Los años no han pasado en vano, las -ahora- 3 mejores amigas neoyorkinas ya no buscan el amor, no experimentan en el sexo, ni andan tras aventuras nocturnas. Ahora, todas con parejas estables, han formado un hogar, aunque, por supuesto, no han perdido su divertida esencia.

Esta miniserie, continuación de la famosa “Sex and the city” finalizada en 2004, seguida de dos películas (2008 y 2010), nos presenta a Carrie (Sarah Jessica Parker), Miranda (Cynthia Nixon) y Charlotte (Kristin Davis) a sus 55 años, estables con sus familias, lidiando con los achaques clásicos de la edad, con las inseguridades físicas que puede traer el paso del tiempo y los dolores de cabeza que dan los hijos adolescentes. Además, de salir de su zona de confort al enfrentar nuevos desafíos profesionales.

La serie se ve como una clara continuación de su antecesora, en estética y edición, con personajes que han envejecido bien, con problemáticas distintas, pero que en el fondo son los mismos, podemos reconocerlos perfectamente, y eso mantiene el atractivo, aunque quizás ya no la fascinación de años atrás, cuando la sexualidad era el invitado estelar.

Ahora Carrie no escribe su columna sobre amor y sexo, por lo tanto ya no existe el hilo conductor que eran sus relatos en cada episodio, pero sigue su trabajo como autora y recientemente se integró a un podcast sobre sexo con una desinhibida persona no binaria llamada Che (Sara Díaz), lo que le hará replantearse su manera de enfrentar el trabajo. Además, una dolorosa y sorpresiva tragedia familiar, le hará repensar toda su vida.

Para Miranda, su mayor dolor de cabeza es su hijo Brady, quien pasa encima de su novia, mostrándose totalmente despreocupado de todo lo demás, ignorando a su padre y madre. Profesionalmente, ha dejado el mundo corporativo de las leyes para buscar trabajos más inclusivos y empáticos. Un camino para ello es volver a la universidad a realizar una especialización. Allí conocerá a la profesora Nya Wallace (karen Pittman), quien absolutamente no llena la visión estereotipada que Miranda tiene de ella. Sus estudios pondrán a prueba su capacidad de adaptación y de abrir su mente.

En el caso de Charlotte, sigue casada, y su prioridad son sus hijas. Lily es una prodigio del piano, de personalidad muy similar a la de su mamá, mientras Rose es rebelde, poco femenina y odia la moda. En la vida de la estructurada mujer, se hará muy presente una vieja amiga llamada Lisa Todd Wexler (Nicole Ari Parker), quien en apariencia es la esposa perfecta, pero que en pequeños detalles suele revelarse a esta vida de esposa perfecta de millonario.

La ausencia de Samantha (Kim Catrall) no se pasa por alto, al poco andar hablan de ella, en un diálogo que pareciera dejar atrás a la ficción. Dialogan sobre su enojo con Carrie -con una explicación un tanto ilógica para el tipo de relación que tenían los personajes- y que nunca más le habló, para luego irse a vivir a Londres. Por defecto, tampoco se volvió a contactar con sus dos otras amigas. Este tema se remarca bastante en ambos primeros capítulos.

Este16 de diciembre estrena el tercer capítulo en HBO Max. Cada jueves tendremos un capítulo nuevo hasta completar los 10. Quizás, más adelante, se confirme si la historia va a continuar o simplemente será una miniserie para darnos un update de estos queridos personajes, como se planteó desde un comienzo. Mientras, nos queda por esperar que situaciones nos tienen preparadas para esta temporada Carrie, Miranda, Charlotte, sus familias, amigos y nuevas amigas…