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9 de junio de 2021

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Michael J. Fox: el eterno joven cumple 60

El actor y activista contra el Parkinson ha tenido una carrera llena de roles emblemáticos en cine y tv que te invitamos a repasar…


Michael J. Fox, quien a comienzos de su carrera agregó una “J” a su nombre luego de varios  cambios de apelativo artístico, nació en Alberta, Canadá, un 9 de junio de 1961, hijo de actriz y de un policía.

Comenzó su carrera a los 15 años en una pequeña serie que se grabó años antes de su estreno, y que no duró mucho más, llamada “Leo and Me”, para luego, a los 18 años, trasladarse a Hollywood con el sueño de crecer en la actuación, aunque sin demasiado éxito en primera instancia.

Después de algunos pequeños roles en cine y tv, su gran momento llegó al ser seleccionado como el demandante “viejo chico”, Alex P. Keaton, de la popular serie ochentera “Lazos Familiares”, que en Chile era emitida por UCTV a la hora de almuerzo. Siete temporadas desde 1982 a 1989, le abrieron las puertas al estrellato. Si bien ese papel no fue creado para él, igual parecía hecho a la medida para el pequeño actor, pues le valió el amor/odio del público, buena crítica, varios Emmys y un Globo de Oro.



El mismo año en que partió con esta serie familiar, trabajó en una modesta cinta, que hoy es de culto, sobre la violencia juvenil escolar, llamada “Class of 1984”, de Mark L. Lester, en donde interpretó a Arthur. Eso sí era un papel menor de reparto, de un chico que sufría bullying.



Pero sería 1985 el año en que lograra entrar fuerte al cine, protagonizando dos clásicos de la época, “Un lobo quinceañero” y la primera cinta de la reconocida saga ochentera, “Volver al futuro”. Su rol de Marty Mc Fly es un ícono que marcó generaciones.



Siempre con un look muy juvenil, pero ya personificando a alguien más adulto, vuelve a conquistar la taquilla en 1987 con su interpretación del ambicioso e ingenioso Brantley Foster, en la comedia romántica “El secreto de mi éxito”, una historia que no es muy difícil de encontrar en la programación de los canales de cine en el cable de tanto en tanto, y cuando eso pasa, es imposible no quedarse viéndola.

En 1989, se une al director Brian De Palma en un drama que cuenta la dolorosa vivencia real del soldado Max Eriksson durante la guerra de Vietnam, en “Casualties of war”, papel que lo validó como actor dramático, probablemente una de sus mejores actuaciones.



Ese mismo año, regresa con la segunda parte de “Volver al futuro”, donde interpreta varios roles, ya que da vida, en algunas escenas, al hijo e hija de su afamado personaje. Al año siguiente, finaliza la trilogía de Marty Mc Fly y Doc (Christopher Lloyd) con un film un tanto castigado por la crítica, pero apoyado por el público. 

En “The hard way” (Duro de aguantar), de 1991, trabaja con el actor James Woods en una comedia de acción, donde interpreta a un frívolo actor, Nick Lang, quien se une a un rudo detective neoyorkino, John Moss, el cual no lo soporta, esto con el fin de que él pueda hacer de policía en una película. Ese mismo, año lanza otro hit, y ya también clásico del cine popular, “Doctor Hollywood”. En esa filmación presenta pequeños síntomas de lo que será la enfermedad que marcará su vida y carrera.



Su diagnóstico de Parkinson, a muy temprana edad (30), fue en un comienzo algo secreto. Estaba casado hace poco, tenía un hijo pequeño y una carrera en la cima. Cayó en el alcoholismo para sobrellevar esta nueva situación, pero gracias a su familia se sobrepone para dar una batalla que lleva hasta hoy.

Durante los años noventa, a pesar de su condición, continuó protagonizando y participando en blockbusters tan recordados como “Por amor o por dinero”, “Un talento especial”, “Mi querido Presidente”, “Muertos de miedo”, “Mars attack!” o haciendo la voz del pequeño “Stuart little”.

En 1996, volvió a la tv con serie propia, “Spin City”, una comedia inteligente, cuyo rol, Mike Flaherty, era un simpático y astuto asesor de un ridículo alcalde. Recibió nominaciones y premios por su trabajo en el show, y en la cúspide, se despide, su condición no le permitía seguir en pantalla semana a semana. Charlie Sheen entra a llenar sus zapatos, sin lograrlo del todo, el programa había perdido su centro. 



Al hacer pública su enfermedad recién en 1998, y luego al dejar la serie, en el año 2000, comienza su trabajo como activista, dedicado a la lucha contra el Parkinson, el comienzo de un gran trabajo social, pero también marcaría el inicio del fin de su faceta de actor como se le conocía.

Paso mucho tiempo dedicado a su familia, a cuidar de su salud y al apoyo en la investigación  y conocimiento sobre su condición, sólo pequeñas apariciones de invitado en trabajos de tv y otros pocos en cine, además de seguir prestando su voz a Stuart Little y otros personajes animados más.

Entre 2013 y 2014 volvió a protagonizar en televisión con “El show de Michael J. Fox”, pero su salud volvería a ser un impedimento para trabajar cómodamente.

Hoy, ha publicado varios libros con sus experiencias, inspirando a muchos con su trabajo, motivando, y por supuesto, visibilizando el Parkinson. El más reciente salió el año pasado, “No Time Like the Future: An Optimist Considers Mortality”, una mirada a su enfermedad, el envejecer, la muerte y la familia.

Quizás que hubiera sido de la carrera como actor de Fox si no hubiera enfermado, cuanto más allá, con su cara juvenil, incluso hoy bajo sus arrugas, hubiera logrado. Eso probablemente nunca lo vamos a saber, pero lo que sí es seguro, es que en su vida real interpreta su rol más importante, tanto para él, como para el resto de las personas.


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