Una película aparentemente simple, pero llena de complejas sutilezas. La historia sigue a dos pequeños hermanos, Max y Leo, quienes llegan a Estados Unidos con su joven madre, luego de quedar solos y desempatados en su México natal. Lucía busca darle una mejor vida a sus hijos, los lleva a estas nuevas tierras con la promesa de que algún día irán a Disney. Esa ilusión será la que los mantenga interesados en este nuevo país, aunque poco a poco van a ir perdiendo cierta inocencia, entendiendo el sacrificio que es partir de cero, sin dinero, en un país extraño, lejos de todo lo que conoces.


Los hermanos cada día deben quedar solos en el pequeño departamento que les renta una pareja de adultos mayores chinos, para que su madre pueda ir a sus dos trabajos. Su hogar no tiene prácticamente nada. Los niños pasan las horas entre una vieja grabadora donde su madre les deja instrucciones y lecciones para que aprender inglés, además de dibujar en hojas recicladas unos personajes que llaman “Los Lobos”, personajes que cobran vida en su imaginación -y en la pantalla- llenando sus horas de soledad.

 

Una mirada a la migración, a la búsqueda del sueño americano, al sacrificio. Todo bajo la mirada inocente de los niños, que muchas veces no entienden que está pasando. Una cinta biográfica, donde su director, Samuel Kishi, plasma recuerdos de su infancia.


Los pequeños, Maximiliano y Leonardo Nájar Márquez -hermanos también en la vida real- se lucen con una verdad impresionante para sus cortos años, aportan muchísimo al sentir del espectador con respecto a la situación planteada.

 

"Los Lobos" es una cinta absolutamente recomendada, que recientemente llegó a la parrilla de HBO Max.