Nala (Paola Miguel) es una adolescente insoportable, y el que su hermana pequeña, Luna (Ivanna Sofía Ferro), concentre toda la atención de sus padres (Samantha Castillo y Arap Bethke) debido a su extraña enfermedad, le cae fatal. Cuando la madre cree que puede encontrar una cura para el mal que aqueja a su hija menor, decide dejar a los niñas con su vieja madre, a quien ellas nunca han visto.

En una tétrica hacienda alejada del mundo, Josefa (Ofelia Medina) parece estar feliz de conocer a sus nietas y a su yerno, pero cuando esta queda sola con las chicas, se muestra tal cual es, una mujer no sólo estricta, sino también perversa. Es así como Nala se da cuenta de que las historias que la empleada de la casa, Abigail (Paloma Alvamar), les cuenta a ella y Luna sobre brujas que habitaron la zona, no son meramente relatos de ficción, y que su abuela algo tiene que ver con eso.

“Mal de ojo” es una película muy bien lograda en términos visuales y a nivel actoral. La atmósfera, los efectos especiales, la fotografía y el trabajo de los histriones -en especial de las niñas y de Ofelia Medina- te sumergen en este cuento de terror, en el que si bien, su guion en algún punto flaquea, en general se trata de un buen trabajo, que se nota muy influenciado por el cine de Guillermo del Toro y por la antigua cinta de Arturo Ripstein, “La tía Alejandra”.

Su director Isaac Ezban cambia esta vez ciencia ficción por el miedo, en una mirada oscura sobre la adolescencia, la lealtad a la familia y la brujería. Una buena muestra del cine de terror mexicano, que tiene grandes joyas en década pasadas.

Disponible en salas desde el 1 de diciembre.