​Cinco años después del estreno de la exitosa película “Aquaman” llega su secuela, sin embargo, su estreno está marcado por ser el punto final del Universo Extendido de DC, que inició el 2013 con la fascinante “Man of Steel” de Zack Snyder, pero que progresivamente fue perdiendo rumbo, hasta terminar desapareciendo por completo y crear un reinicio de la franquicia de superhéroes, de la mano de James Gunn.

Sin embargo, “Aquaman y el Reino Perdido” deja de lado el estilo crepuscular, ni pretende ser en lo absoluto una despedida emotiva para los fanáticos, en cambio, el cineasta James Wan regresa más desenfadado que nunca, con el mismo estilo, humor y entusiasmo que caracterizó a la primera, para contarnos lo que ha pasado en estos cinco años. Y vaya que ha pasado.

Arthur Curry (Jason Momoa) tuvo un bebe junto a Mera (Amber Heard), sin embargo, tiene problemas para reinar de manera correcta Atlantis y siempre está discutiendo con el Consejo por querer exponer el mundo acuático a la superficie. Por otro lado, el villano Black Manta (Yahya Abdul-Mateen II) continúa iracundo por no poder derrotar a Aquaman la vez anterior, y durante este tiempo ha investigado para conseguir un peligroso y maligno poder directamente desde “El Reino Perdido”, una decisión que podría “contaminar” y destruir el planeta. Para evitarlo, el protagonista deberá pedir ayuda a su hermano Orm (Patrick Wilson), ex rey de Atlantis, quien permanece encarcelado.

Así comienza una muy divertida historia de aventuras y fantasía sin muchas pretensiones, pero con un potente mensaje ecológico. El principal motivo de la trama es evitar que Black Manta deje de quemar un mineral muy antiguo y poderoso, pero extremadamente nocivo para el medio ambiente, y que está afectando a la flora y fauna de la isla en la que se encuentra oculto.

Lo mejor de la película, por lejos, es la relación entre Aquaman y Orm, quienes como si de un “buddy film” se tratase, pasan de odiarse en la primera cinta a conocerse y necesitarse para sobrevivir en la segunda parte. Jason Momoa y Patrick Wilson tienen gran química en pantalla y entregan varias escenas divertidas, aunque algunas demasiado infantiles.

Y si bien muchas de las críticas a la película se debe a la presencia de Amber Heard, luego de su polémico juicio contra Johnny Depp, lo cierto es que varias de las escenas espectaculares la incluyen a ella y de buena manera. Por otra parte, gran parte del elenco principal hace un buen trabajo, entre ellos Nicole Kidman, Temuera Morrison, Dolph Lundgren y Randall Park.

La cinta, además, tiene un CGI y unas luchas bastante decentes, que superan bastante a lo visto en The Flash, así que no esperen secuencias de videojuegos.

Por supuesto, es probable que “Aquaman y el Reino Perdido” no sea el cierre épico que se merecía una saga tan amada por los fanáticos, pero qué más da, James Wan tenía claro que su película no tendría mayor relevancia, así que decidió pasarlo bien, incluir un montón de referencias al cine de horror que tanto ama y crear una más que decente cinta de evasión, que me recuerda mucho más a esas películas antiguas de ciencia ficción o fantasía, animadas por Ray Harryhausen.

Y ojo, que no porque no tenga una escena post-créditos inolvidable o que conecte con el futuro, quiere decir que sea una mala película, de eso no se trata el cine.

“Aquaman y el Reino Perdido” ya está disponible en salas nacionales.

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