Regresó Indy a la cartelera: “Indiana Jones y el Dial del Destino”
La película trae de vuelta a Harrison Ford como el famoso y aventurero arqueólogo en compañía de Phoebe Waller-Bridget y Mads Mikkelsen.
Han pasado 15 años desde la última película que vimos del intrépido arqueólogo Henry “Indiana” Jones Jr., la cual no fue precisamente una gran entrega del personaje creado por Steven Spielberg y George Lucas.
En “Indiana Jones y el Dial del Destino” se nos presenta a un Indy un tanto abatido, solitario, al que los años no le han pasado en vano. Con su hijo Mutt muerto en la guerra, separado de Marion, llega el momento de su retiro de la universidad en la que ha trabajado por los últimos 10 años, justo en el día en que son homenajeados los primeros astronautas en ir a la luna (1969).
Luego de su última clase, aparece su ahijada Helena, hija de su fallecido amigo arqueólogo, Basil Shaw (Toby Jones), quien le habla del Dial de Arquímedes que él y su padre rescataron en parte de manos de los Nazis hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, un artefacto que su padre asumía que tenía mucho poder y que terminó por trastornarlo, llamado La Anticitera.
El extenso y lleno de acción prólogo de la cinta, trata sobre el rescate de este aparato, en el que vemos a Harrison Ford rejuvenecido digitalmente al igual que a Mads Mikkelsen, el villano de esta historia, quien interpreta a un científico Nazi. Un gran inicio de película, por cierto.
Regresando a 1969, Helena engaña a Indy para que le muestre La Anticitera, para así quitársela con fines para nada científicos como le hace creer en un comienzo. El robo de Helena y la aparición de Jürgen Voller (Mikkelsen) bajo otra identidad, sacaran a Jones de su retiro, para volver a la aventura.
Algo que se agradece, es que se respetó la condición de hombre de ocho décadas de Ford, y por ende, de su personaje. Indiana sigue conservando muchas de sus características, pero se hace énfasis en que hay ciertas cosas que por edad se le dificultan.
Su dinámica con la histriónica Phoebe Waller-Bridget es divertida, es una buena partner para el protagonista, mientras que Mads Mikkelsen es un más que correcto villano para esta historia, la que si bien es muy entretenida, no alcanza el encanto de la primera trilogía. Si hubiese sido más corta (dura 152 minutos), sin el exceso de tiempo, en especial a la hora de las persecuciones, y con uno que otro ajuste en la participación de los personajes secundarios, probablemente todo hubiera encajado mejor.
James Mangold, el director de esta película, no la tuvo fácil llenando los zapatos de Steven Spielberg, realizador de las entregas anteriores.
“Indiana Jones y el Dial del Destino” fue anunciada como la última película de esta saga, pero quien sabe, hay pequeños indicios que abren una ventana de que todo puede pasar.
En cines desde este 29 de junio.