¿CINE EN LA UCI?: SALAS CHILENAS PIERDEN CERCA DE $US110 MILLONES DURANTE EL 2020

El aroma de las cabritas, las butacas y los afiches de próximos estrenos en los cines, ya son solamente un recuerdo nostálgico para los cinéfilos, porque debido a las desoladoras consecuencias de la pandemia y las restricciones impuestas por el gobierno, las salas chilenas han estado cerradas desde el 19 de marzo del 2020, una situación crítica que ha puesto en riesgo su continuidad. 

Sin embargo, un día después de que se anunciara que en fase 3 (Transición) y fase 4 (Apertura Inicial) los cines y teatros podrán abrir con aforos reducidos, la Cámara de Exhibidores Multisalas de Chile, organización que agrupa a las empresas Cinepolis, Cinemark, Cineplanet, CineStar y Muvix Cinemás, ha dado a conocer la delicada situación que atraviesa esta actividad.

Según la agrupación, se esperaba que durante el 2020 hubiera una asistencia de 31 millones de espectadores, una cifra estimada tras considerar que en 2019 hubo casi 30 millones en las 502 salas distribuidas a lo largo del país, tomando en cuenta que durante ese periodo hubo varias semanas que debieron cerrar por el ‘estallido social’. No obstante, durante el año pasado, la pandemia del coronavirus llegó con todo a nuestro país, los cines estuvieron abiertos solo hasta marzo y se alcanzaron a vender solamente casi 5 millones de entradas, obteniendo pérdidas de casi 110 millones de dólares. 

Una cifra ínfima de entradas, si la comparamos con la que se obtuvo en 1967, año en que las salas tuvieron una asistencia de más de 74 millones de personas, la mayor que ha tenido nuestro país. El descenso comenzaría con la popularización de la televisión, las cadenas de arriendo de video y, por supuesto, la piratería.

La  Cámara de Exhibidores acusa haber sido el primer sector económico en tener que cerrar debido a la pandemia, con casi 10 meses sin poder funcionar, por lo que no tienen ningún ingreso. Además, acusa discriminación por el Ministerio de Salud, ya que “con otros sectores, que incluso pueden presentar un mayor riesgo de contagio, se han aplicado regulaciones más progresivas, como es el caso de los restaurantes".

La organización emplazó al gobierno a que fije "una fecha posible de reapertura, que tendrá que ser gradual en lo referente a la ubicación regional" y la cantidad de complejos y funciones. 

EL PANORAMA INTERNACIONAL

Aunque en varios lugares del mundo las salas han vuelto a abrir, con un aforo reducido y con la opción de ofrecer productos de dulcería mediante aplicaciones de entrega, los ingresos generados son mucho menores que en el pasado. El cineasta británico Christopher Nolan, unos de los tantos afectados por esta crisis, ya que su última película TENET fue exhibida en muy pocas salas y pasó directamente al mercado doméstico, advirtió que los cines de todo el mundo están en riesgo de desaparecer, y aprovechó para pedir al gobierno más apoyo para ser rescatados.

‘Reconocemos el apoyo que el gobierno ya brindó, pero tememos que no será suficiente, siendo los desafíos más complicados para los grandes operadores de cines que no han podido acceder a financiación personalizada’.

Nolan forzó la máquina para estrenar su esperadísima película en la gran pantalla, pero logró unos pobres resultados (US$ 362 millones en total con solo US$ 58 millones en Estados Unidos y Canadá) que confirmaron las tesis más conservadoras de un Hollywood que renunció al 2020 y dejó abandonadas a las salas.

Su escrito finaliza pidiendo al gobierno del Reino Unido que apoye a los cines, pues solo así se podría garantizar que las nuevas generaciones sigan disfrutando de su magia.

Además, uno tras otro, todos los estudios atrasaron sus lanzamientos más importantes (James Bond, “Fast & Furious”, “Black Widow”) en busca de un panorama sin coronavirus, sin salas a medio andar y sin espectadores con miedo. Sin embargo, los retrasos iniciales de semanas, o pocos meses, acabaron convirtiéndose en aplazamientos al 2021 (o quizás más allá) que dejaron al 2020 como un auténtico erial para el gran público.

La lógica de los estudios era: ¿Puede rentabilizarse un “blockbuster” sin cines repletos, con aforos limitados y con el recelo de parte del público a acudir a lugares con más gente? Y el lamento desde las salas era que sin estrenos y sólo con propuestas independientes o reposiciones, no quedarán cines en el 2021 para cuando quieran aterrizar todos los grandes estrenos.

Más allá de soluciones tibias, como la nostálgica, pero insuficiente resurrección de los autocines, la industria no pudo responder a los desafíos de la pandemia y entró en una especie de coma. 

LA ESPERANZA DEL STREAMING

Un aspecto que apunta a una revolución en el modo de disfrutar del cine se refiere a las anteriormente intocables ventanas de distribución, que es el plazo que va desde la exhibición en salas a la llegada de las cintas a los hogares. Antes respetadas como si fueran los diez mandamientos, el coronavirus hizo que estas ventanas saltaran por los aires.

“Trolls World Tour” fue la primera que acudió directamente al mercado digital, un camino que luego siguieron muchos títulos como “Mulan”, “Soul” (Disney+) o “Wonder Woman 1984” (un estreno híbrido y simultáneo en cines y HBO Max).

Por el camino, Universal y AMC, que es la cadena de salas más grande de Estados Unidos, firmaron un acuerdo en julio del año pasado, para reducir de 90 a 17 días la exclusividad de la gran pantalla.

Aunque el golpe más contundente llegó con el anuncio de Warner Bros. de que todas sus películas del 2021 -incluyendo “Dune” o la cuarta de “Matrix”- se verán a la vez en cines y HBO Max.

Ahora queda por ver si los cambios coyunturales que hubo el año pasado en el cine se convierten en estructurales para el 2021, un asunto en el que todas las miradas apuntan en la misma dirección: a lo que Disney decida hacer con su plataforma de streaming.