No es ninguna novedad que Hollywood ha adoptado una forma de hacer cine mucho más inclusiva, en la que se le da mayor protagonismo a las mujeres, a las distintas razas y las minorías sexuales. La última película de la directora Gina Prince-Bythewood no es la excepción a la regla, sin embargo, su inclusión no se siente en ningún momento forzada (como en Disney, por ejemplo), porque, aunque propone un potente mensaje feminista, la cinta no descuida los elementos propios del cine de acción, para brindarnos una historia clásica, con esa sensación épica de las superproducciones de antaño. Ambientada en 1823 en el Reino de Dahomey (actual República de Benín), la cinta nos cuenta la extraordinaria historia de las Agojie, una unidad de guerreras de élite, formada únicamente por mujeres que, con habilidades especiales, destreza y fiereza lograron vencer a los enemigos del rey y a los esclavistas europeos que se dedicaban a traficar africanos. La líder del ejército, la general Nanisca ( Viola Davis) sabe que se viene una cruenta guerra, por lo que entrena a la siguiente generación de reclutas, sin embargo, Nawi ( Thuso Mbedu), una joven de 19 años entregada por su padre como ofrenda al Rey Ghezo ( John Boyega) por negarse al matrimonio, será una de las estudiantes más rebeldes y caprichosas del equipo, pero con el tiempo y perseverancia pasará a ser una excelente guerrera más. Aunque la cinta representa un contexto histórico que se toma varias libertades creativas (como suele ocurrir muchas veces en el cine épico estadounidense), el guión de Dana Stevens (a partir de un relato de la actriz Maria Bello) tiene varios hilos narrativos que le dan agilidad e interés, como el conflicto político que se vivía en ese entonces, entre el Reino de Dahomey y el Imperio Oyo, o la polémica decisión de retirarse del comercio de esclavos, para dedicarse a la agricultura y la exportación de aceite de palma. También nos cuentan el pasado de la feroz general Nanisca, cómo llegó a ser una importante mujer, el turbulento pasado que tuvo que sobrevivir (y que le ocurría a gran parte de las mujeres esclavas). Y por último tenemos la historia de madurez de la recluta principiante Nawi, que se enfrenta a un mundo que desconoce, pero se dedica a entrenar soltando toda la rabia que tiene contra los hombres. Además, la cinta también tiene una media docena de personajes secundarios que ayudan a que el argumento se desarrolle, y que nos brindarán momentos emocionantes y graciosos. La película tiene un estilo muy noventero, que recuerda a otras películas de epopeyas épicas, como Gladiador, Corazon Valiente y El Último de los Mohicanos (referencias claves según la directora), que se echaba de menos en el cine reciente. Los maravillosos paisajes naturales de África también hacen que la cinta sea un deleite visual, que se mezcla con las elaboradas secuencias de acción. Si eres amante de las cintas épicas o de períodos históricos, no te la pierda, ‘La Mujer Rey’ es una película muy completa, que no pretende ocultar su potente mensaje feminista, pero que tampoco olvida su raíz como cine de entretenimiento y de evasión.
La obra del dramaturgo August Wilson, “La madre del Blues”, ha sido llevada al cine gracias a la producción de Denzel Washington y la dirección de George C. Wolfe. Ficción sobre la supuesta grabación del tema “Black bottom” de la primera cantante de blues conocida como Ma Rainey. Excéntrica, fuerte, caprichosa, a la defensiva, conocedora de que a comienzos de los años 20, una mujer negra, bisexual, tiene poco lugar en una sociedad donde los hombres blancos mandan, a menos que haga valer su talento y les demuestre que les puede hacer ganar dinero, sólo así ellos se rinden a sus pies. Viola Davis, nominada al Globo de Oro, BAFTA y Oscar por su interpretación de la recargada Gertrude `Ma` Rainey. N os muestra con fuerza cómo esta diva lucha a cada momento por vivir de su música y lograr el respeto por ello. Temerosa de las jóvenes que le siguen en el mundo del canto, derrochará todo su potencial para hacer de su grabación lo que ella quiere y lo que ella sabe que la gente espera de su música, inclusive a costa de volver locos a los blancos ejecutivos de su disquera y de ningunear a sus músicos, un grupo de talentosos hombres negros. Pero hay otro protagonista en esta historia, uno 100% ficción, interpretado por Chadwick Boseman, ganador del Globo de Oro de manera póstuma, y seguro ganador del Oscar, por este rol que tiene por nombre Leeve, un trompetista virtuoso, lleno de sueños que espera dejar de ser sombra de Ma Rainey, para vender su propia música. Comienza chispeante, alegre, energético, pero de a poco va a ir cayendo en cuenta que lo prometido por los ejecutivos no va a ser, y que el color de su piel seguirá siendo freno en su vida. Además de sus conflictos emocionales propios, Ma y Leeve se verán envueltos en una lucha de egos que hará que uno de los ellos termine abatido. Esta fue la última película filmada por Chadwick Boseman, casi un año más tarde de finalizado el rodaje muere de cáncer colorrectal, enfermedad con la que llevaba batallando por 4 años. Probablemente el dolor, que ya para esas alturas le ofrecía su enfermedad, le ayudó a llevar de manera más visceral su personaje. El filme está dedicado a su memoria. Una película sobre el racismo, la pasión por la música, por el blues, el reflejo de una época, que es interesante pasar a visitar, en especial por sus actuaciones. Estrenada a finales del 2020, con retraso debido al fallecimiento del mencionado actor, tuvo una breve pasada por cines norteamericanos en noviembre, para estrenarse finalmente en Netflix a mediados de diciembre, de manera muy discreta para nuestro país. En los Oscars, además de ser nominados sus protagonista, “La madre del blues” o “Ma Rainey´s Black Bottom”, fue seleccionado en las categorías de mejor Vestuario, Maquillaje y Peinado, y Diseño de Producción.
No es ninguna novedad que Hollywood ha adoptado una forma de hacer cine mucho más inclusiva, en la que se le da mayor protagonismo a las mujeres, a las distintas razas y las minorías sexuales. La última película de la directora Gina Prince-Bythewood no es la excepción a la regla, sin embargo, su inclusión no se siente en ningún momento forzada (como en Disney, por ejemplo), porque, aunque propone un potente mensaje feminista, la cinta no descuida los elementos propios del cine de acción, para brindarnos una historia clásica, con esa sensación épica de las superproducciones de antaño. Ambientada en 1823 en el Reino de Dahomey (actual República de Benín), la cinta nos cuenta la extraordinaria historia de las Agojie, una unidad de guerreras de élite, formada únicamente por mujeres que, con habilidades especiales, destreza y fiereza lograron vencer a los enemigos del rey y a los esclavistas europeos que se dedicaban a traficar africanos. La líder del ejército, la general Nanisca ( Viola Davis) sabe que se viene una cruenta guerra, por lo que entrena a la siguiente generación de reclutas, sin embargo, Nawi ( Thuso Mbedu), una joven de 19 años entregada por su padre como ofrenda al Rey Ghezo ( John Boyega) por negarse al matrimonio, será una de las estudiantes más rebeldes y caprichosas del equipo, pero con el tiempo y perseverancia pasará a ser una excelente guerrera más. Aunque la cinta representa un contexto histórico que se toma varias libertades creativas (como suele ocurrir muchas veces en el cine épico estadounidense), el guión de Dana Stevens (a partir de un relato de la actriz Maria Bello) tiene varios hilos narrativos que le dan agilidad e interés, como el conflicto político que se vivía en ese entonces, entre el Reino de Dahomey y el Imperio Oyo, o la polémica decisión de retirarse del comercio de esclavos, para dedicarse a la agricultura y la exportación de aceite de palma. También nos cuentan el pasado de la feroz general Nanisca, cómo llegó a ser una importante mujer, el turbulento pasado que tuvo que sobrevivir (y que le ocurría a gran parte de las mujeres esclavas). Y por último tenemos la historia de madurez de la recluta principiante Nawi, que se enfrenta a un mundo que desconoce, pero se dedica a entrenar soltando toda la rabia que tiene contra los hombres. Además, la cinta también tiene una media docena de personajes secundarios que ayudan a que el argumento se desarrolle, y que nos brindarán momentos emocionantes y graciosos. La película tiene un estilo muy noventero, que recuerda a otras películas de epopeyas épicas, como Gladiador, Corazon Valiente y El Último de los Mohicanos (referencias claves según la directora), que se echaba de menos en el cine reciente. Los maravillosos paisajes naturales de África también hacen que la cinta sea un deleite visual, que se mezcla con las elaboradas secuencias de acción. Si eres amante de las cintas épicas o de períodos históricos, no te la pierda, ‘La Mujer Rey’ es una película muy completa, que no pretende ocultar su potente mensaje feminista, pero que tampoco olvida su raíz como cine de entretenimiento y de evasión.
La obra del dramaturgo August Wilson, “La madre del Blues”, ha sido llevada al cine gracias a la producción de Denzel Washington y la dirección de George C. Wolfe. Ficción sobre la supuesta grabación del tema “Black bottom” de la primera cantante de blues conocida como Ma Rainey. Excéntrica, fuerte, caprichosa, a la defensiva, conocedora de que a comienzos de los años 20, una mujer negra, bisexual, tiene poco lugar en una sociedad donde los hombres blancos mandan, a menos que haga valer su talento y les demuestre que les puede hacer ganar dinero, sólo así ellos se rinden a sus pies. Viola Davis, nominada al Globo de Oro, BAFTA y Oscar por su interpretación de la recargada Gertrude `Ma` Rainey. N os muestra con fuerza cómo esta diva lucha a cada momento por vivir de su música y lograr el respeto por ello. Temerosa de las jóvenes que le siguen en el mundo del canto, derrochará todo su potencial para hacer de su grabación lo que ella quiere y lo que ella sabe que la gente espera de su música, inclusive a costa de volver locos a los blancos ejecutivos de su disquera y de ningunear a sus músicos, un grupo de talentosos hombres negros. Pero hay otro protagonista en esta historia, uno 100% ficción, interpretado por Chadwick Boseman, ganador del Globo de Oro de manera póstuma, y seguro ganador del Oscar, por este rol que tiene por nombre Leeve, un trompetista virtuoso, lleno de sueños que espera dejar de ser sombra de Ma Rainey, para vender su propia música. Comienza chispeante, alegre, energético, pero de a poco va a ir cayendo en cuenta que lo prometido por los ejecutivos no va a ser, y que el color de su piel seguirá siendo freno en su vida. Además de sus conflictos emocionales propios, Ma y Leeve se verán envueltos en una lucha de egos que hará que uno de los ellos termine abatido. Esta fue la última película filmada por Chadwick Boseman, casi un año más tarde de finalizado el rodaje muere de cáncer colorrectal, enfermedad con la que llevaba batallando por 4 años. Probablemente el dolor, que ya para esas alturas le ofrecía su enfermedad, le ayudó a llevar de manera más visceral su personaje. El filme está dedicado a su memoria. Una película sobre el racismo, la pasión por la música, por el blues, el reflejo de una época, que es interesante pasar a visitar, en especial por sus actuaciones. Estrenada a finales del 2020, con retraso debido al fallecimiento del mencionado actor, tuvo una breve pasada por cines norteamericanos en noviembre, para estrenarse finalmente en Netflix a mediados de diciembre, de manera muy discreta para nuestro país. En los Oscars, además de ser nominados sus protagonista, “La madre del blues” o “Ma Rainey´s Black Bottom”, fue seleccionado en las categorías de mejor Vestuario, Maquillaje y Peinado, y Diseño de Producción.