​¿Qué pasa si se meten a una juguera las películas “REC”, “Alien”, “The Thing”, e -incluso- se le agrega un poco de crítica social como en “La Haine”? El resultado es más o menos “Arácnidos” o “Vermines”, la nueva cinta de terror que promete volver locos a los aracnofóbicos.

Ópera prima de Sebastien Vanicek, esta película francesa se estrenó en 2023 y desde entonces ha sorprendido por su eficaz estilo, fascinantes efectos especiales y por darle nueva vida al género de monstruos que tan olvidado estaba en las salas de cine. De hecho, recibió el Premio Especial del Jurado en la 56 edición del Festival de Sitges.

Ambientada en los suburbios de la localidad francesa Noisy-le-Grand, la película está situada en un edificio donde familias de bajos recursos viven en comunidad. Nuestro protagonista se llama Kaleb (Theo Christine), está a punto de cumplir 30 años y nunca ha estado más solo. Luego de la muerte de su madre discute a diario con su hermana Manon (Lisa Nyarko) por la venta del apartamento en el que viven, y además ha cortado lazos con su mejor amigo de la infancia, Mathys (Jérôme Niel).

Apasionado por los animales exóticos, los que tiene protegidos en su pequeña habitación, un día Kaleb lleva a casa una extraña araña del desierto, que -por supuesto- escapa. Lo que él no sabe es que el insecto se reproduce rápidamente, y cada vez se vuelve más grande. Los habitantes del edificio tendrán que hacer lo posible por sobrevivir a una mortal plaga mientras se encuentran encerrados en la enorme infraestructura.

Si bien se trata de una divertida película de terror adolescente, repleta de sustos y escenas de tensión que pondrán la piel de gallina a los más temerosos de las arañas, lo cierto es que “Arácnidos” destaca por su evidente mensaje social. Vanicek no duda en tocar temáticas como el racismo, la pobreza o la brutalidad policial frente a los más desamparados, no obstante, quizás el concepto más importante sea la comunidad y cómo los vecinos de un barrio se cuidan los unos a los otros a pesar de las adversidades

Mención especial merecen las geniales escenas donde las arañas son las protagonistas. A diferencia de otras películas de monstruos y criaturas, acá los bichos están muy bien utilizados, especialmente en el aspecto del sonido, creando tensión constante en el espectador. Además, el relato hábilmente logra introducir situaciones cotidianas que nos harán involucrarnos con el martirio que están viviendo los personajes, como por ejemplo, que las arañas se esconden dentro de zapatos o detrás de las toallas de baño.

Por supuesto, la cinta también goza de pequeños elementos de comedia negra, gracias a su gran y talentoso elenco, quienes reaccionan de manera realista (y tragicómica) frente a la terrible plaga que tienen bajo sus camas.

Lamentablemente, en su tramo final, curiosamente, la película realiza un giro en su estilo, y pasa de ser una cinta de horror a la acción más brutal, lo que la vuelve en algo mucho más genérico. El director desaprovecha la oportunidad de haber podido terminar su ópera prima con un escena de horror puro.

Con buenas ideas y más de una notable secuencia, si te dan miedo las arañas, “Arácnidos” o “Vermines” te hará pasar un mal rato, y de seguro hará que hagas aseo en tu casa especialmente en los rincones más ocultos.

Ya disponible en salas nacionales.

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