El cineasta franco-suizo Jean-Luc Godard fue un revolucionario. A fines de la década de los 50, junto a sus colegas François Truffaut, Claude Chabrol, Agnes Varda y muchos más integrantes de la nouvelle vague, desafiaron las convenciones del cine de ese entonces, para proponer historias modernas, con diálogos muchas veces improvisados, manejo de cámara en mano, el uso de locaciones reales, luz natural y un montaje a base de ‘jump cuts’.

Su primer largometraje ‘A bout de souffle’ estrenado en 1959, sería toda una revelación. Fue su primera película con el actor, también fallecido, Jean Paul Belmondo, con quien el cineasta forjará una amistad y realizará otros clásicos de su filmografía, como ‘Una mujer es una mujer’ y ‘Pierrot, el Loco’.

Como cineasta, crítico de la revista ‘Cahiers du cinema’ o como historiador del séptimo arte, Godard siempre se mantuvo a la vanguardia y se convirtió en una de las figuras más influyentes de su país.

Su vasta filmografía, incluye más de 130 piezas, buena parte de ellos cortometrajes y documentales, entre las que se pueden destacar las protagonizadas por su musa Anna Karina, como ‘Vivir su Vida’ (1962), ‘Le Petit Soldat’ (1963), ‘Une femme mariée’ (1964), ‘Bande a part’ (1964) y ‘Alphaville’ (1965), como también su obra maestra sobre el mundo del cine ‘El Desprecio’, con una hermosa Brigitte Bardot y Michel Piccoli.

El presidente galo, Emmanuel Macron, escribió un tweet homenajeando al cineasta: “Fue como una aparición en el cine francés. Luego se convirtió en uno de sus maestros. Jean-Luc Godard, el más iconoclasta de los directores de la Nueva Ola, inventó un arte decididamente moderno e intensamente libre. Perdemos un tesoro nacional, una perspectiva genial.

La familia del cineasta confirmó su muerte en un pequeño pueblo de Suiza, y aseguró que será incinerado. Sin embargo, no se realizará ninguna ceremonia oficial.