“Nadie 2” llega para entretener y regalar un espectáculo de acción a los fanáticos del género, tal como lo hizo su predecesora de 2021. Han pasado algunos años y Hutch Mansell ( Bob Odenkirk) sigue atado a la deuda que contrajo con una organización criminal, cumpliendo trabajos sucios que lo consumen y lo alejan cada vez más de su esposa ( Connie Nielsen) e hijos, cansados de la vida que llevan. Presionado por su familia, decide tomar vacaciones y regresar al único lugar donde fue feliz en su infancia: Plumerville, una pequeña localidad con un parque de diversiones y acuático. Allí, con sus seres queridos, incluido el excéntrico abuelo ( Christopher Lloyd), parecen por fin tener un respiro. Pero los problemas no tardan en alcanzarlo, pronto descubre que la ciudad está controlada por autoridades corruptas y una peligrosa contrabandista llamada Ledina ( Sharon Stone). En menos de hora y media -que se pasa volando- la cinta entrega altas dosis de acción, momentos de humor y pinceladas de drama familiar, con una edición ágil y una banda sonora que resalta especialmente en sus guiños a clásicos musicales. Aunque mantiene la esencia técnica de la primera entrega, esta secuela pone mayor foco en la familia, al tiempo que muestra a Hutch como un matón consumido por la violencia, que ya no sabe cuándo detenerse. El reparto brilla: Bob Odenkirk confirma que este es un rol hecho a su medida, derrochando actitud y simpatía, una buena mezcla entre adorable hombre de familia y tipo malo; Connie Nielsen aporta un lado más rudo a su personaje; Christopher Lloyd encanta nuevamente como el abuelo chiflado; y Sharon Stone, pese a su breve participación, se roba la pantalla como una alocada villana de peso. Quienes disfrutaron la primera entrega encontrarán aquí otra dosis adictiva de divertida acción, y quienes no la hayan visto, no se preocupen, “Nadie 2” funciona perfectamente por sí sola. En cines desde el 21 de agosto.
“Nadie 2” llega para entretener y regalar un espectáculo de acción a los fanáticos del género, tal como lo hizo su predecesora de 2021. Han pasado algunos años y Hutch Mansell ( Bob Odenkirk) sigue atado a la deuda que contrajo con una organización criminal, cumpliendo trabajos sucios que lo consumen y lo alejan cada vez más de su esposa ( Connie Nielsen) e hijos, cansados de la vida que llevan. Presionado por su familia, decide tomar vacaciones y regresar al único lugar donde fue feliz en su infancia: Plumerville, una pequeña localidad con un parque de diversiones y acuático. Allí, con sus seres queridos, incluido el excéntrico abuelo ( Christopher Lloyd), parecen por fin tener un respiro. Pero los problemas no tardan en alcanzarlo, pronto descubre que la ciudad está controlada por autoridades corruptas y una peligrosa contrabandista llamada Ledina ( Sharon Stone). En menos de hora y media -que se pasa volando- la cinta entrega altas dosis de acción, momentos de humor y pinceladas de drama familiar, con una edición ágil y una banda sonora que resalta especialmente en sus guiños a clásicos musicales. Aunque mantiene la esencia técnica de la primera entrega, esta secuela pone mayor foco en la familia, al tiempo que muestra a Hutch como un matón consumido por la violencia, que ya no sabe cuándo detenerse. El reparto brilla: Bob Odenkirk confirma que este es un rol hecho a su medida, derrochando actitud y simpatía, una buena mezcla entre adorable hombre de familia y tipo malo; Connie Nielsen aporta un lado más rudo a su personaje; Christopher Lloyd encanta nuevamente como el abuelo chiflado; y Sharon Stone, pese a su breve participación, se roba la pantalla como una alocada villana de peso. Quienes disfrutaron la primera entrega encontrarán aquí otra dosis adictiva de divertida acción, y quienes no la hayan visto, no se preocupen, “Nadie 2” funciona perfectamente por sí sola. En cines desde el 21 de agosto.