“Los que se quedan” o “The Holdovers” es una ‘cinta de personajes’ para ver en calma y prestar mucha atención a sus mensajes. Un drama más que una comedia, en la que las actuaciones de sus protagonistas cautivan de principio a fin.

Un magnífico Paul Giamatti interpreta a Paul Hunham, un solitario, estricto y amargado profesor de un colegio internado de élite. Cuando este debe quedarse en las inmensas instalaciones ubicadas en el estado de Massachusetts durante las vacaciones de fin de año, se verá obligado a convivir con la encargada de la cocina del colegio, Mary (Da’ Vine Joy Randolph) y con su desafiante alumno Angus Tully (Dominic Sessa).

A pesar de verse tan distintos entre sí, esconden mucho dolor y soledad por dentro, además de utilizar la coraza de la hostilidad y el sarcasmo para enfrentar la vida. Pronto, este trío improbable, descubrirá que son más las cosas que los unen que los separan.

Por su parte, Paul no tiene familia, ni amigos y posee una obtusa manera de enseñar que hace que sus alumnos lo odien; mientras que Mary acaba de perder a su único hijo en la guerra de Vietnam; en cambio Angus, odia al mundo por haberle arrebatado a su padre y por el abandono de su madre, quien sólo parece estar interesada en rehacer su vida al lado de un nuevo millonario.

Con el pasar de los días, los tres aprenderán a tolerarse, escucharse, apoyarse y también a liberarse, en un viaje emotivo en el que los rezagados encuentran su lugar, comprendiendo que es lo realmente importante en esta vida.

Esta nueva y brillante colaboración entre el realizador Alexander Payne y Paul Giamatti, luego de la gran “Entre Copas” de 2004, es una buena oportunidad para ver cine de calidad, donde no solo destacan las grandes actuaciones, sino también un inteligente y sentido guion, y una puesta en escena que nos transporta a los inicios de la década de los setenta y al cine de la época. Pareciera que estuviéramos viendo una película de esa década.

Este entrañable filme, que a ratos puede recordar a “La Sociedad de Los Poetas Muertos” o “Good Will Hunting”, sigue su propia senda, que lo llevará de seguro a convertirse en un clásico de fin de año.

En salas de cine chilenas desde el 11 de enero.

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