Para todos aquellos amantes de la historia de la arquitectura y, en especial, a quienes se fascinan con la teatralidad del barroco, la ciudad de Lecce es un imperdible. Ubicada en el centro de la península de Salento, aquella que también se conoce vulgarmente como el taco de la “bota itálica”, y a solo dos horas en tren de la capital pugliese, Bari, Lecce cuenta con un riquísimo casco histórico (de ahí que se le conoce como la Florencia del sur) con imponentes iglesias barrocas, edificios civiles y plazas amplias que nos sumergen en siglos pasados. Dentro de su casco histórico destaca, en lo que a edificios religiosos se refiere, la basílica de Santa Croce, cuya fachada tiene tal cantidad de esculturas y detalles, que puedes pasar mucho tiempo contemplándola. También te recomendamos dos plazas: la primera, la Piazza del Duomo, donde se ubica la catedral de la ciudad; y la Piazza Sant’Oronzo, que destaca por su imponente columna y por los restos de un anfiteatro romano que data del siglo II d.C. Para los que quieran descansar de tantas edificaciones y prefiera la naturaleza, a pocos metros del centro puedes visitar de los jardines públicos Giuseppe Garibaldi, también conocidos como Villa Comunale, donde se puede disfrutar de 34.000 metros cuadrados de plantas, árboles y flores. Lecce no sólo es sinónimo de edificios bellos, también concentra una oferta gastronómica que aprovecha lo mejor de los productos de la península salentina. En el centro puedes encontrar varias cafetería/pastelerías, que además de ofrecer café leccese y gelatos, cuentan con pasteles dulces y salados tradicionales como el pasticcioto leccese, el frutone y el rústico. Recomendamos la Pasticceria Natale (Via Salvatore Trinchese n°7) y el Caffe Alvino (Piazza Sant'Oronzo n°30). Ahora bien, si de sándwiches se trata, no puedes dejar de probar una puccia. Presentado en un pan muy fino y redondo, rellenado con productos locales, este emparedado es una de las mejores formas de disfrutar de la zona a través del paladar. Nosotros tuvimos una excelente experiencia visitando la Antica Pucceria Giannone dal 1941 (Via Giuseppe Libertini n°46) donde no solo disfrutamos una sabrosísima puccia, sino también conocer un poco más de la historia de este local cuyo dueño es la tercera generación, pero que reconoce que fueron su abuelo y su padre quienes crearon estos exquisitos sándwiches. Este local también tiene como particularidad que coleccionan billetes de diversos países que los comensales de todo el mundo aportan, además de utilizar sus muros para que estos dejen sus dedicatorias. Si quieres conocer esta hermosa ciudad y su comida local, te invitamos a ver el siguiente capítulo de En Palco Condimenta.
Split es una hermosa ciudad costera que se ubica en la histórica región de Dalmacia, actualmente Croacia. Por su calidad de puerto, esta destacada ciudad turística es visitada tanto por una gran cantidad de personas que llegan a través de inmensos y lujosos cruceros, como también por su pequeño y renovado aeropuerto, el cual se encuentra a casi una hora del centro. Te recomendamos alojar en el centro histórico o a pocas cuadras de este, de esta forma recorrerla es muy fácil a pie. Como principales atractivos, sin duda, encontramos su casco histórico que se encuentra dentro de los muros de lo que alguna vez fue el Palacio del emperador romano Diocleciano (del cual hablaremos en el párrafo siguiente); playas; edificios antiguos; museos; y una hermosa costanera llamada Riva. Este paseo marítimo, además de su belleza, cuenta con una amplia oferta gastronómica, que -por supuesto- está dirigida al turista. Si quieres probar comida como un croata más, te recomendamos ir a una de las tantas panaderías que ofrecen pastelitos dulces y salados típicos; dentro de estos locales el que más nos gustó (volvimos varias veces) fue St. Burek (Domaldova ul. n°13), que ofrece el popular pastel salado de hoja filo de los Balcanes. Otros locales ofrecen el tradicional cevapi, unas pequeñas salchichas de carne que generalmente se sirven en un pan de pita abierto con alguna salsa a elección. Nosotros probamos esta exquisitez en Ba!cevapi (Križeva Ulica n°1). Lo recomendamos con una salsa de pimentones rojos que es sencillamente espectacular. Pero visitar Split es mucho más: es un lugar con una historia riquísima que se inicia con la construcción, a comienzos del siglo IV d.C., de un palacio para que pasara sus últimos años el ex emperador romano Diocleciano, quien eligió este sector por ubicarse cerca de su ciudad natal Salona. Hoy de Salona sólo quedan sus restos arqueológicos, en cambio ese palacio, tras la muerte de Diocleciano, se convirtió en el núcleo de la hoy ciudad de Split. Primero con grandes muros que la protegieron, luego abriéndose al mundo como una de las ciudades más importantes de Croacia. Hoy cuenta con una oferta cultural importante, tanto en exposiciones en museos, el bello edificio del Teatro Nacional de Croacia y mucho más, que refuerza una tradición nacional en la ciudad donde también nació el padre de la literatura croata, el poeta Marko Marulic (1450-1524). Si quieres conocer más de esta hermosa ciudad y su comida, te invitamos a ver nuestro nuevo capítulo de En Palco Condimenta.
Cuando hablamos de una isla, inmediatamente pensamos en playa, arena, una que otra palmera y un mar hermoso y cristalino donde pasar unas vacaciones de ensueño. Si hablamos de una isla griega, agregamos a ese imaginario unas casitas blancas con techo celeste, mismo color de una pequeña iglesia que destaca por la cruz en su cúpula. Kefalonia (con una superficie de 904 kms cuadrados) es la isla más grande de las siete que tiene Grecia en el mar Jónico tiene todo lo anterior y mucho más. Además de contar con playas reconocidas como Myrtos, Antisamos o la tranquila Trapezaki, Kefalonia destaca por ofrecer al visitante un sinnúmero de lugares hermosos, conectados con la más bella naturaleza y que permiten una desconexión total a todos los que merecen un merecido descanso. La isla tiene espacios protegidos, que cuentan con muchas especies de plantas, árboles y flores endémicas; mamíferos, aves, reptiles y peces también tienen su espacio en lagunas como Koútavos y Karavómilos. Koútavos es una laguna con un largo de 6,5 kms separada del mar por un puente de piedra que data de inicios del siglo XIX. Ubicada en la capital Argostoli, este humedal destaca no solo por su biodiversidad y por estar rodeado de cerros, también por contar con un paseo hermoseado por árboles y flores. Además de peces, patos y cisnes, destaca la presencia de varias tortugas bobas, también conocidas como caretta- caretta. Por su parte, la laguna de Karavómilos, ubicada en el pueblo del mismo nombre, es de carácter artificial. Alberga numerosas especies endémicas y está rodeada, por un lado del mar, ya que se encuentra a escasos metros de este, y por el otro de una frondosa vegetación autóctona. Kefalonia da la opción de adentrarte a las profundidades de la tierra, ya sea en Drogarati, una cueva de 150 millones de años ubicada a 60 metros de profundidad; o en la cueva/laguna de Melissani, una caverna que tiene una abertura en la parte superior que deja entrar la luz del sol y que tiene una laguna en su interior. Dar un paseo en bote en esta verdadera maravilla te da la oportunidad de atesorar imágenes únicas. Más información sobre ambas cuevas, en uno de nuestros artículos anteriores. En el centro de la isla, alejado de la costa, entre bellas montañas se encuentra el valle de Omalá. En este valle se produce el famoso vino Robola, con DOP (Denominación de origen protegido). Existe una cooperativa, fundada en 1982, que reúne a cerca de 300 miniproductores, encargada de la producción, distribución y venta de este vino blanco, ácido y cítrico, excelente acompañante para pescados y mariscos. Para los amantes del vino o interesados en conocer este producto, existen tours de los viñedos, como también una importante sala de ventas en el corazón del valle. Se trata de Bazigos Wines, lugar ubicado a la salida del pueblo de Valsamata, en el camino hacia el monasterio de San Gerásimos. En Bazigos Wines no solo encontrarás toda la gama de vinos que se producen en Kefalonia, sino también otros productos típicos de la isla, como son aceite de oliva, aceitunas, miel y distintos dulces típicos locales, entre los cuales destaca la tradicional Mandola: almendras confitadas, con azúcar o miel. Si quieres conocer más sobre la isla de Kefalonia y sus lugares paradisiacos, te invito a ver nuestros especiales de En Palco Condimenta.
Fue en el siglo XVIII cuando en los hornos a leña de la ciudad de Nápoles se creó lo que hoy conocemos como pizza. Una masa delgada compuesta de harina, levadura y agua a la cual se le agregan diversos ingredientes que solo tras la Segunda Guerra Mundial se propagó por el mundo. Por cierto, en cada país se le ha hecho diversas modificaciones, por lo cual hoy contamos con muchísimas versiones de este popular plato. Pero es solo en Nápoles donde se esmeran en conservar la receta original, tanto en ingredientes como en la forma de hornear, más allá que la llamada “pizza napolitana” puedes probarla en cualquier parte del mundo…siempre y cuando se respeten esas reglas básicas. Uno de los más importantes atractivos (no el único por cierto) de la ciudad de Nápoles es su pizza. Incontables pizzerías ofrecen este producto reconocido desde el año 2017 por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Es que en Nápoles se toman en serio esto de la pizza, la cual tiene como características una base muy delgada, suave; borde (conocido como cornicione) blando de entre 1 y 2 cm., pero que a la vez es crujiente. Sin duda, probar una pizza napolitana “verace”, la original, es una particular experiencia para todos aquellos que nos hemos criado comiendo otras de sus versiones. Para darles una muestra, visitamos 3 pizzerías en nuestra visita al puerto de Nápoles, las cuales relataremos a continuación (desde ya adelanto que las 3 son altamente recomendables): - Pizzería Fortuna (Via Pasquale Stanislao Mancini n°8): esta tradicional pizzería es una excelente manera de vivir y sentir Nápoles a través de su ambiente y, por supuesto, sus pizzas. Pizzas 100% napolitanas, con ingredientes de la región de Campania (el tomate San Marsano es una experiencia única, desplazando a cualquier tomate que hayas probado en una pizza). Es un local pequeño, pocas mesas, decorado como las pizzerías de antaño con imágenes del equipo local de fútbol, el Napoli, y el infaltable rincón (casi altar) a Diego Armando Maradona. - Pizzería Vincenzo Capuano (Piazza Trieste y Trento n°8): Vincenzo Capuano, nieto e hijo de pizzaiolo, es casi una celebridad en Nápoles (y en el resto de Italia); ha sabido llevar el arte de la pizza por redes sociales, televisión y, junto a un socio con capital, ya lleva más de 20 locales en toda la península. Su carisma y talento lo ha volcado en una propuesta novedosa de pizza napolitana, la llamada pizza contemporánea, creada en los inicios de los años 2000 por una serie de pizzaiolos jóvenes que, experimentando en la elaboración de la masa de la pizza, fueron llegando a un resultado que consiste en una masa más liviana y digerible, con un característico borde más grande que el de una pizza napolitana tradicional, pero a la vez más suave (con alveolos). Probar esta pizza es toda una experiencia, y más en el local de Capuano: moderno, bien atendido, con propuestas novedosas e ingredientes de primerísima calidad; tuvimos la suerte de probar su pizza campeona del mundo año 2022. - Pizzería O Scugnizzo (Corso Novara n°s 15-17-19): esta tradicional pizzería (también es trattoria y sirven pastas) ubicada muy cerca de la estación central de la ciudad, es muy popular entre los napolitanos, ya que además de contar con el ambiente propio de una pizzería napolitana, destaca por sus buenos precios y excelente calidad. Probamos en este local una tradicional pizza margherita y no nos defraudó. Comer en un local lleno de napolitanos disfrutando de pizzas y platos de pastas, rodeados de camisetas del Napoli, de fotos de Maradona y de imágenes del popular personaje Polichinela te lleva a sentir, respirar y disfrutar de la Nápoles popular y auténtica. Si te interesa conocer nuestra experiencia en este tour de pizzas napolitanas, te invitamos a ver el siguiente video:
A poco más de 3 horas de Santiago de Chile en avión, se encuentra la capital del Perú, Lima , uno de los destinos preferidos por los turistas en Sudamérica, especialmente por su calidad y cantidad de contenidos culturales, históricos y, por supuesto, gastronómicos. Fundada en 1535 por Francisco Pizarro, fue la capital del Virreinato del Perú, uno de los lugares más importantes del conosur, donde antes habitaron culturas precolombinas como la Lima, Wara e Ichma, previo al auge de los Incas. Para alojar, una de las mejores zonas es Miraflores. Un sector tranquilo, seguro y muy limpio, lleno de atractivos y vida. Nosotros optamos por el Faraona Grand Hotel, con una buena relación precio-calidad, se trata de un recinto algo antiguo, pero muy bien tenido, con personal amable y un desayuno continental más que correcto. Y lo mejor, a pasos de bares, restaurantes y del famoso Parque 7 de junio y Parque John F. Kennedy, donde se reúnen las familias, las parejas y los amigos a pasear, disfrutar de música en vivo, comprar artesanías, mirar exposiciones de pintura o alimentar a los gatitos que viven allí. Un pequeño pulmón verde en medio de la ciudad, muy bien cuidado, cercano a la Municipalidad de Miraflores (que cuenta con actividades artísticas gratuitas) y a la preciosa iglesia de La Virgen Milagrosa. La oferta gastronómica en la zona es muy variada en materia de precios y tipos de comidas, desde caros y elegantes restaurantes, hasta fast food criollo o de cadenas multinacionales, pasando por el mercado que ofrece platos típicos a precios módicos, pero más que sabrosos y contundentes. Por la zona, también puedes visitar sus parques hermosos arriba del sector costero como, por ejemplo, el del Amor. También es un imperdible visitar el centro comercial abierto Larcomar, que si bien es de tiendas más exclusivas, es un lindo paseo, y tiene buenos lugares para comer, además de que por sus accesos se pueden apreciar bellas vistas del borde costero (si la neblina lo permite). Si tienes buen estado físico, desde el sector de Larcomar puedes bajar y acceder al sector de las playas (con muchas escaleras y adoquines), donde se reúnen los bañistas y los surfistas. Makaha y Waikiki en vez de arena tienen piedras, así que ojo en especial a la hora de entrar al agua, que puede resultar algo doloroso caminar por la orilla del mar descalzo. Para los que gustan de la historia, Huaca Pucllana es un imperdible. Se trata de un museo de sitio con tours en inglés y español, a muy buen precio, que te permite conocer ruinas de lo que fue la antigua cultura Lima, Wara e Ichma. Además, a un costado, se encuentra un elegante restaurante que permite comer con vista a este importante e imponente lugar. En menos de media hora en Uber o Taxi llegas al centro histórico de Lima desde Miraflores. Una zona llena de gastronomía exquisita y lugares de interés, como la Casa Pizarro (Palacio de Gobierno del Perú), que si andas cerca poco antes de las 12 del día podrás ver el entretenido cambio de guardia. Al frente de la casa de Gobierno, está la Basílica Catedral de Lima, que data de 1535, y a un costado se encuentra el Palacio Arzobispal, ambos son lugares a visitar si van al centro de la ciudad. Otras iglesias para conocer por el sector son La Merced y el Santuario de Las Nazarenas. Para quienes gustan del arte religioso y de la historia, estos panoramas son imperdibles. Siguiendo con el tema histórico religioso, en esta ciudad encontramos el Santuario de Santa Rosa de Lima, la primera santa de América, un recinto donde la gente va a orar y a dejar sus peticiones en un pozo de los deseos. Considerado Patrimonio de la Humanidad desde inicios de los noventa. También en el casco histórico está el Convento de San Francisco y sus catacumbas. Una actividad súper recomendada, no apta para claustrofóbicos. Un paseo guiado por los rincones de este significativo espacio, el que no se puede fotografiar o grabar, donde sólo se debe disfrutar y aprender. Obviamente, a un costado, está su iglesia de estilo barroco, cuyo acceso central en estos momentos está en remodelación. Otro convento que hay que visitar es el Santo Domingo, un claustro hermoso lleno de historia donde están enterrados San Martin de Porres, Santa Rosa de Lima, y donde también se venera a San Juan Macías. En este espacio también se fundó la universidad más antigua de América, la de San Marcos. Apreciar la belleza de su sala capitular es uno de los puntos altos de la visita, al igual que subir al campanario de la Basílica Menor de Nuestra Señora del Rosario, iglesia del convento recientemente renovada, uno de los miradores más altos de la capital peruana. La Casa limeña de Bernardo O’ Higgins, la Casa de Aliaga, el parque La Muralla y el Chocomuseo, son otros de los recomendados para visitar en el centro histórico de esta hermosa ciudad que todo fanático de la cultura y de la buena gastronomía debería conocer. A continuación, te dejamos el segundo episodio de En Palco Condimenta realizado en Lima, donde probamos algunas exquisiteces que ofrece la cocina de la capital del Perú.
Para todos aquellos amantes de la historia de la arquitectura y, en especial, a quienes se fascinan con la teatralidad del barroco, la ciudad de Lecce es un imperdible. Ubicada en el centro de la península de Salento, aquella que también se conoce vulgarmente como el taco de la “bota itálica”, y a solo dos horas en tren de la capital pugliese, Bari, Lecce cuenta con un riquísimo casco histórico (de ahí que se le conoce como la Florencia del sur) con imponentes iglesias barrocas, edificios civiles y plazas amplias que nos sumergen en siglos pasados. Dentro de su casco histórico destaca, en lo que a edificios religiosos se refiere, la basílica de Santa Croce, cuya fachada tiene tal cantidad de esculturas y detalles, que puedes pasar mucho tiempo contemplándola. También te recomendamos dos plazas: la primera, la Piazza del Duomo, donde se ubica la catedral de la ciudad; y la Piazza Sant’Oronzo, que destaca por su imponente columna y por los restos de un anfiteatro romano que data del siglo II d.C. Para los que quieran descansar de tantas edificaciones y prefiera la naturaleza, a pocos metros del centro puedes visitar de los jardines públicos Giuseppe Garibaldi, también conocidos como Villa Comunale, donde se puede disfrutar de 34.000 metros cuadrados de plantas, árboles y flores. Lecce no sólo es sinónimo de edificios bellos, también concentra una oferta gastronómica que aprovecha lo mejor de los productos de la península salentina. En el centro puedes encontrar varias cafetería/pastelerías, que además de ofrecer café leccese y gelatos, cuentan con pasteles dulces y salados tradicionales como el pasticcioto leccese, el frutone y el rústico. Recomendamos la Pasticceria Natale (Via Salvatore Trinchese n°7) y el Caffe Alvino (Piazza Sant'Oronzo n°30). Ahora bien, si de sándwiches se trata, no puedes dejar de probar una puccia. Presentado en un pan muy fino y redondo, rellenado con productos locales, este emparedado es una de las mejores formas de disfrutar de la zona a través del paladar. Nosotros tuvimos una excelente experiencia visitando la Antica Pucceria Giannone dal 1941 (Via Giuseppe Libertini n°46) donde no solo disfrutamos una sabrosísima puccia, sino también conocer un poco más de la historia de este local cuyo dueño es la tercera generación, pero que reconoce que fueron su abuelo y su padre quienes crearon estos exquisitos sándwiches. Este local también tiene como particularidad que coleccionan billetes de diversos países que los comensales de todo el mundo aportan, además de utilizar sus muros para que estos dejen sus dedicatorias. Si quieres conocer esta hermosa ciudad y su comida local, te invitamos a ver el siguiente capítulo de En Palco Condimenta.
Split es una hermosa ciudad costera que se ubica en la histórica región de Dalmacia, actualmente Croacia. Por su calidad de puerto, esta destacada ciudad turística es visitada tanto por una gran cantidad de personas que llegan a través de inmensos y lujosos cruceros, como también por su pequeño y renovado aeropuerto, el cual se encuentra a casi una hora del centro. Te recomendamos alojar en el centro histórico o a pocas cuadras de este, de esta forma recorrerla es muy fácil a pie. Como principales atractivos, sin duda, encontramos su casco histórico que se encuentra dentro de los muros de lo que alguna vez fue el Palacio del emperador romano Diocleciano (del cual hablaremos en el párrafo siguiente); playas; edificios antiguos; museos; y una hermosa costanera llamada Riva. Este paseo marítimo, además de su belleza, cuenta con una amplia oferta gastronómica, que -por supuesto- está dirigida al turista. Si quieres probar comida como un croata más, te recomendamos ir a una de las tantas panaderías que ofrecen pastelitos dulces y salados típicos; dentro de estos locales el que más nos gustó (volvimos varias veces) fue St. Burek (Domaldova ul. n°13), que ofrece el popular pastel salado de hoja filo de los Balcanes. Otros locales ofrecen el tradicional cevapi, unas pequeñas salchichas de carne que generalmente se sirven en un pan de pita abierto con alguna salsa a elección. Nosotros probamos esta exquisitez en Ba!cevapi (Križeva Ulica n°1). Lo recomendamos con una salsa de pimentones rojos que es sencillamente espectacular. Pero visitar Split es mucho más: es un lugar con una historia riquísima que se inicia con la construcción, a comienzos del siglo IV d.C., de un palacio para que pasara sus últimos años el ex emperador romano Diocleciano, quien eligió este sector por ubicarse cerca de su ciudad natal Salona. Hoy de Salona sólo quedan sus restos arqueológicos, en cambio ese palacio, tras la muerte de Diocleciano, se convirtió en el núcleo de la hoy ciudad de Split. Primero con grandes muros que la protegieron, luego abriéndose al mundo como una de las ciudades más importantes de Croacia. Hoy cuenta con una oferta cultural importante, tanto en exposiciones en museos, el bello edificio del Teatro Nacional de Croacia y mucho más, que refuerza una tradición nacional en la ciudad donde también nació el padre de la literatura croata, el poeta Marko Marulic (1450-1524). Si quieres conocer más de esta hermosa ciudad y su comida, te invitamos a ver nuestro nuevo capítulo de En Palco Condimenta.
Cuando hablamos de una isla, inmediatamente pensamos en playa, arena, una que otra palmera y un mar hermoso y cristalino donde pasar unas vacaciones de ensueño. Si hablamos de una isla griega, agregamos a ese imaginario unas casitas blancas con techo celeste, mismo color de una pequeña iglesia que destaca por la cruz en su cúpula. Kefalonia (con una superficie de 904 kms cuadrados) es la isla más grande de las siete que tiene Grecia en el mar Jónico tiene todo lo anterior y mucho más. Además de contar con playas reconocidas como Myrtos, Antisamos o la tranquila Trapezaki, Kefalonia destaca por ofrecer al visitante un sinnúmero de lugares hermosos, conectados con la más bella naturaleza y que permiten una desconexión total a todos los que merecen un merecido descanso. La isla tiene espacios protegidos, que cuentan con muchas especies de plantas, árboles y flores endémicas; mamíferos, aves, reptiles y peces también tienen su espacio en lagunas como Koútavos y Karavómilos. Koútavos es una laguna con un largo de 6,5 kms separada del mar por un puente de piedra que data de inicios del siglo XIX. Ubicada en la capital Argostoli, este humedal destaca no solo por su biodiversidad y por estar rodeado de cerros, también por contar con un paseo hermoseado por árboles y flores. Además de peces, patos y cisnes, destaca la presencia de varias tortugas bobas, también conocidas como caretta- caretta. Por su parte, la laguna de Karavómilos, ubicada en el pueblo del mismo nombre, es de carácter artificial. Alberga numerosas especies endémicas y está rodeada, por un lado del mar, ya que se encuentra a escasos metros de este, y por el otro de una frondosa vegetación autóctona. Kefalonia da la opción de adentrarte a las profundidades de la tierra, ya sea en Drogarati, una cueva de 150 millones de años ubicada a 60 metros de profundidad; o en la cueva/laguna de Melissani, una caverna que tiene una abertura en la parte superior que deja entrar la luz del sol y que tiene una laguna en su interior. Dar un paseo en bote en esta verdadera maravilla te da la oportunidad de atesorar imágenes únicas. Más información sobre ambas cuevas, en uno de nuestros artículos anteriores. En el centro de la isla, alejado de la costa, entre bellas montañas se encuentra el valle de Omalá. En este valle se produce el famoso vino Robola, con DOP (Denominación de origen protegido). Existe una cooperativa, fundada en 1982, que reúne a cerca de 300 miniproductores, encargada de la producción, distribución y venta de este vino blanco, ácido y cítrico, excelente acompañante para pescados y mariscos. Para los amantes del vino o interesados en conocer este producto, existen tours de los viñedos, como también una importante sala de ventas en el corazón del valle. Se trata de Bazigos Wines, lugar ubicado a la salida del pueblo de Valsamata, en el camino hacia el monasterio de San Gerásimos. En Bazigos Wines no solo encontrarás toda la gama de vinos que se producen en Kefalonia, sino también otros productos típicos de la isla, como son aceite de oliva, aceitunas, miel y distintos dulces típicos locales, entre los cuales destaca la tradicional Mandola: almendras confitadas, con azúcar o miel. Si quieres conocer más sobre la isla de Kefalonia y sus lugares paradisiacos, te invito a ver nuestros especiales de En Palco Condimenta.
Fue en el siglo XVIII cuando en los hornos a leña de la ciudad de Nápoles se creó lo que hoy conocemos como pizza. Una masa delgada compuesta de harina, levadura y agua a la cual se le agregan diversos ingredientes que solo tras la Segunda Guerra Mundial se propagó por el mundo. Por cierto, en cada país se le ha hecho diversas modificaciones, por lo cual hoy contamos con muchísimas versiones de este popular plato. Pero es solo en Nápoles donde se esmeran en conservar la receta original, tanto en ingredientes como en la forma de hornear, más allá que la llamada “pizza napolitana” puedes probarla en cualquier parte del mundo…siempre y cuando se respeten esas reglas básicas. Uno de los más importantes atractivos (no el único por cierto) de la ciudad de Nápoles es su pizza. Incontables pizzerías ofrecen este producto reconocido desde el año 2017 por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Es que en Nápoles se toman en serio esto de la pizza, la cual tiene como características una base muy delgada, suave; borde (conocido como cornicione) blando de entre 1 y 2 cm., pero que a la vez es crujiente. Sin duda, probar una pizza napolitana “verace”, la original, es una particular experiencia para todos aquellos que nos hemos criado comiendo otras de sus versiones. Para darles una muestra, visitamos 3 pizzerías en nuestra visita al puerto de Nápoles, las cuales relataremos a continuación (desde ya adelanto que las 3 son altamente recomendables): - Pizzería Fortuna (Via Pasquale Stanislao Mancini n°8): esta tradicional pizzería es una excelente manera de vivir y sentir Nápoles a través de su ambiente y, por supuesto, sus pizzas. Pizzas 100% napolitanas, con ingredientes de la región de Campania (el tomate San Marsano es una experiencia única, desplazando a cualquier tomate que hayas probado en una pizza). Es un local pequeño, pocas mesas, decorado como las pizzerías de antaño con imágenes del equipo local de fútbol, el Napoli, y el infaltable rincón (casi altar) a Diego Armando Maradona. - Pizzería Vincenzo Capuano (Piazza Trieste y Trento n°8): Vincenzo Capuano, nieto e hijo de pizzaiolo, es casi una celebridad en Nápoles (y en el resto de Italia); ha sabido llevar el arte de la pizza por redes sociales, televisión y, junto a un socio con capital, ya lleva más de 20 locales en toda la península. Su carisma y talento lo ha volcado en una propuesta novedosa de pizza napolitana, la llamada pizza contemporánea, creada en los inicios de los años 2000 por una serie de pizzaiolos jóvenes que, experimentando en la elaboración de la masa de la pizza, fueron llegando a un resultado que consiste en una masa más liviana y digerible, con un característico borde más grande que el de una pizza napolitana tradicional, pero a la vez más suave (con alveolos). Probar esta pizza es toda una experiencia, y más en el local de Capuano: moderno, bien atendido, con propuestas novedosas e ingredientes de primerísima calidad; tuvimos la suerte de probar su pizza campeona del mundo año 2022. - Pizzería O Scugnizzo (Corso Novara n°s 15-17-19): esta tradicional pizzería (también es trattoria y sirven pastas) ubicada muy cerca de la estación central de la ciudad, es muy popular entre los napolitanos, ya que además de contar con el ambiente propio de una pizzería napolitana, destaca por sus buenos precios y excelente calidad. Probamos en este local una tradicional pizza margherita y no nos defraudó. Comer en un local lleno de napolitanos disfrutando de pizzas y platos de pastas, rodeados de camisetas del Napoli, de fotos de Maradona y de imágenes del popular personaje Polichinela te lleva a sentir, respirar y disfrutar de la Nápoles popular y auténtica. Si te interesa conocer nuestra experiencia en este tour de pizzas napolitanas, te invitamos a ver el siguiente video:
A poco más de 3 horas de Santiago de Chile en avión, se encuentra la capital del Perú, Lima , uno de los destinos preferidos por los turistas en Sudamérica, especialmente por su calidad y cantidad de contenidos culturales, históricos y, por supuesto, gastronómicos. Fundada en 1535 por Francisco Pizarro, fue la capital del Virreinato del Perú, uno de los lugares más importantes del conosur, donde antes habitaron culturas precolombinas como la Lima, Wara e Ichma, previo al auge de los Incas. Para alojar, una de las mejores zonas es Miraflores. Un sector tranquilo, seguro y muy limpio, lleno de atractivos y vida. Nosotros optamos por el Faraona Grand Hotel, con una buena relación precio-calidad, se trata de un recinto algo antiguo, pero muy bien tenido, con personal amable y un desayuno continental más que correcto. Y lo mejor, a pasos de bares, restaurantes y del famoso Parque 7 de junio y Parque John F. Kennedy, donde se reúnen las familias, las parejas y los amigos a pasear, disfrutar de música en vivo, comprar artesanías, mirar exposiciones de pintura o alimentar a los gatitos que viven allí. Un pequeño pulmón verde en medio de la ciudad, muy bien cuidado, cercano a la Municipalidad de Miraflores (que cuenta con actividades artísticas gratuitas) y a la preciosa iglesia de La Virgen Milagrosa. La oferta gastronómica en la zona es muy variada en materia de precios y tipos de comidas, desde caros y elegantes restaurantes, hasta fast food criollo o de cadenas multinacionales, pasando por el mercado que ofrece platos típicos a precios módicos, pero más que sabrosos y contundentes. Por la zona, también puedes visitar sus parques hermosos arriba del sector costero como, por ejemplo, el del Amor. También es un imperdible visitar el centro comercial abierto Larcomar, que si bien es de tiendas más exclusivas, es un lindo paseo, y tiene buenos lugares para comer, además de que por sus accesos se pueden apreciar bellas vistas del borde costero (si la neblina lo permite). Si tienes buen estado físico, desde el sector de Larcomar puedes bajar y acceder al sector de las playas (con muchas escaleras y adoquines), donde se reúnen los bañistas y los surfistas. Makaha y Waikiki en vez de arena tienen piedras, así que ojo en especial a la hora de entrar al agua, que puede resultar algo doloroso caminar por la orilla del mar descalzo. Para los que gustan de la historia, Huaca Pucllana es un imperdible. Se trata de un museo de sitio con tours en inglés y español, a muy buen precio, que te permite conocer ruinas de lo que fue la antigua cultura Lima, Wara e Ichma. Además, a un costado, se encuentra un elegante restaurante que permite comer con vista a este importante e imponente lugar. En menos de media hora en Uber o Taxi llegas al centro histórico de Lima desde Miraflores. Una zona llena de gastronomía exquisita y lugares de interés, como la Casa Pizarro (Palacio de Gobierno del Perú), que si andas cerca poco antes de las 12 del día podrás ver el entretenido cambio de guardia. Al frente de la casa de Gobierno, está la Basílica Catedral de Lima, que data de 1535, y a un costado se encuentra el Palacio Arzobispal, ambos son lugares a visitar si van al centro de la ciudad. Otras iglesias para conocer por el sector son La Merced y el Santuario de Las Nazarenas. Para quienes gustan del arte religioso y de la historia, estos panoramas son imperdibles. Siguiendo con el tema histórico religioso, en esta ciudad encontramos el Santuario de Santa Rosa de Lima, la primera santa de América, un recinto donde la gente va a orar y a dejar sus peticiones en un pozo de los deseos. Considerado Patrimonio de la Humanidad desde inicios de los noventa. También en el casco histórico está el Convento de San Francisco y sus catacumbas. Una actividad súper recomendada, no apta para claustrofóbicos. Un paseo guiado por los rincones de este significativo espacio, el que no se puede fotografiar o grabar, donde sólo se debe disfrutar y aprender. Obviamente, a un costado, está su iglesia de estilo barroco, cuyo acceso central en estos momentos está en remodelación. Otro convento que hay que visitar es el Santo Domingo, un claustro hermoso lleno de historia donde están enterrados San Martin de Porres, Santa Rosa de Lima, y donde también se venera a San Juan Macías. En este espacio también se fundó la universidad más antigua de América, la de San Marcos. Apreciar la belleza de su sala capitular es uno de los puntos altos de la visita, al igual que subir al campanario de la Basílica Menor de Nuestra Señora del Rosario, iglesia del convento recientemente renovada, uno de los miradores más altos de la capital peruana. La Casa limeña de Bernardo O’ Higgins, la Casa de Aliaga, el parque La Muralla y el Chocomuseo, son otros de los recomendados para visitar en el centro histórico de esta hermosa ciudad que todo fanático de la cultura y de la buena gastronomía debería conocer. A continuación, te dejamos el segundo episodio de En Palco Condimenta realizado en Lima, donde probamos algunas exquisiteces que ofrece la cocina de la capital del Perú.