A diferencia de otras biopic, "Ferrari" se centra en un momento de la vida del famoso empresario automovilístico italiano y ex piloto de carrera, Enzo Ferrari, particularmente en 1957. Ese año, él y su esposa Laura arrastran al límite una profunda crisis matrimonial debido a la muerte de su hijo Dino, ocurrida tiempo atrás, además de que están al borde de la quiebra. Por si fuera poco, Lina Lardi, su amante, está inquieta por la situación legal de su pequeño hijo ilegítimo Piero.
A lo largo de la cinta, Enzo deberá arriesgarse para sacar adelante la empresa que con Laura ha construído, contratar nuevos corredores, e intentar ganar con sus autos la famosa Mille Miglia, una compleja carrera que recorre toda Italia. Todo esto mientras intenta lidiar con las madres de sus hijos.
Dirigida por Michael Mann, reconocido por trabajos como “El último de los Mohicanos” y “Heat”, nos presenta en esta oportunidad una producción ambiciosa, pero con un guion carente de emoción, de giros y novedades. Más de dos horas de película en la que la primera parte se hace extremadamente extensa, sin que quede demasiado claro el gatillante del drama. Contada de manera lineal, aunque con algunas escenas algo innecesarias que se intercalan a modo de flashback, las que poco aportan al relato, pues son hechos que se mencionan en los diálogos.
Otra falencia de la cinta, es la poca empatía que generan sus personajes, a excepción de Laura, interpretada magníficamente por Penélope Cruz, ella se roba la película. Da vida a una mujer inteligente, llena de resentimiento y dolor por la muerte de su hijo y el desamor de su marido, pero que también es fuerte y tiene una gran habilidad para los negocios, lo que es vital para Ferrari.
Adam Driver, productor y quien da vida al famoso empresario, está correcto en su papel (su segunda biopic como magnate italiano). Él es un muy buen actor, pero su personaje -curiosamente- está lejos de ser querible, no se deja muy bien parado al millonario con esta muestra de su vida. Shailene Woodley, por su parte, se ve insípida en los zapatos de Lina, su falta de esfuerzo por parecer y oírse como una mujer italiana durante los años 50, llega a ser molesto. En general, el tema del acento italiano para hablar inglés (en algunos casos mejor logrado que en otros), es un asunto que le quita verdad a las interpretaciones.
Las escenas mejor logradas son -sin duda- las de carrera, ya en la segunda mitad del filme, y las que tienen relación con el sentir de los Ferrari con respecto a la muerte de Dino. Son las que más sentimientos transmiten y, por ende, logran involucrar al público.
"Ferrari" llega a salas de cine el jueves 8 de enero.
