Gonzalo Garay presenta su nuevo libro: “La Música de los domingos por la tarde”
Profundizamos con el autor sobre esta obra incómoda, oscura y exigente, que invita al lector a participar del juego entre ficción y realidad.
En "La música de los domingos por la tarde", Gonzalo Garay vuelve a tensionar los límites de su escritura. Si en La vida de los otros el anclaje estaba puesto en la experiencia judicial y una narración más lineal, esta nueva novela se abre hacia un territorio más fragmentario, oscuro y experimental, donde las identidades se cruzan, los narradores se desdoblan y los mundos -domésticos, legales, culinarios, sexuales- chocan entre sí.
“La música de los domingos por la tarde” no surge como un quiebre abrupto dentro de su obra, sino como la decantación de un universo que Garay viene explorando desde libros anteriores. “Yo venía ya en este universo experimentando”, explica el autor. “En cada libro intento hacer algo diferente. No sé si lo logro, pero al menos ese es el ánimo: la búsqueda de un hallazgo distinto”.
La novela se articula desde la memoria y la introspección. Nicolás Stewart, escritor en formación, revisa su vida desde un sillón cargado de recuerdos, en un ejercicio casi judicial consigo mismo. Desde ahí emerge una narración que no privilegia la cronología, sino las escenas, los ecos, las obsesiones. “Esta novela no importa tanto la cronología como las escenas”, señala Garay. “Quise complicarle bien la lectura al lector, exigirle más”.
Uno de los núcleos más perturbadores del libro es la relación entre Nicolás y Bastián Richter, el pastelero iluminado y psicópata de sonrisa apacible. La gastronomía, lejos de ser un mero decorado, se convierte en un mundo simbólico que arrastra otros temas: la soledad, la iniciación, la moral, la delincuencia y sus orígenes. “Hay límites morales que se van expandiendo”, dice Garay. “Hay una administración de la soledad, hay un universo femenino muy rico, y también una pulsión que atraviesa todo el libro”.
Esa pulsión es, justamente, la música del título. No una melodía concreta, sino un estado interno. “Lo que los escritores sienten, al menos yo, es un sonido muy musical que vas transformando en ideas, imágenes y finalmente en palabras”, explica. “La música de los domingos por la tarde es ese exceso, todo lo que realiza Nicolás para intentar entender el mundo y entenderse a sí mismo”.
El libro también propone un juego explícito entre realidad y ficción. A través de Gustavo García -abogado y narrador paralelo- Garay introduce una historia dentro de otra, en un ejercicio consciente de metanarrativa. “Fue absolutamente a propósito, fue un juego”, reconoce. “Me gusta leer literatura que me exija, y quise hacer algo similar”.
No es casual que el derecho tenga un lugar central en este entramado. Para Garay, la conexión entre literatura y derecho es profunda. “El derecho es un lugar súper importante para mí. Hay una conexión muy estrecha entre derecho y literatura. Es algo que conozco, que he vivido, y que inevitablemente aparece”.
Más allá de sus múltiples capas, La música de los domingos por la tarde no busca complacer. Garay lo asume sin rodeos: “No creo que sea un libro para todo el mundo”. Lo que sí espera es provocar una experiencia particular en el lector. “Me parecería interesante que alguien sintiera un placer incómodo. Reconocer en el otro algo que pensaste que nunca serías capaz de hacer, pero darte cuenta de que sí”. Ese espejo inquietante es, para el autor, una de las funciones esenciales de la literatura. “El mundo tampoco es un camino de rosas. Yo no estoy mintiendo: las cosas que están en el libro son cosas que pasan. Con cierta ficción, pero pasan”.
Después de siete libros, Garay reconoce que esta novela lo enfrentó a algo nuevo: “Aquí me enfrenté directamente con mi miedo, con mi fantasma, y lo compartí con los lectores”. Un proceso más denso, más exigente, donde los personajes terminaron por soltarse de cualquier amarre moral. “Ellos hicieron la historia. El libro se fue haciendo solo”.
Como resume la contraportada -y como insiste el propio autor- "La música de los domingos por la tarde" es “una novela sobre la memoria, el deseo y el fuego que no todo lo consume”. Una historia íntima y brutal, donde el pasado suena como un disco rayado en tardes de domingo.
Y la pregunta queda flotando, como eco final:
¿Qué música suena dentro de ti cuando todo parece callar?
Revisa la entrevista completa con Gonzalo Garay sobre su nuevo libro en nuestro canal de Youtube.



































