Adiós a Teresita Reyes: el escenario chileno pierde a una de sus grandes figuras
La reconocida actriz falleció a los 75 años tras una larga lucha contra el cáncer.
La madrugada del sábado 24 de mayo, Chile despertó con la triste noticia del fallecimiento de Teresita Reyes, una de las actrices más queridas y versátiles del país. Tenía 75 años y desde hace un tiempo enfrentaba complicaciones derivadas de un cáncer mandibular y estomacal. Según comunicó su familia, partió en paz, rodeada del amor de sus hijos y seres queridos.
María Teresita de Jesús Reyes Aleuanlli nació el 4 de febrero de 1950 en Osorno, en una familia de ascendencia palestina. Aunque en un principio estudió Derecho, rápidamente se dio cuenta de que su vocación estaba en el arte. Estudió Teatro en la Pontificia Universidad Católica de Chile, iniciando así una carrera que se extendería por más de 40 años.
Su debut televisivo fue en 1981 en la teleserie "Villa Los Aromos” de TVN, y desde entonces su presencia se volvió habitual en los hogares chilenos. Participó en recordadas producciones como “Los títeres”, “Machos”, “Papi Ricky”, “Brujas”, “Eres mi tesoro”, “Verdades ocultas” y “Yo soy Lorenzo”, consolidando su figura como una actriz entrañable, con un rango que iba desde la comedia hasta el drama más profundo.
En el cine también dejó una marca, con participaciones en filmes como “Sussi” (1987) de Gonzalo Justiniano, “Promedio rojo” (2004) de Nicolás López, “El brindis” (2007) de Shai Agosin, y más recientemente “El lugar de la otra” (2024), donde dio una de sus actuaciones más íntimas y conmovedoras.
Más allá de su trayectoria artística, Teresita Reyes fue también una figura pública carismática, frontal y querida, con apariciones constantes en programas de conversación y una presencia activa en redes sociales, donde compartía su vida cotidiana y reflexiones con el mismo humor y calidez que la caracterizaban.
El legado de Teresita no se limita a sus personajes inolvidables, sino también a la honestidad con que enfrentó la vida, a su conexión con el público y a la generosidad con sus colegas. Su partida deja un vacío inmenso en la escena artística nacional, pero también una herencia invaluable de profesionalismo, pasión y humanidad.