No hay nada más rico que un buen pan, qué duda cabe. Este alimento fundamental, cuyo origen se remonta a la prehistoria en la cuenca del Mediterráneo, sigue siendo, en pleno siglo XXI, un infaltable en las mesas de miles de millones de personas en el mundo entero. Si bien ciudades y regiones se destacan, desde un punto de vista culinario, por platos o sándwich típicos elaborados con ingredientes locales, existe una ciudad en el sur de Italia que es reconocido simplemente por su pan. Se trata de Altamura, ubicada en la zona de la Alta Murgia (administrativamente hoy pertenece a la región de Apulia). Con una rica cultura campesina, y con el pan como el sustento básico desde que el ser humano habita el área, Altamura marcó una tradición panadera en la Baja Edad Media que continua hasta hoy. En aquellos siglos, eran las mujeres las que en su casa amasaban el pan, para luego llevarlo a hornos públicos donde, tras ser marcados con un sello de hierro que los identificaba, eran cocidos bajo la intensidad del fuego proporcionado por la leña de roble. La identidad de este noble pan está sentenciada por sus ingredientes, por supuesto, todos típicos de la región: una masa que resulta de la mezcla de sémola molida de grano duro, masa madre, sal y agua. Es tal su importancia que en la actualidad se le ha otorgado la denominación de origen protegido (DOP), sello de autenticidad que sólo podrás encontrar en los panes que ofrecen las múltiples panaderías de la ciudad. Estas panaderías también ofrecen una multiplicidad de productos como galletas y pasteles, como también la famosa focaccia de Altamura. Este exquisito producto, muchas veces confundido con la pizza, está hecho con una base de masa de pan de Altamura, con tomates, orégano y aceite de oliva (la región de Apulia se destaca en Italia por la calidad de su aceite de oliva). Frente a todo lo anterior, visitar esta ciudad, más allá de su rica arquitectura e historia, conlleva necesariamente a probar estos productos típicos. En nuestro caso visitamos tres: el Forno Antico Santa Chiara que data del año 1423, un viaje al pasado y a la tradición, que destaca no sólo por sus productos, sino por el edificio histórico que lo cobija; el Panificio di Gesu, que continua un legado antiguo desde el año 1968; y el Panificio del Duomo, ubicado a pocos metros de la hermosa catedral de la ciudad, donde ofrecen degustaciones de sus productos, todos ellos hechos bajo las estrictas reglas de las recetas de antaño. Si quieres conocer esta exquisita y simple comida, y los lugares que visitamos, te invitamos a ver el siguiente video.
Asís no sólo es un lugar de peregrinación para los que profesan la fe cristiana católica, sino también una de las ciudades medievales mejor conservadas de toda Italia. Para muchos, este enclave erigido en el monte Subasio, el cual forma parte de los Apeninos, en la actual región de Umbría, es también una de las más bellas ciudades que mantienen calles, edificios y plazas diseñados durante la Edad Media. Mas no puede dejarse de lado la importancia espiritual de la ciudad, con independencia de la creencia o no de quien la visita; Asís es la cuna del movimiento franciscano que tomó fuerza a inicios del siglo XIII y que derivó en la Orden de Frailes Menores y la Orden de las Hermanas Pobres de Santa Clara. Además de la importancia desde un sentido religioso, que marcó un cambio en la Iglesia Católica de la época, también este movimiento fue relevante para cambios sociales que marcaron el destino de Occidente, todo esto en un contexto de cambios relacionados con un renacimiento de la importancia de la ciudad y la creación de universidades, entre otros fenómenos sociales. Por tanto, viajar a Asís no es sólo un viaje de espiritualidad y/o de belleza artística y arquitectónica, también es un viaje por la Historia. Los lugares de interés son variados. Desde la Rocca Maggiore, fortaleza medieval que vigila desde lo alto la ciudad, pasando por una de las plazas medievales mejor conservadas de Italia, la piazza del comune. Esta, la principal plaza de la ciudad fue proyectada en el lugar donde alguna vez estuvo el foro romano, existiendo hoy un vestigio de aquella época en las columnas corintias de la fachada de la iglesia de Santa María Sopra Minerva, edificio barroco que fue construido precisamente sobre el templo de la diosa romana de la sabiduría. Pero, sin duda, lo más atractivo, tanto para peregrinos o simples turistas, es la gran cantidad de iglesias que cobijan una serie de obras con un altísimo significado espiritual y también artístico. Sólo como ejemplo, la cruz bizantina del siglo XI que le habló a San Francisco, hoy en la basílica de Santa Clara; los frescos de Cimabue y Giotto en la basílica de San Francisco; la pila bautismal en la catedral de San Rufino, en la cual recibieron el primer sacramento tanto San Francisco como Santa Clara; la hermosura del barroco de la Chiesa Nuova. Además, en Asís se encuentran, en sus respectivas basílicas, las tumbas de San Francisco y de Santa Clara; en San Damiano el lugar donde vivió y murió la santa; la porciúncula, una pequeña capilla dentro de una iglesia (Santa Maria degli Angeli), considerado el lugar más sagrado por los franciscanos; y la iglesia de Santa Maria Maggiore, que hoy tiene un atractivo especial, ya que en su nave derecha se encuentra el cuerpo del beato Carlo Acutis, también conocido como el influencer de Dios. Carlo falleció el año 2006, con tan solo 15 años de una leucemia y su cercanía espiritual con Dios y la Iglesia la manifestó en la internet. Iba a ser canonizado por el Papa Francisco este 27 de abril, pero esto se suspendió por la muerte del pontífice. El casco histórico de la ciudad no es muy grande, fácilmente puede ser recorrido con calma, y visitando todos los edificios de interés en un solo día. Por esta razón, Asís puede ser considerada como una escapada por el día desde Roma. Está muy bien conectada con la capital por trenes, en un viaje que puede durar 2 horas y media. Ahora bien, mi recomendación es quedarse al menos un día, para disfrutar no solo del paisaje y sus manifestaciones culturales, sino también de la paz y tranquilidad que se respira en sus rincones. Te invitamos a ver el siguiente video, donde podrás apreciar con más detalles de los principales lugares que Asís tiene para ofrecer.
A muchos les ha sorprendido que el Papa Francisco haya elegido un lugar distinto a las Grutas Vaticanas, ubicadas bajo la basílica de San Pedro en el Vaticano, para ser enterrado. Y si bien es cierto que los restos mortales de los últimos pontífices se encuentran en esta cripta o en la misma basílica (en el caso de ser beatificados o canonizados, como ocurrió con San Juan XXIII o San Juan Pablo II), la historia de la Iglesia Católica nos muestra que los papas han sido enterrados no solo en otros templos romanos o de otras ciudades de Italia, sino también fuera de sus fronteras. Antes de Francisco, ocho papas eligieron a Santa María Mayor como el templo donde debían descansar sus restos. Santa Maria Maggiore es una de las cuatro iglesias más importantes de la ciudad de Roma, consideradas como las Basílicas Mayores de la ciudad eterna. Las otras son la basílica de San Pedro, la basílica de San Juan de Letrán y la basílica de San Pablo Extramuros. Santa María la Mayor es el templo más antiguo edificado en Occidente para venerar a la Virgen María. Una primera iglesia fue mandada a construir por el papa Liberio (352-366), pero el primer edificio en su ubicación actual data de la primera mitad del siglo V. Por supuesto, la basílica que podemos visitar hoy es distinta a esa construcción. En el siglo XVII, se le incorporó un campanario de 75 metros de altura, capillas y su característica fachada barroca. Sus impresionantes columnas, la belleza de sus mosaicos, y, en particular, su impresionante techo de madera revestido en oro en época del papa Alejandro VI son motivos más que suficientes para visitarla. La devoción de los romanos por la Virgen hizo que se esmeraran para su principal iglesia fuera especialmente bella. La hermosura de sus naves se traslada, por cierto, a sus capillas. Y entre ellas destaca la Capilla Paulina, el lugar elegido por el Papa Francisco para alojar sus restos mortales. Se ubica en el fondo de la nave izquierda, es de planta de cruz griega y destaca su hermosa cúpula. Pero la razón que tuvo el recién fallecido pontífice para que su tumba se ubicara en esta capilla es un ícono de la Virgen, al cual él le rezaba conocido como Salus populi romani, ubicado en el altar, antes y después de cada viaje apostólico. Esta imagen, que se relaciona con la “Salvación del pueblo romano”, según la tradición fue una de las pinturas del apóstol Lucas. Y si bien históricamente esto no es cierto, ya que la pintura es de época medieval, la importancia de esta en la relación entre los fieles y la Madre de Dios ha sido siempre muy potente. Santa Maria Maggiore es uno de los grandes puntos de atracción de Roma, por su belleza arquitectónica y artística, y por su importancia histórica, que hoy suma una nueva razón para visitarla si andas por Roma. Está a pocos metros de la Estación de trenes de Termini, la más importante de la capital de Italia. A continuación, te ofrecemos un video con imágenes de este templo.
Una de las atracciones turísticas que no te puedes perder en Palermo, la capital de la italiana isla de Sicilia, es la visita a uno de sus mercados al aire libre. Es una manera de conectar con la ciudad de una manera auténtica, ya que no solamente hoy son una importante expresión de la vida citadina, sino también una muestra de historia viva de una urbe que tiene siglos de existencia. El mercado de Ballaró, del cual hablaremos a continuación, es uno de los más antiguos mercados de Palermo; nació durante la presencia árabe en Sicilia que data de los siglos IX y X d.C, y hoy por hoy, es su mercado más grande. Pasear por las calles y plazas donde se instala Ballaró es toda una experiencia. Probablemente es el mercado europeo que más se asemeja a un zoco del norte de África, donde puedes encontrar productos de todo tipo: alimentos como carnes, pescados, charcutería, quesos, vinos; productos varios para el hogar; los infaltables recuerditos para los turistas; y, lo más interesante para el visitante, una gran cantidad de puestos y locales con servicio de comidas típicas de la zona. Por supuesto que en otras partes de la ciudad se pueden encontrar estos mismos platos con una calidad superior, pero la experiencia de comer en un mercado, al lado de hombres gritando en su dialecto intentando vender sus productos, y las calles llenas de potenciales compradores y curiosos, es un plus que solo se puede vivir en este lugar. Dentro de este barrio tan especial, también hay un espacio para aquellos que aman el buen arte y la exquisita arquitectura. A un costado, en la plaza Casa Professa, se encuentra la que para muchos es la iglesia más bella de la ciudad: la iglesia del Gesú. Este templo construido por los jesuitas en el siglo XVII, si bien por fuera no escapa a ser la típica iglesia jesuita-barroca de su época, esconde en su interior uno de los más bellos espectáculos que el barroco siciliano puede ofrecernos: pinturas, esculturas y artes decorativas fieles representantes de este particular ángulo localista del barroco, hace de la visita a la iglesia del Gesú casi un imperativo. ¿Cómo llegar al barrio donde se instala el mercado de Ballaró? Muy simple. Si llegas en tren, debes salir de la estación central de Palermo y caminar hacia tu izquierda unas pocas cuadras, tras lo cual encontrarás una de sus inconfundibles calles. En síntesis, está ubicado al sur del centro de la ciudad, por lo que puedes seguir caminando, tras la visita, hacia el norte y llegar a la céntrica calle Vittorio Emanuele. Si te interesa conocer más sobre este tradicional y entretenido lugar, te invitamos a ver el siguiente video.
Siracusa es una ciudad ubicada en el sudeste de la costa siciliana, al sur de la importante ciudad puerto de Catania (alrededor de 1 y hora y media de recorrido en autobús). Esta urbe fue fundada en el año 734 a. C por griegos provenientes de Corintios, llegando a ser, durante la época clásica de la Grecia Antigua, la principal y más poderosa ciudad-estado de toda la región conocida como la Magna Grecia (que correspondería hoy al sur de Italia). En este importante centro cultural nació y se desarrolló intelectualmente Arquímedes, quien fue inventor, matemático, físico y astrónomo (un Leonardo da Vinci de su época), cuya obra hoy puede ser conocida en un museo. La zona más visitada de esta ciudad de un poco más de 100.000 habitantes es su casco histórico, la llamada Isola d’ Ortigia. Fue en esta pequeña isla, hoy unida al resto de Siracusa por dos puentes, donde los griegos construyeron y desarrollaron su polis. Hoy es la zona que cuenta con más atractivo para una visita que pretenda descubrir la historia y disfrutar tanto de su rica arquitectura como de unos preciosos paseos junto al mar. Del pasado griego se puede observar las ruinas del templo de Apolo, y para aquellos amantes de la mitología, la llamada fuente de Aretusa: un hermoso manantial natural de agua dulce a solo metros de la costa del Mar Adriático desde donde emergió a la superficie la ninfa Aretusa. Este lugar es muy recomendable, además de estar al lado de un mirador que tiene excelentes vistas. Otro punto importante es la plaza del Duomo, donde se encuentra el edificio de la catedral de Siracusa, consagrado en el siglo VII d. C., y cuya base es el templo de Atenea que data del siglo V a. C. De hecho se conservan las imponentes columnas dóricas del primitivo templo en los muros de la actual iglesia. También recomendamos visitar la plaza de Arquímedes, en donde se encuentra la fuente más hermosa de la ciudad, la Fontana di Diana, una monumental obra de comienzos del siglo XX de inspiración barroca, que es digna de ser apreciada por largos minutos. Otro punto relevante es el mercado callejero de Ortigia. De dimensiones más reducidas que otros mercados sicilianos de su tipo, este destaca por su belleza y orden. En sus calles podrás encontrar el reconocido local de Caseificio Borderi, donde se venden los mejores sándwiches de la ciudad, y prácticamente otro de los imperdibles de esta zona. Si quieres conocer la isla de Ortigia, y además tienes curiosidad de conocer los famosos “sanguchitos” de Borderi, te invitamos a que veas el video a continuación.
No hay nada más rico que un buen pan, qué duda cabe. Este alimento fundamental, cuyo origen se remonta a la prehistoria en la cuenca del Mediterráneo, sigue siendo, en pleno siglo XXI, un infaltable en las mesas de miles de millones de personas en el mundo entero. Si bien ciudades y regiones se destacan, desde un punto de vista culinario, por platos o sándwich típicos elaborados con ingredientes locales, existe una ciudad en el sur de Italia que es reconocido simplemente por su pan. Se trata de Altamura, ubicada en la zona de la Alta Murgia (administrativamente hoy pertenece a la región de Apulia). Con una rica cultura campesina, y con el pan como el sustento básico desde que el ser humano habita el área, Altamura marcó una tradición panadera en la Baja Edad Media que continua hasta hoy. En aquellos siglos, eran las mujeres las que en su casa amasaban el pan, para luego llevarlo a hornos públicos donde, tras ser marcados con un sello de hierro que los identificaba, eran cocidos bajo la intensidad del fuego proporcionado por la leña de roble. La identidad de este noble pan está sentenciada por sus ingredientes, por supuesto, todos típicos de la región: una masa que resulta de la mezcla de sémola molida de grano duro, masa madre, sal y agua. Es tal su importancia que en la actualidad se le ha otorgado la denominación de origen protegido (DOP), sello de autenticidad que sólo podrás encontrar en los panes que ofrecen las múltiples panaderías de la ciudad. Estas panaderías también ofrecen una multiplicidad de productos como galletas y pasteles, como también la famosa focaccia de Altamura. Este exquisito producto, muchas veces confundido con la pizza, está hecho con una base de masa de pan de Altamura, con tomates, orégano y aceite de oliva (la región de Apulia se destaca en Italia por la calidad de su aceite de oliva). Frente a todo lo anterior, visitar esta ciudad, más allá de su rica arquitectura e historia, conlleva necesariamente a probar estos productos típicos. En nuestro caso visitamos tres: el Forno Antico Santa Chiara que data del año 1423, un viaje al pasado y a la tradición, que destaca no sólo por sus productos, sino por el edificio histórico que lo cobija; el Panificio di Gesu, que continua un legado antiguo desde el año 1968; y el Panificio del Duomo, ubicado a pocos metros de la hermosa catedral de la ciudad, donde ofrecen degustaciones de sus productos, todos ellos hechos bajo las estrictas reglas de las recetas de antaño. Si quieres conocer esta exquisita y simple comida, y los lugares que visitamos, te invitamos a ver el siguiente video.
Asís no sólo es un lugar de peregrinación para los que profesan la fe cristiana católica, sino también una de las ciudades medievales mejor conservadas de toda Italia. Para muchos, este enclave erigido en el monte Subasio, el cual forma parte de los Apeninos, en la actual región de Umbría, es también una de las más bellas ciudades que mantienen calles, edificios y plazas diseñados durante la Edad Media. Mas no puede dejarse de lado la importancia espiritual de la ciudad, con independencia de la creencia o no de quien la visita; Asís es la cuna del movimiento franciscano que tomó fuerza a inicios del siglo XIII y que derivó en la Orden de Frailes Menores y la Orden de las Hermanas Pobres de Santa Clara. Además de la importancia desde un sentido religioso, que marcó un cambio en la Iglesia Católica de la época, también este movimiento fue relevante para cambios sociales que marcaron el destino de Occidente, todo esto en un contexto de cambios relacionados con un renacimiento de la importancia de la ciudad y la creación de universidades, entre otros fenómenos sociales. Por tanto, viajar a Asís no es sólo un viaje de espiritualidad y/o de belleza artística y arquitectónica, también es un viaje por la Historia. Los lugares de interés son variados. Desde la Rocca Maggiore, fortaleza medieval que vigila desde lo alto la ciudad, pasando por una de las plazas medievales mejor conservadas de Italia, la piazza del comune. Esta, la principal plaza de la ciudad fue proyectada en el lugar donde alguna vez estuvo el foro romano, existiendo hoy un vestigio de aquella época en las columnas corintias de la fachada de la iglesia de Santa María Sopra Minerva, edificio barroco que fue construido precisamente sobre el templo de la diosa romana de la sabiduría. Pero, sin duda, lo más atractivo, tanto para peregrinos o simples turistas, es la gran cantidad de iglesias que cobijan una serie de obras con un altísimo significado espiritual y también artístico. Sólo como ejemplo, la cruz bizantina del siglo XI que le habló a San Francisco, hoy en la basílica de Santa Clara; los frescos de Cimabue y Giotto en la basílica de San Francisco; la pila bautismal en la catedral de San Rufino, en la cual recibieron el primer sacramento tanto San Francisco como Santa Clara; la hermosura del barroco de la Chiesa Nuova. Además, en Asís se encuentran, en sus respectivas basílicas, las tumbas de San Francisco y de Santa Clara; en San Damiano el lugar donde vivió y murió la santa; la porciúncula, una pequeña capilla dentro de una iglesia (Santa Maria degli Angeli), considerado el lugar más sagrado por los franciscanos; y la iglesia de Santa Maria Maggiore, que hoy tiene un atractivo especial, ya que en su nave derecha se encuentra el cuerpo del beato Carlo Acutis, también conocido como el influencer de Dios. Carlo falleció el año 2006, con tan solo 15 años de una leucemia y su cercanía espiritual con Dios y la Iglesia la manifestó en la internet. Iba a ser canonizado por el Papa Francisco este 27 de abril, pero esto se suspendió por la muerte del pontífice. El casco histórico de la ciudad no es muy grande, fácilmente puede ser recorrido con calma, y visitando todos los edificios de interés en un solo día. Por esta razón, Asís puede ser considerada como una escapada por el día desde Roma. Está muy bien conectada con la capital por trenes, en un viaje que puede durar 2 horas y media. Ahora bien, mi recomendación es quedarse al menos un día, para disfrutar no solo del paisaje y sus manifestaciones culturales, sino también de la paz y tranquilidad que se respira en sus rincones. Te invitamos a ver el siguiente video, donde podrás apreciar con más detalles de los principales lugares que Asís tiene para ofrecer.
A muchos les ha sorprendido que el Papa Francisco haya elegido un lugar distinto a las Grutas Vaticanas, ubicadas bajo la basílica de San Pedro en el Vaticano, para ser enterrado. Y si bien es cierto que los restos mortales de los últimos pontífices se encuentran en esta cripta o en la misma basílica (en el caso de ser beatificados o canonizados, como ocurrió con San Juan XXIII o San Juan Pablo II), la historia de la Iglesia Católica nos muestra que los papas han sido enterrados no solo en otros templos romanos o de otras ciudades de Italia, sino también fuera de sus fronteras. Antes de Francisco, ocho papas eligieron a Santa María Mayor como el templo donde debían descansar sus restos. Santa Maria Maggiore es una de las cuatro iglesias más importantes de la ciudad de Roma, consideradas como las Basílicas Mayores de la ciudad eterna. Las otras son la basílica de San Pedro, la basílica de San Juan de Letrán y la basílica de San Pablo Extramuros. Santa María la Mayor es el templo más antiguo edificado en Occidente para venerar a la Virgen María. Una primera iglesia fue mandada a construir por el papa Liberio (352-366), pero el primer edificio en su ubicación actual data de la primera mitad del siglo V. Por supuesto, la basílica que podemos visitar hoy es distinta a esa construcción. En el siglo XVII, se le incorporó un campanario de 75 metros de altura, capillas y su característica fachada barroca. Sus impresionantes columnas, la belleza de sus mosaicos, y, en particular, su impresionante techo de madera revestido en oro en época del papa Alejandro VI son motivos más que suficientes para visitarla. La devoción de los romanos por la Virgen hizo que se esmeraran para su principal iglesia fuera especialmente bella. La hermosura de sus naves se traslada, por cierto, a sus capillas. Y entre ellas destaca la Capilla Paulina, el lugar elegido por el Papa Francisco para alojar sus restos mortales. Se ubica en el fondo de la nave izquierda, es de planta de cruz griega y destaca su hermosa cúpula. Pero la razón que tuvo el recién fallecido pontífice para que su tumba se ubicara en esta capilla es un ícono de la Virgen, al cual él le rezaba conocido como Salus populi romani, ubicado en el altar, antes y después de cada viaje apostólico. Esta imagen, que se relaciona con la “Salvación del pueblo romano”, según la tradición fue una de las pinturas del apóstol Lucas. Y si bien históricamente esto no es cierto, ya que la pintura es de época medieval, la importancia de esta en la relación entre los fieles y la Madre de Dios ha sido siempre muy potente. Santa Maria Maggiore es uno de los grandes puntos de atracción de Roma, por su belleza arquitectónica y artística, y por su importancia histórica, que hoy suma una nueva razón para visitarla si andas por Roma. Está a pocos metros de la Estación de trenes de Termini, la más importante de la capital de Italia. A continuación, te ofrecemos un video con imágenes de este templo.
Una de las atracciones turísticas que no te puedes perder en Palermo, la capital de la italiana isla de Sicilia, es la visita a uno de sus mercados al aire libre. Es una manera de conectar con la ciudad de una manera auténtica, ya que no solamente hoy son una importante expresión de la vida citadina, sino también una muestra de historia viva de una urbe que tiene siglos de existencia. El mercado de Ballaró, del cual hablaremos a continuación, es uno de los más antiguos mercados de Palermo; nació durante la presencia árabe en Sicilia que data de los siglos IX y X d.C, y hoy por hoy, es su mercado más grande. Pasear por las calles y plazas donde se instala Ballaró es toda una experiencia. Probablemente es el mercado europeo que más se asemeja a un zoco del norte de África, donde puedes encontrar productos de todo tipo: alimentos como carnes, pescados, charcutería, quesos, vinos; productos varios para el hogar; los infaltables recuerditos para los turistas; y, lo más interesante para el visitante, una gran cantidad de puestos y locales con servicio de comidas típicas de la zona. Por supuesto que en otras partes de la ciudad se pueden encontrar estos mismos platos con una calidad superior, pero la experiencia de comer en un mercado, al lado de hombres gritando en su dialecto intentando vender sus productos, y las calles llenas de potenciales compradores y curiosos, es un plus que solo se puede vivir en este lugar. Dentro de este barrio tan especial, también hay un espacio para aquellos que aman el buen arte y la exquisita arquitectura. A un costado, en la plaza Casa Professa, se encuentra la que para muchos es la iglesia más bella de la ciudad: la iglesia del Gesú. Este templo construido por los jesuitas en el siglo XVII, si bien por fuera no escapa a ser la típica iglesia jesuita-barroca de su época, esconde en su interior uno de los más bellos espectáculos que el barroco siciliano puede ofrecernos: pinturas, esculturas y artes decorativas fieles representantes de este particular ángulo localista del barroco, hace de la visita a la iglesia del Gesú casi un imperativo. ¿Cómo llegar al barrio donde se instala el mercado de Ballaró? Muy simple. Si llegas en tren, debes salir de la estación central de Palermo y caminar hacia tu izquierda unas pocas cuadras, tras lo cual encontrarás una de sus inconfundibles calles. En síntesis, está ubicado al sur del centro de la ciudad, por lo que puedes seguir caminando, tras la visita, hacia el norte y llegar a la céntrica calle Vittorio Emanuele. Si te interesa conocer más sobre este tradicional y entretenido lugar, te invitamos a ver el siguiente video.
Siracusa es una ciudad ubicada en el sudeste de la costa siciliana, al sur de la importante ciudad puerto de Catania (alrededor de 1 y hora y media de recorrido en autobús). Esta urbe fue fundada en el año 734 a. C por griegos provenientes de Corintios, llegando a ser, durante la época clásica de la Grecia Antigua, la principal y más poderosa ciudad-estado de toda la región conocida como la Magna Grecia (que correspondería hoy al sur de Italia). En este importante centro cultural nació y se desarrolló intelectualmente Arquímedes, quien fue inventor, matemático, físico y astrónomo (un Leonardo da Vinci de su época), cuya obra hoy puede ser conocida en un museo. La zona más visitada de esta ciudad de un poco más de 100.000 habitantes es su casco histórico, la llamada Isola d’ Ortigia. Fue en esta pequeña isla, hoy unida al resto de Siracusa por dos puentes, donde los griegos construyeron y desarrollaron su polis. Hoy es la zona que cuenta con más atractivo para una visita que pretenda descubrir la historia y disfrutar tanto de su rica arquitectura como de unos preciosos paseos junto al mar. Del pasado griego se puede observar las ruinas del templo de Apolo, y para aquellos amantes de la mitología, la llamada fuente de Aretusa: un hermoso manantial natural de agua dulce a solo metros de la costa del Mar Adriático desde donde emergió a la superficie la ninfa Aretusa. Este lugar es muy recomendable, además de estar al lado de un mirador que tiene excelentes vistas. Otro punto importante es la plaza del Duomo, donde se encuentra el edificio de la catedral de Siracusa, consagrado en el siglo VII d. C., y cuya base es el templo de Atenea que data del siglo V a. C. De hecho se conservan las imponentes columnas dóricas del primitivo templo en los muros de la actual iglesia. También recomendamos visitar la plaza de Arquímedes, en donde se encuentra la fuente más hermosa de la ciudad, la Fontana di Diana, una monumental obra de comienzos del siglo XX de inspiración barroca, que es digna de ser apreciada por largos minutos. Otro punto relevante es el mercado callejero de Ortigia. De dimensiones más reducidas que otros mercados sicilianos de su tipo, este destaca por su belleza y orden. En sus calles podrás encontrar el reconocido local de Caseificio Borderi, donde se venden los mejores sándwiches de la ciudad, y prácticamente otro de los imperdibles de esta zona. Si quieres conocer la isla de Ortigia, y además tienes curiosidad de conocer los famosos “sanguchitos” de Borderi, te invitamos a que veas el video a continuación.