“After: Amor Infinito”: la más dramática de la saga
La película que se basa en los libros de Anna Todd llegó a los cines.
Cuando todos pensaban que esta película era el fin de la franquicia “After”, un día antes del estreno, se anuncia que el último libro se dividirá en dos filmes, por lo que “After: Amor Infinito” no será el episodio final de la historia de amor, inmadurez y malos entendidos entre Tessa Young (Josephine Langford) y Hardin Scott (Hero Fiennes Tiffin), en algún momento le seguirá “After Everything”.
Esta nueva entrega es de alto contenido dramático, en especial en su comienzo, se siente más madura que sus antecesoras. La trama deja de dar vueltas en círculo, para encausarse en un rumbo, pero lamentablemente va de más a menos. La directora utiliza algunos recursos que sacan del mood al relato, y, claramente, tampoco hubo poca expertiz a la hora dividir correctamente el libro para entregar un final de película con enganche real, como ha pasado con otras franquicias juveniles como “Crepúsculo”, “Harry Potter” o “Los Juegos del Hambre”.
“After: Amor infinito” inicia justo donde quedó “After: Almas Perdidas”, Hardin se entera de que el mejor amigo de sus padres es su verdadero papá, lo que lo quiebra por completo, llega a tocar fondo. Mientras Tessa, quien -además- sufre la pérdida de su propio padre, siente que ya no puede seguir con esta relación, por lo que se muda a Nueva York con Landon (Chance Perdomo). Hardin revela lo que escribe en su famoso cuaderno negro, su historia de amor con Tessa, cosa que a ella no le parece en absoluto.
El personaje de Hero Fiennes Tiffin desde el fondo logra salir a flote, encontrar su camino, pero ahora es ella quien no sabe lo que quiere.
Más trama y menos sexo, es algo que se agradece, también que por fin los personajes se mantienen con los mismos actores que los interpretan, y aunque está muy lejos de ser una película perfecta, cumple con sus fanáticos. Los que de seguro dejarán las salas de cine deseando que llegue pronto el episodio final.
