Las producciones de cine animadas derivadas de una serie anime no son algo nuevo. En el último tiempo hemos visto fascinantes ejemplos como “Dragon Ball Super: Super Hero”, “One Piece: Red” o “Jujutsu Kaisen 0”, y todas han sido grandes éxitos de taquilla. No obstante, de entre todas ellas, la más taquillera de la historia nipona es “Demon Slayer: El Tren Infinito”, la primera cinta basada en la historia protagonizada por Tanjiro. Pero, ¿de qué va este anime? Creado por Koyoharu Gotouge, “Demon Slayer: Kimatsu no Yaiba” relata la conmovedora historia de Tanjiro Kamado , un joven que, tras perder a su madre a manos de un demonio, se convierte en cazador de estas criaturas. A lo largo de su viaje, junto a su hermana Nezuko irán enfrentando adversidades, conociendo aliados y mucho más. Y ahora llega “Demon Slayer: Rumbo al Entrenamiento de los Pilares” , que repite en parte la extraña fórmula de su predecesora. Es decir, no se trata de una “película independiente”, sino más bien son dos capítulos unidos de manera perfecta para poder ser exhibidos en cines y así mostrar el cierre de la Temporada 3 e -inmediatamente- su continuación para dar inicio a la Temporada 4. Un experimento que seguramente dejará contentos y emocionados a los fans acérrimos de la saga, pero que como material unitario y puramente cinematográfico no tiene mayor relevancia. La primera hora (la más divertida y emocionante) muestra el episodio 11 del Arco de la Aldea de los Herreros, que narra la genial conclusión de la feroz batalla entre Tanjiro y la Cuarta Luna, Hatengo. Además, nos enteramos que Nezuko -en uno de los momentos más críticos- logra sobrevivir y caminar bajo el sol. En cambio, la segunda hora de la proyección continúa con el episodio 1 del Arco del Entrenamiento de los Pilares, que baja la intensidad y tiene mucho más humor, pero también muestra el verdadero poder de cada pilar y cómo se están preparando para dar cara al maligno Muzan Kibutsuji (de quien también conoceremos su origen). Cabe mencionar que durante los primeros minutos de la función se hace una especie de resumen de los momentos más épicos de las temporadas anteriores. Lamentablemente este recurso se vuelve algo innecesario e -incluso- aburrido, ya que quienes conocen de memoria la franquicia la tienen fresca en la retina y quienes no están familiarizados con la historia no entenderán nada de lo que está pasando. No obstante, en el aspecto técnico es donde “Demon Slayer” brilla principalmente. Su animación es vibrante, de gran calidad y perfecta para ver en pantalla grande. Por otro lado, el sonido es espectacular, hay momentos en que la sala IMAX se mueve completa por los impresionantes efectos de audio. Sin duda, los amantes de la saga saldrán emocionados y expectantes de lo que se viene para el animé. Es divertida, emocionante y deja con varios enganches excitantes para el futuro. Desgraciadamente no debería ser vendida como una “película” porque no lo es. Si no eres fanático de la saga Demon Slayer puedes pasar de ella. Kimetsu no Yaiba (en su idioma original) corre a cargo de Crunchyroll en colaboración con Aniplex of America y Sony Pictures Entertainment. La película se puede ver en versión original con subtítulos y también doblada al latino. Ya disponible en salas chilenas.
El nuevo film de “Demon Slayer: Kimetsu No Yaiba” está próximo a llegar a Latinoamérica, más específicamente este 22 de febrero, es por esto que dos de las más grandes cadenas de cine del país, Cinemark y Cinépolis, han iniciado este miércoles 14 de febrero la preventa de entradas a través de sus páginas web y boleterías presenciales. Demon Slayer: Kimetsu No Yaiba Rumbo al Entrenamiento de los Pilares, título de la película, se basa en el manga shonen homónimo de Koyoharu Gotoge, y relata la historia de Tanjiro Kamado, quien junto a sus amigos, se está preparando para entrenar con los Hashira, los cazadores de demonios más poderosos del mundo. Pero, este entrenamiento se verá interrumpido por la llegada de las Lunas Superiores, demonios de alto nivel enviados por Mazun Kibutsji, el Rey Demonio.
Las producciones de cine animadas derivadas de una serie anime no son algo nuevo. En el último tiempo hemos visto fascinantes ejemplos como “Dragon Ball Super: Super Hero”, “One Piece: Red” o “Jujutsu Kaisen 0”, y todas han sido grandes éxitos de taquilla. No obstante, de entre todas ellas, la más taquillera de la historia nipona es “Demon Slayer: El Tren Infinito”, la primera cinta basada en la historia protagonizada por Tanjiro. Pero, ¿de qué va este anime? Creado por Koyoharu Gotouge, “Demon Slayer: Kimatsu no Yaiba” relata la conmovedora historia de Tanjiro Kamado , un joven que, tras perder a su madre a manos de un demonio, se convierte en cazador de estas criaturas. A lo largo de su viaje, junto a su hermana Nezuko irán enfrentando adversidades, conociendo aliados y mucho más. Y ahora llega “Demon Slayer: Rumbo al Entrenamiento de los Pilares” , que repite en parte la extraña fórmula de su predecesora. Es decir, no se trata de una “película independiente”, sino más bien son dos capítulos unidos de manera perfecta para poder ser exhibidos en cines y así mostrar el cierre de la Temporada 3 e -inmediatamente- su continuación para dar inicio a la Temporada 4. Un experimento que seguramente dejará contentos y emocionados a los fans acérrimos de la saga, pero que como material unitario y puramente cinematográfico no tiene mayor relevancia. La primera hora (la más divertida y emocionante) muestra el episodio 11 del Arco de la Aldea de los Herreros, que narra la genial conclusión de la feroz batalla entre Tanjiro y la Cuarta Luna, Hatengo. Además, nos enteramos que Nezuko -en uno de los momentos más críticos- logra sobrevivir y caminar bajo el sol. En cambio, la segunda hora de la proyección continúa con el episodio 1 del Arco del Entrenamiento de los Pilares, que baja la intensidad y tiene mucho más humor, pero también muestra el verdadero poder de cada pilar y cómo se están preparando para dar cara al maligno Muzan Kibutsuji (de quien también conoceremos su origen). Cabe mencionar que durante los primeros minutos de la función se hace una especie de resumen de los momentos más épicos de las temporadas anteriores. Lamentablemente este recurso se vuelve algo innecesario e -incluso- aburrido, ya que quienes conocen de memoria la franquicia la tienen fresca en la retina y quienes no están familiarizados con la historia no entenderán nada de lo que está pasando. No obstante, en el aspecto técnico es donde “Demon Slayer” brilla principalmente. Su animación es vibrante, de gran calidad y perfecta para ver en pantalla grande. Por otro lado, el sonido es espectacular, hay momentos en que la sala IMAX se mueve completa por los impresionantes efectos de audio. Sin duda, los amantes de la saga saldrán emocionados y expectantes de lo que se viene para el animé. Es divertida, emocionante y deja con varios enganches excitantes para el futuro. Desgraciadamente no debería ser vendida como una “película” porque no lo es. Si no eres fanático de la saga Demon Slayer puedes pasar de ella. Kimetsu no Yaiba (en su idioma original) corre a cargo de Crunchyroll en colaboración con Aniplex of America y Sony Pictures Entertainment. La película se puede ver en versión original con subtítulos y también doblada al latino. Ya disponible en salas chilenas.
El nuevo film de “Demon Slayer: Kimetsu No Yaiba” está próximo a llegar a Latinoamérica, más específicamente este 22 de febrero, es por esto que dos de las más grandes cadenas de cine del país, Cinemark y Cinépolis, han iniciado este miércoles 14 de febrero la preventa de entradas a través de sus páginas web y boleterías presenciales. Demon Slayer: Kimetsu No Yaiba Rumbo al Entrenamiento de los Pilares, título de la película, se basa en el manga shonen homónimo de Koyoharu Gotoge, y relata la historia de Tanjiro Kamado, quien junto a sus amigos, se está preparando para entrenar con los Hashira, los cazadores de demonios más poderosos del mundo. Pero, este entrenamiento se verá interrumpido por la llegada de las Lunas Superiores, demonios de alto nivel enviados por Mazun Kibutsji, el Rey Demonio.