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El cineasta británico Kenneth Loach (Ken para los conocidos) lleva más de 50 años haciendo lo mismo: golpeando el pensamiento social y político de la ciudadanía de Europa Occidental con pequeños puños en forma de cine. 

Desde su ópera prima, 'Poor Cow' (1967) con unos jovencísimos Terence Stamp y Carol White, o en la desoladora 'Kes' (1969), sobre un niño que cuida a un pequeño halcón en un barrio marginal de Yorkshire; el inglés, a sus 83 años, sigue en pie de guerra contando la misma historia una y otra vez. Y la razón es que el tiempo pasa, pero los problemas siguen siendo los mismos.

Su cinta más reciente, ‘Sorry We Missed You’ o ‘Lazos de Familia’ no tiene resoluciones, ni menos finales felices, pero si tiene mucha humanidad. En ella nos cuenta la historia de una familia compuesta por un matrimonio y sus dos hijos que luchan por sobrevivir a los modelos económicos contemporáneos. 

Ricky, el padre, consigue un nuevo trabajo como repartidor de paquetes a domicilio. Su cometido es entregar todos los envíos en un tiempo limitado, algo tan exigente que le impide, incluso, tener un momento para ir al baño. Sin embargo, se entrega en cuerpo y alma a su labor, porque no le queda otra si quiere seguir llevando dinero a su casa.

Abbie, la madre, sufre algo similar: trabaja durante 15 horas al día cuidando ancianos en distintos lugares de la ciudad, teniendo que moverse de un lado a otro en transporte público, sin tiempo para compartir con su familia.

Este abuso de trabajo hará que paulatinamente el núcleo familiar comience a tambalear, lo que se verá reflejado en la rabia de Seb, el mayor de sus hijos. 

"Lo siento, te perdimos”, que vendría a ser la traducción más literal, da cuenta de como el sistema financiero arrasa con la vida de las familias. Loach usa un elenco de desconocidos para representar a las víctimas de un sistema caracterizado justamente por el progresivo anonimato. 

Tristemente, más de uno se podrá sentir identificado, pero he ahí uno de los grandes méritos del cineasta, porque aunque sus detractores le acusen de exagerado, sus filmes siempre beben de la realidad, y destilan un poso de veracidad que remueve conciencias.

Porque el cine de Loach es cercano, tierno y cotidiano, pero también aterrador y triste. Es capaz de hacernos empatizar con cada uno de los personajes y entender sus aciertos, errores, deseos y penas. Y es precisamente esa ansiedad la que mantiene al espectador aferrado a la pantalla.  Y no es que el director abuse de la miseria humana, sino que retrata una realidad que suele ser esquiva, quizás porque todos estamos demasiado ocupados trabajando.

'Lazos de Familia' está disponible en el cine online de Cinemark a partir del 26 de agosto.