The Long Walk es una novela publicada en 1979 (escrita años antes) por Stephen King bajo el seudónimo de Richard Bachman. Una historia que ha esperado muchas décadas para ser llevada al cine y que este 18 de septiembre por fin llega a las salas chilenas bajo el nombre deCamina o Muere. En un futuro distópico, una nación que alguna vez fue potencia intenta -supuestamente- levantarse de las cenizas bajo un régimen totalitario. La desolación domina el día a día y una competencia anual se presenta como la gran esperanza: 50 jóvenes deben caminar sin una meta fija. Si se detienen o bajan de los 5 km/h reciben una advertencia; a la tercera, la consecuencia es la muerte. El último chico que resista la larga marcha obtendrá una gran fortuna y el cumplimiento de un deseo. Este concurso está en manos de El Comandante, interpretado por un inquietante Mark Hamill, un militar sádico e inhumano que cree que el rigor es el único camino a la gloria. Cada participante es identificado por un número, porque para el régimen no son más que eso: cifras desechables. Entre ellos destaca el #47, Ray Garrity ( Cooper Hoffman), uno de los protagonistas, decidido a ganar con un propósito claro. Garrity juega de local, dejando atrás a su madre, quien no entiende por qué arriesga la vida de esa manera, aunque su espíritu parece heredado de su padre fallecido. El #23, Peter McVries ( David Jonsson), es vital en la caminata: castigado por la vida, pero con la determinación de hacer el bien, se convierte en apoyo esencial para Ray y los demás. #6, Arthur Baker ( Tut Nyuot), joven cristiano y trabajador, se suma como aliado, al igual que el #46, Hank Olson ( Ben Wang), divertido y espontáneo, que aporta algo de ligereza al viaje. El #5, Gary Barkovitch ( Charlie Plummer), resulta conflictivo y perturbador, y su presencia se vuelve cada vez más inquietante. El #48, Collie Parker ( Joshua Odjick), es mayor, fuerte y está dispuesto a ganar a cualquier costo. El #7, Curley ( Roman Griffin Davis), el más joven y temeroso, parece estar allí casi de forma ilegal. Y el #38, Stebbins ( Garrett Wareing), guarda una razón poderosa para participar: conoce cada detalle de la competencia y se ha preparado como nadie para triunfar. La historia, tan terrorífica como dramática, probablemente inspiró a Los Juegos del Hambre, aunque resulta mucho más potente y realista. Desde el comienzo queda claro que encariñarse con los personajes será doloroso. La caminata muestra los rincones más oscuros del ser humano al límite, pero también la nobleza más pura. Aquí no hay héroes ni villanos absolutos: cada uno es hijo de sus circunstancias en una nación sin futuro, donde este juego macabro no busca exaltar al ganador, sino sembrar miedo en la sociedad. Los paisajes, tan hermosos como desoladores, acompañan a los competidores, mientras personas temerosas y desanimadas observan este espectáculo transmitido incluso por televisión. Camina o Muere nace de una novela escrita hace décadas, pero sigue tan vigente como el primer día. Dirigida por Francis Lawrence y con el mismísimo Stephen King como productor ejecutivo, esta película se erige como una de las mejores adaptaciones del maestro del terror: una obra poderosa, cruda y cargada de actuaciones sólidas que la convierten en un imperdible en cines.
Mike Flanagan ha realizado varias adaptaciones de la obra de Stephen King tanto en cine como en televisión, pero ahora llega a la pantalla grande con un relato distinto del maestro del terror: más existencialista que aterrador, cargado de fantasía, parte de la antología La sangre manda (2020). La vida de Chuck es una historia entrañable, narrada en tres actos. En el primero, situado en un presente distópico, un mundo materialista e individualista -dominado por el internet, los vicios y la desconexión humana- está llegando a su fin sin que nadie pueda hacer nada. Los suicidios aumentan, las catástrofes naturales no cesan y la desolación se apodera de todo. En medio del caos, aparece una misteriosa publicidad: la imagen de un joven formal cuya leyenda agradece a Charles Krantz, o a Chuck, por unos maravillosos 39 años. El maestro de escuela, Marty, protagonista de este segmento, intenta mantener la calma y reencontrarse con su ex esposa Felicia antes de que todo colapse. El segundo acto revela quién es Chuck, un contador que sin saber está marcado por la muerte debido a un tumor cerebral. Un pequeño gesto en la calle, meses antes de su deceso, impacta positivamente su historia y la de un par de desconocidas. El tercer acto nos lleva a su infancia, cuando fue criado por sus abuelos tras la trágica muerte de sus padres. Allí descubrimos un ático encantado, guardado celosamente por su abuelo, el que marcará su destino. La película, en apariencia simple, resulta tan compleja como la vida misma: cada decisión, cada encuentro, cada conversación y cada detalle convierten nuestra existencia en un universo capaz de tocar muchas almas. Sueños, miedos, expectativas y anhelos se reflejan en esta cinta, que es tan angustiante y desoladora como esperanzadora. La mancuerna Flanagan/King vuelve a funcionar en una adaptación nada sencilla, reforzada por un elenco de lujo: Tom Hiddleston (Loki) como Chuck adulto, Chiwetel Ejiofor (12 años de esclavitud), Karen Gillan (Guardianes de la Galaxia), Mia Sara (Ferris Bueller’s Day Off), Matthew Lillard (Scream), David Dastmalchian (Late night with the Devil), Heather Langenkamp (Pesadilla) y Mark Hamill (Star Wars). Tanta cara conocida no parece al azar. Como reflexión, luego de ver La Vida de Chuck y recordar el cuento, queda la duda de qué conviene más: ver la película habiendo leído el relato, o leer el cuento después de ver la cinta. En cualquiera de los casos, algo pequeño se pierde, aunque lo esencial permanece, las sensaciones que ambas piezas provocan. La vida de Chuck ya está disponible en cines del país.
Dirigida por Francis Lawrence (Soy Leyenda, Los Juegos del Hambre),Camina o Muere adapta la primera novela escrita por el aclamado autor estadounidense Stephen King, llamada The Long Walk, la que propone una feroz reflexión sobre la obediencia, la presión social y los límites de la resistencia humana. Con una premisa tan simple como perturbadora, la historia se sitúa en un futuro distópico donde unos adolescentes deben marchar sin detenerse jamás. Si alguno reduce la velocidad o se detiene, la consecuencia es la muerte. El filme cuenta con un elenco que reúne a artistas como Roman Griffin Davis, Charlie Plummer, Ben Wang, Cooper Hoffman, y Tut Nyuot, junto a Mark Hamill y Judy Greer. Camina o Muere llegará a las salas chilenas el próximo 25 de septiembre, distribuida por BF Distribution. Revisa el tráiler oficial aquí:
The Long Walk es una novela publicada en 1979 (escrita años antes) por Stephen King bajo el seudónimo de Richard Bachman. Una historia que ha esperado muchas décadas para ser llevada al cine y que este 18 de septiembre por fin llega a las salas chilenas bajo el nombre deCamina o Muere. En un futuro distópico, una nación que alguna vez fue potencia intenta -supuestamente- levantarse de las cenizas bajo un régimen totalitario. La desolación domina el día a día y una competencia anual se presenta como la gran esperanza: 50 jóvenes deben caminar sin una meta fija. Si se detienen o bajan de los 5 km/h reciben una advertencia; a la tercera, la consecuencia es la muerte. El último chico que resista la larga marcha obtendrá una gran fortuna y el cumplimiento de un deseo. Este concurso está en manos de El Comandante, interpretado por un inquietante Mark Hamill, un militar sádico e inhumano que cree que el rigor es el único camino a la gloria. Cada participante es identificado por un número, porque para el régimen no son más que eso: cifras desechables. Entre ellos destaca el #47, Ray Garrity ( Cooper Hoffman), uno de los protagonistas, decidido a ganar con un propósito claro. Garrity juega de local, dejando atrás a su madre, quien no entiende por qué arriesga la vida de esa manera, aunque su espíritu parece heredado de su padre fallecido. El #23, Peter McVries ( David Jonsson), es vital en la caminata: castigado por la vida, pero con la determinación de hacer el bien, se convierte en apoyo esencial para Ray y los demás. #6, Arthur Baker ( Tut Nyuot), joven cristiano y trabajador, se suma como aliado, al igual que el #46, Hank Olson ( Ben Wang), divertido y espontáneo, que aporta algo de ligereza al viaje. El #5, Gary Barkovitch ( Charlie Plummer), resulta conflictivo y perturbador, y su presencia se vuelve cada vez más inquietante. El #48, Collie Parker ( Joshua Odjick), es mayor, fuerte y está dispuesto a ganar a cualquier costo. El #7, Curley ( Roman Griffin Davis), el más joven y temeroso, parece estar allí casi de forma ilegal. Y el #38, Stebbins ( Garrett Wareing), guarda una razón poderosa para participar: conoce cada detalle de la competencia y se ha preparado como nadie para triunfar. La historia, tan terrorífica como dramática, probablemente inspiró a Los Juegos del Hambre, aunque resulta mucho más potente y realista. Desde el comienzo queda claro que encariñarse con los personajes será doloroso. La caminata muestra los rincones más oscuros del ser humano al límite, pero también la nobleza más pura. Aquí no hay héroes ni villanos absolutos: cada uno es hijo de sus circunstancias en una nación sin futuro, donde este juego macabro no busca exaltar al ganador, sino sembrar miedo en la sociedad. Los paisajes, tan hermosos como desoladores, acompañan a los competidores, mientras personas temerosas y desanimadas observan este espectáculo transmitido incluso por televisión. Camina o Muere nace de una novela escrita hace décadas, pero sigue tan vigente como el primer día. Dirigida por Francis Lawrence y con el mismísimo Stephen King como productor ejecutivo, esta película se erige como una de las mejores adaptaciones del maestro del terror: una obra poderosa, cruda y cargada de actuaciones sólidas que la convierten en un imperdible en cines.
Mike Flanagan ha realizado varias adaptaciones de la obra de Stephen King tanto en cine como en televisión, pero ahora llega a la pantalla grande con un relato distinto del maestro del terror: más existencialista que aterrador, cargado de fantasía, parte de la antología La sangre manda (2020). La vida de Chuck es una historia entrañable, narrada en tres actos. En el primero, situado en un presente distópico, un mundo materialista e individualista -dominado por el internet, los vicios y la desconexión humana- está llegando a su fin sin que nadie pueda hacer nada. Los suicidios aumentan, las catástrofes naturales no cesan y la desolación se apodera de todo. En medio del caos, aparece una misteriosa publicidad: la imagen de un joven formal cuya leyenda agradece a Charles Krantz, o a Chuck, por unos maravillosos 39 años. El maestro de escuela, Marty, protagonista de este segmento, intenta mantener la calma y reencontrarse con su ex esposa Felicia antes de que todo colapse. El segundo acto revela quién es Chuck, un contador que sin saber está marcado por la muerte debido a un tumor cerebral. Un pequeño gesto en la calle, meses antes de su deceso, impacta positivamente su historia y la de un par de desconocidas. El tercer acto nos lleva a su infancia, cuando fue criado por sus abuelos tras la trágica muerte de sus padres. Allí descubrimos un ático encantado, guardado celosamente por su abuelo, el que marcará su destino. La película, en apariencia simple, resulta tan compleja como la vida misma: cada decisión, cada encuentro, cada conversación y cada detalle convierten nuestra existencia en un universo capaz de tocar muchas almas. Sueños, miedos, expectativas y anhelos se reflejan en esta cinta, que es tan angustiante y desoladora como esperanzadora. La mancuerna Flanagan/King vuelve a funcionar en una adaptación nada sencilla, reforzada por un elenco de lujo: Tom Hiddleston (Loki) como Chuck adulto, Chiwetel Ejiofor (12 años de esclavitud), Karen Gillan (Guardianes de la Galaxia), Mia Sara (Ferris Bueller’s Day Off), Matthew Lillard (Scream), David Dastmalchian (Late night with the Devil), Heather Langenkamp (Pesadilla) y Mark Hamill (Star Wars). Tanta cara conocida no parece al azar. Como reflexión, luego de ver La Vida de Chuck y recordar el cuento, queda la duda de qué conviene más: ver la película habiendo leído el relato, o leer el cuento después de ver la cinta. En cualquiera de los casos, algo pequeño se pierde, aunque lo esencial permanece, las sensaciones que ambas piezas provocan. La vida de Chuck ya está disponible en cines del país.
Dirigida por Francis Lawrence (Soy Leyenda, Los Juegos del Hambre),Camina o Muere adapta la primera novela escrita por el aclamado autor estadounidense Stephen King, llamada The Long Walk, la que propone una feroz reflexión sobre la obediencia, la presión social y los límites de la resistencia humana. Con una premisa tan simple como perturbadora, la historia se sitúa en un futuro distópico donde unos adolescentes deben marchar sin detenerse jamás. Si alguno reduce la velocidad o se detiene, la consecuencia es la muerte. El filme cuenta con un elenco que reúne a artistas como Roman Griffin Davis, Charlie Plummer, Ben Wang, Cooper Hoffman, y Tut Nyuot, junto a Mark Hamill y Judy Greer. Camina o Muere llegará a las salas chilenas el próximo 25 de septiembre, distribuida por BF Distribution. Revisa el tráiler oficial aquí: