El destacado cineasta estadounidense Michael Bay no deja de sorprender. En los últimos años ha demostrado su gran talento y particular estilo en clásicos como “Armageddon” y “La Roca”. Cuando muchos pensaban que no podría superarse más realizó “Ambulancia”, film basado en una película danesa del 2005. 

La cinta reúne todos los ingredientes necesarios para que la audiencia esté atenta de principio a fin. Las escenas están impregnadas de humor, suspenso, acción, grandes persecuciones, magníficas actuaciones y efectos visuales de otro nivel. Pero hay un elemento que sobresale, que le da sentido a la historia y que funciona como hilo conductor: el tema de fondo, el drama humano. 

El largometraje deja en evidencia lo caro que son los tratamientos médicos de las enfermedades crónicas y la poca ayuda que brindan los gobiernos para solventar los gastos. En muchos casos, a los pacientes no les queda otra alternativa que irse a sus casas y esperar el día de su muerte. Es tan cruel como real. Esta compleja situación, que identifica a cientos de espectadores, la vive Will Sharp (Yahya Abdul-Mateen II), uno de los protagonistas del film. El joven ex soldado necesita 32 millones de dólares para pagarle una cirugía a su esposa, quien padece cáncer. Esa operación puede salvarle la vida a su amada, a la madre de su hijo, por ello, aunque no quiere, aunque le genera un gran conflicto ético, decide asaltar un banco con su hermano adoptivo Dany (Jake Gyllenhaal), un experimentado ladrón. Lamentablemente, el plan sale mal, la policía los descubre en medio del robo. Para huir, se apoderan de una ambulancia operada por la tenaz paramédica Camile “Cam” Thompson (Eiza González), a quien toman como rehén junto con un uniformado herido. De ahí, el nombre de la película. Por supuesto, el título también hace alusión al tema de fondo: la salud. 

Este profundo contenido conecta con los espectadores de una manera única. Cada vez que los policías están cerca, cada vez que los protagonistas están a punto de ser alcanzados las emociones afloran. Los actores, con sus excelentes interpretaciones, traspasan sus sensaciones. Definitivamente, te ríes, enojas, y festejas con ellos. Y hasta empatizas y deseas que salgan ilesos para que la esposa de Will viva. 

La acción juega un papel importante en la cinta, le da esa adrenalina que te hace vibrar. Las escenas son ágiles e intrigantes. Si el espectador desvía la mirada unos segundos se pierde momentos claves. 

Michael Bay creó una persecución magnífica entre delincuentes y detectives. Will Sharp se acapara gran parte de la atención, porque hace magia en el volante. Ni los policías y la Interpol juntos pueden detenerlo con todos sus aparatajes. El ex soldado tiene tal habilidad, que con unos cuantos movimientos destruye los vehículos de los uniformados. Es una máquina. Cuando crees que ya no hay escapatoria te sorprende con una jugada maestra. A los fanáticos de las carreras de autos les fascinará, a los que no, también, porque esta persecución tiene un sentido. 

Los tintes de comedia no pasan desapercibidos. En los momentos más tensos y complejos interviene un personaje que te saca algunas carcajadas y te ayuda a liberar un poco de adrenalina. 

Sin duda, “Ambulancia” es una de las mejores películas que Michael Bay ha creado. Cada ingrediente está en la justa medida.