Definida como una superproducción de época, la nueva serie de Telemundo Internacional, “Malverde: El Santo Patrón” está inspirada en uno de los personajes más importantes y controversiales de los últimos 150 años en Latinoamérica, Jesús Malverde , un forajido que -con el tiempo- se convirtió en una figura legendaria, un ícono religioso y protector de los inocentes, pobres y desposeídos. Ambientada en el siglo XIX, en un México en plena revolución, la serie nos pone en los zapatos de Malverde -interpretado por Pedro Fernández- un bandido que, como si fuese Robin Hood, le roba a los ricos para darle el fruto de sus atracos a los que menos tienen. De hecho, el actor y cantante confesó sentirse identificado con su personaje, ya que le apasiona su lucha por la justicia y la igualdad en las clases sociales. Junto a Fernández, lo acompañan un impresionante reparto repleto de estrellas, como Carolina Miranda, Mark Tacher, Isabella Castillo y Alejandro Nones, quien interpreta a Nazario Aguilar, el compañero y mejor amigo de Malverde. Con notorias influencias del western, la serie llama la atención por su notable trabajo de producción. Más de 190 personas fueron parte del rodaje, se tuvo que construir una ciudad entera con edificios a gran escala para simular la época, tuvo cuidados vestuarios, fotografía elaborada y maquillaje, entre muchas otras cualidades artísticas. “Malverde: El Santo Patrón” ya está disponible por las pantallas de Telemundo Internacional y estrena nuevos episodios de lunes a viernes. Revista Televitos, en colaboración con En Palco, conversó una vez más con el actor venezolano Alejandro Nones sobre su papel como Nazario Aguilar, el mejor amigo de Malverde. ¿Cómo fue tu acercamiento a esta producción y a la figura de Jesús Malverde? Mi approach con esta historia fue leer y entender, porque la información que yo tenía en mi cabeza con respecto a Malverde, era que era -de alguna manera- el Santo de los narcos. Y resulta que no, y me encanta recalcar que esta historia que se cuenta no es la historia del Santo de los narcos, sino que es la historia de esta figura, este hombre con mucha conciencia social. Con mucho conocimiento para curar con las plantas, porque fue criado por unos indios Yoremes que le enseñaron a curar. Con esa conciencia social, esa cercanía con el pueblo y con la gente, se fue creando esta leyenda de El Santo Patrón de Malverde. Un Santo al que se le sigue pidiendo, que se volvió el Santo de Sinaloa y, por ende, la gente pensaba que era el Santo de los narcos, pero nada que ver. Yo leyendo mucho, investigando y entendiendo un poco, ya había tenido la oportunidad de interpretar personajes de Sinaloa y había ido a Sinaloa a hacer trabajo de campo. Y en esa oportunidad yo tuve el regalo de poder estar en en la capilla de Malverde, con el hijo del que creó la capilla. También es información que fui a refrescar en mi cabeza. Y bueno, entender también un poco el mundo de 1910, que es una época histórica importantísima, en plena Revolución Mexicana, un momento social muy caliente y muy importante para la historia de México. Entonces, todos esos elementos creo que eran importantes. Cuéntame un poquito sobre tu personaje Nazario Aguilar, ¿Cómo lo desarrollaste? ¿Qué tan difícil fue hacer un personaje de época? Nazario Aguilar es ese compañero tan fiel, que está ahí en cuerpo y alma, porque admira la visión de Malverde, porque admira al ser humano, la conciencia, la lucha y las ganas que tiene de hacer un mundo mejor. Sin duda son muy idealistas, son muy soñadores. Y digamos que el más sabio, Nazario es el primero que ve en Malverde a un Santo, y es el que se encarga de decirle al mundo: “Aquí hay algo especial”. Creo que es un personaje muy noble, muy positivo, con sentido de la hermandad, de la fidelidad, de estar ahí con una entrega total. A mí me parece maravilloso, un personaje que nace desde la luz. Es un personaje que tiene una enfermedad, y siendo un forajido -por decirlo de alguna manera-, está jugándose la vida todo el tiempo cada segundo. Entonces creo que esos elementos hacen a Nazario, un personaje muy especial. Esta serie tiene mucho de western, un género que a mí me gusta mucho. ¿Hubo algunas cosas que tuviste que aprender, como andar a caballo o usar un arma? Fue como un regalo, porque fue como jugar a los vaqueros, pero con todos los juguetes, con todos los elementos, los caballos, el revólver, los rifles, los malos, las explosiones, los conejos, los animales, el borracho de la plaza, los niños jugando el bar del pueblo, el político del pueblo, o sea todo de verdad, para los que tenemos una conexión con el western y que hemos visto a lo largo de la vida historias que nos han marcado. A mí me llevaban constantemente a ver “El Zorro”, una serie de Disney que vi hace cualquier cantidad de años, creo que era en blanco y negro, y era una gran producción. Y ahora poder jugar -porque la actuación es un juego- y entrar a la ficción con todos esos elementos, sin dudas, fue un regalo. Yo he tenido contacto con caballos, toda mi vida me ha gustado mucho. Desde que me acuerdo. Mi familia tuvo caballos, fui a un club toda mi vida donde tenía caballos, y siempre monté, pero nos juntamos todos antes de empezar a grabar, como un mes y medio montando a caballo, tomando clases, porque si bien se aprende, nunca se olvida, pero está bueno estar como cómodo, porque estos tipos vienen montados a un caballo, entonces hay que tener esa naturalidad, esa frescura de algo tan cotidiano para los personajes. En definitiva, disfruté muchísimo tener todo ese mundo que, de alguna manera, formó parte de mi niñez. En otros temas. Hace poco estuviste en Chile y me dijiste que estabas en busca de comida tradicional, ¿lo lograste? Chile me ha dado muchísimo cariño a lo largo de los años en diferentes proyectos, pero sobre todo con “¿quién mató a Sara?”, fue una cosa sumamente importante, y entonces siempre he sentido un cariño especial. Y entonces ahora que estuve promocionando otro proyecto, pues nada, sentir tanto cariño fue importante, fue mágico, pero, sin duda, descubrir desde otro lugar, porque ya conocía el curanto, yo había ido a Chiloé, al sur de Chile, había estado en Santiago, pero ahora fui como adulto curioso a buscar. Me metí en el Mercado Tirso de Molina, y pedí de todo. Pedí pastel de choclo, pedí la cazuela, que me parece de lo más rico que he comido en mi vida. O sea, disfruté demasiado la comida chilena, entonces fue una experiencia muy, muy bonita. Me encantaría volver.
La serie mexicana “Enemigo Íntimo” relata la historia de dos hermanos que son separados tras presenciar el asesinato de sus padres. Roxana Rodiles y Alejandro Ferrer, interpretados por Fernanda Castillo y Raúl Méndez respectivamente, se reencuentran 25 años después, liderando bandos opuestos en la sociedad y sin saber que llevar la misma sangre, como si se tratase de una épica tragedia griega de grandes proporciones. El show mezcla acción, género policiaco, drama y suspenso, y cuenta con un fascinante elenco encabezado por Castillo y Méndez, pero acompañados por artistas de primer nivel como el chileno Matías Novoa, Alejandro Speitzer, Leonardo Daniel, Rafael Sánchez Navarro, Otto Sirgo, entre muchos otros. Filmada en México y España, la segunda temporada arranca con un salto en el tiempo de dos años. Roxana (Castillo), ya no puede esconderse bajo el alias de “El Profesor”, y luchará para reestablecer su imperio criminal. Mientras, Alejandro (Méndez), comandante de la Unidad Antidrogas, no estará dispuesto a dejarla, tras enterarse que se trata de su hermana desaparecida. Con 113 capítulos en total -sumando ambas temporadas- el programa promete convertirse en uno de los mejores dramas criminales de la televisión mexicana. La serie ya estrenó su segunda temporada el miércoles 14 de febrero por las pantallas de Telemundo Internacional. Amable, cercano y sonriente, el actor Raúl Méndez, protagonista de “Enemigo Íntimo”, es mejor conocido por sus papeles en series como “ El Señor de los Cielos”, “Sense8”, “Narcos” o “La Viuda Negra”. Aunque también ha tenido un extenso paso por el mundo del cine y el teatro, su opción favorita. Revista Televitos, en colaboración con En Palco, conversaron de manera exclusiva con el actor que interpreta a Alejandro Ferrer, sobre la construcción de su personaje, la nueva temporada y mucho más. Revisa la entrevista a continuación: ¿Qué fue lo que más te atrajo de esta historia? Es una especie de tragedia griega sobre dos hermanos que son separados y se reencuentran después en diferentes bandos de la ley. Pues justamente eso. Acabas de dar con el clavo, que la columna vertebral es literalmente una tragedia griega. ¿Me entiendes? Son estos hermanos que se aman con locura y de pronto su infancia se ve interrumpida por un acto de violencia donde sus padres mueren de una manera muy cobarde y son separados, ¿no? Y uno se va al lado oscuro y el otro al lado de la luz, si lo queremos ver desde ese lugar tan metafórico y como desde el mundo griego. Pero bueno, al paso de los años se vuelven a reencontrar sin saber que son hermanos y resulta que son enemigos, uno del lado de la justicia y el otro del lado del dinero mal habido. Es muy interesante porque en esta segunda temporada vamos a desmenuzar todavía más esta carencia y esta crisis por la que atravesaron los personajes en la primera temporada. Y vamos a ver cómo la relación entre Alejandro Ferrer y Roxana Rodríguez se vuelve todavía más ríspida y más compleja. De pronto creo que todos, como familia, cuando vemos tener un hermano o una hermana, nos identificamos de cierta manera con estos personajes, porque por más amor que haya, de pronto hay diferencias que pueden ser comprobadas y no pueden ser detonadas desde otro lugar. Otro de los puntos súper trascendentales de “Enemigo Íntimo” es su elenco. Tiene actores y actrices muy reconocidos. Fernanda Castillo, Rafael Sánchez Navarro, el chileno Matías Novoa. ¿Cómo es la relación con todos ellos? Fíjate que a lo largo de veintitantos años de carrera, he tenido la oportunidad de trabajar en muchos tipos de producciones, tanto en el teatro, cine, en la televisión, y siempre la televisión tiene esta leyenda urbana de que es complejo por los protagonismos, por los egos. Y fíjate que gracias a la vida y gracias a muchos factores me ha tocado trabajar con gente muy humilde y muy profesional. Creo que algo que tiene muy buen ojo Telemundo en ese sentido es contratar actores que vienen a aportar y no que vienen a imponer cierta idea o cierta pretensión, por llamarlo de alguna manera. Entonces pues se hace una familia. En la primera temporada logramos crear una familia, efectivamente hay un protagonismo, antagonismo, rencillas, pleitos, enemistades, el bien, el mal, la ley, el narcotráfico. Pero al final cuando tocas eso y cuando escuchas la palabra “corte” por parte del director, detrás de esta historia, hay una gran familia y creo que eso se nota en la primera temporada, pero sobre todo ahora, en esta segunda temporada vamos a encontrar nuevos personajes, nuevas dinámicas, nuevas historias que seguir, que realmente el público va a disfrutar muchísimo, sobre todo la gente de Chile que pudo ver la primera. Esta serie es bastante extensa, si uno suma las dos temporadas son más de 100 episodios. ¿Cuánto tiempo toma hacer un show de largo aliento? Me imagino que es agotador para los actores y actrices, y que te empieza a consumir el personaje. Una cosa es que hace tres años que grabamos la segunda temporada, ¿sabes? Y es que en tres años ha cambiado el sistema por completo. O sea, antes en México y seguramente en Chile, en todos lados, cuando se hacía una telenovela era en 300 capítulos. Estas noche tras noche trabajando, y de pronto pasamos al mundo de la súper series, como es justamente Enemigo Íntimo de 70, 60, 50 capítulos y ahora vamos entrando en el derecho de las series de diez, 12 capítulos, pero ha sido interesante porque justamente el reto para uno como actor es estar día a día grabando 15, 20 escenas y estar muy concentrado, pero sobre todo algo muy importante: saberse quitar los zapatos del personaje justo cuando terminas de grabar o justo cuando termina la escena, porque si no te vas a involucrar por la convivencia diaria y por tanto tiempo con el personaje que de pronto ya no sabes cuando es Alejandro Ferrero o cuando ves a Méndez. Creo que a mí lo que me salva de que no he caído en esta dualidad, es que mi escuela me enseñó justamente a tomar distancia con los personajes que interpreto. Pero sí es un gran reto como tú lo acabas de decir. Bueno, son muchos meses, muchas horas de trabajo con la piel del personaje, entonces hay que saber quitarla y ponerla para estar de manera sana acá arriba. Has trabajado en cine y en televisión en varios años, pero ¿Qué es más desafiante y qué te llama más la atención? ¿Trabajar en televisión o en películas? La verdad, en teatro (risas). La verdad es que el teatro tiene esa magia donde no hay forma de que si te equivocas hay que repetir, donde si algo está mal, se puede editar, se puede esconder, se puede borrar. No, el teatro te desnuda frente al público que va noche a noche a ver el escenario, ¿sabes? Entonces el error se vuelve un error, como la vida natural. Creo que eso es lo más hermoso. Y creo que también el público cuando ve una serie o una película y ve a un actor formado en teatro, hay una diferencia entre cómo asumes la responsabilidad de contar una historia y de construir un personaje. Para mí, Alejandro Ferrer justamente no es nada más un policía que quiere justicia, sino es una complejidad entre un muchacho que se quedó sin familia, muy joven, que perdió a su hermanita, a la que tanto amaba. Después se dedica y se mete al mundo de la justicia y de pronto resulta que la gente que está del otro lado del bando, en la gente que más ama, entonces es una complejidad de situaciones psicológicas que hay que construir y que hay que construir de manera muy delineada para que el público, sobre todo ahora con la segunda temporada, se atrape y se enganche noche a noche. ¿Qué puede esperar el público latinoamericano para esta segunda temporada? Bueno, por lo pronto horas y horas y horas de entretenimiento. Creo que en ese sentido cada capítulo es una bomba de tiempo, cada capítulo sucede algo nuevo entre los personajes que ya conocen de la primera temporada y los personajes que se suman para esta segunda temporada. Hay situaciones sumamente complejas. Cuando crees que ya algo se va a resolver resulta que no y se complejiza más en la situación de la relación entre estos hermanos, pues más allá de que se vuelva ya un pacto entre ellos, se vuelve todo lo contrario, mucho más distante, mucho más compleja. Hay mucho resentimiento entonces, para todo eso lo vamos a ir viendo noche a noche en esta segunda temporada. El público va a tener muchas horas para poder entretenerse y olvidarse un poquito de lo que nos está pasando en la vida real noche a noche en este mundo tan tan complejo.
Definida como una superproducción de época, la nueva serie de Telemundo Internacional, “Malverde: El Santo Patrón” está inspirada en uno de los personajes más importantes y controversiales de los últimos 150 años en Latinoamérica, Jesús Malverde , un forajido que -con el tiempo- se convirtió en una figura legendaria, un ícono religioso y protector de los inocentes, pobres y desposeídos. Ambientada en el siglo XIX, en un México en plena revolución, la serie nos pone en los zapatos de Malverde -interpretado por Pedro Fernández- un bandido que, como si fuese Robin Hood, le roba a los ricos para darle el fruto de sus atracos a los que menos tienen. De hecho, el actor y cantante confesó sentirse identificado con su personaje, ya que le apasiona su lucha por la justicia y la igualdad en las clases sociales. Junto a Fernández, lo acompañan un impresionante reparto repleto de estrellas, como Carolina Miranda, Mark Tacher, Isabella Castillo y Alejandro Nones, quien interpreta a Nazario Aguilar, el compañero y mejor amigo de Malverde. Con notorias influencias del western, la serie llama la atención por su notable trabajo de producción. Más de 190 personas fueron parte del rodaje, se tuvo que construir una ciudad entera con edificios a gran escala para simular la época, tuvo cuidados vestuarios, fotografía elaborada y maquillaje, entre muchas otras cualidades artísticas. “Malverde: El Santo Patrón” ya está disponible por las pantallas de Telemundo Internacional y estrena nuevos episodios de lunes a viernes. Revista Televitos, en colaboración con En Palco, conversó una vez más con el actor venezolano Alejandro Nones sobre su papel como Nazario Aguilar, el mejor amigo de Malverde. ¿Cómo fue tu acercamiento a esta producción y a la figura de Jesús Malverde? Mi approach con esta historia fue leer y entender, porque la información que yo tenía en mi cabeza con respecto a Malverde, era que era -de alguna manera- el Santo de los narcos. Y resulta que no, y me encanta recalcar que esta historia que se cuenta no es la historia del Santo de los narcos, sino que es la historia de esta figura, este hombre con mucha conciencia social. Con mucho conocimiento para curar con las plantas, porque fue criado por unos indios Yoremes que le enseñaron a curar. Con esa conciencia social, esa cercanía con el pueblo y con la gente, se fue creando esta leyenda de El Santo Patrón de Malverde. Un Santo al que se le sigue pidiendo, que se volvió el Santo de Sinaloa y, por ende, la gente pensaba que era el Santo de los narcos, pero nada que ver. Yo leyendo mucho, investigando y entendiendo un poco, ya había tenido la oportunidad de interpretar personajes de Sinaloa y había ido a Sinaloa a hacer trabajo de campo. Y en esa oportunidad yo tuve el regalo de poder estar en en la capilla de Malverde, con el hijo del que creó la capilla. También es información que fui a refrescar en mi cabeza. Y bueno, entender también un poco el mundo de 1910, que es una época histórica importantísima, en plena Revolución Mexicana, un momento social muy caliente y muy importante para la historia de México. Entonces, todos esos elementos creo que eran importantes. Cuéntame un poquito sobre tu personaje Nazario Aguilar, ¿Cómo lo desarrollaste? ¿Qué tan difícil fue hacer un personaje de época? Nazario Aguilar es ese compañero tan fiel, que está ahí en cuerpo y alma, porque admira la visión de Malverde, porque admira al ser humano, la conciencia, la lucha y las ganas que tiene de hacer un mundo mejor. Sin duda son muy idealistas, son muy soñadores. Y digamos que el más sabio, Nazario es el primero que ve en Malverde a un Santo, y es el que se encarga de decirle al mundo: “Aquí hay algo especial”. Creo que es un personaje muy noble, muy positivo, con sentido de la hermandad, de la fidelidad, de estar ahí con una entrega total. A mí me parece maravilloso, un personaje que nace desde la luz. Es un personaje que tiene una enfermedad, y siendo un forajido -por decirlo de alguna manera-, está jugándose la vida todo el tiempo cada segundo. Entonces creo que esos elementos hacen a Nazario, un personaje muy especial. Esta serie tiene mucho de western, un género que a mí me gusta mucho. ¿Hubo algunas cosas que tuviste que aprender, como andar a caballo o usar un arma? Fue como un regalo, porque fue como jugar a los vaqueros, pero con todos los juguetes, con todos los elementos, los caballos, el revólver, los rifles, los malos, las explosiones, los conejos, los animales, el borracho de la plaza, los niños jugando el bar del pueblo, el político del pueblo, o sea todo de verdad, para los que tenemos una conexión con el western y que hemos visto a lo largo de la vida historias que nos han marcado. A mí me llevaban constantemente a ver “El Zorro”, una serie de Disney que vi hace cualquier cantidad de años, creo que era en blanco y negro, y era una gran producción. Y ahora poder jugar -porque la actuación es un juego- y entrar a la ficción con todos esos elementos, sin dudas, fue un regalo. Yo he tenido contacto con caballos, toda mi vida me ha gustado mucho. Desde que me acuerdo. Mi familia tuvo caballos, fui a un club toda mi vida donde tenía caballos, y siempre monté, pero nos juntamos todos antes de empezar a grabar, como un mes y medio montando a caballo, tomando clases, porque si bien se aprende, nunca se olvida, pero está bueno estar como cómodo, porque estos tipos vienen montados a un caballo, entonces hay que tener esa naturalidad, esa frescura de algo tan cotidiano para los personajes. En definitiva, disfruté muchísimo tener todo ese mundo que, de alguna manera, formó parte de mi niñez. En otros temas. Hace poco estuviste en Chile y me dijiste que estabas en busca de comida tradicional, ¿lo lograste? Chile me ha dado muchísimo cariño a lo largo de los años en diferentes proyectos, pero sobre todo con “¿quién mató a Sara?”, fue una cosa sumamente importante, y entonces siempre he sentido un cariño especial. Y entonces ahora que estuve promocionando otro proyecto, pues nada, sentir tanto cariño fue importante, fue mágico, pero, sin duda, descubrir desde otro lugar, porque ya conocía el curanto, yo había ido a Chiloé, al sur de Chile, había estado en Santiago, pero ahora fui como adulto curioso a buscar. Me metí en el Mercado Tirso de Molina, y pedí de todo. Pedí pastel de choclo, pedí la cazuela, que me parece de lo más rico que he comido en mi vida. O sea, disfruté demasiado la comida chilena, entonces fue una experiencia muy, muy bonita. Me encantaría volver.
La serie mexicana “Enemigo Íntimo” relata la historia de dos hermanos que son separados tras presenciar el asesinato de sus padres. Roxana Rodiles y Alejandro Ferrer, interpretados por Fernanda Castillo y Raúl Méndez respectivamente, se reencuentran 25 años después, liderando bandos opuestos en la sociedad y sin saber que llevar la misma sangre, como si se tratase de una épica tragedia griega de grandes proporciones. El show mezcla acción, género policiaco, drama y suspenso, y cuenta con un fascinante elenco encabezado por Castillo y Méndez, pero acompañados por artistas de primer nivel como el chileno Matías Novoa, Alejandro Speitzer, Leonardo Daniel, Rafael Sánchez Navarro, Otto Sirgo, entre muchos otros. Filmada en México y España, la segunda temporada arranca con un salto en el tiempo de dos años. Roxana (Castillo), ya no puede esconderse bajo el alias de “El Profesor”, y luchará para reestablecer su imperio criminal. Mientras, Alejandro (Méndez), comandante de la Unidad Antidrogas, no estará dispuesto a dejarla, tras enterarse que se trata de su hermana desaparecida. Con 113 capítulos en total -sumando ambas temporadas- el programa promete convertirse en uno de los mejores dramas criminales de la televisión mexicana. La serie ya estrenó su segunda temporada el miércoles 14 de febrero por las pantallas de Telemundo Internacional. Amable, cercano y sonriente, el actor Raúl Méndez, protagonista de “Enemigo Íntimo”, es mejor conocido por sus papeles en series como “ El Señor de los Cielos”, “Sense8”, “Narcos” o “La Viuda Negra”. Aunque también ha tenido un extenso paso por el mundo del cine y el teatro, su opción favorita. Revista Televitos, en colaboración con En Palco, conversaron de manera exclusiva con el actor que interpreta a Alejandro Ferrer, sobre la construcción de su personaje, la nueva temporada y mucho más. Revisa la entrevista a continuación: ¿Qué fue lo que más te atrajo de esta historia? Es una especie de tragedia griega sobre dos hermanos que son separados y se reencuentran después en diferentes bandos de la ley. Pues justamente eso. Acabas de dar con el clavo, que la columna vertebral es literalmente una tragedia griega. ¿Me entiendes? Son estos hermanos que se aman con locura y de pronto su infancia se ve interrumpida por un acto de violencia donde sus padres mueren de una manera muy cobarde y son separados, ¿no? Y uno se va al lado oscuro y el otro al lado de la luz, si lo queremos ver desde ese lugar tan metafórico y como desde el mundo griego. Pero bueno, al paso de los años se vuelven a reencontrar sin saber que son hermanos y resulta que son enemigos, uno del lado de la justicia y el otro del lado del dinero mal habido. Es muy interesante porque en esta segunda temporada vamos a desmenuzar todavía más esta carencia y esta crisis por la que atravesaron los personajes en la primera temporada. Y vamos a ver cómo la relación entre Alejandro Ferrer y Roxana Rodríguez se vuelve todavía más ríspida y más compleja. De pronto creo que todos, como familia, cuando vemos tener un hermano o una hermana, nos identificamos de cierta manera con estos personajes, porque por más amor que haya, de pronto hay diferencias que pueden ser comprobadas y no pueden ser detonadas desde otro lugar. Otro de los puntos súper trascendentales de “Enemigo Íntimo” es su elenco. Tiene actores y actrices muy reconocidos. Fernanda Castillo, Rafael Sánchez Navarro, el chileno Matías Novoa. ¿Cómo es la relación con todos ellos? Fíjate que a lo largo de veintitantos años de carrera, he tenido la oportunidad de trabajar en muchos tipos de producciones, tanto en el teatro, cine, en la televisión, y siempre la televisión tiene esta leyenda urbana de que es complejo por los protagonismos, por los egos. Y fíjate que gracias a la vida y gracias a muchos factores me ha tocado trabajar con gente muy humilde y muy profesional. Creo que algo que tiene muy buen ojo Telemundo en ese sentido es contratar actores que vienen a aportar y no que vienen a imponer cierta idea o cierta pretensión, por llamarlo de alguna manera. Entonces pues se hace una familia. En la primera temporada logramos crear una familia, efectivamente hay un protagonismo, antagonismo, rencillas, pleitos, enemistades, el bien, el mal, la ley, el narcotráfico. Pero al final cuando tocas eso y cuando escuchas la palabra “corte” por parte del director, detrás de esta historia, hay una gran familia y creo que eso se nota en la primera temporada, pero sobre todo ahora, en esta segunda temporada vamos a encontrar nuevos personajes, nuevas dinámicas, nuevas historias que seguir, que realmente el público va a disfrutar muchísimo, sobre todo la gente de Chile que pudo ver la primera. Esta serie es bastante extensa, si uno suma las dos temporadas son más de 100 episodios. ¿Cuánto tiempo toma hacer un show de largo aliento? Me imagino que es agotador para los actores y actrices, y que te empieza a consumir el personaje. Una cosa es que hace tres años que grabamos la segunda temporada, ¿sabes? Y es que en tres años ha cambiado el sistema por completo. O sea, antes en México y seguramente en Chile, en todos lados, cuando se hacía una telenovela era en 300 capítulos. Estas noche tras noche trabajando, y de pronto pasamos al mundo de la súper series, como es justamente Enemigo Íntimo de 70, 60, 50 capítulos y ahora vamos entrando en el derecho de las series de diez, 12 capítulos, pero ha sido interesante porque justamente el reto para uno como actor es estar día a día grabando 15, 20 escenas y estar muy concentrado, pero sobre todo algo muy importante: saberse quitar los zapatos del personaje justo cuando terminas de grabar o justo cuando termina la escena, porque si no te vas a involucrar por la convivencia diaria y por tanto tiempo con el personaje que de pronto ya no sabes cuando es Alejandro Ferrero o cuando ves a Méndez. Creo que a mí lo que me salva de que no he caído en esta dualidad, es que mi escuela me enseñó justamente a tomar distancia con los personajes que interpreto. Pero sí es un gran reto como tú lo acabas de decir. Bueno, son muchos meses, muchas horas de trabajo con la piel del personaje, entonces hay que saber quitarla y ponerla para estar de manera sana acá arriba. Has trabajado en cine y en televisión en varios años, pero ¿Qué es más desafiante y qué te llama más la atención? ¿Trabajar en televisión o en películas? La verdad, en teatro (risas). La verdad es que el teatro tiene esa magia donde no hay forma de que si te equivocas hay que repetir, donde si algo está mal, se puede editar, se puede esconder, se puede borrar. No, el teatro te desnuda frente al público que va noche a noche a ver el escenario, ¿sabes? Entonces el error se vuelve un error, como la vida natural. Creo que eso es lo más hermoso. Y creo que también el público cuando ve una serie o una película y ve a un actor formado en teatro, hay una diferencia entre cómo asumes la responsabilidad de contar una historia y de construir un personaje. Para mí, Alejandro Ferrer justamente no es nada más un policía que quiere justicia, sino es una complejidad entre un muchacho que se quedó sin familia, muy joven, que perdió a su hermanita, a la que tanto amaba. Después se dedica y se mete al mundo de la justicia y de pronto resulta que la gente que está del otro lado del bando, en la gente que más ama, entonces es una complejidad de situaciones psicológicas que hay que construir y que hay que construir de manera muy delineada para que el público, sobre todo ahora con la segunda temporada, se atrape y se enganche noche a noche. ¿Qué puede esperar el público latinoamericano para esta segunda temporada? Bueno, por lo pronto horas y horas y horas de entretenimiento. Creo que en ese sentido cada capítulo es una bomba de tiempo, cada capítulo sucede algo nuevo entre los personajes que ya conocen de la primera temporada y los personajes que se suman para esta segunda temporada. Hay situaciones sumamente complejas. Cuando crees que ya algo se va a resolver resulta que no y se complejiza más en la situación de la relación entre estos hermanos, pues más allá de que se vuelva ya un pacto entre ellos, se vuelve todo lo contrario, mucho más distante, mucho más compleja. Hay mucho resentimiento entonces, para todo eso lo vamos a ir viendo noche a noche en esta segunda temporada. El público va a tener muchas horas para poder entretenerse y olvidarse un poquito de lo que nos está pasando en la vida real noche a noche en este mundo tan tan complejo.