¿Les ha pasado que han visto, en más de una oportunidad, un local de comida que permanentemente tiene mucha gente esperando por una mesa? Supongo que sí, como también supongo que les invade la curiosidad por saber que tan bueno es ese lugar, como para congregar a tantos interesados que tienen la paciencia para esperar. U na historia de esas es la que voy a compartir en esta nueva escapada por la ciudad siciliana de Milazzo. En esta ocasión, mi curiosidad fue mayor, ya que esta ciudad península/puerto/balneario cuenta con solo 30.000 habitantes aprox. y una oferta gastronómica amplísima en todos los sentidos: precios, calidad, comidas, servicio, etc. Pero el local del cual les hablaré, el ristorante DoppioZero, en las dos visitas anteriores que hice a esta localidad del sur de Italia, tenía esperando gente toda la noche. Investigué un poco más, tanto por internet como con gente de la ciudad, y comencé a comprender esta excesiva y permanente demanda: es uno ristorante catalogado como de los mejores no sólo en Milazzo, sino en la Provincia de Messina. La suerte estaba echada…tenía que comprobarlo personalmente. Y así fue como, reservando con un día de anterioridad, me presenté en DoppioZero. Muy amablemente, y entre decenas de personas que ya estaban esperando afuera de un local repleto de comensales, me dijeron que esperara 15 minutos…que se transformaron en 30. Finalmente terminé en una mesa y debo decir que, a pesar de lo lleno y ajetreado que estaba todo, me atendieron de muy buena manera y, tomando en cuenta las circunstancias, de manera rápida. Pero lo más importante, por supuesto, fue la comida. DoppioZero ofrece antipastos, ensaladas, pastas, carnes y pizzas. Pero mi objetivo fue probar la pizza, ya que me habían dado el dato que eran de las mejores (sino la mejor) de toda Milazzo. También apunté a dos antipastos (entrantes) que consistieron en un clásico de la región de Puglia (Apulia), el panzerotto, similar a nuestras empanadas fritas con queso y tomate; junto a los llamados Coppu Fritto “Ciccio”, un cono de masa frita con queso Grana Padano derretido y el famoso Prosciutto crudo di Parma. Tanto estos “entrantes” como la pizza (una llamada Sorrentina), estaban exquisitas. Se nota de inmediato la calidad tanto de ingredientes como de la preparación, ratificando todo lo que había escuchado y leído, y también explicando con nitidez el por qué de las decenas de personas que esperan un asiento teniendo tantos otros lugares donde ir a comer. Este dato, que hoy comparto contigo, no falla. Así que, si tienes la suerte de ir a Sicilia, y conocer la Provincia de Messina, no dudes en esperar en las afueras de DoppioZero. Vale la pena. Revisa más en nuestro nuevo episodio de En Palco Condimenta.
Todos hemos escuchado alguna vez, al menos, sobre la terrible erupción del volcán Vesubio, hecho acaecido en el año 79 d.C., y que arrasó con la ya famosa ciudad de Pompeya. Más de una película o serie de época han relatado las angustiosas horas en las que miles de personas murieron por una capa inmensa de cenizas y la lluvia de rocas piroclásticas. Pero en esta conmovedora historia sobre la fuerza y letalidad de la naturaleza hay una gran olvidada: la ciudad de Herculano. Ubicada al norte de Pompeya, bastante más cerca del imponente Vesubio, pasó ese primer día de erupción como una simple espectadora de la destrucción, puesto que el viento dirigió el desastre hacia, precisamente, Pompeya. Pero ya en la madrugada del día siguiente, una segunda y más potente erupción selló el destino de Herculano y de sus 4.000 habitantes; una masa de lava sepultó a la ciudad bajo una capa de 25 metros de altura. Y es así como la ciudad balneario, una de las preferidas de la elite romana de la época, desapareció de la faz de la tierra. Fortuitamente, y sólo en la segunda mitad del siglo XVIII, por unos trabajos ordenados por el rey Carlos III de España (VII de Nápoles), se encontraron los primeros vestigios de Herculano. Pero no será sino hasta 1927 que comenzaron las excavaciones científicas propiamente tales, y el descubrimiento de esta ciudad que maravilla por sus calles, edificios y objetos tan bien conservados. Efectivamente, el hecho de haber quedado cubierta por una profunda capa de 25 metros evitó que los restos quedaran expuestos al oxígeno (el promedio de profundidad de Pompeya, por ejemplo, es de sólo 2 metros y la ciudad quedó expuesta siglos antes que Herculano). Esta auténtica tumba profunda permitió que esculturas, pinturas, mosaicos e incluso cadáveres (se encontraron alrededor de 300 cadáveres de personas esperando huir por la costa) se encuentren en excelentes condiciones. Incluso, algo no muy habitual, se pueden encontrar edificaciones de 2 pisos, villas de gente adinerada y espacios públicos como la palestra, en excelentes condiciones de conservación. Todo esto cambia la perspectiva de una típica visita a un yacimiento arqueológico, en donde hay que tener mucha imaginación para dar vida a tanta ruina sin mucho sentido. En Herculano, no es necesaria la imaginación, sólo basta utilizar los sentidos y viajar por el tiempo. Quien tiene la suerte de visitar esta zona de Italia, y por cierto está interesado en la experiencia de caminar por una auténtica ciudad romana del siglo I, tendrá la disyuntiva: ¿Pompeya o Herculano? La primera respuesta es, obviamente, ojalá visitar ambas. Pero como los recursos temporales y financieros nunca son ilimitados, y eventualmente es más probable que tengamos que elegir (como fue nuestro caso), acá algunos argumentos en favor de Herculano: está un poco más cerca de Nápoles (generalmente se parte desde la ciudad de la pizza); el número de turistas es muchísimo más bajo, obteniendo una experiencia más relajada sin tener que lidiar con filas eternas y masas de seres humanos preocupados de una selfie; Herculano es más pequeña, un recorrido tranquilo y profundo puede hacerse perfectamente en 3 horas (especial si quieres abarcar la visita a otros lugares de la zona); y finalmente, el estado de conservación, como ya lo señalamos más arriba, de Herculano es superior al de Pompeya, la visita no es a un lugar llenos de restos amontonados, es una visita a una ciudad abandonada, semi intacta. ¿Aún no te convences? Te invitamos a ver nuestro episodio de En Palco Condimenta donde podrás ver las imágenes que captamos en este impresionante lugar.
El pistacho es un fruto seco originario del Oriente Medio que, como tantos alimentos nacidos de esas fértiles tierras, viajaron entre las mercaderías de comerciantes y aventureros por el Mediterráneo. Y, por cierto, prosperó su cultivo en lugares con climas cálidos, siendo Sicilia, la gran isla actualmente italiana, uno de los espacios propicios para su producción. Dentro de la isla de la Trinacria, hay un pueblo que destaca: su nombre, Bronte, cercano al impetuoso volcán Etna y perteneciente a la provincia de Catania. Este pistacho, también conocido como oro verde , tiene denominación de origen protegido (DOP), y si bien se comercializa en el resto de Italia y en otras latitudes en Europa, es en la cocina local de la isla donde más destaca su uso como ingrediente. Por su parte Catania, la capital provincial y ciudad reconocida por su excelente y nutrida oferta gastronómica, puede ser considerado el lugar ideal para encontrar, sin demasiado esfuerzo, muchas opciones que tengan al pistacho como su ingrediente estrella. En realidad, la característica de este saludable fruto seco de tener un sabor que combina lo dulce y lo salado, lo convierte en predilecto para postres dulces y para agregarlo a platos salados. Las opciones son muchas, y en Catania se pueden probar varias: en lo que a dulces se refiere, existe la crema de pistacho, la ricota dulce con pistacho, la granola de pistacho, etc.; en lo que ha salado se refiere, y que generalmente se combina bastante bien con carnes en sándwiches, encontramos el pesto de pistacho y la mayonesa con pistacho, entre otras. Por tanto, si tu destino es esta parte de Sicilia, es casi una obligación probar al menos algo que incorpore este fruto. En nuestro caso, en nuestra última visita a esta hermosa ciudad, logramos conocer un poco más sobre las formas con las cuales se ha incorporado el pistacho en la dieta. Acá algunos datos: Pasticceria Spinella (via Etnea 292/298), excelente lugar para probar todo tipo de dulces con crema de pistacho, recomendamos si vas en verano el semifreddo; Insigne Café (via Etnea 97), otro lugar para acompañar un rico café con algunas delicias típicas como el cannolo con pistacho o un rico gelato; N’acchianata (via Antonino di Sangiuliano 361), un clásico lugar de hamburguesas para llevar que cuenta con varias alternativas con pesto de pistacho (recomendamos la Pippo Viddi); y por último, Smashery Burgers (via Etnea 322), local que con su apuesta por las smash burgers (hamburguesas aplastadas) da rienda suelta a la innovación en sus sándwiches, y donde probamos una particular mayonesa con pistacho que estaba realmente deliciosa. ¿Quieres ver estas exquisiteces? Te invitamos entonces a ver el nuevo episodio de En Palco Condimenta disponible en el canal de Youtube, en el cual te mostramos nuestra aventura en busca del oro verde en Catania.
Nápoles, tierra de pizzas, en la entrada del nuevo milenio, vio nacer una camada de jóvenes pizzeros que, siempre teniendo presente la tradición, han introducido una serie de modificaciones en la preparación del popular plato. Y en lo que se refiere a innovación, hay un pizzaiolo que ha destacado: Diego Vitagliano (imposible no llamarte Diego si naciste en 1985 en la convulsionada Nápoles en la cual el Diego argentino brillaba). Y de genio a genio, uno con el balón, el otro con sus manos, hoy el Diego, el de las pizzas, puede ser considerado no solamente un pizzero de alto nivel en Italia, sino en todo el mundo. Un largo palmarés lo avala: en los últimos 3 años se ha mantenido en el podio de los mejores pizzeros de Italia (n°1 en 2023 y 2024) y también a nivel planetario (n°1 en 2023), todo esto medido en el prestigioso y especializado ranking 50 Top Pizza. Vitagliano tiene 3 sucursales en Nápoles, llamadas 10 Diego Vitagliano (otro guiño al ídolo). Dos de ellas se encuentran apartadas del centro de la ciudad, en Bagnoli y Pozzuoli, por lo que al visitante (nos incluimos) le sale más cómodo ir a su sede en Santa Lucia (Via Santa Lucia n°78), ubicada a pocos metros de la céntrica Piazza del Plebiscito. El local muy bien decorado, de manera moderna y bien organizado, en síntesis, un lugar agradable para compartir. La atención muy bien cuidada, lo que también aporta a que la experiencia sea mucho más que la de comer. Pero todo lo anterior no serviría de nada sin lo principal, las pizzas. Vitagliano ofrece un extenso y variado menú de pizzas contemporáneas napolitanas junto a otras alternativas en la cual la innovación se hace presente con intensidad. Nos decantamos por dos pizzas de estas últimas, ya que son pizzas con masas exclusivas, y no teníamos la intensión de desaprovechar la oportunidad de probarlas…y no, no nos equivocamos. Partimos con una pizza croccante, cuyos bordes eran efectivamente muy crocantes, pero en su interior una masa alta extremadamente suave, blanda, aireada, que no pesaba nada. Elegimos la Marinara Sbagliata, como llaman tradicionalmente a las pizzas marinara con modificaciones: una buena base de pomodoro San Marzano acompañado de pesto de ajo, orégano, aceite de oliva extra virgen y una mermelada de tomates que hace el contraste perfecto con su dulzor con el ajo. Una maravilla. La segunda pizza fue una Margherinara, una fusión entre una Margarita y una Marinara, pero cuya principal novedad es ser una pizza frita y al horno. La masa se fríe, se le colocan los ingredientes y se pone al horno. Por cierto, la masa es bastante especial, muy rica y original. Finalmente, si puedes ir a Nápoles, y eres fanático de las pizzas, sólo te puedo recomendar vivir esta experiencia culinaria. Ambas pizzas que degusté fueron algo completamente distinto a todo lo anteriormente probado. La calidad de los ingredientes y las recetas de Vitagliano son verdaderamente una obra de arte, el cual puedes disfrutar por precios absolutamente normales (mucho más barato que en Chile por una pizza de retail), y en un ambiente de lujo. Recomendamos hacer la reserva, ya que la demanda por mesas es altísima durante todo el año. Esta se puede hacer por internet, la confirman por correo electrónico. En nuestro caso funcionó al 100%. Si aún no te convences, te invitamos a ver el nuevo episodio de En Palco Condimenta, que se encuentra en nuestro canal de Youtube, en donde podrás ver que lo que te digo es cierto.
Matera es uno de aquellos sitios que sólo se ven en las películas. Su particular urbanismo, sus edificios excavados en la roca y su natural encanto cautivan a quien la visita desde el primer momento en que te asomas a la zona antigua de la urbe. Es que este maravilloso enclave ubicado en la región de Basilicata, en el sur de Italia, tiene características tan únicas, que terminó siendo considerada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993. ¿Por qué Matera es tan única? Primero porque es reconocida como un territorio que fue habitado por seres humanos alrededor del año 7.500 antes de Cristo. Sí, leíste bien, hace 9.000 años aproximadamente. Este asentamiento troglodita se proyectó en el tiempo a través de la construcción de casas-habitaciones cuya particularidad es que están excavadas en la piedra. Y digo están, ya que muchas de ellas continúan existiendo, siendo hoy lugares para alojar turistas o museos que muestran las complejas condiciones que vivían los matereños. Y no estamos hablando de algo del pasado, sino de una realidad que se proyecto hasta mediados del siglo XX, cuando el gobierno italiano, tras la Segunda Guerra Mundial, toma cartas en el asunto y comienza un traslado masivo de personas que vivían en cavernas a edificios en la zona moderna de la ciudad. Segundo, la riqueza arquitectónica y urbanística de Matera: calles laberínticas, manzanas irregulares, edificios hermosos que van desde las iglesias rupestres (se dice que hay alrededor de unas 150); iglesias medievales, renacentistas y barrocas; e imponentes edificios civiles que dan un aire absolutamente distinto al de otras ciudades italianos, aproximándonos más a estar en Oriente Medio que bajo el corazón de Italia. Todo esto ha hecho que la ciudad sea el lugar elegido para varias películas de época, como, por ejemplo, La Pasión de Cristo (2004) de Mel Gibson, o películas de acción como No Time To Die, de la saga de James Bond, protagonizada por Daniel Craig, en la cual el agente 007 recorre a alta velocidad las calles de Matera en su Aston Martin. Y tercero, quizás una de las sorpresas que no esperábamos: las hermosas vistas al cañón del río Gravina, en cuyas laderas se encuentran sus barrios antiguos, los sassi, y sus cuevas. Precioso encuentro con la naturaleza, dando la espalda a la ciudad, con una geografía única. Por todas estas razones, y muchas más, Matera es un destino que bien merece ser visitado. Si quieres conocer más de la ciudad de los Sassi, te invitamos a ver un nuevo episodio de En Palco Condimenta en nuestro canal de Youtube.
¿Les ha pasado que han visto, en más de una oportunidad, un local de comida que permanentemente tiene mucha gente esperando por una mesa? Supongo que sí, como también supongo que les invade la curiosidad por saber que tan bueno es ese lugar, como para congregar a tantos interesados que tienen la paciencia para esperar. U na historia de esas es la que voy a compartir en esta nueva escapada por la ciudad siciliana de Milazzo. En esta ocasión, mi curiosidad fue mayor, ya que esta ciudad península/puerto/balneario cuenta con solo 30.000 habitantes aprox. y una oferta gastronómica amplísima en todos los sentidos: precios, calidad, comidas, servicio, etc. Pero el local del cual les hablaré, el ristorante DoppioZero, en las dos visitas anteriores que hice a esta localidad del sur de Italia, tenía esperando gente toda la noche. Investigué un poco más, tanto por internet como con gente de la ciudad, y comencé a comprender esta excesiva y permanente demanda: es uno ristorante catalogado como de los mejores no sólo en Milazzo, sino en la Provincia de Messina. La suerte estaba echada…tenía que comprobarlo personalmente. Y así fue como, reservando con un día de anterioridad, me presenté en DoppioZero. Muy amablemente, y entre decenas de personas que ya estaban esperando afuera de un local repleto de comensales, me dijeron que esperara 15 minutos…que se transformaron en 30. Finalmente terminé en una mesa y debo decir que, a pesar de lo lleno y ajetreado que estaba todo, me atendieron de muy buena manera y, tomando en cuenta las circunstancias, de manera rápida. Pero lo más importante, por supuesto, fue la comida. DoppioZero ofrece antipastos, ensaladas, pastas, carnes y pizzas. Pero mi objetivo fue probar la pizza, ya que me habían dado el dato que eran de las mejores (sino la mejor) de toda Milazzo. También apunté a dos antipastos (entrantes) que consistieron en un clásico de la región de Puglia (Apulia), el panzerotto, similar a nuestras empanadas fritas con queso y tomate; junto a los llamados Coppu Fritto “Ciccio”, un cono de masa frita con queso Grana Padano derretido y el famoso Prosciutto crudo di Parma. Tanto estos “entrantes” como la pizza (una llamada Sorrentina), estaban exquisitas. Se nota de inmediato la calidad tanto de ingredientes como de la preparación, ratificando todo lo que había escuchado y leído, y también explicando con nitidez el por qué de las decenas de personas que esperan un asiento teniendo tantos otros lugares donde ir a comer. Este dato, que hoy comparto contigo, no falla. Así que, si tienes la suerte de ir a Sicilia, y conocer la Provincia de Messina, no dudes en esperar en las afueras de DoppioZero. Vale la pena. Revisa más en nuestro nuevo episodio de En Palco Condimenta.
Todos hemos escuchado alguna vez, al menos, sobre la terrible erupción del volcán Vesubio, hecho acaecido en el año 79 d.C., y que arrasó con la ya famosa ciudad de Pompeya. Más de una película o serie de época han relatado las angustiosas horas en las que miles de personas murieron por una capa inmensa de cenizas y la lluvia de rocas piroclásticas. Pero en esta conmovedora historia sobre la fuerza y letalidad de la naturaleza hay una gran olvidada: la ciudad de Herculano. Ubicada al norte de Pompeya, bastante más cerca del imponente Vesubio, pasó ese primer día de erupción como una simple espectadora de la destrucción, puesto que el viento dirigió el desastre hacia, precisamente, Pompeya. Pero ya en la madrugada del día siguiente, una segunda y más potente erupción selló el destino de Herculano y de sus 4.000 habitantes; una masa de lava sepultó a la ciudad bajo una capa de 25 metros de altura. Y es así como la ciudad balneario, una de las preferidas de la elite romana de la época, desapareció de la faz de la tierra. Fortuitamente, y sólo en la segunda mitad del siglo XVIII, por unos trabajos ordenados por el rey Carlos III de España (VII de Nápoles), se encontraron los primeros vestigios de Herculano. Pero no será sino hasta 1927 que comenzaron las excavaciones científicas propiamente tales, y el descubrimiento de esta ciudad que maravilla por sus calles, edificios y objetos tan bien conservados. Efectivamente, el hecho de haber quedado cubierta por una profunda capa de 25 metros evitó que los restos quedaran expuestos al oxígeno (el promedio de profundidad de Pompeya, por ejemplo, es de sólo 2 metros y la ciudad quedó expuesta siglos antes que Herculano). Esta auténtica tumba profunda permitió que esculturas, pinturas, mosaicos e incluso cadáveres (se encontraron alrededor de 300 cadáveres de personas esperando huir por la costa) se encuentren en excelentes condiciones. Incluso, algo no muy habitual, se pueden encontrar edificaciones de 2 pisos, villas de gente adinerada y espacios públicos como la palestra, en excelentes condiciones de conservación. Todo esto cambia la perspectiva de una típica visita a un yacimiento arqueológico, en donde hay que tener mucha imaginación para dar vida a tanta ruina sin mucho sentido. En Herculano, no es necesaria la imaginación, sólo basta utilizar los sentidos y viajar por el tiempo. Quien tiene la suerte de visitar esta zona de Italia, y por cierto está interesado en la experiencia de caminar por una auténtica ciudad romana del siglo I, tendrá la disyuntiva: ¿Pompeya o Herculano? La primera respuesta es, obviamente, ojalá visitar ambas. Pero como los recursos temporales y financieros nunca son ilimitados, y eventualmente es más probable que tengamos que elegir (como fue nuestro caso), acá algunos argumentos en favor de Herculano: está un poco más cerca de Nápoles (generalmente se parte desde la ciudad de la pizza); el número de turistas es muchísimo más bajo, obteniendo una experiencia más relajada sin tener que lidiar con filas eternas y masas de seres humanos preocupados de una selfie; Herculano es más pequeña, un recorrido tranquilo y profundo puede hacerse perfectamente en 3 horas (especial si quieres abarcar la visita a otros lugares de la zona); y finalmente, el estado de conservación, como ya lo señalamos más arriba, de Herculano es superior al de Pompeya, la visita no es a un lugar llenos de restos amontonados, es una visita a una ciudad abandonada, semi intacta. ¿Aún no te convences? Te invitamos a ver nuestro episodio de En Palco Condimenta donde podrás ver las imágenes que captamos en este impresionante lugar.
El pistacho es un fruto seco originario del Oriente Medio que, como tantos alimentos nacidos de esas fértiles tierras, viajaron entre las mercaderías de comerciantes y aventureros por el Mediterráneo. Y, por cierto, prosperó su cultivo en lugares con climas cálidos, siendo Sicilia, la gran isla actualmente italiana, uno de los espacios propicios para su producción. Dentro de la isla de la Trinacria, hay un pueblo que destaca: su nombre, Bronte, cercano al impetuoso volcán Etna y perteneciente a la provincia de Catania. Este pistacho, también conocido como oro verde , tiene denominación de origen protegido (DOP), y si bien se comercializa en el resto de Italia y en otras latitudes en Europa, es en la cocina local de la isla donde más destaca su uso como ingrediente. Por su parte Catania, la capital provincial y ciudad reconocida por su excelente y nutrida oferta gastronómica, puede ser considerado el lugar ideal para encontrar, sin demasiado esfuerzo, muchas opciones que tengan al pistacho como su ingrediente estrella. En realidad, la característica de este saludable fruto seco de tener un sabor que combina lo dulce y lo salado, lo convierte en predilecto para postres dulces y para agregarlo a platos salados. Las opciones son muchas, y en Catania se pueden probar varias: en lo que a dulces se refiere, existe la crema de pistacho, la ricota dulce con pistacho, la granola de pistacho, etc.; en lo que ha salado se refiere, y que generalmente se combina bastante bien con carnes en sándwiches, encontramos el pesto de pistacho y la mayonesa con pistacho, entre otras. Por tanto, si tu destino es esta parte de Sicilia, es casi una obligación probar al menos algo que incorpore este fruto. En nuestro caso, en nuestra última visita a esta hermosa ciudad, logramos conocer un poco más sobre las formas con las cuales se ha incorporado el pistacho en la dieta. Acá algunos datos: Pasticceria Spinella (via Etnea 292/298), excelente lugar para probar todo tipo de dulces con crema de pistacho, recomendamos si vas en verano el semifreddo; Insigne Café (via Etnea 97), otro lugar para acompañar un rico café con algunas delicias típicas como el cannolo con pistacho o un rico gelato; N’acchianata (via Antonino di Sangiuliano 361), un clásico lugar de hamburguesas para llevar que cuenta con varias alternativas con pesto de pistacho (recomendamos la Pippo Viddi); y por último, Smashery Burgers (via Etnea 322), local que con su apuesta por las smash burgers (hamburguesas aplastadas) da rienda suelta a la innovación en sus sándwiches, y donde probamos una particular mayonesa con pistacho que estaba realmente deliciosa. ¿Quieres ver estas exquisiteces? Te invitamos entonces a ver el nuevo episodio de En Palco Condimenta disponible en el canal de Youtube, en el cual te mostramos nuestra aventura en busca del oro verde en Catania.
Nápoles, tierra de pizzas, en la entrada del nuevo milenio, vio nacer una camada de jóvenes pizzeros que, siempre teniendo presente la tradición, han introducido una serie de modificaciones en la preparación del popular plato. Y en lo que se refiere a innovación, hay un pizzaiolo que ha destacado: Diego Vitagliano (imposible no llamarte Diego si naciste en 1985 en la convulsionada Nápoles en la cual el Diego argentino brillaba). Y de genio a genio, uno con el balón, el otro con sus manos, hoy el Diego, el de las pizzas, puede ser considerado no solamente un pizzero de alto nivel en Italia, sino en todo el mundo. Un largo palmarés lo avala: en los últimos 3 años se ha mantenido en el podio de los mejores pizzeros de Italia (n°1 en 2023 y 2024) y también a nivel planetario (n°1 en 2023), todo esto medido en el prestigioso y especializado ranking 50 Top Pizza. Vitagliano tiene 3 sucursales en Nápoles, llamadas 10 Diego Vitagliano (otro guiño al ídolo). Dos de ellas se encuentran apartadas del centro de la ciudad, en Bagnoli y Pozzuoli, por lo que al visitante (nos incluimos) le sale más cómodo ir a su sede en Santa Lucia (Via Santa Lucia n°78), ubicada a pocos metros de la céntrica Piazza del Plebiscito. El local muy bien decorado, de manera moderna y bien organizado, en síntesis, un lugar agradable para compartir. La atención muy bien cuidada, lo que también aporta a que la experiencia sea mucho más que la de comer. Pero todo lo anterior no serviría de nada sin lo principal, las pizzas. Vitagliano ofrece un extenso y variado menú de pizzas contemporáneas napolitanas junto a otras alternativas en la cual la innovación se hace presente con intensidad. Nos decantamos por dos pizzas de estas últimas, ya que son pizzas con masas exclusivas, y no teníamos la intensión de desaprovechar la oportunidad de probarlas…y no, no nos equivocamos. Partimos con una pizza croccante, cuyos bordes eran efectivamente muy crocantes, pero en su interior una masa alta extremadamente suave, blanda, aireada, que no pesaba nada. Elegimos la Marinara Sbagliata, como llaman tradicionalmente a las pizzas marinara con modificaciones: una buena base de pomodoro San Marzano acompañado de pesto de ajo, orégano, aceite de oliva extra virgen y una mermelada de tomates que hace el contraste perfecto con su dulzor con el ajo. Una maravilla. La segunda pizza fue una Margherinara, una fusión entre una Margarita y una Marinara, pero cuya principal novedad es ser una pizza frita y al horno. La masa se fríe, se le colocan los ingredientes y se pone al horno. Por cierto, la masa es bastante especial, muy rica y original. Finalmente, si puedes ir a Nápoles, y eres fanático de las pizzas, sólo te puedo recomendar vivir esta experiencia culinaria. Ambas pizzas que degusté fueron algo completamente distinto a todo lo anteriormente probado. La calidad de los ingredientes y las recetas de Vitagliano son verdaderamente una obra de arte, el cual puedes disfrutar por precios absolutamente normales (mucho más barato que en Chile por una pizza de retail), y en un ambiente de lujo. Recomendamos hacer la reserva, ya que la demanda por mesas es altísima durante todo el año. Esta se puede hacer por internet, la confirman por correo electrónico. En nuestro caso funcionó al 100%. Si aún no te convences, te invitamos a ver el nuevo episodio de En Palco Condimenta, que se encuentra en nuestro canal de Youtube, en donde podrás ver que lo que te digo es cierto.
Matera es uno de aquellos sitios que sólo se ven en las películas. Su particular urbanismo, sus edificios excavados en la roca y su natural encanto cautivan a quien la visita desde el primer momento en que te asomas a la zona antigua de la urbe. Es que este maravilloso enclave ubicado en la región de Basilicata, en el sur de Italia, tiene características tan únicas, que terminó siendo considerada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993. ¿Por qué Matera es tan única? Primero porque es reconocida como un territorio que fue habitado por seres humanos alrededor del año 7.500 antes de Cristo. Sí, leíste bien, hace 9.000 años aproximadamente. Este asentamiento troglodita se proyectó en el tiempo a través de la construcción de casas-habitaciones cuya particularidad es que están excavadas en la piedra. Y digo están, ya que muchas de ellas continúan existiendo, siendo hoy lugares para alojar turistas o museos que muestran las complejas condiciones que vivían los matereños. Y no estamos hablando de algo del pasado, sino de una realidad que se proyecto hasta mediados del siglo XX, cuando el gobierno italiano, tras la Segunda Guerra Mundial, toma cartas en el asunto y comienza un traslado masivo de personas que vivían en cavernas a edificios en la zona moderna de la ciudad. Segundo, la riqueza arquitectónica y urbanística de Matera: calles laberínticas, manzanas irregulares, edificios hermosos que van desde las iglesias rupestres (se dice que hay alrededor de unas 150); iglesias medievales, renacentistas y barrocas; e imponentes edificios civiles que dan un aire absolutamente distinto al de otras ciudades italianos, aproximándonos más a estar en Oriente Medio que bajo el corazón de Italia. Todo esto ha hecho que la ciudad sea el lugar elegido para varias películas de época, como, por ejemplo, La Pasión de Cristo (2004) de Mel Gibson, o películas de acción como No Time To Die, de la saga de James Bond, protagonizada por Daniel Craig, en la cual el agente 007 recorre a alta velocidad las calles de Matera en su Aston Martin. Y tercero, quizás una de las sorpresas que no esperábamos: las hermosas vistas al cañón del río Gravina, en cuyas laderas se encuentran sus barrios antiguos, los sassi, y sus cuevas. Precioso encuentro con la naturaleza, dando la espalda a la ciudad, con una geografía única. Por todas estas razones, y muchas más, Matera es un destino que bien merece ser visitado. Si quieres conocer más de la ciudad de los Sassi, te invitamos a ver un nuevo episodio de En Palco Condimenta en nuestro canal de Youtube.