Toledo es una visita obligada si andas por Madrid y tienes el tiempo de dedicarle, al menos, un día. La antigua capital del reino visigodo y, posteriormente, del imperio español (hoy en la comunidad autónoma de Castilla La Mancha), fue un verdadero crisol de culturas, enriqueciéndose con los saberes de la cristiana, de la musulmana y de la judía, más allá de quien la estuviera dominando.

Visitarle se hace fácil desde Madrid; desde la estación de Atocha parten trenes rápidos que demoran exactos treinta minutos. La estación de trenes de Toledo queda abajo del casco histórico de la ciudad, por lo que deberás tomar un autobús local para llegar a el.

Caminar por sus calles ya es toda una experiencia de sentirse en el pasado; su riqueza y diversidad arquitectónica conforman un interesante panorama donde podrás contemplar edificios con elementos visigóticos, mudéjar, románicos, góticos y barrocos; tiene un abundante comercio de artesanía, en donde destacan las espadas y los mazapanes; y cuenta con su histórico alcázar que cobija un museo del Ejército (entrada 5 euros), el museo del pintor griego Doménikos Theotokópoulos, más conocido como el Greco (entrada 3 euros) y la catedral primada de Santa María, el templo católico más importante de España (entrada 10 euros). La cantidad de edificios, civiles y religiosos, que se pueden visitar es larga, y todo viajero quiere cuidar su bolsillo.

Toledo Monumental ofrece por el conveniente precio de 12 euros las entradas a 7 edificios, que pagados por separado saldría más dinero (te ahorras 7 euros). Se compra en el primer edificio que visites, donde te colocarán una pulsera que te abrirá las puertas a cada uno de los monumentos que forman parte del programa (además te dan un mapa). 

Te compartimos la ruta de los lugares, en el orden en que los visitamos:

Iglesia de El Salvador: Esta pequeña iglesia es una muestra palpable de la mezcla de culturas. Es un templo católico que anteriormente fue una mezquita del siglo XI. Además fue un templo visigótico; prueba de ello son sus pilastras de aquella época que de por si otorgan a este lugar características únicas. Además hay acceso a las excavaciones arqueológicas que nos muestran restos de época romana. Finalmente, no puedes irte sin subir al campanario. Si bien es algo estrecho e incómodo, es toda una experiencia y podrás disfrutar de una particular vista.

Iglesia de Santo Tomé: Es una iglesia con arquitectura e interior similar a cualquier iglesia en Castilla, pero tiene como enganche la famosa pintura de estilo manierista de El Greco “El entierro del señor de Orgaz” (siglo XVI). La obra se encuentra en una sala posterior de la iglesia. También tiene una entrada propia.

Monasterio San Juan de los Reyes: Este convento franciscano es un buen ejemplo del llamado gótico isabelino. Fue construido con la intención de ser, tras la muerte de los Reyes Católicos, el mausoleo real. Hoy, los reyes descansan en la Catedral de Granada. Si visitas este magnifico edificio no te pierdas los detalles de su claustro y la grandeza de su Iglesia.

Sinagoga Santa María la Blanca: Este antiguo templo judío, construido en el siglo XI y convertido en templo católico en el siglo XIV, es un edificio de estilo mudéjar que destaca en su interior por su profundo color blanco, su piso con mosaicos y sus característicos arcos de herradura. Hoy solo funciona como museo y testimonio de la importante presencia judía en la ciudad.

Real Colegio de Doncellas Nobles: Edificio del siglo XVI y remodelado en el siglo XVII que cuenta con fastuosos salones y una capilla rococó. Un viaje a una época distinta a los anteriores edificios.

(Bonus) Museo de la cultura visigoda: Nos apartamos de la ruta de la pulsera Toledo Monumental, pero por una buena causa. En nuestro camino nos encontramos con el Museo de los Concilios y de la Cultura Visigoda (entrada liberada). Este se encuentra en una antigua iglesia de estilo mudéjar (siglo XIII), la iglesia de San Román. Este museo no solo atrae por ser testimonio de la cultura material de época visigoda (entre los siglos VI al comienzo del VIII) al contar con documentación y objetos como joyas y herramientas, sino también por los hermosas pinturas románicas con influencias árabes que adornan sus muros.

Iglesia de los Jesuitas: La iglesia de San Ildefonso es una típica iglesia barroca jesuita del siglo XVII, que se encuentra en el punto más alto del casco histórico; este detalle no es menor, puesto que la visita contempla subir al campanario, desde el cual tendrás las mejores vistas de toda la ciudad. Se sube por escaleras.

Mezquita Cristo de la Luz: Construida en pleno apogeo del Califato de Córdoba, a fines del siglo X, este templo musulmán (que también fue convertido a templo cristiano) es el mejor conservado de Toledo, motivo más que suficiente para visitarla, y así poder conocer más de las tres culturas que marcaron, marcan y marcarán esta hermosa e histórica ciudad.