El Quisco y Algarrobo: dos joyas del litoral central para una escapada perfecta
Acompáñanos en este paseo lleno de sabores y paisajes que puedes disfrutar en cualquier época del año.
A menos de 140 kilómetros de Santiago, El Quisco y Algarrobo son dos de los balnearios más queridos del litoral central chileno. Están separados por apenas seis kilómetros, así que puedes moverte entre ellos en colectivo, Uber o incluso caminando si te animas. Son ideales para una escapada familiar, romántica o con amigos. Playas tranquilas, aire marino y, por supuesto, la promesa de comer productos del mar fresquísimos.
Nosotros fuimos un fin de semana de invierno. Sí, hacía frío, pero el sol nos acompañó y llenó el paseo de luz. Decidimos alojar en El Quisco, que es más económico que Algarrobo, y elegimos un lugar que parece salido de un cuento: el Hotel Boutique Castillo del Mar. Es literalmente un castillo frente al mar, con pocas habitaciones, decoración elegante y un aire casi de museo. Lo atienden sus dueños, lo que le da un toque hogareño. No es el alojamiento más barato, pero vale cada peso por la experiencia. Eso sí, un punto al debe, la señal de internet y la televisión, que no son las mejores. Puedes reservar con o sin desayuno incluído.

Desde ahí, caminamos unos minutos hasta la caleta, un paseo imperdible. Aunque el restaurante tradicional cerró hace un tiempo, sigue habiendo varias opciones para comer y carritos con delicias marinas. Además, puedes subirte a una embarcación para un paseo corto, vitrinear artesanías o simplemente sentarte a contemplar el atardecer.
El centro de El Quisco sigue manteniendo su esencia de siempre. La costanera de la playa Los Corsarios está hermosa y renovada; no olvides tomarte la clásica foto en el colorido cartel con el mar de fondo. Si buscas panorama familiar, en la tarde/noche puedes ir a los antiguos juegos Mampato –hoy Costa Park– y subirte a las atracciones mientras comes churros o papas fritas, hay opciones para todas las edades.

¿Con más tiempo? A solo 15 minutos en auto está Isla Negra, donde puedes visitar la casa museo de Pablo Neruda (abre de martes a domingo, de 10 a 18 horas). Ojo que en ciertas épocas del año hay filas largas para entrar.
¿Dónde comer en El Quisco?
La oferta gastronómica es tan variada como sabrosa. Desde carritos en la caleta hasta restaurantes con carta completa de mariscos y pescados frescos. Puedes encontrar un menú desde los $6.000.
Probamos las clásicas empanadas Santa Sofía, enormes y deliciosas, y también recomendamos las tradicionales empanadas Gemma en pleno centro. Para almorzar fuimos a una picada infaltable, El Patio de Comida Casera, con platos abundantes y precios correctos, perfectos para comer bien sin complicarse, además de una atención muy agradable.

En la caleta, no dejes de probar las empanadas y ceviches en puestos callejeros y carritos como Donde la Sole. Su sopa de mariscos -disponible en dos tamaños- es un verdadero gozo.
Y como souvenir comestible, las palmeras locales son un imperdible, fresquitas, crujientes y a solo $1.200, las encuentras en panaderías, pequeños comercios y hasta en la playa.
Algarrobo: tradición y modernidad junto al mar
A solo un paso de El Quisco, Algarrobo combina tradición y renovación. Tiene una costanera que sigue en obras, pero ya luce más elegante, con nuevas ferias, cafés y restaurantes. Sus playas -Mirasol, Las Cadenas, El Canelo y El Canelillo- siguen siendo un deleite para caminar y respirar aire marino.
La caleta de pescadores es otro lugar que no falla para probar productos frescos, sacar lindas fotos o simplemente sentarte a mirar el horizonte. Navegar en bote o embarcaciones a vela también es posible.

Y si hablamos de comida, hay de todo, lugares nuevos y tradicionales, grandes restaurantes, cafés y pequeños locales relativamente nuevos en el centro como Cevichería Al Paso y Más... (distintos tipos de ceviches para llevar) y El Rincón de las Masas (empanadas fritas con especialidad en productos del mar)
Nosotros no nos quisimos perder un clásico imperdible como Los Patitos (Av. Carlos Alessandri #278), un restaurante que lleva décadas conquistando paladares con sus machas a la parmesana, congrio a lo pobre y su famosa Copa Patitos. Tan popular que la gente hace fila para entrar, y por algo tienen un segundo local justo al lado para recibir más comensales. No es barato, pero vale cada peso, además que sus platos son enormes.
¿Quieres ver más de esta escapada y sus delicias marinas?
No te pierdas nuestro nuevo episodio de En Palco Condimenta en YouTube, donde recorremos El Quisco y Algarrobo, probando sabores, descubriendo rincones y mostrando todo lo que estos balnearios tienen para ofrecer en cualquier época del año.