Esta docuserie de -por ahora- tres partes, dirigida por Marina Zenovich (Roman Polanski: se busca, Robin Williams: entra en mi mente), indaga en la vida y obra de la controvertida Gwen Shamblin Lara, una buena cristiana que pasó de dietista a líder máxima de su propia iglesia llamada The Remnant Fellowship. Con testimonios de ex feligreses, conocidos, autoridades y mucho material de archivo.

 
“Camino a la caída: Dios, la codicia y la adoración de Gwen Shamblin”, parte del catálogo de HBO Max, nos presenta una historia que a ratos parece increíble, sobre cómo se formó este imperio a base de la fe de la gente.

 
Sólo tres capítulos de momento están disponibles, debido a que la gurú religiosa, su marido, su yerno, junto a otros líderes de The Remnant Fellowship fallecieron en un accidente aéreo en mayo de este año, lo que cambió los planes de la directora. En enero de 2022 se espera el estreno de los dos últimos episodios de este trabajo, que ciertamente hablarán sobre su accidente y de los rumores que surgieron a partir de este.

Gwen partió dictando talleres de baja de peso en la iglesia Bautista donde participaba con su primer esposo e hijos, en 1988 al sur de Estados Unidos, en Tennessee. La mezcla de religión y el comer saludable era una manera cautivante. Pero, ¿por qué Dios nos quiere delgados? Parte de su método busca motivar personas, especialmente mujeres, a perder peso en nombre de Dios, porque habla que la comida nos desviaba de adorarle, es una adicción dañina.

 
Poco a poco ganó más popularidad, expandiéndose la idea dentro de los Estados Unidos y fuera de sus fronteras. Por primera vez una mujer en USA se pone a la cabeza de una iglesia.

 
Libros, programas de TV, le dieron fama y poder, aunque su taller “The way down”, no dejó de ser controvertido para la opinión pública en general.

 
El fanatismo ciego que generó y la imagen de mujer correcta, intachable e iluminada, no permitió que de inmediato muchos de sus seguidores se dieran cuenta que sus formas a la hora de dirigir su iglesia tenían más que ver más con lo mundano que con lo divino. Ambición de poder y dinero, además de controlar la vida de las personas de una manera insana.