La región de Coquimbo, en el norte de nuestro país, es uno de los destinos preferidos de turistas chilenos y extranjeros. Su capital, La Serena, actualmente se encuentra en Fase 4 de Apertura Inicial, por lo que es el momento ideal para poder viajar y conocer más de esta ciudad fundada en 1544, la segunda más antigua del país.
El viaje en avión, desde el aeropuerto de Santiago, es extremadamente corto. Son alrededor de 40 minutos, que pasan volando como un suspiro. Toma más tiempo embarcarse y descender del avión.
El aeropuerto La Florida de La Serena, curiosamente se encuentra muy cerca del centro de la ciudad, por lo que la movilización no es difícil. Para poder llegar a nuestra primera parada, nosotros tomamos un transfer de la marca ‘Sol del Valle’, cuyo precio varía dependiendo de la dirección. A nosotros nos costó 3 mil pesos por persona. Sin embargo, preguntando en nuestro hotel, nos enteramos que existen colectivos que llegan al aeropuerto y cobran sólo mil pesos. El vehículo debe decir ‘Florida’ o ‘La Antena’.
Nuestra primera parada, es uno de los destinos obligatorios de la ciudad, el reconocido centro comercial ‘La Recova’, famoso por su gastronomía tradicional y venta de artesanías de la zona. Construido hace más de un siglo, este mercado municipal está ubicado en la calle Cienfuegos con esquina Cantournet, a poquísimas cuadras de la plaza principal.
Dentro, los turistas pueden comprar deliciosos dulces de papaya, jugos y una enorme variedad de productos derivados de esta fruta. Además, se pueden adquirir recuerdos hechos en cuero, imanes, llaveros y un sinfín de souvenirs.
En la parte alta del centro, se encuentran los restaurantes típicos, y también varios salones de belleza, una mezcla curiosa. Pero lo interesante, es que cuando uno sube, las ofertas de almuerzo llueven hacia uno, lo que puede resultar un poco agobiante e incluso molesto. No obstante, luego de tantear en varios locales, nos decidimos por ‘Altamar’, un restaurante y cevichería con muchas variedades de pescados y mariscos, acompañado de un rico papaya sour de cortesía.
Luego de almorzar, fuimos a recorrer el centro histórico de La Serena. Había muchísima gente en las calles, debido probablemente a que La Serena está en Fase 4, y mucha gente va por el fin de semana (como nosotros). Tras conocer la Plaza de Armas, la Municipalidad y una gran cantidad de iglesias, nos encaminamos a conocer nuestro ‘Hostal Boutique Terra Diaguita’.
A sólo 100 metros del mercado principal de la ciudad, en la calle Eduardo de la Barra, el hostal ‘Terra Diaguita’ se oculta entre dos casas (una de 1800 y otra de 1900) que muestran la cultural ancestral Diaguita y la época Colonial. En un principio, uno cree que está en la calle incorrecta, pero al entrar abundan las sorpresas. La idea es ofrecer a los viajeros una histórica experiencia.
Desde el año 2002, se comenzó a restaurar el lugar, para dar vida al hostal boutique, y para mantener la esencia de la construcción original, se usaron materiales como barro, rocas lacustres y maderas envejecidas. Las habitaciones, hechas a base de rocas y madera nativa, cuentan con baño privado, duchas, televisión por cable e incluso calefactores de cama.
El desayuno se sirve desde las 8:30 de la mañana hasta las 10:30 en un comedor compartido, cuenta con pasteles, té, café, jugo, huevos y otras delicias.
Además, el hostal cuenta con una boutique con obras de artesanos de la zona. Nosotros no pudimos quedarnos atrás y nos llevamos una pieza del reconocido artista plástico Daniel Palominos.
Ya devuelta en las calles, quisimos visitar el Parque Japonés Jardín del Corazón, pero por alguna razón, se encontraba cerrado. Dentro se veían unas esculturas niponas y unos gansos, pero era imposible entrar. Para la próxima…
Otro plan truncado fue visitar Coquimbo, pero simplemente porque al revisar cuanto salía el Uber para allá, nos dimos cuenta que era carísimo. Porque sí, la movilización en La Serena, especialmente por aplicaciones, es muy costosa en comparación con la capital y hay muy pocos vehículos. Es por eso que, como recomendación, hay que saber moverse en locomoción colectiva, aunque en estas épocas las frecuencias son bajas, igual que en el caso de los taxis oficiales.
En nuestro segundo día allá, tomamos un buen desayuno en nuestra hostal, y nos dirigimos a la Avenida del Mar. Mientras caminábamos, y éramos acompañados por un perro, se podía ver en la lejanía el famoso Faro Monumental, que se encuentra en remodelaciones actualmente.
El paseo por la Avenida del Mar es bonito, hay mucha gente haciendo deportes, paseando a sus mascotas o simplemente disfrutando de la brisa marina. Hay varios restaurantes, negocios y alguna heladería. Sin embargo, la zona se ve un poco abandonada. Las áreas verdes están en mal estado, algunas estructuras están oxidadas, y lo peor de todo, las playas no están limpias. Hay mucha basura en la arena, mascarillas, especialmente latas y botellas de cerveza, pero en general, siempre hay un espacio cómodo para sentarse a mirar las olas del mar.
Para almorzar en domingo, hay varios restaurantes con vista a la playa ofreciendo diversos tipos de comida como sushi, hamburguesas o delicias del mar. Nosotros optamos por 'Beirut', un pequeño local con terraza que ofrece comida libanesa, donde los shawarmas son el platillo estrella.
En definitiva, La Serena es un destino ideal para escapar un fin de semana. La posibilidad de hacer varias actividades a pie, permite ejercitar y conocer mejor las diferentes atracciones de la ciudad.