“Destino Final: Lazos de Sangre”: herencia fatal
La muerte nunca olvida… ni perdona.
Más de una década tuvo que pasar para que la saga cinematográfica "Destino Final" regresara a la pantalla grande. Y realmente valió la pena la espera -especialmente para los fanáticos- porque "Destino Final: Lazos de Sangre" es una película entretenida, rápida, sangrienta y plagada de humor negro.
Stefani (Kaitlyn Santa Juana) lleva dos meses atormentada por una pesadilla vívida situada en la década de los 60. En ella, una joven llamada Iris (Brec Bassinger) y su novio asisten a la inauguración de una torre mirador (al estilo de la Space Needle en Seattle), la cual colapsa de forma espectacularmente fatal cuando su estructura cede.
A punto de reprobar la universidad por el poco descanso que le deja esta visión recurrente, Stefani empieza a sospechar que el sueño está vinculado a su abuela Iris (Gabrielle Rose), a quien nunca ha conocido. Iris vive recluida y marcada por la muerte, a la que logró burlar precisamente gracias a la misma premonición que ahora atormenta a su nieta.
Pronto, Stefani descubrirá que esa catástrofe evitada décadas atrás alteró los planes de la muerte, que ahora regresa para cobrarse lo que quedó pendiente. Y no solo Iris está en peligro, sino también toda su descendencia, quienes nunca debieron existir.
"Destino Final: Lazos de Sangre" es una entrega más que digna dentro de la saga, incluso superior a varias de sus predecesoras. De ritmo ágil, repleta de muertes viscerales y absurdas -como dicta el estilo de la franquicia- logra combinar shock, tensión y humor negro en la dosis justa. Destacan también los guiños a películas anteriores, que harán sonreír a los fans más fervientes.
Esta producción es una de las últimas que realizó Tony Todd antes de fallecer en noviembre del año pasado. Aquí retoma de forma breve su rol del médico forense William Bludworth, el cual tiene un cierre bastante interesante y a la vez sentimental. Una gran despedida del personaje y, por supuesto, del actor ícono del género del terror.
Una cinta perfecta para ver en pantalla grande (y si es en IMAX, mejor), ya está disponible en cines desde el 15 de mayo.