Este miércoles 12 de octubre se estrenó en pantallas estadounidenses el primer capítulo de “Chucky”, la extensión en formato serie de una de las sagas más longevas y famosas del género del horror, “Child’s Play” (1988) o “El Muñeco Diabólico” como se conoció en nuestro país.
Y para los más fanáticos la serie promete, porque no solo vuelve el veterano actor Brad Dourif para hacer la legendaria voz del “estrangulador de Lakeshore” Charles Lee Ray, sino que se espera el regreso de personajes de diversos episodios de la saga, como Andy (Alex Vincent), el némesis del muñeco, que sufrió los ataques en las primeras tres películas; Kyle (Christine Elise), la hermana adoptiva de Andy en “Child’s Play 2”, Nica (Fiona Dourif) una mujer parapléjica que se enfrentó al asesino en las últimas dos entregas y, por supuesto, Tiffany Valentine (Jennifer Tilly), la sexy novia de Chucky.
El primer episodio “Death by Misadventure”, de 45 minutos de duración, se desarrolla en Hackensack, la ciudad natal de Chucky. Comienza con una venta de garaje de barrio, en la que Jake (Zackary Arthur), un chico introvertido de catorce años, gay y amante de la escultura, compra a precio rematado un muñeco retro de la marca “Good Guy”. Rápidamente nos cuentan que el muchacho sufre de reiterado acoso escolar por su recatada forma de ser, orientación sexual y situación económica; que vive con su padre, un tipo violento y alcohólico, y que sus parientes, incluido el imbécil de su primo, se avergüenzan de él. En definitiva, tiene una familia y vida horrenda. Pero todo comienza a cambiar cuando se entera que el juguete que acaba de comprar está vivo y contiene el alma de Charles Lee Ray, un legendario asesino. De a poco comenzarán a apilarse los cadáveres en torno a Jake y su nuevo amigo.
Don Mancini, creador de la saga, guionista de todas las películas de la franquicia y director de las últimas tres cintas (sin contar el remake), también está a cargo de la serie, por lo que conoce el material con el que trabaja como la palma de su mano, aunque no siempre la ha sabido llevar a los mejores puertos. Esta vez, prometió volver a los orígenes del personaje, y a pesar de que solamente lleva un capítulo, parece que lo ha logrado.
El capítulo, con referencias a clásicos del género como “Halloween” de John Carpenter o “Carrie” de Brian De Palma, es rápido, divertido y lleno de humor negro, ingrediente que comenzó a adherirse de a poco desde “La Novia de Chucky”, cosa que no a muchos gustó en su época. Se nota que la serie además de estar dirigida a los fans de la saga, tiene como foco un público más “teenager”, por las temáticas que abarca como el bullying o el despertar sexual, sin embargo, se entiende que se quiera llegar a las nuevas generaciones, considerando que el personaje data de 1988. Además, no es la primera vez que la saga toca temas inclusivos, sino véase “La Semilla de Chucky”. Pero quizás el aspecto más valorable de todos sea la de conservar al muñeco original, su voz y la utilización de animatronics, sin abusar del CGI, lo que le da un dinamismo y veracidad especial al personaje.
Eso sí, el primer episodio se hace muy corto y deja con ganas de más, lo que es un buen indicio. Por lo que se pudo ver, el siguiente capítulo indagaría en la infancia de Charles Lee Ray, explicando quizás el origen del mal y expandiendo aún más el universo del muñeco.
En nuestro país lamentablemente todavía tenemos que esperar, porque la serie recién se estrenará el 27 de octubre por la plataforma Star+. La única pregunta que me intriga es ¿veremos en algún momento a Glen o Glenda?
