El año 2008 surgió en internet una imagen viral con el rostro de una persona que -supuestamente- había sido vista repetidamente en sueños por todo el mundo, pero nunca encontrada en el mundo real. Según el meme, las apariciones oníricas se habían registrado en ciudades como Los Ángeles, Berlín, Roma y Londres, y los sueños variaban desde situaciones cotidianas a pesadillas violentas o sexuales.

Esta historia es la principal inspiración de “El Hombre de los Sueños” (Dream Scenario), la tercera cinta del noruego Kristoffer Borgli (DRIB, Sick of Myself), una sátira fantástica y onírica, con elementos de psicoanálisis, drama y terror, que bebe muchísimo del cine que Charlie Kaufman, Spike Jonze y Michel Gondry hicieron a comienzos del 2000.

Protagonizada por Nicolas Cage, en una de sus interpretaciones mejor logradas del último tiempo, el filme nos presenta a Paul Matthews, un profesor universitario de biología y padre de familia pusilánime al que ni sus estudiantes, colegas o hijas respetan por completo. Paul está resentido de la vida porque una ex colega publicó un libro sobre hormigas robándole sus ideas y conceptos, y por otro lado, su esposa, Janet (Julianne Nicholson), también siente un poco de lástima y decepción por él.

Sin embargo, la vida de Paul cambia -de un momento a otro- cuando comienza a aparecer en los sueños de millones de personas alrededor del mundo inexplicablemente. Salvo en contadas ocasiones, él no hace absolutamente nada en los sueños, no ayuda, no habla, nada, pero esto lo convierte en una verdadera celebridad mundial.

Lamentablemente, la fama dura poco, porque con el paso de los días los sueños empiezan a convertirse en pesadillas, en las que Paul tortura, asfixia, descuartiza y viola a sus víctimas. Esto hará que se vuelva una persona non grata entre la comunidad, principalmente entre los adolescentes, quienes se sienten demasiado angustiados solo por la presencia de Paul.

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A lo largo de este extravagante tour de force, Borgli y Cage nos llevan por una patética, divertida y extensa pesadilla, en la que Paul hará todo lo posible para seguir haciendo su vida normal, mientras todo el mundo lo odia por algo que no tiene culpa alguna. La película profundiza en la alienación humana frente a las redes sociales, la hipersensibilidad adolescente, la adicción a los molestos influencers o la publicidad, y -por supuesto- en los peligros de la cultura de la cancelación. Al mismo tiempo, nos entregan un montón de escenas que van desde momentos muy graciosos hasta algunos sacados de un filme de horror. Obviamente, los paralelismos con otras cintas de cineastas ya mencionados son evidentes, pero más que una vil copia, podría tratarse de una especie de modesto y melancólico homenaje.
Con una cuidada fotografía de tonos pastel, la banda sonora de los Talking Heads (que serán importantes durante el relato) y una fascinante interpretación de Nicolas Cage, si bien “El Hombre de los Sueños” se enmarca en una comedia negra surrealista, lo cierto es que sus problemáticas son más reales (y absurdas) de lo que parecen, además nos deja con un final más triste de lo que podríamos esperar.
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Ya está disponible en salas nacionales.

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