La ópera prima de Destry Allyn Spielberg -hija de Steven Spielberg- es una propuesta de thriller distópico, que le falta bastante para convertirse en una producción verdaderamente memorable. Si bien la dirección está relativamente bien lograda y cuenta con una villana tan potente como perturbadora - Clara, interpretada con solidez por Michelle Dockery - la película queda atrás debido a un guion débil y al pobre desarrollo de sus personajes juveniles. La historia plantea que un extraño virus acaba con gran parte de los adultos, transformándolos en una suerte de zombies, mientras los niños y adolescentes son mal vistos, considerados como transmisores inconscientes de la enfermedad. En ese contexto, un grupo de jóvenes, que sobrevive por su cuenta, hace lo posible por mantenerse con vida y conservar un mínimo de libertad. Con la inocencia perdida, planean viajar hacia el sur en busca de un futuro mejor, o eso creen. Poco antes de partir, se les une de manera forzada Mary ( Zoe Coletti), una chica que ha estado deambulando sola cerca de su refugio. Cuando su intento de huida falla y los adultos los persiguen -con uno de ellos gravemente herido- el grupo decide buscar refugio en una vieja y enorme casa alejada de la civilización. Lo que parecía ser un hogar abandonado no lo es, allí vive Clara, una mujer joven, tradicional y aparentemente amable, que les ofrece ayuda. Clara cura al herido y se comporta de forma hospitalaria, aunque les pide irse antes de que su marido, un policía, regrese a casa a la mañana siguiente. Los adolescentes, acostumbrados a desconfiar de los adultos, quieren marcharse cuanto antes, pero sorpresivamente Clara tiene otros planes, mucho más oscuros que entregarlos a la policía para que sean apresados. La película presenta una premisa interesante, pero se va perdiendo a medida que avanza la trama, recuperando algo de fuerza solo hacia el final. Con un ritmo irregular y personajes poco desarrollados -salvo la villana- por lo que cuesta empatizar con ellos. La mayoría de los jóvenes resultan insoportables sin mayor justificación, cuando había mucho que explorar sobre cada uno de ellos. Lo mismo ocurre con el personaje de Giancarlo Esposito, una aparición secundaria que termina completamente desaprovechada. “No alimentes a los niños” llega a los cines chilenos este jueves 27 de noviembre.
La ópera prima de la hija del realizador Steven Spielberg promete ser perturbadora. Destry Allyn Spielberg, quien también es actriz, presentaNo alimentes a los niños, un título tan sugerente como inquietante para una historia que promete, aunque algunos críticos dicen que no es suficiente y tienden a compararla -erróneamente- con la obra de su padre. La cinta se sitúa en un futuro distópico donde todos los adultos han muerto a causa de un virus. Un grupo de niños huérfanos emprende un viaje hacia el sur del país en busca de protección, pero solo encuentran peligro, rechazo y una misteriosa mujer que desea acabar con ellos. No alimentes a los niños se estrena en Chile el 27 de noviembre, con Giancarlo Esposito y Michelle Dockery en los roles protagónicos.
La ópera prima de Destry Allyn Spielberg -hija de Steven Spielberg- es una propuesta de thriller distópico, que le falta bastante para convertirse en una producción verdaderamente memorable. Si bien la dirección está relativamente bien lograda y cuenta con una villana tan potente como perturbadora - Clara, interpretada con solidez por Michelle Dockery - la película queda atrás debido a un guion débil y al pobre desarrollo de sus personajes juveniles. La historia plantea que un extraño virus acaba con gran parte de los adultos, transformándolos en una suerte de zombies, mientras los niños y adolescentes son mal vistos, considerados como transmisores inconscientes de la enfermedad. En ese contexto, un grupo de jóvenes, que sobrevive por su cuenta, hace lo posible por mantenerse con vida y conservar un mínimo de libertad. Con la inocencia perdida, planean viajar hacia el sur en busca de un futuro mejor, o eso creen. Poco antes de partir, se les une de manera forzada Mary ( Zoe Coletti), una chica que ha estado deambulando sola cerca de su refugio. Cuando su intento de huida falla y los adultos los persiguen -con uno de ellos gravemente herido- el grupo decide buscar refugio en una vieja y enorme casa alejada de la civilización. Lo que parecía ser un hogar abandonado no lo es, allí vive Clara, una mujer joven, tradicional y aparentemente amable, que les ofrece ayuda. Clara cura al herido y se comporta de forma hospitalaria, aunque les pide irse antes de que su marido, un policía, regrese a casa a la mañana siguiente. Los adolescentes, acostumbrados a desconfiar de los adultos, quieren marcharse cuanto antes, pero sorpresivamente Clara tiene otros planes, mucho más oscuros que entregarlos a la policía para que sean apresados. La película presenta una premisa interesante, pero se va perdiendo a medida que avanza la trama, recuperando algo de fuerza solo hacia el final. Con un ritmo irregular y personajes poco desarrollados -salvo la villana- por lo que cuesta empatizar con ellos. La mayoría de los jóvenes resultan insoportables sin mayor justificación, cuando había mucho que explorar sobre cada uno de ellos. Lo mismo ocurre con el personaje de Giancarlo Esposito, una aparición secundaria que termina completamente desaprovechada. “No alimentes a los niños” llega a los cines chilenos este jueves 27 de noviembre.
La ópera prima de la hija del realizador Steven Spielberg promete ser perturbadora. Destry Allyn Spielberg, quien también es actriz, presentaNo alimentes a los niños, un título tan sugerente como inquietante para una historia que promete, aunque algunos críticos dicen que no es suficiente y tienden a compararla -erróneamente- con la obra de su padre. La cinta se sitúa en un futuro distópico donde todos los adultos han muerto a causa de un virus. Un grupo de niños huérfanos emprende un viaje hacia el sur del país en busca de protección, pero solo encuentran peligro, rechazo y una misteriosa mujer que desea acabar con ellos. No alimentes a los niños se estrena en Chile el 27 de noviembre, con Giancarlo Esposito y Michelle Dockery en los roles protagónicos.