Bizarra, divertida, grotesca y gore, difícil definir a “Oso Intoxicado” (Cocaine Bear), dirigida por la también actriz Elizabeth Banks.

Basada en un curioso hecho real ocurrido a mediados de los años ochenta, en el que un oso consume altas dosis de cocaína que caen del avión de unos traficantes, por lo que finalmente muere de una sobredosis. Pero la producción de esta cinta se toma la libertad de reescribir esta historia de una manera poco convencional, y a veces -incluso- de forma políticamente incorrecta.

Un hombre, miembro de una importante banda de narcotraficantes, se lanza de un avión con una gran cantidad de cocaína en bolsos, pero su paracaídas no abre y el tipo muere. Parte de la droga que portaba, cae en un bosque de Georgia, en el que habita un gran y dócil oso negro, el que ingiere enormes cantidades de cocaína -hasta ahí todo va muy similar a la historia real- pero el giro llega cuando el animal se convierte en un salvaje adicto, receloso de la droga que le va quedando.

Distintos personas convergen por diversos motivos en el bosque siendo asechados por el -ahora- temible oso. Un par de preadolescentes rebeldes que se arrancan al bosque y encuentran la droga del oso, la que prueban en una escena un tanto polémica; la madre de la chica, una enfermera, que anda tras su hija; un policía de otra ciudad que va tras los traficantes; un trío de torpes delincuentes juveniles, que acaban en esa situación por coincidencia; un par de policías que andan tras los delincuentes; una pareja delirantes de guardabosques; dos narcotraficantes en busca del cargamento perdido y el jefe de la banda, quien llega después.

Ojo, que esta película es la última en que participó el actor Ray Liotta, quien murió en mayo del año pasado. El resto del elenco también cuenta con importantes figuras como Keri Russell (Felicity, Misión Imposible III), Alden Ehrenreich (Han Solo), Jesse Tyler Ferguson (The Class, Modern Family), O´ Shea Jackson Jr. (El Robo Perfecto), entre otros. Aunque hay que mencionar que ningún personaje destaca sobre el resto.

No cabe duda que este filme, es superior a los trabajos anteriores de Banks en la silla del director. Es arriesgada, graciosa y tiene un buen manejo de los tiempos, sabe cómo trasladar de la risa, al asco, al miedo. Si entras en el juego de la película, teniendo en cuenta que es algo sólo para divertirse, lo vas a disfrutar. Si no te gustan las situaciones incómodas y los excesos en el cine, quizás “Oso Intoxicado” no es lo tuyo.

En cines del país desde el jueves 30 de marzo.