El sacerdote italiano, nacido en Módena, Gabriele Amorth fue por décadas el exorcista principal del Vaticano. Práctico decenas de miles de sesiones de exorcismo, y escribió varios libros sobre esta práctica y la figura del demonio. Dotado de una particular y controvertida personalidad, se convirtió en una suerte de celebridad de culto, que las personas esperaban escuchar en conferencias y en TV. Fallecido a los 91 años en 2016, se declaró fanático de la clásica cinta de William Friedkin, “El Exorcista” (1973), aunque encontraba que los efectos eran un tanto exagerados. Por lo mismo, participó en el documental del director, “El demonio y el Padre Amorth”, estrenado un año después de su muerte (disponible en Netflix). Este 2023, Sony Pictures trae a la pantalla grande una película que nos muestra la figura del sacerdote, basada en sus escritos sobre prácticas realizadas por él, pero con toques de ficción y marcado horror, que la convierten en una buena película del género, que da pie a lo que podría ser una interesante saga. Un estupendo Russell Crowe, en un perfecto italiano e inglés con acento italiano, representa al carismático Padre Amorth, un experimentado y algo rebelde exorcista, muy cercano al Papa (no identifica a alguno en particular), interpretado por Franco Nero, quien se ve enfrentado a un importante caso de posesión en una antigua abadía española, el que afecta a una joven viuda y sus hijos adolescentes. Un joven sacerdote hispano -el Padre Esquibel (Daniel Zovatto)- de poca experiencia, será su ayudante en este potente duelo contra el demonio y sus propias culpas. Con más ficción que realidad, la historia entretiene y, para los más asustadizos, atemoriza, pero hay que reconocer que el gran encanto de este filme es la interpretación de Crowe. Esta producción está bien contada y lograda en materia de efectos, lo que la pone por encima de muchas de las cintas sobre exorcismos que han salido en el último tiempo, que no han sido pocas. La iconografía hace guiños a la gran obra de Friedkin, que ha marcado pauta por décadas en este subgénero. “El Exorcista del Papa”, dirigida por el australiano Julius Avery, llega a los cines este jueves 6 de abril.
El sacerdote italiano Gabriele Amorth, fue reconocido por su trabajo como el principal exorcista del Vaticano, quien publicó más de una decena de libros sobre el demonio, y realizó más de 70 mil expulsiones entre inicios de los años ochenta hasta su muerte en 2016, a los 91 años. William Friedkin, director de El Exorcista, lanzó un año después de la muerte del sacerdote, el documental El diablo y el Padre Amorth, que muestra el proceso real de una expulsión demoniaca, y hace algunas reflexiones sobre el tema. En Chile, se estrenó en Netflix. En los últimos dos años, una cantidad importante de cintas sobre posesiones y exorcismos han llegado al cine, pero sin duda la historia del Padre Amorth, basada en documentos reales, concentra un gran interés. Protagonizada por Russell Crowe, acompañado de Franco Nero,El Exorcismo del Papa llegará al cine el 6 de abril.
El mundo del boxeo a lo largo de los años ha ido prácticamente de la mano con el cinematográfico. Ejemplos hay un montón, partiendo por las más famosas y obvias como Rocky (1976), junto a todo su universo, secuelas y spin-offs protagonizados por Creed (2015); la obra maestra de Martin Scorsese “Toro Salvaje” (1980), “Ali” (2001), “Million Dollar Baby” (2004) o “The Fighter” (2010). Como también la triste y hermosa “Fat city” (1972) de John Huston, el sórdido film-noir protagonizado por Robert Ryan “The Set-up” (1949), el salto a la fama de Kirk Douglas en “Champion” (1949) o la lacrimógena “The Champ” (1979). Sin embargo, muy pocas se han tomado la molestia de indagar más en el origen del pugilismo, por lo que sorprende que esta tarea haya sido encomendada por el director Daniel Graham con un pequeño filme, que aunque sigue el esquema básico de las películas deportivas, con un protagonista que debe superar la adversidad, logra cautivar por su ambientación y por la actuación de dos ya leyendas del cine anglosajón, Russell Crowe y Ray Winstone. “Prizefighter: The Life of Jem Belcher” (mal titulada “Rey del anillo”) es un drama basado en hechos reales que ficciona la vida del boxeador James Belcher (Matt Hookings), campeón de Inglaterra que defendió su título entre 1800 y 1805. La cinta nos introduce en la infancia de Belcher, cuando desde niño, mientras vivía en Bristol, seguía las enseñanzas de su abuelo Jack Slack (Crowe), un ex boxeador pendenciero, alcohólico y apostador. Así como también nos cuenta su llegada a Londres, donde recaló para convertirse en un luchador de éxito, en los albores de un deporte en el que aún se peleaba con los puños desnudos, cuadriláteros en las calles y reglas prácticamente inexistentes. La historia nos exhibe el ascenso, caída y posterior renacimiento de Jem Belcher , que luego de salir de un entorno humilde, consiguió codearse con la aristocracia de la época, pero luego de perder un ojo, que significó un largo retiro de la lona, volvió para luchar por el título que le pertenecía. Sin duda, lo mejor de la película es cómo aborda la historia del protagonista y coge los elementos históricos para conocer mejor los pequeños detalles del deporte recién nacido. El protagonista Matt Hookings (también guionista del filme) quizás no sea el mejor actor, ni el más adecuado para el papel, sin embargo, cumple con su objetivo. No obstante, las miradas se las llevan los veteranos Crowe (aunque sólo aparece la primera mitad) y Ray Winstone, una suerte de antítesis de Jack Slack, que intentará llevar a Jem por el buen camino y entrenarlo para ser el mejor. Sin duda, un pequeño, pero divertido filme de cine B sobre uno de los deportes más famosos y controvertidos de la historia, además de una mirada pseudo documental a “la pelea olvidada del siglo XIX”: Jem Belcher V/S Henry Pearce. “Prizefighter: The Life of Jem Belcher” o Rey del Anillo ya está disponible en las app de iTunes y Google Play.
Jake Foley es un millonario jugador de póker que invita a sus mejores amigos a una noche de juego, donde podrían ganar una gran cantidad de dinero. Pero los secretos de cada uno irán saliendo a luz, cambiando el destino de los personajes y las decisiones que tomarán para seguir en la jugada. Esta es la premisa de Juego Perfecto, la nueva película de Russell Crowe, quien es director y protagonista de la misma, encabezando un reparto que también incluye a Liam Hemsworth y Elsa Pataky. Una noche llena de suspenso que invita descubrir la próxima apuesta que realizará el protagonista a cada momento, dejando claro que es él quien tiene el control. Conocer las verdaderas intenciones de cada personaje será una de las líneas que guíe la trama, ya que todos esconden un secreto y algunos -incluso- una traición, que hará que Foley los haga confesar con discutibles métodos, pero con la claridad de quien no tiene nada que perder en el compromiso. Crowe logra mantener la intriga, en una película donde destaca la amistad por sobre todas las cosas, a pesar del tiempo y de algunas caídas que guiarán los pasos de cada personaje. Las intenciones de Foley se irán aclarando como las cartas de un naipe, que nos muestra que apostar es un juego que no siempre sale como lo planeamos. La primera parte de la película nos da a conocer los inicios de la amistad y nos lleva por un ritmo más calmado que el resto de la historia, que se va complejizando a medida que avanza la trama. Los personajes deberán dejar sus diferencias de lado para luchar contra un enemigo en común, mucho más difícil que el póker. Juego Perfecto propone ir revelando secretos y mostrando las verdaderas intenciones de cada uno de los personajes, prometiendo acción y misterio, contando una historia de amistad y apuestas que entretiene en la justa medida. Disponible en cines del país.
El sacerdote italiano, nacido en Módena, Gabriele Amorth fue por décadas el exorcista principal del Vaticano. Práctico decenas de miles de sesiones de exorcismo, y escribió varios libros sobre esta práctica y la figura del demonio. Dotado de una particular y controvertida personalidad, se convirtió en una suerte de celebridad de culto, que las personas esperaban escuchar en conferencias y en TV. Fallecido a los 91 años en 2016, se declaró fanático de la clásica cinta de William Friedkin, “El Exorcista” (1973), aunque encontraba que los efectos eran un tanto exagerados. Por lo mismo, participó en el documental del director, “El demonio y el Padre Amorth”, estrenado un año después de su muerte (disponible en Netflix). Este 2023, Sony Pictures trae a la pantalla grande una película que nos muestra la figura del sacerdote, basada en sus escritos sobre prácticas realizadas por él, pero con toques de ficción y marcado horror, que la convierten en una buena película del género, que da pie a lo que podría ser una interesante saga. Un estupendo Russell Crowe, en un perfecto italiano e inglés con acento italiano, representa al carismático Padre Amorth, un experimentado y algo rebelde exorcista, muy cercano al Papa (no identifica a alguno en particular), interpretado por Franco Nero, quien se ve enfrentado a un importante caso de posesión en una antigua abadía española, el que afecta a una joven viuda y sus hijos adolescentes. Un joven sacerdote hispano -el Padre Esquibel (Daniel Zovatto)- de poca experiencia, será su ayudante en este potente duelo contra el demonio y sus propias culpas. Con más ficción que realidad, la historia entretiene y, para los más asustadizos, atemoriza, pero hay que reconocer que el gran encanto de este filme es la interpretación de Crowe. Esta producción está bien contada y lograda en materia de efectos, lo que la pone por encima de muchas de las cintas sobre exorcismos que han salido en el último tiempo, que no han sido pocas. La iconografía hace guiños a la gran obra de Friedkin, que ha marcado pauta por décadas en este subgénero. “El Exorcista del Papa”, dirigida por el australiano Julius Avery, llega a los cines este jueves 6 de abril.
El sacerdote italiano Gabriele Amorth, fue reconocido por su trabajo como el principal exorcista del Vaticano, quien publicó más de una decena de libros sobre el demonio, y realizó más de 70 mil expulsiones entre inicios de los años ochenta hasta su muerte en 2016, a los 91 años. William Friedkin, director de El Exorcista, lanzó un año después de la muerte del sacerdote, el documental El diablo y el Padre Amorth, que muestra el proceso real de una expulsión demoniaca, y hace algunas reflexiones sobre el tema. En Chile, se estrenó en Netflix. En los últimos dos años, una cantidad importante de cintas sobre posesiones y exorcismos han llegado al cine, pero sin duda la historia del Padre Amorth, basada en documentos reales, concentra un gran interés. Protagonizada por Russell Crowe, acompañado de Franco Nero,El Exorcismo del Papa llegará al cine el 6 de abril.
El mundo del boxeo a lo largo de los años ha ido prácticamente de la mano con el cinematográfico. Ejemplos hay un montón, partiendo por las más famosas y obvias como Rocky (1976), junto a todo su universo, secuelas y spin-offs protagonizados por Creed (2015); la obra maestra de Martin Scorsese “Toro Salvaje” (1980), “Ali” (2001), “Million Dollar Baby” (2004) o “The Fighter” (2010). Como también la triste y hermosa “Fat city” (1972) de John Huston, el sórdido film-noir protagonizado por Robert Ryan “The Set-up” (1949), el salto a la fama de Kirk Douglas en “Champion” (1949) o la lacrimógena “The Champ” (1979). Sin embargo, muy pocas se han tomado la molestia de indagar más en el origen del pugilismo, por lo que sorprende que esta tarea haya sido encomendada por el director Daniel Graham con un pequeño filme, que aunque sigue el esquema básico de las películas deportivas, con un protagonista que debe superar la adversidad, logra cautivar por su ambientación y por la actuación de dos ya leyendas del cine anglosajón, Russell Crowe y Ray Winstone. “Prizefighter: The Life of Jem Belcher” (mal titulada “Rey del anillo”) es un drama basado en hechos reales que ficciona la vida del boxeador James Belcher (Matt Hookings), campeón de Inglaterra que defendió su título entre 1800 y 1805. La cinta nos introduce en la infancia de Belcher, cuando desde niño, mientras vivía en Bristol, seguía las enseñanzas de su abuelo Jack Slack (Crowe), un ex boxeador pendenciero, alcohólico y apostador. Así como también nos cuenta su llegada a Londres, donde recaló para convertirse en un luchador de éxito, en los albores de un deporte en el que aún se peleaba con los puños desnudos, cuadriláteros en las calles y reglas prácticamente inexistentes. La historia nos exhibe el ascenso, caída y posterior renacimiento de Jem Belcher , que luego de salir de un entorno humilde, consiguió codearse con la aristocracia de la época, pero luego de perder un ojo, que significó un largo retiro de la lona, volvió para luchar por el título que le pertenecía. Sin duda, lo mejor de la película es cómo aborda la historia del protagonista y coge los elementos históricos para conocer mejor los pequeños detalles del deporte recién nacido. El protagonista Matt Hookings (también guionista del filme) quizás no sea el mejor actor, ni el más adecuado para el papel, sin embargo, cumple con su objetivo. No obstante, las miradas se las llevan los veteranos Crowe (aunque sólo aparece la primera mitad) y Ray Winstone, una suerte de antítesis de Jack Slack, que intentará llevar a Jem por el buen camino y entrenarlo para ser el mejor. Sin duda, un pequeño, pero divertido filme de cine B sobre uno de los deportes más famosos y controvertidos de la historia, además de una mirada pseudo documental a “la pelea olvidada del siglo XIX”: Jem Belcher V/S Henry Pearce. “Prizefighter: The Life of Jem Belcher” o Rey del Anillo ya está disponible en las app de iTunes y Google Play.
Jake Foley es un millonario jugador de póker que invita a sus mejores amigos a una noche de juego, donde podrían ganar una gran cantidad de dinero. Pero los secretos de cada uno irán saliendo a luz, cambiando el destino de los personajes y las decisiones que tomarán para seguir en la jugada. Esta es la premisa de Juego Perfecto, la nueva película de Russell Crowe, quien es director y protagonista de la misma, encabezando un reparto que también incluye a Liam Hemsworth y Elsa Pataky. Una noche llena de suspenso que invita descubrir la próxima apuesta que realizará el protagonista a cada momento, dejando claro que es él quien tiene el control. Conocer las verdaderas intenciones de cada personaje será una de las líneas que guíe la trama, ya que todos esconden un secreto y algunos -incluso- una traición, que hará que Foley los haga confesar con discutibles métodos, pero con la claridad de quien no tiene nada que perder en el compromiso. Crowe logra mantener la intriga, en una película donde destaca la amistad por sobre todas las cosas, a pesar del tiempo y de algunas caídas que guiarán los pasos de cada personaje. Las intenciones de Foley se irán aclarando como las cartas de un naipe, que nos muestra que apostar es un juego que no siempre sale como lo planeamos. La primera parte de la película nos da a conocer los inicios de la amistad y nos lleva por un ritmo más calmado que el resto de la historia, que se va complejizando a medida que avanza la trama. Los personajes deberán dejar sus diferencias de lado para luchar contra un enemigo en común, mucho más difícil que el póker. Juego Perfecto propone ir revelando secretos y mostrando las verdaderas intenciones de cada uno de los personajes, prometiendo acción y misterio, contando una historia de amistad y apuestas que entretiene en la justa medida. Disponible en cines del país.