La comida griega es catalogada como una de las mejores del mundo. Sus sabores, condimentos y productos son reconocidos en todo el mundo; si tienes la suerte de darte una vuelta por las tierras que alguna vez cobijaron a Platón y Aristóteles, el comer su comida típica es una de las actividades obligatorias. El caso de su capital, Atenas, no es muy distinto de otras importantes ciudades como las turísticas Roma, Florencia y Venecia; la bella París o la cosmopolita Barcelona. Sí, Atenas también cuenta con lo que se denomina en la jerga viajera como “trampas para turistas”, en otras palabras, restaurantes que cobran caro por comida que, en general (no siempre por supuesto), es de calidad inferior a la de un buen restaurante “autóctono”. Atenas, con una superficie metropolitana de aproximadamente 427 kms cuadrados y casi 6.000.000 de personas, tiene una oferta gigantesca si de encontrar “picadas” se trata. Obviamente que en un viaje corto, en donde se prioriza pasear por el centro turístico de la ciudad para visitar sus lugares emblemáticos como la Acrópolis o el edificio del parlamento griego (donde se puede ver el original cambio de guardia), probablemente no cuentes con mucho tiempo; y lo más a la mano es, precisamente esas hermosas tabernas y restaurantes repletos de turistas, en donde encontrarás, tanto en el ambiente como en la comida, una Atenas artificial. ¿Buscas una experiencia culinaria y cultural más auténtica? Pasamos a darte algunos consejos. Si no cuentas con mucho tiempo, puedes salir de la zona para turistas, es decir de todo lo que rodea a la Acrópolis y el barrio Plaka, y en pocos minutos disfrutar en los lugares donde comen los atenienses. Si lo tuyo es la comida rápida, en donde el gyro es el amo y señor (mas no lo único que puedes encontrar), te recomiendo ir a la zona de la plaza Omonia, la plaza central tradicional de la ciudad. Si prefieres comer comida típica, pero con un presupuesto limitado, en la zona de la avenida Syngrou hay varias alternativas. Ubicada en el sur del barrio Plaka, se puede ir caminando tranquilamente por la avenida donde se encuentra el Jardín Botánico (que a su vez está al sur del Parlamento). Si prefieres los restaurantes o cafeterías de un nivel más alto, la recomendación es el barrio llamado Kolonaki, al norte de la plaza Syntagma (la plaza de la Constitución que se encuentra frente al Parlamento). Un barrio tradicional que también cuenta con una oferta importante de tiendas de ropa de marca. Ahora bien, si el tiempo te alcanza, y quieres salir del centro de Atenas, te recomiendo visitar alguno de los municipios de corte más residencial que cuenta la capital griega, pero que también cuentan con sus centros, los cuales, por supuesto, están con escasas visitas de turistas, y cuentan con lugares para comer donde van casi exclusivamente griegos. Es el caso de Ilioupoli, al sur del municipio de Atenas, o, más al sur, de Glyfada, un balneario de lo más top en Grecia. Por supuesto estas son solamente algunas sugerencias, la capital griega tiene mucho más que ofrecer. Puedes ver nuestra nueva escapada por Atenas buscando comida típica en el siguiente video:
Queda muy poco para que llegue el verano y comiencen las vacaciones en Chile, por lo que muchos estarán buscando un lugar ideal para disfrutar sus días libres. El balneario de Canasvieiras , ubicado al norte de la isla de Florianópolis en Brasil , es uno de los destinos favoritos para los viajeros que buscan una combinación perfecta de playa, cultura y entretenimiento. Este encantador barrio costero, con su ambiente acogedor y variada oferta turística, se ha convertido en un imprescindible para quienes visitan el sur de Brasil. El barrio es especialmente atractivo para los viajeros chilenos por su accesibilidad y hospitalidad. La cercanía con el aeropuerto de Florianópolis, a solo 40 minutos en auto, facilita el viaje, y muchos locales turísticos cuentan con personal que habla español, haciendo que la comunicación sea más sencilla. Además, la amplia oferta de alojamientos, desde hoteles hasta departamentos, permite ajustarse a distintos presupuestos. Para alojarnos, nosotros elegimos Apart Hotel Roberto Monteiro, el cual destaca por la excelente atención de su personal, especialmente de Paulo Roberto, quien nos trasladó desde y hacia el aeropuerto. Las habitaciones son cómodas, limpias y espaciosas. Por otro lado, el desayuno es sumamente variado y rico. Otro de sus beneficios es que cuenta con reposeras y quitasoles gratuitos para los pasajeros que quieran disfrutar de la playa. Por otro lado, la zona destaca por sus playas de aguas cálidas y tranquilas, ideales para familias o para quienes buscan relajarse lejos del bullicio. Su arena blanca y fina invita a disfrutar de un día de sol y mar, mientras que sus aguas calmas son perfectas para nadar o practicar deportes acuáticos. La playa principal de Canasvieiras, es un lugar agradable, cómodo y genial para pasar unas buenas horas de descanso. Incluso, se puede comprar comida y brebajes, como Cocos, churros, choripanes, alfajores, entre muchos otros productos. Sin embargo, Canasvieiras no es sólo una exquisita playa, sino que además ofrece múltiples actividades para disfrutar, como paseos en barco pirata por islas cercanas como Ilha do Francês o Ilha de Anhatomirim, donde se pueden avistar delfines. También tiene una divertida vida nocturna, porque la zona cuenta con bares y restaurantes con música en vivo, desde samba hasta bossa nova. Y, por supuesto, tiene una espectacular gastronomía local, donde brillan las denominadas Churrasquerías, que son restaurantes especializados en carne asada, principalmente buffets, donde se puede comer abundante, muy rico y por muy buenos precios. Nosotros pudimos disfrutar de algunos locales como “Galpao Gaúcho”, “Costilla’s Grill” y “Ecco Trattoria” (especializado en comida italiana), todos sumamente recomendados. Para quienes planean visitar Canasvieiras, se aconseja reservar con anticipación en temporada alta y explorar otros puntos cercanos de la isla, como Jurerê Internacional y Lagoa da Conceição, que complementan la experiencia en Florianópolis con actividades adicionales. Porque Canasvieiras no es solo un destino, es una experiencia inolvidable para los chilenos que buscan sol, cultura y diversión en Brasil. Para conocer más, no te pierdas el capítulo de En Palco Condimenta de a continuación:
“Volare…oh, oh, Cantare…oh, oh…Nel blu, dipinto di blu…Felice di stare lassù…” resuena en nuestros pensamientos al llegar a Polignano a Mare, uno de los balnearios más cotizados por turistas italianos y extranjeros que visitan este pequeño rincón del sur de Italia. ¿La razón?. Esta ciudad, hoy de casi 20.000 habitantes y solo a 30 minutos en tren desde la capital de la región de Apulia, Bari, fue la cuna del cantautor Domenico Modugno, quien hizo de “Volare” un himno reconocido mundialmente. La ciudad le rinde homenaje a quien es considerado en la mismísima Italia como el cantante más influyente de la música italiana del siglo XX: una plaza abierta al mar lleva su nombre (excelente mirador para apreciar los acantilados) coronada con una estatua de Modugno con los brazos abiertos y con un fondo dipinto di blu, en alusión al videoclip de la famosa canción. Por supuesto, es uno de los lugares más visitados, formándose incluso filas para obtener una fotografía. Por supuesto, este no es el único atractivo de Polignano a Mare. El principal, sin lugar a duda, son sus playas rodeadas de acantilados, desde donde existen varios miradores para disfrutar de vistas únicas. La particular geografía es complementada por bellas edificaciones de color blanco, que le dan el contraste característico con el azul del mar y del cielo. Su ciudad vieja, a la cual se ingresa por el Arco Marchese, construido en 1530, es solo el inicio de un paseo en la que encontrarás concurridas plazas; pequeñas iglesias barrocas; y frases de personajes ligados al arte, de la talla de Jim Morrison y del chileno Pablo Neruda. Pero en esta aventura, lo más rescatable es poder disfrutar de cada pintoresco rinconcito escondido en sus laberínticas calles de muros blancos y hermoseadas con coloridas flores. No por nada es considerado uno de los lugares más lindos de la región. Como buen lugar receptor de miles y miles de turistas, Polignano a Mare cuenta con una amplia oferta gastronómica. Desde un restaurante considerado como uno de los más caros de toda Europa, que se encuentra en una cueva con vistas al mar en uno de los acantilados, hasta las típicas cafeterías italianas. Desde el punto de vista gastronómico, el fuerte son los pescados y mariscos, siendo famosos los paninos (sándwiches) con productos del mar. Pero también es común encontrar en la ciudad todo lo típico que se ofrece en la región de Apulia: focaccia barese, café leccese, pasticcioto, tetta della monaca, panzerotto, etc. Si quieres conocer más sobre este precioso lugar, te invitamos a ver el siguiente video.
Nápoles es reconocida como la ciudad en que nació uno de los platos más populares del mundo, la pizza, y también por tener una amplísima oferta de restaurantes y las tradicionales trattorias. Pero dentro de las posibilidades que ofrece la capital de la región de Campania, existe una rama de la gastronomía que es la predilecta de viajeros que, por razones de presupuesto y/o de tiempo, prefieren comer algo rápido en la calle: la comida callejera. Y si eres uno de estos viajeros, Nápoles es el paraíso, puesto que su Street Food combina tres importantes características: innumerables opciones, precios bajos y productos de calidad tan buena como la de cualquier establecimiento de mantel largo. Pasamos, a continuación, a ver algunas de las comidas más tradicionales que puedes encontrar en los múltiples locales que prácticamente “decoraran” las principales (y las no tanto) calles napolitanas. No solo existe la pizza redonda típica (en Nápoles, la pizza es considerada un alimento popular, por lo que la puedes encontrar a bajo precio) que puedes comer en la calle, sino también una serie de tipos de pizza hechas para el consumo en cualquier lugar, sin necesidad de una mesa ni cubiertos. Comenzamos por la llamada pizza portafoglio, una pizza redonda de diámetro inferior a las que se sirven al plato, y que te pasan doblada en cuatro con un papel. Generalmente solo viene con tomate y queso fior di latte. Comimos una en la pizzería Tutino dal 1935 (Cesare Carmignano n°79); si bien no se encuentra en la zona más turística de la ciudad, ofrece una portafoglio recomendada por los propios napolitanos…y no se equivocan. También puedes optar por una pizza frita: con la forma de nuestra empanada, pero con masa de pizza. La típica contiene, además del tradicional tomate, queso fior di latte y cerdo, queso ricota. Esta se encuentra en todas las pizzerías, que al igual que la pizza portafoglio, es ofrecida en unos pequeños quioscos que generalmente se ubican en las entradas de los establecimientos. También puedes elegir por comer una pizza montanara, una pizzeta redonda con masa de pizza frita, que se complementa con tomate, queso y albahaca. Nosotros probamos la de la pizzería de Michele Tutino (Via Toledo n° 251) y no nos decepcionó. Al igual que en toda Italia, en Nápoles encuentras la famosa pizza al taglio, al corte, tan famosa en Roma. Pero en la ciudad donde Maradona es D10S, la vas a encontrar con el nombre de focaccia napoletana, distinguiéndose de la pizza napolitana auténtica redonda. Parecida a esta “focaccia” también puedes comer una pizza parigina, que, en términos generales, es una variación de este trozo de pizza cortado desde una plancha. La parigina básicamente es una focaccia, pero cubierto con una delgada masa de hojaldre, algo así como una pizza cubierta. Si te gustan las frituras, Nápoles ofrece una serie de productos especialmente en las llamadas Friggitorias, en las cuales puedes encontrar croquetas de papa, arancinos, conos con producto del mar fritos (llamado cuoppo) y fritos de pasta. Recomendamos una de las opciones de fritos más famosas, la frittatina, que contiene, además de los fideos, bechamel, jamón y arvejas. Para el último, dejamos para el final la comida callejera que más nos gustó en nuestra visita a Nápoles: el cuzzetiello. Es una especie de sándwich hecho en un pan llamado cafone, de corteza dura, alargada, al cual se le saca toda la miga para ser rellenado. Las opciones para rellenarlo son múltiples, pero una de las más tradicionales, y que recomiendo mucho, es el cuzzetiello con ragú napolitano con polpette (albóndigas) de vacuno. Creo que es, aparte de las pizzas que son sencillamente espectaculares, un imperdible si vas a Nápoles. Nosotros fuimos a un local que, si bien se encontraba a varias cuadras del terminal central de trenes de la ciudad, es recomendadísimo por los habitantes de la ciudad. Su nombre, O Cuzzetiello (Rimini n°51). Si quieres ver muchas de estas comidas especiales para comer en cualquier lado, te invitamos a ver este video. Para conocer más, revisa el más reciente episodio de En Palco Condimenta.
La isla de Brač se ubica a poca distancia de la siempre muy visitada Split. La forma más simple es tomando un ferry de la línea Jadronilija en el puerto de la citada ciudad. El viaje dura menos de una hora y arriba a la capital de la isla, Supetar. Vale mencionar que el pasaje es notablemente más barato que otros transportes marítimos en el resto de Europa, por lo que un paseo por Brač es perfectamente factible para viajeros de presupuesto ajustado. Ahora bien, llegar para quedarse unos días y aprovechar de disfrutar de sus hermosas y tranquilas playas también es una opción, especialmente para aquellos que buscan descansar. En nuestra experiencia, nos encontramos con un lugar en el cual se respiraba paz, extremadamente limpio, que dista demasiado del ambiente de locura que se vive en la vecina Split y los miles de turistas que pululan por sus calles. Iniciamos la visita llegando al muelle de Supetar, ubicada en el norte de la isla, es una ciudad que no sobrepasa los 4.000 habitantes, y que desde hace 200 años aproximadamente en el centro administrativo de la ciudad. Además de contar con un paseo marítimo muy lindo, que parte desde su marina llena de embarcaciones y continua hacia la zona de las playas, en Supetar destaca lo hermoso y pintoresco de sus edificios, además de la preciosa iglesia de la Anunciación, de estilo barroco construida en el siglo 18. Pero Brač es mucho más que Supetar, por lo que generalmente es el punto de partida para ir a las famosas playas de Bol u a otro de sus pueblos. Para ello, y a pocos minutos del muelle se ubica un sencillo terminal de autobuses que conecta con una buena frecuencia la capital con el resto de la isla. En este sitio también se encuentra la oficina para comprar los pasajes para retornar a Split. Todo muy cómodo. Por supuesto, si pretendes quedarte más de un día y recorrer la isla sin depender de horarios, es imperativo arrendar un automóvil. Pero nuestro destino final fue el pueblo de Sutivan, a solo unos 15 minutos en bus desde Supetar. Si bien existen otros pueblos bastante más turísticos, esta localidad de menos de 1.000 habitantes es conocida por ser en extrema tranquila, un verdadero paraíso para el descanso. Y lo que se dice de Sutivan es totalmente cierto: un lugar agradable, muy bien cuidado y limpio y que cuenta con una costanera no muy larga, pero con mucha oferta para comer y tomar. Al igual que en Supetar, las playas se encuentran a pocos minutos caminando desde la marina en la que las embarcaciones se mueven al vaivén de las ligeras olas. Se siente que es un lugar para recargar energías y donde el descanso es auténtico. Además se come muy bien, como lo puedes ver en el video siguiente video, que te recomiendo para que puedas apreciar la belleza de esta isla, y en especial, de este pueblo alejado de la ajetreada vida citadina.
La comida griega es catalogada como una de las mejores del mundo. Sus sabores, condimentos y productos son reconocidos en todo el mundo; si tienes la suerte de darte una vuelta por las tierras que alguna vez cobijaron a Platón y Aristóteles, el comer su comida típica es una de las actividades obligatorias. El caso de su capital, Atenas, no es muy distinto de otras importantes ciudades como las turísticas Roma, Florencia y Venecia; la bella París o la cosmopolita Barcelona. Sí, Atenas también cuenta con lo que se denomina en la jerga viajera como “trampas para turistas”, en otras palabras, restaurantes que cobran caro por comida que, en general (no siempre por supuesto), es de calidad inferior a la de un buen restaurante “autóctono”. Atenas, con una superficie metropolitana de aproximadamente 427 kms cuadrados y casi 6.000.000 de personas, tiene una oferta gigantesca si de encontrar “picadas” se trata. Obviamente que en un viaje corto, en donde se prioriza pasear por el centro turístico de la ciudad para visitar sus lugares emblemáticos como la Acrópolis o el edificio del parlamento griego (donde se puede ver el original cambio de guardia), probablemente no cuentes con mucho tiempo; y lo más a la mano es, precisamente esas hermosas tabernas y restaurantes repletos de turistas, en donde encontrarás, tanto en el ambiente como en la comida, una Atenas artificial. ¿Buscas una experiencia culinaria y cultural más auténtica? Pasamos a darte algunos consejos. Si no cuentas con mucho tiempo, puedes salir de la zona para turistas, es decir de todo lo que rodea a la Acrópolis y el barrio Plaka, y en pocos minutos disfrutar en los lugares donde comen los atenienses. Si lo tuyo es la comida rápida, en donde el gyro es el amo y señor (mas no lo único que puedes encontrar), te recomiendo ir a la zona de la plaza Omonia, la plaza central tradicional de la ciudad. Si prefieres comer comida típica, pero con un presupuesto limitado, en la zona de la avenida Syngrou hay varias alternativas. Ubicada en el sur del barrio Plaka, se puede ir caminando tranquilamente por la avenida donde se encuentra el Jardín Botánico (que a su vez está al sur del Parlamento). Si prefieres los restaurantes o cafeterías de un nivel más alto, la recomendación es el barrio llamado Kolonaki, al norte de la plaza Syntagma (la plaza de la Constitución que se encuentra frente al Parlamento). Un barrio tradicional que también cuenta con una oferta importante de tiendas de ropa de marca. Ahora bien, si el tiempo te alcanza, y quieres salir del centro de Atenas, te recomiendo visitar alguno de los municipios de corte más residencial que cuenta la capital griega, pero que también cuentan con sus centros, los cuales, por supuesto, están con escasas visitas de turistas, y cuentan con lugares para comer donde van casi exclusivamente griegos. Es el caso de Ilioupoli, al sur del municipio de Atenas, o, más al sur, de Glyfada, un balneario de lo más top en Grecia. Por supuesto estas son solamente algunas sugerencias, la capital griega tiene mucho más que ofrecer. Puedes ver nuestra nueva escapada por Atenas buscando comida típica en el siguiente video:
Queda muy poco para que llegue el verano y comiencen las vacaciones en Chile, por lo que muchos estarán buscando un lugar ideal para disfrutar sus días libres. El balneario de Canasvieiras , ubicado al norte de la isla de Florianópolis en Brasil , es uno de los destinos favoritos para los viajeros que buscan una combinación perfecta de playa, cultura y entretenimiento. Este encantador barrio costero, con su ambiente acogedor y variada oferta turística, se ha convertido en un imprescindible para quienes visitan el sur de Brasil. El barrio es especialmente atractivo para los viajeros chilenos por su accesibilidad y hospitalidad. La cercanía con el aeropuerto de Florianópolis, a solo 40 minutos en auto, facilita el viaje, y muchos locales turísticos cuentan con personal que habla español, haciendo que la comunicación sea más sencilla. Además, la amplia oferta de alojamientos, desde hoteles hasta departamentos, permite ajustarse a distintos presupuestos. Para alojarnos, nosotros elegimos Apart Hotel Roberto Monteiro, el cual destaca por la excelente atención de su personal, especialmente de Paulo Roberto, quien nos trasladó desde y hacia el aeropuerto. Las habitaciones son cómodas, limpias y espaciosas. Por otro lado, el desayuno es sumamente variado y rico. Otro de sus beneficios es que cuenta con reposeras y quitasoles gratuitos para los pasajeros que quieran disfrutar de la playa. Por otro lado, la zona destaca por sus playas de aguas cálidas y tranquilas, ideales para familias o para quienes buscan relajarse lejos del bullicio. Su arena blanca y fina invita a disfrutar de un día de sol y mar, mientras que sus aguas calmas son perfectas para nadar o practicar deportes acuáticos. La playa principal de Canasvieiras, es un lugar agradable, cómodo y genial para pasar unas buenas horas de descanso. Incluso, se puede comprar comida y brebajes, como Cocos, churros, choripanes, alfajores, entre muchos otros productos. Sin embargo, Canasvieiras no es sólo una exquisita playa, sino que además ofrece múltiples actividades para disfrutar, como paseos en barco pirata por islas cercanas como Ilha do Francês o Ilha de Anhatomirim, donde se pueden avistar delfines. También tiene una divertida vida nocturna, porque la zona cuenta con bares y restaurantes con música en vivo, desde samba hasta bossa nova. Y, por supuesto, tiene una espectacular gastronomía local, donde brillan las denominadas Churrasquerías, que son restaurantes especializados en carne asada, principalmente buffets, donde se puede comer abundante, muy rico y por muy buenos precios. Nosotros pudimos disfrutar de algunos locales como “Galpao Gaúcho”, “Costilla’s Grill” y “Ecco Trattoria” (especializado en comida italiana), todos sumamente recomendados. Para quienes planean visitar Canasvieiras, se aconseja reservar con anticipación en temporada alta y explorar otros puntos cercanos de la isla, como Jurerê Internacional y Lagoa da Conceição, que complementan la experiencia en Florianópolis con actividades adicionales. Porque Canasvieiras no es solo un destino, es una experiencia inolvidable para los chilenos que buscan sol, cultura y diversión en Brasil. Para conocer más, no te pierdas el capítulo de En Palco Condimenta de a continuación:
“Volare…oh, oh, Cantare…oh, oh…Nel blu, dipinto di blu…Felice di stare lassù…” resuena en nuestros pensamientos al llegar a Polignano a Mare, uno de los balnearios más cotizados por turistas italianos y extranjeros que visitan este pequeño rincón del sur de Italia. ¿La razón?. Esta ciudad, hoy de casi 20.000 habitantes y solo a 30 minutos en tren desde la capital de la región de Apulia, Bari, fue la cuna del cantautor Domenico Modugno, quien hizo de “Volare” un himno reconocido mundialmente. La ciudad le rinde homenaje a quien es considerado en la mismísima Italia como el cantante más influyente de la música italiana del siglo XX: una plaza abierta al mar lleva su nombre (excelente mirador para apreciar los acantilados) coronada con una estatua de Modugno con los brazos abiertos y con un fondo dipinto di blu, en alusión al videoclip de la famosa canción. Por supuesto, es uno de los lugares más visitados, formándose incluso filas para obtener una fotografía. Por supuesto, este no es el único atractivo de Polignano a Mare. El principal, sin lugar a duda, son sus playas rodeadas de acantilados, desde donde existen varios miradores para disfrutar de vistas únicas. La particular geografía es complementada por bellas edificaciones de color blanco, que le dan el contraste característico con el azul del mar y del cielo. Su ciudad vieja, a la cual se ingresa por el Arco Marchese, construido en 1530, es solo el inicio de un paseo en la que encontrarás concurridas plazas; pequeñas iglesias barrocas; y frases de personajes ligados al arte, de la talla de Jim Morrison y del chileno Pablo Neruda. Pero en esta aventura, lo más rescatable es poder disfrutar de cada pintoresco rinconcito escondido en sus laberínticas calles de muros blancos y hermoseadas con coloridas flores. No por nada es considerado uno de los lugares más lindos de la región. Como buen lugar receptor de miles y miles de turistas, Polignano a Mare cuenta con una amplia oferta gastronómica. Desde un restaurante considerado como uno de los más caros de toda Europa, que se encuentra en una cueva con vistas al mar en uno de los acantilados, hasta las típicas cafeterías italianas. Desde el punto de vista gastronómico, el fuerte son los pescados y mariscos, siendo famosos los paninos (sándwiches) con productos del mar. Pero también es común encontrar en la ciudad todo lo típico que se ofrece en la región de Apulia: focaccia barese, café leccese, pasticcioto, tetta della monaca, panzerotto, etc. Si quieres conocer más sobre este precioso lugar, te invitamos a ver el siguiente video.
Nápoles es reconocida como la ciudad en que nació uno de los platos más populares del mundo, la pizza, y también por tener una amplísima oferta de restaurantes y las tradicionales trattorias. Pero dentro de las posibilidades que ofrece la capital de la región de Campania, existe una rama de la gastronomía que es la predilecta de viajeros que, por razones de presupuesto y/o de tiempo, prefieren comer algo rápido en la calle: la comida callejera. Y si eres uno de estos viajeros, Nápoles es el paraíso, puesto que su Street Food combina tres importantes características: innumerables opciones, precios bajos y productos de calidad tan buena como la de cualquier establecimiento de mantel largo. Pasamos, a continuación, a ver algunas de las comidas más tradicionales que puedes encontrar en los múltiples locales que prácticamente “decoraran” las principales (y las no tanto) calles napolitanas. No solo existe la pizza redonda típica (en Nápoles, la pizza es considerada un alimento popular, por lo que la puedes encontrar a bajo precio) que puedes comer en la calle, sino también una serie de tipos de pizza hechas para el consumo en cualquier lugar, sin necesidad de una mesa ni cubiertos. Comenzamos por la llamada pizza portafoglio, una pizza redonda de diámetro inferior a las que se sirven al plato, y que te pasan doblada en cuatro con un papel. Generalmente solo viene con tomate y queso fior di latte. Comimos una en la pizzería Tutino dal 1935 (Cesare Carmignano n°79); si bien no se encuentra en la zona más turística de la ciudad, ofrece una portafoglio recomendada por los propios napolitanos…y no se equivocan. También puedes optar por una pizza frita: con la forma de nuestra empanada, pero con masa de pizza. La típica contiene, además del tradicional tomate, queso fior di latte y cerdo, queso ricota. Esta se encuentra en todas las pizzerías, que al igual que la pizza portafoglio, es ofrecida en unos pequeños quioscos que generalmente se ubican en las entradas de los establecimientos. También puedes elegir por comer una pizza montanara, una pizzeta redonda con masa de pizza frita, que se complementa con tomate, queso y albahaca. Nosotros probamos la de la pizzería de Michele Tutino (Via Toledo n° 251) y no nos decepcionó. Al igual que en toda Italia, en Nápoles encuentras la famosa pizza al taglio, al corte, tan famosa en Roma. Pero en la ciudad donde Maradona es D10S, la vas a encontrar con el nombre de focaccia napoletana, distinguiéndose de la pizza napolitana auténtica redonda. Parecida a esta “focaccia” también puedes comer una pizza parigina, que, en términos generales, es una variación de este trozo de pizza cortado desde una plancha. La parigina básicamente es una focaccia, pero cubierto con una delgada masa de hojaldre, algo así como una pizza cubierta. Si te gustan las frituras, Nápoles ofrece una serie de productos especialmente en las llamadas Friggitorias, en las cuales puedes encontrar croquetas de papa, arancinos, conos con producto del mar fritos (llamado cuoppo) y fritos de pasta. Recomendamos una de las opciones de fritos más famosas, la frittatina, que contiene, además de los fideos, bechamel, jamón y arvejas. Para el último, dejamos para el final la comida callejera que más nos gustó en nuestra visita a Nápoles: el cuzzetiello. Es una especie de sándwich hecho en un pan llamado cafone, de corteza dura, alargada, al cual se le saca toda la miga para ser rellenado. Las opciones para rellenarlo son múltiples, pero una de las más tradicionales, y que recomiendo mucho, es el cuzzetiello con ragú napolitano con polpette (albóndigas) de vacuno. Creo que es, aparte de las pizzas que son sencillamente espectaculares, un imperdible si vas a Nápoles. Nosotros fuimos a un local que, si bien se encontraba a varias cuadras del terminal central de trenes de la ciudad, es recomendadísimo por los habitantes de la ciudad. Su nombre, O Cuzzetiello (Rimini n°51). Si quieres ver muchas de estas comidas especiales para comer en cualquier lado, te invitamos a ver este video. Para conocer más, revisa el más reciente episodio de En Palco Condimenta.
La isla de Brač se ubica a poca distancia de la siempre muy visitada Split. La forma más simple es tomando un ferry de la línea Jadronilija en el puerto de la citada ciudad. El viaje dura menos de una hora y arriba a la capital de la isla, Supetar. Vale mencionar que el pasaje es notablemente más barato que otros transportes marítimos en el resto de Europa, por lo que un paseo por Brač es perfectamente factible para viajeros de presupuesto ajustado. Ahora bien, llegar para quedarse unos días y aprovechar de disfrutar de sus hermosas y tranquilas playas también es una opción, especialmente para aquellos que buscan descansar. En nuestra experiencia, nos encontramos con un lugar en el cual se respiraba paz, extremadamente limpio, que dista demasiado del ambiente de locura que se vive en la vecina Split y los miles de turistas que pululan por sus calles. Iniciamos la visita llegando al muelle de Supetar, ubicada en el norte de la isla, es una ciudad que no sobrepasa los 4.000 habitantes, y que desde hace 200 años aproximadamente en el centro administrativo de la ciudad. Además de contar con un paseo marítimo muy lindo, que parte desde su marina llena de embarcaciones y continua hacia la zona de las playas, en Supetar destaca lo hermoso y pintoresco de sus edificios, además de la preciosa iglesia de la Anunciación, de estilo barroco construida en el siglo 18. Pero Brač es mucho más que Supetar, por lo que generalmente es el punto de partida para ir a las famosas playas de Bol u a otro de sus pueblos. Para ello, y a pocos minutos del muelle se ubica un sencillo terminal de autobuses que conecta con una buena frecuencia la capital con el resto de la isla. En este sitio también se encuentra la oficina para comprar los pasajes para retornar a Split. Todo muy cómodo. Por supuesto, si pretendes quedarte más de un día y recorrer la isla sin depender de horarios, es imperativo arrendar un automóvil. Pero nuestro destino final fue el pueblo de Sutivan, a solo unos 15 minutos en bus desde Supetar. Si bien existen otros pueblos bastante más turísticos, esta localidad de menos de 1.000 habitantes es conocida por ser en extrema tranquila, un verdadero paraíso para el descanso. Y lo que se dice de Sutivan es totalmente cierto: un lugar agradable, muy bien cuidado y limpio y que cuenta con una costanera no muy larga, pero con mucha oferta para comer y tomar. Al igual que en Supetar, las playas se encuentran a pocos minutos caminando desde la marina en la que las embarcaciones se mueven al vaivén de las ligeras olas. Se siente que es un lugar para recargar energías y donde el descanso es auténtico. Además se come muy bien, como lo puedes ver en el video siguiente video, que te recomiendo para que puedas apreciar la belleza de esta isla, y en especial, de este pueblo alejado de la ajetreada vida citadina.