ER) y Josh Peck (Drake & Josh), son parte del elenco estelar de esta cinta que acaba de revelar póster.
En 1977, cuando Ridley Scott tenía 40 años, estrenó su ópera prima, el intenso drama de época “Los Duelistas” , en el que Keith Carradine y Harvey Keitel, dos oficiales del ejército de Napoleón, se enfrentan a un duelo eterno que marcará sus vidas. Un cautivador ejercicio de estilo que impulsaría una de las carreras cinematográficas más importantes del siglo XX. Más de cuatro décadas después y con 83 años, el cineasta vuelve al género que lo vio debutar con “El Último Duelo” , una cinta medieval con tintes policiacos y judiciales, dividida en tres capítulos, en el que cada personaje cuenta su versión sobre un hecho trágico y violento. Basada en el libro “The Last Duel: A True Story of Trial by Combat in Medieval Europe” de Eric Jager, y adaptada por Matt Damon, Ben Affleck y Nicole Holofcerner, la película está ambientada en la Normandia del siglo XIV. Cuenta la historia real del último duelo a muerte documentado en tierras Europeas . En 1386, Sir Jean de Carrouges (Matt Damon) acusó al escudero Jacques Le Gris (Adam Driver) de abusar sexualmente de su esposa, Marguerite de Carrouges (Jodie Comer). Ante las dudas sobre la veracidad de su acusación, el caballero solicita un duelo a muerte ante el rey, para que Dios demuestre quien dice la verdad. Aunque, en realidad, ninguno de los dos peleaba por el honor y respeto de la mujer afectada, sino por el suyo propio. La película apuesta por una narración arriesgada y divide la historia en tres perspectivas; la del caballero, la del acusado y la de la víctima, por ello, los primeros minutos pueden parecer desconcertantes para el espectador, porque las escenas avanzan de manera rápida, elíptica y sin contexto, sin embargo, con el avanzar de los minutos, nos damos cuenta que estamos viendo la historia con el punto de vista de Jean de Carrouges, escudero de Francia que pasa de batalla en batalla en nombre del Rey Carlos VII, por lo que los sucesos se ven de manera más o menos fragmentada. El capítulo de Jacques Le Gris, el acusado de violación, muestra los sucesos de una manera similar, pero algo tergiversados. Suaviza el crimen, dándole parte de la culpa a la mujer por coquetear con él, siempre con el apoyo del Conde Pierre (Ben Affleck), su amigo, quien funde como juez para favorecerlo. Mientras que el capítulo final, contado por Lady Marguerite, la narración es dinámica, con flashbacks para detallar la figura que tiene la mujer en la edad media, y exponer todas las injusticias y vejaciones a las que tenían que someterse por no ser dueñas de sus vidas. Ridley Scott juega visualmente con las tres versiones, filmando la misma escena varias veces, desde diferentes ángulos y perspectivas, pero con pequeños y minuciosos detalles que las diferencian una de la otra, distorsionando el relato. Diferentes movimientos, diferentes palabras, diferentes mensajes corporales. ¿Quién dice la verdad? Durante más de dos horas, que no se hacen pesadas en ningún momento, el veterano cineasta elabora, construye y demarca los territorios de la verdad, la mentira y la lealtad, como lo hizo Akira Kurosawa en su legendaria Rashomon, pero esta vez con un cargado apoyo feminista, enmarcado en un mundo en el que la mujer cada vez se revela ante las injusticias del mundo moderno. En el aspecto interpretativo, el trío protagonista está excelente; Damon, Driver y Comer bordan sus papeles, nos hacen sentir su pena, angustia, odio y dolor, y nos sumergen en su mundo. El director ha vuelto a crear una obra maestra del cine épico y medieval, con elementos de cine clásico, de capa y espada como el que ya no se hace, pero explora temáticas tan relevantes para el presente que la convierten en una cinta necesaria y reveladora. Así cierra el círculo virtuoso que comenzó hace más de cuatro décadas con su primera película, con un duelo y un hombre muerto.
La nueva cinta de Christopher Nolan no tiene desperdicio. Tres horas de brillante cine, con excelentes actuaciones y una historia real potente que cambió a la humanidad. La historia se centra -como ya es sabido- en el físico teórico estadounidense judío J. Robert Oppenheimer , uno de los más importantes en su área -junto a Einstein- del siglo XX, y en cómo se convirtió en el ‘padre de la bomba atómica’. Una biopic que se mueve entre un escalofriante thriller político y el drama profundo, con una mirada objetiva (blanco y negro) y subjetiva (a color) de los hechos. Basada en el libro “Prometeo Americano”, una minuciosa biografía sobre Oppenheimer escrita por Kai Bird y Martin J. Sherwin, ganadora del premio Pulitzer. Los primeros minutos de la película nos auguran que las próximas 3 horas serán un viaje, no sólo por presenciar un magnífico espectáculo cinematográfico, sino porque posee una trama llena de matices, egos, contradicciones y dilemas que enfrentan a la ciencia con la ética, ante los cuales es imposible mantenerse indiferente y no dejarse sorprender. Oppenheimer es un personaje visionario, complejo y reflexivo desde antes de unirse al Proyecto Manhattan, el que derivó en la creación de la bomba atómica. En la cinta se nos presentan muchas de sus facetas, además del antes, el durante y el después de esta tan importante y a la vez tan polémica y peligrosa creación, la que luego de haber sido lanzada en dos oportunidades en territorio japonés, para finalizar con la Segunda Guerra Mundial, genera en el físico sentimientos de culpa y de preocupación por lo que podría ocurrir en el futuro. El actor irlandés Cillian Murphy hace un trabajo soberbio como el protagonista de esta historia. Es impresionante lo mucho que puede transmitir con una mirada, con pequeños gestos. Nos hace empatizar con él a ratos, en otros es absolutamente insoportable, o simplemente se vuelve frío y distante. Seguramente va a ser el gran ganador en la próxima temporada de premios. Debería. El resto de sus compañeros de elenco parecen estar elegidos con pinzas, todos, hasta el actor con el papel más pequeño nos regala una sobresaliente actuación. Ellos están al servicio de la correcta entrega del relato, con la mayor veracidad. El regreso de Robert Downey Jr. a los papeles 'serios', representando al manipulador ex presidente de la Comisión de Energía Atómica, Lewis Strauss, está simplemente genial, en especial hacía el final del film. Podemos también deleitarnos con el trabajo de Emily Blunt como la pragmática esposa de Oppenheimer y bióloga, Kitty; Matt Damon en el papel del general Leslie Groves; Florence Pugh representando a una de las mujeres del físico, quizás la más importante en su vida, la partidaria comunista Jean Tatlock; Josh Harnett como el químico nuclear, Ernest Lawrence; Ben Safdie en el papel del polémico físico nuclear Edward Teller, férreo defensor de las armas nucleares; Kenneth Branagh representando al científico Niels Bohr, uno de los maestros de Oppenheimer. Además, el cast incluye a reconocidos actores como Matthew Modine, Rami Malek, Casey Affleck, Randy Quaid, Josh Peck, Alex Wolff, Gary Oldman, Scott Grimes, Gustaf Skarsgard y Dylan Arnold. La posibilidad de ver a tantas estrellas juntas derrochando talento, tiene que ver con que muchos de ellos bajaron sus honorarios para ser parte de este proyecto y poder trabajar bajo el mando de Nolan. “Oppenheimer” no es una producción masiva, a pesar de ser una de las grandes películas del último tiempo, pero todos quienes estén interesados en verla, la recomendación es hacerlo en salas de cine para no perder la oportunidad de vivir esta experiencia, y mejor aún si es en IMAX, pues fue filmada en formato Panavision 65 mm y IMAX 65 mm, según el mismo realizador confirma, para lograr sumergir al espectador en la historia.
Esta historia real sobre la gran apuesta de la división de basquetbol de la marca Nike en 1984 -cuando no eran nadie en el mercado- en la entonces emergente figura del baloncesto, Michael Jordan, nos habla de instinto, emoción y pasión. Sonny Vaccaro -representado por Matt Damon - tiene una última chance para convertir a Nike Basquetbol en una pieza líder en el mercado. Opacada siempre por Adidas y Converse, y mientras buscan a las posibles estrellas para promocionar el calzado deportivo, Vaccaro tiene la corazonada de que el joven Michael Jordan es la próxima gran estrella de este deporte, y que unirse a su imagen puede ser el golpe de suerte que necesitan. Todos en Nike piensan que la jugada de Vaccaro es una locura, más pensando que Jordan detesta la marca, pero la astucia y determinación de Sonny los contagia, entrando todos en este juego de todo o nada, que termina con una de las uniones más exitosas entre el deporte y la moda, algo sin precedentes. La cinta dirigida por Ben Affleck, quien también es productor y da vida al excéntrico CEO de Nike, Phil Knight, es una gran historia que el director sabe llevar de buena manera, manteniendo al espectador interesado, entretenido y -hacia el final- emocionado. Sin duda, Affleck es mejor realizador que actor, aunque su interpretación de Knight es bastante correcta. Damon, por su parte -también productor de la película- entrega una gran performance, demostrando su capacidad de imponente leading man. El resto del elenco no se queda atrás. Viola Davis como Deloris Jordan, la madre del basquetbolista, Chris Messina como el histérico manager, Chris Tucker y Jason Bateman, todos estupendos en sus roles. Por su parte, la reconocida figura de Michael Jordan, se mantiene en misterio a lo largo del filme. Una jugada interesante, que le da veracidad a la trama. Para disfrutar más esta cinta, es importante conocer algo del mundo de la NBA, de cultura estadounidense y, por supuesto, de los años ochenta. Desde su inicio, la película nos presenta muchos guiños de cultura pop de esa época y una banda sonora que te darán ganas de cantar, especial para nostálgicos.
Este drama con toques de thriller, no llegó el año pasado a los cines nacionales, pero sí desde hace unos días está disponible en la plataforma de HBO Max, y vale la pena darle una visita. La historia se centra en un rudo y solitario obrero de la localidad de Stillwater de Oklahoma, Bill Baker ( Matt Damon), el que tiene a su única hija -con quien lleva una relación tirante- presa en Marsella por haber asesinado a su pareja de origen árabe hace 5 años. Allison ( Abigail Breslin) vivía en Francia por estudios y allí conoció a Lina, su novia. Bill viaja a Europa para verla, y es ahí cuando la chica le pide insistentemente que le entregue una carta en francés sellada a su abogada, pues asegura tener una nueva pista para dar con el verdadero asesino de Lina, y así ella ser liberada. Desde ese momento, el padre comienza un camino complejo por intentar salvar a su hija y también redimirse por haber sido un padre ausente y alcohólico, pero no será fácil, por más que una actriz de teatro francesa, Virginie ( Camille Cottin) y su pequeña hija Maya (Lilou Siauvaud), traten de hacer su camino más fácil. Él se encontrará con importantes barreras que vencer de índole cultural, idiomática, religiosa, en un mundo lleno de prejuicios y racismo. Un drama humano lento, de larga duración, pero que no deja que el espectador pierda el interés. Además, “Stillwater” es probablemente una de las mejores actuaciones de Matt Damon, como nunca lo habíamos visto. Dirigida por Tom McCarthy (Spotlight) y producida por Amblin.
La nueva cinta de Christopher Nolan, que llegará a los cines el 20 de julio de 2023,Oppenheimer, se basa en el libro 'American Prometheus: The Triumph and Tragedy of J. Robert Oppenheimer', sobre el físico estadounidense conocido como uno de los 'padres de la bomba atómica'. Cilian Murphy (Inception, Peaky Blinders), Emily Blunt (A quiet place, Jungle Cruise), Matt Damon (Good Will Hunting, saga Bourne), Robert Downey Jr. (El Solista, Iron Man), Florence Pugh (Midsomar, Lady Macbeth), Rami Malek (Mr. Robot, Bohemian Rapsody), Josh Harnett (Pearl Harbor, La Facultad), Jack Quaid (The Boys), Matthew Modine (Full Metal Jacket, Stranger Things), Scott Grimes (Critters, ER) y Josh Peck (Drake & Josh), son parte del elenco estelar de esta cinta que acaba de revelar póster.
En 1977, cuando Ridley Scott tenía 40 años, estrenó su ópera prima, el intenso drama de época “Los Duelistas” , en el que Keith Carradine y Harvey Keitel, dos oficiales del ejército de Napoleón, se enfrentan a un duelo eterno que marcará sus vidas. Un cautivador ejercicio de estilo que impulsaría una de las carreras cinematográficas más importantes del siglo XX. Más de cuatro décadas después y con 83 años, el cineasta vuelve al género que lo vio debutar con “El Último Duelo” , una cinta medieval con tintes policiacos y judiciales, dividida en tres capítulos, en el que cada personaje cuenta su versión sobre un hecho trágico y violento. Basada en el libro “The Last Duel: A True Story of Trial by Combat in Medieval Europe” de Eric Jager, y adaptada por Matt Damon, Ben Affleck y Nicole Holofcerner, la película está ambientada en la Normandia del siglo XIV. Cuenta la historia real del último duelo a muerte documentado en tierras Europeas . En 1386, Sir Jean de Carrouges (Matt Damon) acusó al escudero Jacques Le Gris (Adam Driver) de abusar sexualmente de su esposa, Marguerite de Carrouges (Jodie Comer). Ante las dudas sobre la veracidad de su acusación, el caballero solicita un duelo a muerte ante el rey, para que Dios demuestre quien dice la verdad. Aunque, en realidad, ninguno de los dos peleaba por el honor y respeto de la mujer afectada, sino por el suyo propio. La película apuesta por una narración arriesgada y divide la historia en tres perspectivas; la del caballero, la del acusado y la de la víctima, por ello, los primeros minutos pueden parecer desconcertantes para el espectador, porque las escenas avanzan de manera rápida, elíptica y sin contexto, sin embargo, con el avanzar de los minutos, nos damos cuenta que estamos viendo la historia con el punto de vista de Jean de Carrouges, escudero de Francia que pasa de batalla en batalla en nombre del Rey Carlos VII, por lo que los sucesos se ven de manera más o menos fragmentada. El capítulo de Jacques Le Gris, el acusado de violación, muestra los sucesos de una manera similar, pero algo tergiversados. Suaviza el crimen, dándole parte de la culpa a la mujer por coquetear con él, siempre con el apoyo del Conde Pierre (Ben Affleck), su amigo, quien funde como juez para favorecerlo. Mientras que el capítulo final, contado por Lady Marguerite, la narración es dinámica, con flashbacks para detallar la figura que tiene la mujer en la edad media, y exponer todas las injusticias y vejaciones a las que tenían que someterse por no ser dueñas de sus vidas. Ridley Scott juega visualmente con las tres versiones, filmando la misma escena varias veces, desde diferentes ángulos y perspectivas, pero con pequeños y minuciosos detalles que las diferencian una de la otra, distorsionando el relato. Diferentes movimientos, diferentes palabras, diferentes mensajes corporales. ¿Quién dice la verdad? Durante más de dos horas, que no se hacen pesadas en ningún momento, el veterano cineasta elabora, construye y demarca los territorios de la verdad, la mentira y la lealtad, como lo hizo Akira Kurosawa en su legendaria Rashomon, pero esta vez con un cargado apoyo feminista, enmarcado en un mundo en el que la mujer cada vez se revela ante las injusticias del mundo moderno. En el aspecto interpretativo, el trío protagonista está excelente; Damon, Driver y Comer bordan sus papeles, nos hacen sentir su pena, angustia, odio y dolor, y nos sumergen en su mundo. El director ha vuelto a crear una obra maestra del cine épico y medieval, con elementos de cine clásico, de capa y espada como el que ya no se hace, pero explora temáticas tan relevantes para el presente que la convierten en una cinta necesaria y reveladora. Así cierra el círculo virtuoso que comenzó hace más de cuatro décadas con su primera película, con un duelo y un hombre muerto.